

La comunidad internacional se encuentra inmersa en un proceso histórico para reformar la arquitectura fiscal global bajo el paraguas de las Naciones Unidas. El Comité Intergubernamental de Negociación (INC) para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cooperación Fiscal Internacional (UNFCITC) ha celebrado sus primeras sesiones con el objetivo de establecer un marco inclusivo y efectivo para abordar los desafíos de la fiscalidad transfronteriza, la movilización de recursos internos y el desarrollo sostenible. Desde la perspectiva de Ágora, organización de la sociedad civil promoviendo la justicia social y el desarrollo sostenible, estas negociaciones representan una oportunidad crucial para reequilibrar el poder fiscal a favor de las naciones en desarrollo.
El impulso principal detrás de estas negociaciones es subsanar las deficiencias de los marcos existentes, que a menudo han favorecido a los países desarrollados y han dejado a las naciones en desarrollo con una capacidad limitada para gravar la actividad económica generada dentro de sus jurisdicciones.
a) Nuestras prioridades (lo que Ágora busca): desde nuestra posición, y en sintonía con las posturas del Grupo Africano en el INC, la Convención debe priorizar la justa asignación de los derechos de imposición. Esto significa reconocer y garantizar el derecho a gravar no solo donde la actividad económica tiene lugar (residencia), sino, crucialmente, donde se crea valor y se generan ingresos y mercados. Buscamos un marco que empodere a los países de origen y fuente para maximizar su movilización de recursos internos (MRD), esenciales para financiar los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
b) Lo que se está negociando: los debates se han centrado en los artículos del borrador de la Convención Marco. La Tercera Sesión del INC en Nairobi se enfocó en compromisos fundamentales:
Las reuniones del INC han marcado un contraste entre el impulso inicial y la complejidad de la negociación de textos.
El encuentro inicial en Nueva York (INC I y II). Las sesiones iniciales establecieron el mandato y los términos de referencia, ratificando la necesidad de un instrumento inclusivo de la ONU. El proceso de Nueva York fue fundamental para consolidar el apoyo global al proyecto y establecer la hoja de ruta para el desarrollo de la Convención Marco y sus futuros Protocolos.
La Tercera Sesión en Nairobi (INC III). La reunión de Nairobi (noviembre de 2025) fue esencialmente una negociación de textos, enfocada en los artículos de la Convención.
Hemos trabajado incansablemente para proporcionar análisis y propuestas que refuercen la ambición del marco, enviando contribuciones específicas a las negociaciones:
Declaración formal en el INC II (Nueva York): entregamos una declaración formal ante el comité que abordó la urgencia de conectar la reforma fiscal internacional con la justicia, la equidad y la rendición de cuentas para las comunidades vulnerables. Basándonos en la realidad de la economía informal e ilegal en países en desarrollo, argumentamos que la evasión fiscal y los flujos financieros ilícitos (IFF) representan no solo desafíos económicos, sino amenazas existenciales que socavan la soberanía, la seguridad y el contrato social del Estado. Propusimos específicamente dos mecanismos clave:
Recomendaciones sobre Cooperación y Asistencia Técnica: en otra de nuestras intervenciones, destacamos la importancia de un enfoque integral en la implementación de la Convención. Sugerimos que la Convención debe impulsar el aprovechamiento del expertise técnica del FMI, el Banco Mundial y demás instituciones financieras internacionales para brindar asistencia efectiva en la movilización de recursos internos y fortalecer las administraciones tributarias de los países en desarrollo.
Recomendaciones sobre Asistencia al Desarrollo: además, planteamos la necesidad de incluir disposiciones en la Convención para abordar la compleja cuestión de las exenciones fiscales para la asistencia para el desarrollo, la ayuda humanitaria y la Asistencia Oficial para el Desarrollo (AOD). Nuestro objetivo es asegurar que dichas exenciones sean coherentes, eficientes y no resulten en una pérdida indirecta de ingresos fiscales para los países receptores, garantizando la eficacia de la ayuda.
Promoción de la participación juvenil: en nuestro compromiso con el multilateralismo inclusivo, apoyamos activamente a representantes de la juventud, en particular a aquellos vinculados al UN Major Group for Children and Youth (UN MGCY), ayudándoles a entregar declaraciones, proporcionar insumos técnicos y participar en diálogos con responsables de la toma de decisiones para impulsar sus propuestas y campañas relativas a la justicia fiscal y el desarrollo sostenible.
Aporte sobre la Convención Marco de la ONU sobre el Cambio Climático (UNFCCC): presentamos una propuesta que aboga por incorporar principios de la UNFCCC, como la responsabilidad común pero diferenciada y el principio de no causar daño, al ámbito fiscal. Esto implica reconocer las diferentes capacidades fiscales de los países y garantizar que las políticas fiscales internacionales (incluyendo los incentivos) no socaven los esfuerzos climáticos o la capacidad de los países en desarrollo para financiar su adaptación y transición ecológica.
