Subiendo por un camino empinado y salpicado de hierbas, entre los altos árboles del bosque de los Dinamos, Santi me detiene en seco. “¡Shhh!”, me dice con el dedo en los labios, y señala el suelo, “encontré un caracol dormido”. Tiene siete años, una mirada curiosa que parece recién nacida en cada paso, aunque ha caminado este sendero cientos de veces. Sus papás, que vienen detrás, forman parte de un colectivo de guías comunitarios. Él, hoy, es reportero.
Es 22 de abril, Día de la Tierra, y el bosque bulle de vida y de gente. Hemos venido convocados por el TierraFest, un festival comunitario que no parece festival —no hay escenarios enormes ni luces que ciegan, pero sí caminos compartidos, palabras tejidas y preguntas que germinan. Desde el cielo, si fuéramos un águila de esas que aún sobrevuelan esta zona, veríamos una decena de grupos pequeños caminando entre los árboles: quienes ilustran, quienes toman fotos, quienes hacen ciencia ciudadana. Nosotros elegimos caminar con historias.
Leonel, nuestro guía, nos cuenta que este bosque ha sido protegido desde tiempos antiguos por los tepanecas y al pasar del tiempo se ha transformado en lo que hoy es la comunidad agraria Magdalena Contreras Atlitic. Nos habla de un códice redescubierto hace unas décadas, evidencia clave para que la tierra les fuera devuelta al pueblo. Nos cuenta, también, sobre lo que alguna vez fue aquí un centro industrial textil. Hoy solo quedan ruinas: de torres, de acueductos, de refugios. Restos de un tiempo donde el agua movía un generador eléctrico —un dinamo— y por eso, hoy, este sitio se le conoce así.
“Energía limpia”, pienso. Pero Leonel me explica que esa energía no era para todos, solo para las fábricas y sus dueños. La comunidad, la de verdad, vivía a la sombra de ese dinamismo industrial sin los beneficios que se prometen cuando se habla de desarrollo.
Santi, mientras tanto, encuentra una flor y me invita a probar su néctar. “Sabe a fresita”, me dice antes de chuparla. Lo hace con tal libertad, con tanta alegría, que uno entiende de golpe por qué vale la pena proteger este bosque. Porque aquí un niño puede crecer sabiendo que la tierra tiene sabor, que el agua no es solo insumo energético, que un caracol dormido merece silencio.
Pienso en lo mucho que se habla hoy de transición energética. Pienso en lo poco que se habla de para quién y con qué formas. ¿De qué sirve llenar un país de paneles solares si eso arrasa territorios y desplaza comunidades? ¿Qué valor tiene una hidroeléctrica si repite las mismas lógicas extractivas de antaño?
Esta caminata no fue solo caminar. Fue abrir ventanas. Convivimos personas diversas: científicas, abuelas, infancias, fotógrafas, ilustradoras, vecinas y foráneas. Y mientras cruzábamos puentes y arroyos, entre preguntas sobre flores, historia y justicia, entendí algo: ojalá que cuando Santi sea grande, si en su comunidad deciden instalar un nuevo dinamo —el quinto, digamos— lo hagan desde una decisión tomada en conjunto, con voz propia. No para volver al pasado, sino para inventar otro futuro.
Esto fue solo un sendero de muchos en el TierraFest 2025. No sé qué habrá pasado en la mente de las más de ciento treinta personas que coincidimos ese día en el bosque. Pero en la mía, se quedó la certeza de que celebrar la Tierra es, también, imaginar nuevas formas de habitarla. Más lentas, más justas, más nuestras.
* Berny Bastien (@capi_planeta) es investigador en el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM y divulgador científico.
Rusia respondió diplomáticamente a las críticas de Donald Trump contra el presidente Putin.
El gobierno de Rusia respondió a los comentarios del presidente de Estados Unidos Donald Trump tildando a su homólogo Vladimir Putin de “absolutamente loco” por continuar sus ataques contra Ucrania.
“¿Qué demonios le ha pasado? Está matando a un montón de gente”, expresó el domingo Trump frente a un grupo de periodistas en Nueva Jersey, y posteriormente calificó a Putin en redes sociales como “completamente loco”.
Trump dejó claro que su paciencia con el líder ruso se estaba acabando al declarar que “siempre he tenido una muy buena relación con Vladimir Putin de Rusia, pero algo ha ocurrido”.
Sin embargo, el Kremlin tomó una actitud más diplomática durante una rueda de prensa, según el editor de asuntos rusos de la BBC en Moscú, Steve Rosenberg.
A través del portavoz de Putin, Dmitry Peskov, el gobierno de Rusia agradeció a Trump por su labor de fomentar las negociaciones con Ucrania, señalando que hay una “sobrecarga de emociones de todos los involucrados”.
“Por supuesto, el inicio del proceso de negociación, por el que la parte estadounidense hizo un gran esfuerzo, es un logro muy importante y estamos realmente agradecidos a los estadounidenses y personalmente al presidente Trump por su ayuda en la organización y el lanzamiento de este proceso de negociación”, expresó el portavoz.
“Es un logro muy importante. Al mismo tiempo, por supuesto, este es un momento muy importante que está conectado con una sobrecarga emocional de todos los involucrados y reacciones emocionales”.
Peskov también aprovechó para culpar a Kyiv de motivar los más recientes contundentes bombardeos aéreos rusos contra Ucrania.
“Monitoreamos cuidadosamente todas las reacciones. Sin embargo, el Presidente Putin toma las decisiones que son necesarias para la seguridad de nuestro país”.
Puso como ejemplo la supuesta amenaza que hizo Ucrania contra los líderes extranjeros que planeaban ir a Moscú para conmemorar el Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial.
“Muchos líderes que estuvieron aquí fueron testigos de los intentos del régimen de Kyiv de atacar territorio ruso con drones, grandes ciudades, incluso la capital, en vísperas de un día tan importante”.
Dmitry Peskov aseguró que esos intentos continúan y las medidas ordenadas por el presidente Putin son necesarias para proporcionar seguridad a Rusia.
El domingo, Rusia lanzó 355 drones y nueve misiles contra Ucrania. Fue un número sin precedentes de drones lanzados en una sola noche, según la fuerza aérea ucraniana.
Por su parte, Rusia afirmó haber interceptado 96 drones ucranianos lanzados durante la noche sobre 12 regiones, incluyendo seis sobre Moscú.
“Hemos visto cómo los ucranianos han estado golpeando nuestra infraestructura social, infraestructura pacífica”, dijo Peskov, indicando que el ataque ruso fue en represalia. “Es un ataque contra instalaciones militares, objetivos militares”, concluyó.
*Con información de Steve Rosenberg en Moscú y Vitaliy Shevchenko de BBC Monitoring
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