Cuando hablamos de la Tierra, es fundamental reconocer que nuestro planeta es en realidad más agua que tierra firme. Más del 70 % de la superficie terrestre está cubierta por agua y los océanos albergan una biodiversidad impresionante que incluso hoy en día sigue siendo inexplorada en su totalidad.
Cada 22 de abril, nos unimos para celebrar el Día Internacional de la Madre Tierra, una fecha que nos invita a reflexionar sobre nuestra relación con el planeta que llamamos hogar. Este día no es solo una conmemoración, sino un recordatorio de la importancia vital de la Tierra y sus ecosistemas para nuestra supervivencia y bienestar.
Los océanos y los mares son una parte integral de la vida en la Tierra, desempeñan un papel crucial en su funcionamiento. No podemos celebrar el Día de la Madre Tierra sin incluir a los océanos: estos son responsables de la vida tal cual la conocemos debido a que nos proporcionan al menos el 50 % del oxígeno, capturan 30 % del dióxido de carbono atmosférico anualmente y albergan una vasta variedad de vida marina que sustenta a millones de personas en todo el mundo. Esta celebración de la Tierra es también una celebración marina.
La historia de este día se remonta a 2009, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 22 de abril como el Día Internacional de la Madre Tierra con el objetivo de evidenciar que el planeta y sus diversos ecosistemas nos sustentan, y que debemos buscar un equilibrio justo entre las necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y futuras.
En abril de 2024 se llevó a cabo la Conferencia del Decenio del Océano, como parte de una semana completa de actividades en Barcelona, España. Durante la conferencia, líderes mundiales, científicos y representantes de la sociedad civil se reunieron para abordar los mayores desafíos y soluciones para la sostenibilidad de nuestros ecosistemas marinos.
Las discusiones durante la conferencia se centraron en temas como la economía oceánica sostenible y la alimentación azul sostenible. Se destacó la necesidad de desarrollar una economía oceánica que sea equitativa, inclusiva y respetuosa con el medio ambiente. Esto implica aprovechar y recabar datos, información y conocimientos de diversas fuentes, incluidas las comunidades tradicionales y culturales.
Además, se analizaron soluciones para garantizar la seguridad alimentaria global a través de prácticas pesqueras sustentables y el manejo de los recursos marinos basado en la ciencia. Esto incluye la implementación de enfoques de planificación espacial marina y mecanismos financieros basados en la conservación del medio ambiente.
El Día Mundial de la Madre Tierra nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre nuestra relación con el planeta y reafirmar nuestro compromiso con su protección y conservación. Reconocer la importancia de los mares y océanos en este día es fundamental para garantizar un futuro sustentable para las generaciones venideras, sin su protección, la vida como la conocemos hoy en día colapsaría. Cada acción cuenta, y juntos podemos marcar la diferencia en la preservación de nuestra Madre Tierra y los océanos.
* Mariana Reyna es científica de Océanos y Pesquerías de Oceana en México (@OceanaMexico).
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Emiratos Árabes Unidos registró la tormenta más severa en 75 años: en 24 horas cayó el equivalente a la lluvia de todo un año.
Los meteorólogos en Emiratos Árabes Unidos (EAU) dijeron que fue un “acontecimiento excepcional” en la historia climática del país.
Un sistema de tormentas iniciado el domingo en la región del Golfo Pérsico generó lluvias récord entre la noche del lunes y el martes.
En 24 horas cayeron más de 254,8 mm de agua en la zona de Khatam al Shikla, a unos 150 km al sur de Dubái
Eso equivale a toda la lluvia que suele caer en EAU en todo un año. El Centro Meteorológico Nacional del país árabe dijo que se trató de la mayor precipitación de los últimos 75 años.
En el vecino Omán murieron al menos 19 personas en diversos incidentes relacionados con las fuertes lluvias.
Las precipitaciones también azotaron Arabia Saudita y Bahréin.
Se registraron severas inundaciones en el aeropuerto de Dubái, el segundo con mayor tránsito de pasajeros a nivel mundial, lo que obligó a la cancelación de cientos de vuelos, quedando varados miles de pasajeros que este miércoles todavía intentaban llegar a sus destinos.
En las imágenes llegadas desde Dubái se podían ver vehículos sumergidos bajo el agua, fuertes rachas de viento que arrancaban árboles y mobiliario urbano, y una gran actividad eléctrica.
Ross Moore, un británico que vive en Dubái, le dijo a la BBC que la tormenta fue “un espectáculo increíble”.
“Nunca he visto nada igual en los Emiratos Árabes Unidos y he estado aquí desde 2017. Los truenos y relámpagos fueron increíbles, el ruido fue algo que nunca olvidaré”, explicó.
Pero ¿qué causó esta lluvia nunca antes vista en tan poco tiempo?
La combinación de factores
EAU suele registrar una media de 140-200 mm de precipitaciones al año, mientras que Dubái solo suele tener 97 mm. La media mensual en abril es de apenas 8 mm.
Por eso los más de 200 mm que cayeron con esta tormenta son extraordinarios.
Los expertos coinciden en que hubo una conjunción de factores y explican que la tormenta ya estaba prevista en los modelos meteorológicos horas antes de que ocurriera.
“Ya se había pronosticado que sería un fenómeno meteorológico grave. Antes de que se produjera, los modelos informáticos ya pronosticaban lluvias equivalentes a más de un año en un espacio de tiempo de 24 horas”, explicó Matt Taylor, meteorólogo de la BBC.
Una baja presión que se generó al sur de la península arábiga absorbió un gran cantidad de humedad del mar. El hecho de que la temperatura en la superficie del agua y en el aire fuera más elevada de lo normal, alimentó el sistema de tormentas.
El incremento de temperaturas de la superficie de los océanos, que los científicos atribuyen al calentamiento global, ha hecho más frecuentes este tipo de tormentas alrededor del mundo en los últimos años.
A eso hay que añadir que las condiciones del terreno en la península árabiga, que es una región desértica, también son un factor que contribuye a que se produzcan inundaciones.
“Evidentemente, los grandes fenómenos meteorológicos de este tipo son raros, pero es una región muy árida en la que los suelos son muy compactos y secos. Por eso, en cuanto llueve, se producen inundaciones repentinas. Eso no es algo raro en Dubái. Pero es justo decir que este fue un evento realmente grande”, explicó a la BBC Maarten Ambaum, profesor de meteorología de la Universidad de Reading (Reino Unido).
Las autoridades locales descartaron que las precipitaciones ocurrieran como consecuencia de la “siembra de nubes”, una práctica que se utiliza desde los años 90 en la región para producir lluvia.
Lo cierto es que las lluvias son poco frecuentes en EAU, por lo que las infraestructuras no están preparadas para las precipitaciones extremas.
De ahí que tanto las pistas del aeropuerto de Dubái como importantes vías de comunicación de la ciudad quedaran anegadas por el agua.
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