Tras los disturbios registrados anoche dentro y fuera del Cereso de Apodaca, que obligaron a retrasar el envío de tres capos de los Zetas a Jalisco, esta madrugada fue concretado su traslado al penal de Puente Grande.
Los internos son Marco Garza de León Quiroga, alías “El Chabelo”, señalado como operador de los Zetas en el norte de Nuevo León y calificado como uno de los de más alta peligrosidad, fue trasladado junto con Mario Andrés Alcorta Ríos, alias “el Junior”; José Francisco Gámiz Vega o Ángel Raúl Hernández, alias “el Extraño”.
El traslado se realizó luego de que el juez tercero de Distrito en NL ordenara enviarlos a la prisión de máxima seguridad de Jalisco.
El operativo causó una serie de inconformidades al interior y exterior de este inmueble, entre ellas de familiares de los internos.
Anoche Notimex reportaba que, de acuerdo con una fuente del gobierno del Estado, cerca de las 18:40 horas, unas 30 unidades federales y 10 de militares, incursionaron al centro penitenciario, donde el domingo anterior fueron asesinados 44 reos, mientras que 30 más se dieron a la fuga.
Cerca de la medianoche de ayer, el vocero de seguridad del gobierno de Nuevo León, Jorge Domene Zambrano, negó que lo ocurrido este martes en el penal de Apodaca se tratara de un motín, y sostuvo que se trató de un intento de los presos por evitar el traslado de los reos mencionados.
El diario El Norte refiere que, en las últimas 72 horas, el grupo criminal de los Zetas ha exhibido a nivel internacional la falta de control del Gobierno de Nuevo León sobre sus centros penitenciarios.
