Home
>
México Desigual
>
Tolueno, la droga que quita el hambre, el frío y mata lentamente
Tolueno, la droga que quita el hambre, el frío y mata lentamente
Cuartoscuro
11 minutos de lectura
Tolueno, la droga que quita el hambre, el frío y mata lentamente
Esta droga es consumida por una población invisible: personas en situación de calle en la ciudades y jóvenes de sectores vulnerables en ambientes urbanos y rurales.
21 de agosto, 2020
Por: Lizbeth Padilla
@liz_pf 

Felipe se lleva la mano a la nariz, inhala. Con unas cuantas veces más será suficiente para dejar de sentir hambre y frío. Se quedará dormido. Será invisible para los cientos de personas que pasan a diario a su lado, cerca de donde vive, la entrada del metro Garibaldi, en la Ciudad de México, y que prefieren no mirarlo. 

Él inhala solventes desde los 12 años, cuando dejó su casa harto de los golpes y el maltrato que sufría. Ahora tiene 26. Todo ese tiempo ha vivido en la calle en varios estados: Michoacán, Estado de México y Guanajuato. La peor época para él es la temporada de lluvias, porque encontrar un lugar para guarecerse es complicado.

Felipe consume solventes, las drogas más fáciles de conseguir, las más baratas, y las que afectan a las poblaciones más vulnerables tanto en la ciudad como en zonas rurales. Los solventes no son ilegales, están a la venta y al alcance de cualquier persona.

“Están tan disponibles y al alcance de las personas más vulnerables, dígase niños, niñas, jóvenes o personas que estén en depresión o en una situación de tristeza”, señala Enrique Hernández director de la Asociación civil El Caracol, que atiende poblaciones callejeras.

Aunque es fácil caer en esta adicción, pocos son los lugares que cuentan con protocolos de atención en salud para los consumidores, pues estas drogas no tienen los reflectores de otras como la cocaína, marihuana, o ahora el fentanilo y el cristal.

La mariguana es la sustancia de mayor uso para iniciarse en las drogas ilegales con el 73.9% de los casos, seguido por los inhalables (8.1%) y la cocaína (7.9%), de acuerdo con datos del Sistema de Información Epidemiológica del Consumo de Drogas (SIECD) 2018.

El tolueno es el principal inhalable consumido en México y el que se usa para hacer “monas”, que consiste en un pedazo de tela, papel, gasa u otra fibra humedecida con esta sustancia para así inhalarla. 

Este químico sirve como aditivo en la gasolina y para la fabricación de otros productos como los plásticos, explosivos, tintas y solventes. Al ser una sustancia de uso industrial y no una droga, es legal y se distribuye en todo el país y está a la venta en tlapalerías y otros expendios; es barato y relativamente fácil de conseguir.

Bastan unos pesos para comprarlo.

“Con 5 pesos me daban una botella de medio, de 600 (mililitros), llena. Me rendía como un día o hasta menos, depende. Porque me gustaba, la tenía y quería más. Aunque ya, mi mano estaba escurrida pero yo sentía que ya estaba seca y me mojaba más papel y papel”, cuenta Gabriel quien consumió inhalables y drogas desde los 6 años. Ahora tiene 36.

Pedro —quien siempre ha vivido en Malinalco, Estado de México— podía conseguirla en cualquier ferretería, sin que le pidieran identificación o le preguntarán para qué lo quería.

La mona llega con los “amigos”

Cuando estaban en la secundaria Víctor y Ulises, ambos habitantes de Malinalco, probaron por primera vez los solventes. 

“Ahí en la escuela fue cuando empecé a probarlas, cuando entré, en primero de secundaria, fue cuando empecé con la mona. Después con el cristal, y después con la mariguana”, cuenta Víctor, quien ahora tiene 19 años y se dedica a hacer figuras talladas de madera. 

Entre 2002 y 2017, el consumo de inhalables entre la población de 12 a 25 años aumentó un 1.7% en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco 2017.

