En el transcurso de estas líneas se privilegiará una redacción coloquial, que nos permita acompañar estas historias de resistencia omitiendo abordar aspectos técnico-jurídicos o procesales. A veces, para explicar cosas complejas es preferible privilegiar el uso de un lenguaje común, como lo es el futbolístico. De Galeano aprendimos que podemos hablar de tragedias y de esperanza, usando figuras retóricas de la cancha, de fútbol y epopeyas modernas.
Probablemente, si usted ha tenido la experiencia de realizar un trámite o intervenir en un procedimiento administrativo o judicial, bien sabrá que para las autoridades es un deporte nacional establecer requisitos no previstos legalmente o resolver en perjuicio de los justiciables. Honradas excepciones se han alejado de ese fervor al perjuicio colectivo, desafortunadamente, son la minoría.
Particularmente, hablemos de una dinámica violatoria de derechos humanos: los acuerdos de terminación de Procedimiento de Reconocimiento de la Condición de Refugiado (PRCR) emitidos por la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR). Con esta jugada, la COMAR generalmente da por terminado el PRCR. Como si fuera un juego de fútbol, la COMAR sabe que muchos de estos acuerdos no serán revisados por órganos revisores; en otras palabras, por flagrante que sea la infracción, no habrá VAR, por lo que la COMAR asume el riesgo de cometer esta falta, sabiendo que en su mayoría estos casos quedarán impunes. Las consecuencias más destacadas de este tipo de resolución consisten en hacer inaccesible el derecho al acceso y búsqueda de asilo de los solicitantes, exponiendo ante el riesgo de detención migratoria y de deportación.
Así como cuando evaluamos las faltas como espectador, en las que juzgamos el dolo o imprudencia, bien podemos decir que la COMAR, al reanudar la obligación de acudir a firmar de los solicitantes de PRCR mediante redes sociales, con publicación de 27 de febrero de 2024 que entró en vigor el 01 de marzo de 2024, lo hizo con dolo o imprudencia porque esa forma de comunicación no es una de las previstas legalmente para comunicar una obligación procesal. Por estos medios, difícilmente los destinatarios del mensaje se enterarán de su contenido por distintas barreras a las que se enfrentan: muchas veces no hablan español, no cuentan con internet o celular para consultar las redes sociales o página oficial de la COMAR. Así como cuando se reprueba el juego sucio y se aborrece al rival que gana partidos, por medio de faltas flagrantes no sancionadas, bien deberíamos reprobar estas conductas que cometen nuestras autoridades.
Sobre el caso en concreto podemos mencionar que el 22 de agosto de 2024, la Oficina Representativa de la COMAR en la Ciudad de México (COMAR CDMX) emitió diversos acuerdos de terminación de PRCR en detrimento de muchas personas solicitantes, debido a que no dieron cumplimiento a la obligación de reanudación de firma publicada en redes sociales el 01 de marzo de 2024. Y que a juicio de la COMAR CDMX, los solicitantes no expusieron causas justificadas para acudir a firmar.
Muchas personas acudieron a las Oficinas de Sin Fronteras a solicitar apoyo para impugnar los acuerdos de COMAR CDMX que se emitieron en su contra. No obstante, al realizar la atención correspondiente, se explicó a las personas las alternativas legales para controvertir su caso y, al no existir la garantía de tener un resultado exitoso, muchas personas decidieron no interponer dicho recurso y dar por concluido su deseo de permanecer en México, tomaron la decisión de abandonar el país, emprendiendo viaje rumbo a EUA. Otras decidieron regresar a su país, con los riesgos que ello implica. Pocas personas decidieron resistir, esperar y ser representadas por el área de Defensoría de Sin Fronteras, para impugnar sus acuerdos de terminación mediante demandas de Amparo Indirecto.
Como espectador, uno se maravilla ante historias de lucha y resistencia, como aquellos partidos en donde el equipo chico vence al equipo grande. Claro, a todos nos encanta la justicia poética, porque hay belleza en las historias que rompen la lógica y cualquier probabilidad estadística. Y cómo no valorarlas cuando provienen de historias reales, cuando muchos de nosotros cuidamos el resultado, jugando al empatito a cero, cuando tenemos malos días.
