
El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó la validez de la elección judicial, pese al uso de acordeones. Tres de cinco magistrados consideraron que no se acreditó alguna prueba suficiente para anularla, o que su distribución haya influido en el voto de los electores de manera determinante.
Tras una discusión de casi cinco horas, la presidenta del Tribunal Electoral, Mónica Soto, y los magistrados Felipe Fuentes y Felipe de la Mata, votaron en contra de los proyectos de Reyes Rodríguez Mondragón y de la magistrada Janine Otálora, que proponían anular la elección.
Al presentar su proyecto, Rodríguez Mondragón propuso anular la elección, al considerar acreditada una “estrategia ilícita, coordinada y sistemática” para influir en el voto mediante la distribución de acordeones.
El magistrado aseguró que durante el proceso electoral pasado hubo una estrategia ilegal en la que los acordeones sí influyeron en los resultados de la elección judicial, a lo que se sumaron faltas a la integridad del proceso y vacíos legislativos que deben corregirse para futuras elecciones judiciales.
Indicó que los llamados acordeones no fueron hechos por “ciudadanos espontáneos”, sino que fueron parte de una estrategia profesional, premeditada y coordinada, con instrucciones explícitas de voto y con números de identificación de las candidaturas.
“La probabilidad matemática de que esta coincidencia ocurriera por iniciativa ciudadana individual y sin coordinación alguna es, prácticamente, cero. Se demuestra que el fenómeno formó parte de una operación coordinada, premeditada e intencional y que no fue resultado de acciones ciudadanas individuales ni espontáneas”, señaló.
Incluso, expuso, se habilitaron sitios web para su descarga, lo que demuestra “una operación compleja y profesional”.

Asimismo, el magistrado afirmó que, entre los 51 modelos de acordeones documentados, existió una configuración principal que contenía exactamente a las nueve candidaturas ganadoras a la Suprema Corte.
Por ello, su proyecto proponía la nulidad de la elección para ministras y ministros de la Corte por haberse vulnerado, primero, la equidad de la contienda; segundo, la libertad de autenticidad del voto, así como la prohibición de cualquier tipo de financiamiento ajeno a las candidaturas.
En el mismo sentido, la magistrada Janine Otálora defendió su proyecto para anular la elección judicial al considerar que se vulneró la libertad del sufragio. Insistió en que los acordeones fueron documentos diseñados para dirigir la voluntad del electorado para que se votara a favor de diversas candidaturas.

Por su parte, el magistrado Felipe Fuentes Barrera manifestó su postura en contra de la nulidad de la elección judicial al considerar que el proyecto de Rodríguez Mondragón se basa en herramientas estadísticas que no prueban jurídicamente los hechos.
“La propuesta carece de la exigencia probatoria necesaria para una decisión de esta magnitud (…) Cuando se trata de anular la voluntad ciudadana, no basta la estadística. Se exige la verdad jurídica”, sentenció.
Asimismo, Fuentes Barrera detalló que la nulidad solo puede darse cuando hay pruebas plenas de una operación ilegal nacional coordinada, cuando hay uso comprobado de propaganda prohibida con financiamiento ilícito, y cuando hay demostración clara de que eso alteró el resultado.
De acuerdo con su análisis, ninguno de esos tres argumentos está plenamente acreditado.
Mientras que la magistrada presidenta del TEPJF, Mónica Soto, cuestionó que se quiera anular una elección con una gráfica, haciendo alusión a los datos presentados por Rodríguez Mondragón.
“¿De verdad se quiere anular una elección porque se concentraron los votos en las personas ganadoras? Pues no veo cómo puedan ganar si no se concentran los votos en ellas”, dijo.
La magistrada tomó un acordeón y cuestionó dónde se hizo, cuánto costó, dónde se imprimió, a quién se le repartió, en dónde se repartió. “No hay ninguna prueba plena para anular la elección (…) Traer una hojita impresa no basta. Hay que probar su origen, su distribución y su impacto. Y eso, aquí, no está acreditado”.
“Sí existen acordeones, pero eso no basta para anular el voto de más de 13 millones de personas”, sostuvo.
En su intervención también pidió aceptar que el Poder Judicial se renovará mediante una elección.”Si no reconocemos (que así se van a elegir a los juzgadores) no vamos a pasar de la etapa de la negación. No se trata de ver cómo tiramos una elección”.
En tanto, el magistrado Felipe de la Mata señaló que no existen pruebas plenas de que los acordeones influyeran en el voto.
Y cuestionó: “¿Nos vamos a basar en documentos privados, anónimos, sin certificación ni contexto para anular una elección nacional? ¿De verdad un papel en el bolsillo se convirtió en una amenaza para la licitud de toda una elección? ¿Cómo sabemos que los acordeones que están en el expediente fueron los que efectivamente llegaron a la ciudadanía y que los usaron el día de la elección?” ¿Podemos asumir que la ciudadanía no votó libremente por cinco mujeres que harán historia como mayoría en la Corte?
También refirió que solo se documentaron 3 mil 188 ejemplares y que el INE solo acreditó su uso en 13 casillas.
Afuera de la Sala Superior del TEPJF, donde se realizó la sesión, decenas de manifestantes protestaron para exigir a los magistrados anular el proceso.