Ulises, quien ahora tiene 22 años y dejó de consumir drogas, señala que sus compañeros conseguían el solvente, “no necesitaba yo comprarla, porque varios andaban ya trayendo y pues, nada más era de que: ‘mojame mi papel’”. Al principio fueron dos o tres veces al día, después consumía una o dos latas diarias de limpiador PVC, que contiene tolueno. 

El tolueno es un líquido incoloro, con un olor dulce y moderadamente soluble en agua. Al inhalarlo provoca una “excitación inicial que pasa a desinhibición, con una sensación de ligereza, euforia y agitación”, señala el estudio Hablemos del Tolueno realizado por la organización Laboratorio de Imaginación y Acción Social, A.C. (Imaginalco).

Víctor robó para conseguir dinero y comprar estas sustancias. “A veces, como era yo bien mono, a veces una que otra vez sí me puse a asaltar”.

De los adolescentes que cometieron algún delito bajo los efectos de alguna droga, se identificó que el alcohol (47.7%) fue la sustancia más utilizada bajo esta situación, seguida por los inhalables (24.6%) y la mariguana (16.9%), de acuerdo con el  Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones, 2018.

Imaginalco detectó que existe un alto consumo de inhalables por parte de niños y jóvenes en situación vulnerable de la cabecera municipal de Malinalco, Estado de México. En la Ciudad de México, los inhalables son la droga de mayor consumo en personas en situación de calle, según el Censo de Poblaciones Callejeras 2017.

Cuando Gabriel y Felipe comenzaron a vivir en las calles de la Ciudad de México, siendo niños, fueron otras personas en esta situación quienes les dieron solventes.

“Eran unos muchachos con los que me juntaba. Yo les pedí de comer y tenía mucho frío (…) Y me dijeron, no, pues dale una mona. Pero yo, como era un niño pequeño, pensé que una mona de las que andan en el zoológico, ¿no? Y de ahí empecé a probar, empecé a conocer la droga y me enseñaron más drogas que conocí”, cuenta Gabriel quien al perder a sus padres a los 6 años comenzó a vivir en la calle.

De acuerdo con el estudio de Imaginalco, también son consumidos por  jóvenes y niños de barrios vulnerables cárceles, pepenadores, u otra población que trabaja en las calles. El uso de tolueno, señala el estudio, es más común en grupo que de manera individual, lo que lleva a una “alucinación colectiva” en la que el consumo “de estas drogas puede ayudar a fortalecer los lazos colectivos y a fortalecer su interacción”.

“Si has visto banda que está con una caguama, pues nosotros ya no era una caguama, era una lata”, cuenta Ulises. En Malinalco, no muy lejos de la zona turística del poblado, los jóvenes se juntan en ciertos puntos para consumir solventes. 

Los efectos del consumo

“Cuando empecé a consumirlo yo sentía que movía las cosas. Yo cargaba las cosas con mis manos, con mi vista las cambiaba de lugar y todo eso, me sentía como poderoso, sentía que flotaba, cuando caminaba como que volaba, así me sentía. Se me iba el hambre, el frío, por eso agarraba los inhalantes”, cuenta Gabriel, quien vive en la Ciudad de México.

Pero cuando el efecto del tolueno pasaba “sentía mucho frío y mucho dolor de cabeza y me ponía a temblar”.

Dolor de cabeza, letargo y falta de coordinación muscular son algunos de los efectos que el consumo de inhalables causan en las personas. “La sensación es similar a la resaca generada por otras sustancias, popularmente conocida como cruda por consumo de alcohol”, señala el estudio de Imaginalco.

También hay afectaciones a nivel neurológico como encefalopatía, neuropatía periférica, trastornos en los movimientos oculares, pérdida de la sensibilidad, de la visión, demencia, etcétera. El consumo prolongado de tolueno puede causar anormalidades cerebrales a nivel estructural y funcional en el cerebro humano.

“Sí me afectó en que luego se me olvidan las cosas, de repente estoy haciendo algo y digo: ¿qué venía yo a traer? Y me doy media vuelta y digo, ¿qué es lo que venía buscando, no? Cosas así”, cuenta Pedro.