Personas valientes que decidieron jugar este partido y defender hasta el final su derecho a solicitar asilo en México, contra la COMAR, nos invitan a maravillarnos de su historia. Una pareja rusa (conformada por mujer y hombre) una mujer afgana, y un hombre haitiano resistieron y decidieron hacer frente contra esta dinámica de COMAR, interponiendo Juicio de Amparo Indirecto para combatir los acuerdos de terminación de PRCR dictados en su contra. Estas epopeyas modernas pueden inspirar aún más cuando consideramos que los protagonistas de esta historia abandonaron su país por la existencia de conflictos armados, contextos generalizados de violencia y crisis de derechos humanos en sus países de origen. Curtidos por la adversidad, acostumbrados a la injusticia y escenarios adversos, como si fueran juegos de preparación, para un partido decisivo, estos retos les han dado la experiencia necesaria para no dar marcha atrás, aunque la balanza de las circunstancias de la vida les invite a titubear.
Contra todo pronóstico, y muchos factores en contra, en dos Amparos obtuvieron sentencia favorable. Consistentes en los Amparos Indirectos, 1507/2024 y 1508/2024, de la pareja rusa y la mujer afgana, respectivamente, radicados ante el Juzgado Cuarto de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, para efecto de que la COMAR CDMX revoque los acuerdos de terminación de PRCR dictados en su contra y emitiera diversos para reanudar sus PRCR. Con esta decisión, se logró empatar y estirar a tiempo extra los procedimientos contra la COMAR. Seguiremos acompañando a pareja rusa y mujer afgana, hasta el final en su lucha por su reconocimiento de la condición de refugiado en México.
Por ello es digno de reconocer el trabajo y participación de los jueces federales en los Juicios de Amparo. Los juicios, como los juegos de futbol, requieren de un árbitro justo, en el primero para que los derechos humanos no se vean afectados, en el segundo para que la pelota no se vea manchada.
Los razonamientos inmersos en las sentencias bien pueden servir de referencia en casos futuros en los que se combatan acuerdos de terminación de PRCR. Esperemos que muchos juzgadores federales, al revisar casos similares, tengan temple de árbitro al que no le tiembla la mano en sancionar una falta analizada en el VAR contra equipos locales en partidos difíciles.
En cuanto al hombre haitiano, continua en resistencia. Su amparo registrado con el número 1408/2024, radicado ante el Juzgado Séptimo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México, actualmente se encuentra en espera de dictado de sentencia. Ojalá tenga un resultado favorable y continuemos maravillando con estas historias de lucha y la resistencia, en las que las asimetrías de poder no deciden el resultado. Porque tanto en el fútbol como en la vida necesitamos que todos podamos obtener resultados con justicia y siempre será motivo para maravillarnos las victorias de aquellos que, contra todo pronóstico, sacan el resultado.
* Luis Felipe Calva Arriola es defensor de Derechos Humanos, abogado encargado del área de Defensoría en Sin Fronteras IAP.
Los iraníes hablan sobre el miedo, la confusión y el sentimiento de impotencia que atraviesan en horas decisivas ante la ola de bombardeos aéreos de Israel.
Largas filas en las gasolineras y panaderías. Una hilera de autos que intentan salir de la capital. Noches largas y aterradoras.
Todavía conmocionados por el repentino ataque de Israel a Irán en las primeras horas de la mañana del viernes, los residentes de Teherán hablan sobre el miedo, la confusión, el sentimiento de impotencia y las emociones encontradas que atraviesan.
“Hace noches que no dormimos. Todo el mundo se va, pero yo no. Mi padre dice que es más honorable morir en tu propia casa que huir”, me dice un estudiante de música, de 21 años, a través de una aplicación de redes sociales encriptada.
Donya –una mujer que no quiere revelar su nombre real– es una de los muchos iraníes atrapados en una guerra entre un régimen que detestan e Israel, cuyo poder destructivo en Gaza ha visto esta mujer en su pantalla a la distancia.
“Realmente no quiero que mi hermosa Teherán se convierta en Gaza”, dice Donya.
En cuanto al llamado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a que los iraníes se levanten contra su liderazgo clerical, ella tiene una respuesta contundente: “No queremos que Israel nos salve. Ningún país extranjero se ha preocupado nunca por Irán. Tampoco queremos la República Islámica”.
Otra mujer le dijo al Servicio Persa de la BBC que al principio sintió una “extraña emoción” al ver a Israel matar a un grupo de poderosos altos mandos militares que pensó que vivirían para siempre.
“De repente, esa imagen de poder se rompió en mil pedazos. Pero, a partir del segundo día, cuando escuché que gente común, que no conocía, personas como yo también habían muerto empecé a sentir dolor, miedo y tristeza”, señala.