Aporte sobre Política de Drogas y Fiscalidad: hemos destacado la necesidad de que la Convención aborde la fiscalidad de la economía relacionada con las drogas, tanto en términos de recaudación legítima (si aplica) como, principalmente, en la lucha contra los flujos financieros ilícitos (IFF) que se derivan del crimen organizado transnacional. Sugerimos que la cooperación de asistencia administrativa mutua y la lucha contra los flujos financieros ilegales (Artículo 7) sean lo suficientemente amplias para incluir información relevante de inteligencia financiera en contextos de política de drogas.

Se espera que la próxima sesión del INC en Nueva York se centre en consolidar el texto de los artículos restantes de la Convención Marco, particularmente los relacionados con la arquitectura institucional y las disposiciones finales, y, crucialmente, en comenzar a definir el alcance y el contenido de los futuros Protocolos. Estos protocolos serán esenciales, pues es donde se desarrollarán las normas sustantivas sobre temas como transferencia de precios, mecanismos de resolución de disputas, o un marco BEPS de la OCDE simplificado y global. Es imperativo mantener la ambición, asegurando que los Protocolos reflejen los principios de la justicia fiscal y la asignación justa, en línea con el espíritu de la Convención.
La Convención Marco es un proceso de largo aliento que requiere la movilización de todas las partes interesadas. Desde Ágora reafirmamos nuestro compromiso de promover un instrumento que se traduzca en políticas con enfoque de justicia social y desarrollo sostenible, asegurando que todos los Estados, especialmente los más vulnerables, tengan las herramientas necesarias para la movilización efectiva de sus recursos. Reconocemos la valiosa labor que el Mecanismo de la Sociedad Civil de Financiación para el Desarrollo (FfD) está realizando para facilitar la participación activa y significativa de la sociedad civil y otros grupos interesados, fomentando además la colaboración efectiva con los gobiernos, las agencias de la ONU y las instituciones financieras. Continuaremos participando de manera constructiva en sus actividades y apoyando sus proyectos dirigidos a fortalecer el debate sobre la arquitectura fiscal global.
* Jorge Valderrabano es Economista por la Universidad de Nueva York, y actualmente Oficial de Incidencia en Ágora.

Bandas de narcotraficantes controlan Marsella, pero Amine Kessaci dice que “no tiene más remedio que luchar” tras la muerte violenta de sus hermanos.
Un destacado activista antidrogas francés, cuyo hermano fue asesinado por narcotraficantes hace unos días, cinco años después de la muerte violenta de su hermano mayor, prometió resistir la intimidación y “seguir denunciando la violencia del narcotráfico”.
“Ayer perdí a mi hermano. Hoy alzo la voz”, escribió en el diario Le Monde Amine Kessaci, de 22 años, un día después del funeral de su hermano menor, Mehdi.
El asesinato ha sido calificado por el gobierno como un punto de inflexión en la guerra contra las drogas en Francia.
“[Los narcotraficantes] nos atacan para quebrarnos, para domesticarnos, para someternos. Quieren aniquilar cualquier resistencia, doblegar cualquier espíritu libre, matar de raíz cualquier atisbo de rebeldía”, añadió el joven.
Mehdi Kessaci, de 20 años, fue asesinado a tiros el 13 de noviembre cuando estacionaba su auto en el centro de Marsella, en el sur de Francia.
Todo apunta a que se trató de una advertencia o castigo dirigido a su hermano mayor, Amine, por parte de las bandas de narcotraficantes de la ciudad.
“Este asesinato premeditado no tiene precedentes. Es claramente un crimen de intimidación”, aseguró el martes el ministro del Interior, Laurent Nuñez, tras una reunión ministerial sobre el narcotráfico celebrada ese mismo día en el Palacio del Elíseo.
“Representa un nuevo nivel de violencia”, añadió.
Amine Kessaci nació en Marsella en una familia de inmigrantes argelinos. Es conocido por su activismo medioambiental y su lucha contra el narcotráfico que azota su ciudad natal, la segunda más grande de Francia.
Comenzó su trabajo como activista a los 17 años.
Hasta mediados de octubre, el joven era percibido como la promesa del partido político Los Ecologistas (LE). Muchos pensaban que sería elegido como candidato para las próximas elecciones municipales.
Pero poco antes de la contienda, Amine reveló que no podría presentarse porque estaba bajo protección policial y tenía que abandonar Marsella, pues había recibido amenazas de muerte que parecían ser muy serias.
En septiembre publicó un libro titulado “Marsella, seca tus lágrimas: vida y muerte en una tierra de drogas”, un relato conmovedor desde el punto de vista de las víctimas de la violencia de esa ciudad bañada por el Mediterráneo.