Por qué es tan fácil conseguirlo

El tolueno se encuentra en un limbo legal, pues no hay una norma que regule o prohíba su uso, ya que está catalogada como sustancia para uso industrial. 

Cualquier persona puede importar o exportar cantidades menores a 1,500 kilogramos de tolueno sin tener que dar cuenta a alguna autoridad o requerir un permiso, pues está listado como sustancia química esencial en la Ley de Precursores Químicos.

La Ley General de Salud tampoco lo regula, pues aunque es un psicotrópico no está incluido en los cinco grupos en los que se clasifican estas sustancias, ni están en la lista de estupefacientes del artículo 234.

En la misma ley, artículo 254, se detalla que el gobierno debe evitar que menores de edad y otras personas consuman estas sustancias, a través de la vigilancia de los establecimientos que lo venden, y dar atención médica a quien ya lo consume. Además de promover campañas permanentes de información y orientación al público, para prevenir daños a la salud provocados por el consumo.

A esto se suma que los envases del limpiador de PVC (que contiene tolueno) no tienen una leyenda clara sobre los peligros que implica su consumo y manejo.

“Las normas oficiales mexicanas emitidas para productos psicotrópicos están diseñadas para medicamentos y productos similares y no se extienden a otros productos como el limpiador de PVC”, señala el estudio de Imaginalco.

En México, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) es la encargada de regular, controlar y vigilar el manejo de sustancias tóxicas o peligrosas para la salud, químicos esenciales, estupefacientes y psicotrópicos así como los establecimientos dedicados a su proceso o almacenamiento.

En los ambientes rurales son los amigos quienes comparten los solventes, “entre la población que habita en las calles de la ciudad generalmente se encuentra un dealer oficial en cada grupo de población de calle, que a su vez puede contar con varios pequeños distribuidores, que generalmente son usuarios de la sustancia. 

Esto crea un mercado de activo oculto y cautivo que genera microeconomía lucrativa”, señala el estudio.

“Entre los mismos compañeros hay lugares, bueno, hay lugares, no se dice, pero hay lugares donde se puede conseguir rápido”, dice Gabriel, quien vivió y ahora trabaja por la zona del metro Garibaldi, en la Ciudad de México.

Personas, no fantasmas

La gente que consume inhalables es mucho menos visible que los consumidores de otras sustancias, explica la doctora Silvia Cruz, “y no en el sentido de que no nos topemos con ellos en la calle, sino que no tienen una repercusión como pueden tener celebridades”.

Los sectores vulnerables, dice la farmacóloga del el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav), es gente que no se van a organizar en sectores para pedir atención, pues no tienen tanta representación social, “de alguna manera aunque los vemos es una población invisible o desean que sea invisible”.

Además de sufrir peleas con pandillas, los asaltos, los consumidores de inhalables también se enfrentan a la discriminación y abuso de las autoridades que tienen la obligación de atenderlos.

Cruz Martín del Campo explica que cuando sufren crisis por la intoxicación los paramédicos no quieren subirlos a la ambulancia pues alegan que por su falta de higiene (en el caso de población callejera) después deben desinfectarla antes de poder subir a otra persona y eso les quita un día de servicio.

El estudio de Imaginalco señala que las mujeres consumidoras de tolueno en situación de calle son aún más vulnerables a abusos sexuales, a quedar embarazadas ya que muchas veces se les condiciona el acceso a servicios de salud a cambio de entregar a sus hijos en adopción o se los quitan para llevarlos a instituciones de asistencia.

“Si una mujer va intoxicada puede haber violencia obstétrica, no trae papeles, tiene una situación de poca higiene, no tuvo atención prenatal y que si van intoxicadas ni anestesia les dan.

También en la muerte los consumidores resultan invisibles.

Silvia Cruz señala que hay un subregistro en el caso de las muertes de población de callejera relacionadas con los inhalables. 

“Se dice murió de frío, pero en la mano trae una mona. Murió de frío porque la hipotermia no la percibió por estar intoxicado. Tal vez murió de un paro cardiaco porque los disolventes y los gases afectan mucho al corazón pero se lo encontraron al día siguiente muerto de frío”, explica.