La mujer explica cómo la tristeza que sentía rápidamente se convirtió en ira cuando supo que el campo de gas de South Pars había sido impactado, temiendo que Israel estuviera tratando de dejar Irán “en ruinas”.
Por primera vez en su vida, esta mujer dice que pensó en prepararse para la idea de morir.
Más de 220 personas –muchas de ellas mujeres y niños– han muerto en los ataques desde el viernes, según las autoridades iraníes, que informaron que sus misiles han matado al menos a 24 personas en Israel en el mismo período.
Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que todo el mundo debería evacuar “inmediatamente” Teherán.
A diferencia de Israel, en Irán no hay advertencias de ataques inminentes ni refugios a los que correr.
Los misiles caen del cielo, pero una campaña de autos bomba en Teherán, reportada tanto por medios israelíes como iraníes, generaron más pánico y confusión entre la gente.
Incluso algunos simpatizantes del régimen, según se informa, están molestos por el hecho de que sus tan elogiadas defensas hayan quedado completamente al descubierto.
Entre muchos iraníes, la desconfianza en las autoridades es profunda.
Donya solía desafiar el régimen y su estricto código de vestimenta saliendo con el pelo descubierto.
Ahora, con sus exámenes universitarios pospuestos hasta la próxima semana, prefiere quedarse en casa.
“Siento mucho miedo por la noche. Tomo algunas pastillas para relajarme y tratar de dormir”, dice.
El gobierno iraní ha sugerido que la gente se refugie en mezquitas y estaciones de metro. Pero eso es difícil cuando las explosiones parecen aparecer de la nada.
“Teherán es una gran ciudad y, sin embargo, todos los vecindarios se han visto afectados de alguna manera por el daño”, le dijo otra joven al Servicio Persa de la BBC.
“Por ahora, todo lo que hacemos es revisar las noticias cada hora y llamar a los amigos y familiares de los barrios que han sido alcanzados para asegurarnos de que todavía están vivos”.
Ella y su familia decidieron dejar su casa para quedarse en un área donde no hay edificios gubernamentales conocidos, aunque nunca se sabe, en un país como Irán, quién puede estar viviendo a tu lado.
El asalto israelí ha dividido a los iraníes. Mientras unos celebran las pérdidas del régimen, otros están enojados con aquellos que alientan a Israel. Muchos cambian de opinión sobre lo que piensan.
Las divisiones son amargas, incluso entre algunas familias.
“La situación se siente como las primeras horas después de que el Titanic golpeara el iceberg. Algunas personas intentaban escapar, otras decían que no era gran cosa y otras seguían bailando”, dice la mujer.
Ella siempre ha protestado contra los gobernantes administrativos de Irán, le dice a la BBC, pero ve lo que Netanyahu le está haciendo a su país como “inexcusable”.
“La vida de todos, ya sea que apoyaran los ataques o no, ha cambiado para siempre. La mayoría de los iraníes, incluso aquellos que se oponen al gobierno, ahora se han dado cuenta de que la libertad y los derechos humanos no provienen de las bombas israelíes que caen sobre ciudades donde viven civiles indefensos”, sostiene.
“La mayoría de nosotros estamos asustados y preocupados por lo que viene después. Hemos empacado bolsas con suministros de primeros auxilios, comida y agua, por si las cosas empeoran”, agrega.
Israel dice que las fuerzas armadas iraníes han colocado deliberadamente sus centros de mando y armas dentro de edificios y áreas civiles.
Los miembros de la gran diáspora de Irán también están preocupados.
“Es difícil transmitir lo que es ser iraní en este momento”, dice Dorreh Khatibi-Hill, una activista e investigadora por los derechos de las mujeres afincada en Leeds que está en contacto con familiares, amigos y otros activistas antirrégimen.
“Estás feliz de que los miembros del régimen, que han estado torturando y asesinando a personas, estén siendo eliminados. Pero sabemos que los civiles están muriendo. Este es un desastre humanitario devastador”, añade.
Y los iraníes no están recibiendo información precisa sobre lo que está sucediendo, opina.
“La persona principal en Irán, el líder supremo, sigue viva mientras los iraníes huyen temiendo por sus vidas. Nadie quiere que Irán se convierta en otro Irak, Siria o Afganistán. Ninguno de nosotros quiere esta guerra. Nosotros tampoco queremos el régimen”, asegura la activista.
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