Mehdi es el segundo hermano de la familia que muere a manos de narcotraficantes.
En 2020, el cuerpo de Brahim Kessaci, que entonces tenía 22 años, fue hallado en un auto calcinado.
Fue ese asesinato el que impulsó a Amine a fundar su asociación, Conscience, cuyo objetivo es denunciar el daño que las bandas causan a las comunidades obreras y brindar apoyo psicológico y legal a las familias afectadas.
La asociación afirma contar ahora con 800 miembros.
Medios franceses, como La Dépêche du Midi, describen a Amine como una “figura clave en la lucha contra el narcotráfico”.
Marsella es conocida por la violencia derivada del narcotráfico y una intensa lucha para acabar con este gran problema que afecta sobre todo a los barrios del norte de la ciudad.
En su artículo de opinión publicado en Le Monde, Amine reveló que la policía le advirtió recientemente que abandone Marsella por las amenazas de muerte que ha recibido.
Asistió al funeral de su hermano menor con un chaleco antibalas y bajo una fuerte protección policial.
“Hablo porque no me queda más remedio que luchar si no quiero morir. Hablo porque sé que el silencio es el refugio de nuestros enemigos”, escribió.
Asimismo, el joven instó a la ciudadanía a tener valor y al gobierno a tomar medidas.
El asesinato de Mehdi Kessaci ha vuelto a poner en el foco de atención nacional el problema del narcotráfico, que, según coinciden expertos y ministros franceses, está alcanzando proporciones casi incontrolables.
Según la policía, Mehdi tenía “un historial limpio” y no estaba involucrado en el mundo del narcotráfico, a diferencia de su hermanastro Brahim, quien habría sido asesinado en un ajuste de cuentas.
Según el senador Étienne Blanc, autor de un estudio reciente, el volumen de negocios del narcotráfico en Francia asciende a 7.000 millones de euros (US$8.000 millones), lo que representa el 70% del presupuesto total del Ministerio de Justicia.
Añadió que alrededor de 250.000 personas viven del narcotráfico en Francia, una cifra superior al número total de policías y gendarmes, que se sitúa en 230.000.
Según Le Monde, el país cuenta con 1,1 millones de consumidores de cocaína.
El 19 de noviembre, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, arremetió contra estos consumidores, declarando en la reunión semanal del gabinete que “a veces es la burguesía del centro de la ciudad la que financia a los narcotraficantes”.
Macron había convocado una cumbre especial sobre drogas el día anterior en respuesta al asesinato de Mehdi y para revisar el progreso de la nueva ley antidrogas aprobada en junio.
Esta ley crea una fiscalía especial dedicada al crimen organizado —similar a la que combate el terrorismo— que contará con 30 magistrados especializados.
Según la ley, los narcotraficantes de alto rango cumplen sus condenas en aislamiento en una prisión especialmente acondicionada, donde se espera que sea más difícil que continúen operando desde la cárcel.
Según Laurent Nuñez, hay indicios de que la lucha contra el narcotráfico está dando resultados: el número de homicidios en Marsella se redujo de 49 en 2023 a 24 en 2024.
Añadió que el número de puntos de venta de drogas en la ciudad se redujo a la mitad, de 160 a 80.
“La guerra no está ganada, pero sí hemos obtenido resultados”.
Mathieu Verboud , autor del reciente libro “Narcotrafico: el veneno de Europa”, señala que “Francia se encuentra en el centro de la geopolítica de las drogas”.
“Con sus dos principales puertos, Marsella y Le Havre, goza de una posición geográfica ideal en esta Europa de libre circulación”.
Verboud afirma que el aumento de la producción mundial de cocaína desencadenó “una explosión de la oferta y la demanda. El mercado se ha disparado, al igual que los beneficios”.
El autor advirtió que la enorme riqueza de las organizaciones narcotraficantes les otorga el poder de corromper a cualquiera, desde estibadores hasta políticos locales, un proceso que, según él, ya está muy avanzado en países como los Países Bajos y Bélgica.
Varios políticos franceses defienden que es hora de recurrir al ejército para combatir el narcotráfico y las bandas que dominan muchos barrios con alta inmigración.
Christian Estrosi, alcalde de Niza, ciudad costera del sur de Francia, declaró: “El narcotráfico se ha transformado en narcoterrorismo. Su objetivo ahora es aterrorizar, subyugar y dominar”.
Y añadió: “Ya hemos desplegado con éxito los medios para combatir el terrorismo. Es hora de actuar con determinación contra el narcoterrorismo”.
Estrosi se refería a la oleada de mortíferos atentados yihadistas de mediados de la década de 2010, cuando Francia desplegó cientos de soldados en las calles de numerosas ciudades, donde continúan patrullando.
Con información de Hugh Schofield y Norberto Paredes.
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