“Como viven en condiciones de calle pues murió de frío, o lo atropellaron. Nadie registró el nacimiento, registrar la muerte menos o no hay papeles, entonces el subregistro es inmenso”, añade la especialista. 

Reconocer el problema

Enrique Hernández, director de Caracol señala que para encontrar una solución al problema se debe reconocer que el tolueno es una sustancia legal, que provoca daño irreversible en cualquier población que esté consumiendo.

“Lo primero es reconocer que los solventes están en todas las casas del país, todos pueden tener un barniz, un plumón, uno de estos de aire para las computadoras, puede tener aguarrás, thiner o tolueno en la casa. Está tan disponible, reconozcamos que no tiene que estar al alcance de las personas más vulnerables, dígase niños, niñas, jóvenes o personas que estén en depresión o en una situación de tristeza”, añade Enrique.

Silvia Cruz, doctora en farmacología del Cinvestav, señala que si en el hogar se tienen productos que contienen solventes deben estar bajo llave; en el caso de los establecimientos también debe haber mayor control en la venta. 

¿Poner una advertencia en las etiquetas de las latas de limpiador de PVC y en envases de otras sustancias, como se hizo con las cajetillas de cigarros, ayudaría a disminuir el consumo? Se le cuestiona a Cruz Martín del Campo. 

“El etiquetado no lo es todo, quien quiere usarlo lo va a usar, quizá sirve más para el no usuario, para el papá, para decir estas cosas no pueden estar así nada más o alertar un poco, si en su casa de pronto un hijo adolescente que nunca limpia nada le da por comprar limpiadores de computadora, probablemente lo está usando. (Cambiar el etiquetado) tiene un pedacito de contribución pero no es tanto”, responde la especialista.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
Adicción
adicciones
consumo
Drogas
El Caracol
gasolina
Imaginalco
jóvenes
limpiador PVC
mona
situacion de calle
solventes
tlapalerías
Tolueno
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
image
“Genocide Joe”: Cómo las protestas en universidades muestran que el conflicto en Gaza amenaza la reelección de Biden
10 minutos de lectura
“Genocide Joe”: Cómo las protestas en universidades muestran que el conflicto en Gaza amenaza la reelección de Biden

Mientras se extienden las protestas en las universidades estadounidenses en contra de la guerra en Gaza, crecen las evidencias sobre la progresiva pérdida de apoyo de Biden entre los más jóvenes del país, lo que puede marcar sus resultados en las presidenciales de noviembre.

03 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
0

Genocide Joe, ¿cuántos niños has matado en Gaza?”.

El grito del activista propalestino interrumpió brevemente un discurso que pronunciaba el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, durante un acto de campaña en el estado de Virginia.

Fue una cuestión de segundos, pues inmediatamente un grupo de militantes que escoltaba al mandatario en el escenario comenzaron a corear “cuatro años más, cuatro años más”, volviendo inaudibles las palabras del manifestante.

Ocurrió el pasado 23 de enero, cuando Biden aún no había conseguido todos los delegados necesarios en las elecciones primarias para convertirse en el virtual candidato del Partido Demócrata para las elecciones presidenciales del próximo noviembre.

Para entonces, sin embargo, ya la guerra en Gaza entre Israel y Hamás en Gaza se perfilaba como un tema difícil de lidiar para el mandatario en su ruta hacia la reelección.

Ese obstáculo parece haber crecido sustancialmente en las últimas semanas con la ola de protestas contra la guerra que se han desarrollado en más de un centenar de universidades alrededor de Estados Unidos y que se han saldado con la detención de más de 2.000 manifestantes.

El mote de “Genocide Joe” (Joe, el genocida) comenzó a circular en redes sociales poco después del 7 de octubre de 2023, día en que el grupo palestino Hamás lanzó un ataque armado sobre Israel -que dejó más de 1.200 muertos y más de 250 rehenes- que detonó la actual guerra.

Para el 28 de octubre ya era un lema ampliamente coreado por los manifestantes que asistieron a una protesta propalestina en Detroit.

En aquellos primeros meses de la guerra era evidente el descontento que el firme apoyo que Biden le dio al gobierno de Israel frente a Hamás estaba generando entre la población árabe-musulmana de EE.UU. y el ala más a la izquierda del Partido Demócrata.

Lo que no estaba claro entonces era que la guerra en Gaza se extendería por tantos meses y causaría tantas víctimas -los ataques israelíes han matado a unas 34.000 personas, de acuerdo con las autoridades de Salud de Gaza-, lo que ha generado una ola de descontento entre los jóvenes estudiantes que durante las últimas semanas han estado manifestando en campus universitarios de todo el país.

Estos jóvenes y otras minorías que les apoyan en su reclamo -latinos, asiáticos, afroestadounidenses, miembros de la comunidad LGBT- representan un grupo de electores que tienden a votar a favor del Partido Demócrata y cuyo voto puede hacer la diferencia en las que hasta ahora se avizoran como unas reñidas elecciones ante el aspirante republicano, Donald Trump.

La “guerra de Biden”

Tras el ataque del 7 de octubre, Biden le otorgó al gobierno de Benjamín Netanyahu un respaldo sin fisuras para que respondiera al ataque de Hamás,

El mandatario estadounidense viajó personalmente a Israel y desplegó portaviones en el Mediterráneo en señal de advertencia para que ni Irán, ni la milicia libanesa de Hezbolá, ni los otros grupos armados de la región aliados de Hamás intentaran escalar el conflicto.

Y, luego, mantuvo incólume -al menos en público- su apoyo a Israel a pesar de las críticas de la ONU, ONGs y distintos gobiernos del mundo no solamente por el elevado número de víctimas civiles y la destrucción que estaba causando la campaña militar israelí sobre Gaza, sino además sobre el reducido ingreso de alimentos y ayuda humanitaria a la Franja debido a las duras limitaciones impuestas por el gobierno de Netanyahu.

Un grupo de estudiantes se manifiesta en Washington con una bandera palestina.
Chip Somodevilla / Getty
Grupos de estudiantes estadounidenses se han manifestado en apoyo de los palestinos y contra la operación militar israelí en Gaza.

Mientras, grupos propalestinos pedían un cese el fuego definitivo, el gobierno de Biden respaldaba un cese de las hostilidades temporal, como el que ocurrió a finales de noviembre de 2023 y que permitió un mayor flujo de ayuda a Gaza, la liberación de un centenar de rehenes israelíes y de unos 240 palestinos que estaban presos en Israel.

Al mismo tiempo, las reiteradas peticiones del gobierno de Biden para que Israel facilitara la entrada de más ayuda humanitaria a Gaza no parecían encontrar en la práctica una respuesta favorable de parte de Israel, al punto que Estados Unidos inició una operación para lanzar víveres desde aviones sobre la Franja y empezó a construir un muelle flotante frente a la costa para hacer llegar directamente la ayuda.

La Casa Blanca también ha manifestado reiteradamente su descontento por el alto número de víctimas civiles muertos en Gaza.

A inicios de abril se supo públicamente por primera vez que Biden le había dicho a Netanyahu que “la situación humanitaria era inaceptable” y que la política de EE.UU. con respecto a Gaza iba a estar determinada por las medidas “específicas, concretas y medibles” que tomara Israel para hacer frente al “daño a civiles, al sufrimiento humanitario y a la seguridad de los trabajadores humanitarios”.

Al mismo tiempo, no obstante, la Casa Blanca ha mantenido el envío de armamento hacia Israel y ha usado su derecho de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para proteger a Israel de resoluciones adversas. Estas medidas generan un fuerte rechazo en los grupos propalestinos.

Jeremy Konyndyk, quien trabajó para el gobierno de Biden y de Barack Obama y ahora preside la ONG Refugees International, considera que el actual mandatario estadounidense ha hecho propia esta guerra.

“Ellos han dado el apoyo material que sostiene la guerra. Ellos proveen el apoyo político que sostiene la guerra. Ellos le proveyeron la cobertura diplomática en la ONU que mantiene la guerra”, dijo Konyndyk a The New York Times.

“¿Esta es la guerra que Biden habría querido? No. ¿Pero esta es la guerra a la que le dan apoyo material? Sí. Y, entonces, en ese sentido, esta es su guerra”, agregó.

Impacto electoral

La posibilidad de que la política hacia la guerra en Gaza afecte las opciones a la reelección de Biden ha estado sobre la mesa prácticamente desde el inicio del conflicto.

En noviembre de 2023, la legisladora demócrata por Michigan Rashida Tlaib divulgó un video en el que acusó abiertamente a Biden de apoyar el “genocidio de los palestinos”.

“Señor presidente, el pueblo estadounidense no está de su lado en este tema. Lo recordaremos en 2024”, dijo Tlaib, quien es la única parlamentaria de raíces palestinas en el Congreso estadounidense.

Después de su mensaje, la pantalla se ponía en negro y aparecía un mensaje que decía: “Joe Biden apoyó el genocidio del pueblo palestino. El pueblo estadounidense no lo olvidará. Biden, apoye un cese el fuego ahora. O no cuenten con nosotros en 2024”.

Este malestar también se expresó políticamente durante las primarias cuando surgió un movimiento antiguerra que abogaba por elegir representantes a la Convención Demócrata que no se hubieran comprometido a votar por Biden como candidato.

Este movimiento “no comprometido” surgió en Michigan, donde obtuvieron más de 100.000 votos (equivalentes al 13%). También lograron resultados notables en Minnesota (casi 19% de los votos), Háwai (29%) y Washington (casi 10%).

Un hombre cubierto con una mascarilla donde se lee
Drew Angerer / Getty
En el estado de Michigan surgió un movimiento contrario a Biden entre los demócratas decepcionados por su política sobre la guerra de Gaza.

Para mediados de marzo, en promedio un 10% de los electores habían votado por la opción “no comprometido” en los estados en los que existía, mientras que en los estados donde no había esa opción en torno a 12% de los votos habían ido a candidatos distintos a Biden.

Según el movimiento “no comprometido” cuentan con, al menos, 500.000 votos.

Esos resultados no son menores, pues el actual mandatario ganó las elecciones presidenciales de 2020 en parte gracias a que logró una gran movilización en ciertos estados muy competidos como Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin.

En muchos de esos lugares el margen de su victoria fue pequeño y para obtenerlo fue clave el voto de ciertos grupos de electores como los jóvenes.

Sin embargo, encuestas recientes indican que el mandatario está perdiendo terreno entre este grupo de electores.

Una encuesta publicada por el diario USA Today a mediados de abril señalaba que Biden contaba con el apoyo de 45% de los menores de 30 años de edad, mientras que Trump conseguiría el 37%.

Esa cifra, aparentemente favorable, significa un realidad un gran retroceso con respecto a su posición de 2020 cuando en esta etapa de la campaña Biden contaba con 60% de estos jóvenes y Trump solo con 30%.

De acuerdo con la encuesta, una de las razones detrás de la caída en intención de voto del mandatario es la guerra en Gaza, pues una mayoría de jóvenes consideran que las acciones de Israel son injustificadas frente a los que creen que están justificadas.

Otra encuesta divulgada a finales de abril por CNN indicaba que el tema acerca del cual Biden obtenía la peor valoración era su manejo de la guerra entre Israel y Hamás con una aprobación de solo 28% y una desaprobación de 71%, este último resultado subía hasta 81% entre los menores de 35 años.

Pero, ¿puede el malestar entre los jóvenes por la guerra en Gaza costarle la reelección a Biden?

“Lo que hace el movimiento estudiantil es crear el miedo de que Biden está perdiendo a uno de sus grupos de electores más importantes por el tema de la guerra: los votantes jóvenes. Lo que podría tener implicaciones electorales”, dice Robert Cohen, historiador de la New York University, a BBC Mundo.

Para este jueves, las protestas estudiantiles por la guerra en Gaza ya alcanzaban a unas 140 universidades, en 45 estados, de acuerdo con cálculos propios de la BBC.

Además, se han producido más de 2.000 arrestos.

Estas cifras revelan un claro aumento en la cantidad e intensidad de las protestas, lo que genera un doble dilema para Biden.

Dos policías se llevan detenida a una joven en la Universidad de Columbia.
Selcuk Acar / Getty
Desde que comenzaron las protestas en universidades estadounidenses se han producido ya más de 2.000 detenciones.

“Al igual que la guerra misma, estas manifestaciones universitarias han puesto a Joe Biden bajo una presión cada vez mayor. Los votantes jóvenes constituyen un electorado clave para su campaña de reelección y él deja que se enojen con su gobierno bajo su propio riesgo. Pero parecer blando con la ley y el orden, o hacerse la vista gorda ante las acusaciones de antisemitismo, también podría tener un alto costo político”, señala Anthony Zurcher, corresponsal de la BBC en Washington.

Eso explicaría, en parte, las declaraciones que hizo Biden este jueves en la Casa Blanca, cuando defendía el derecho a disentir y a la protesta pacífica, al mismo tiempo que advertía que esto debía hacerse dentro de la ley.

“Si ocurre violencia, hay destrucción de propiedades no es una protesta pacífica. Va contra la ley. El vandalismo, el allanamiento de morada, la rotura de ventanas, el cierre de campus, forzando la cancelación de clases y graduaciones. Nada de esto es una protesta pacífica”, dijo.

“Existe el derecho a protestar, pero no el derecho a causar caos”, agregó después.

Dadas estas circunstancias, Cohen destaca la importancia que tiene para Biden que se produzca pronto un cese al fuego en la guerra, lo que quizá podría permitir a los manifestantes pasar la página.

El historiador recuerda que este año la Convención del Partido Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) se realizará en Chicago, como ocurrió en 1968, cuando hubo manifestaciones multitudinarias en contra de la Guerra de Vietnam que acabaron en una fuerte represión y en caos.

“En 1968, las protestas estudiantiles contra la guerra de Vietnam combinadas con la fuerza policial represiva del alcalde de Chicago Richard Daley provocaron toda esta violencia televisada entre los manifestantes y la policía. Y eso realmente perjudicó al candidato demócrata, Hubert Humphrey, porque hizo parecer que los demócratas eran el partido del caos y que el país estaba fuera de control. Eso ayudó a Richard Nixon a convertirse en presidente”, dice Cohen, y añade:

“Así que el potencial está ahí, excepto que este movimiento es en su mayoría no violento. Entonces, esos temores pueden ser exagerados”.

Aunque no se sabe qué habrá ocurrido de acá a agosto con el movimiento de protesta estudiantil, en abril pasado varios grupos propalestinos anunciaron una movilización masiva en contra de la DNC

Hatem Abudayyeh, líder de la red comunitaria palestino-estadounidense, anunció que “la marcha contra la DNC será la mayor movilización propalestina en la historia” de Chicago.

“En agosto, esperamos a decenas de miles de palestinos, árabes, negros, latinx, asiáticos y otros manifestantes de todas partes de EE.UU. para decir fuerte y claro que ‘Genocide Joe´ Biden, Killer Kamala {la vicepresidenta Kamala Harris} detengan la ayuda a Israel, dejen de armar a Israel”, dijo en un video difundido por The Wall Street Journal.

Estos anuncios subrayan nuevamente las dificultades que debido a la guerra enfrenta la campaña de Biden.

En palabras de Anthony Zurcher, “los disturbios en el campus podrían ser el comienzo de un verano dañino de protestas para Biden si su equipo diplomático no puede negociar pronto un alto el fuego en Gaza”.

Línea
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
Adicción
adicciones
consumo
Drogas
El Caracol
gasolina
Imaginalco
jóvenes
limpiador PVC
mona
situacion de calle
solventes
tlapalerías
Tolueno
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...