
Para entender mejor
María Elena Martínez Robles, exalcaldesa de Amanalco, Estado de México (Edomex) fue declarada culpable del delito de homicidio calificado por la muerte de M.A.L.C., síndico municipal, y su chofer G.J.R., ocurrida el 25 de enero de 2023, informó la Fiscalía General de Justicia del Estado de México.
De acuerdo con la investigación, las víctimas fueron enviadas a una zona de alto riesgo controlada por grupos delincuenciales, como parte de sus funciones dentro del gobierno municipal, y nunca regresaron con vida.
La Fiscalía determinó que María Elena Martínez Robles dio instrucciones directas a integrantes de un grupo criminal con origen en Michoacán para asesinar al síndico, con el objetivo de mantener el control de las decisiones internas de la administración municipal.

Martínez Robles fue detenida como resultado del Operativo Enjambre, coordinado por la Fiscalía del Estado de México y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad estatal.
Con las pruebas recabadas por la Fiscalía, la Autoridad Judicial determinó su culpabilidad en el homicidio calificado y programó para el próximo martes la audiencia de individualización de sanciones, en la que se definirá la pena que enfrentará.
El Operativo Enjambre es un esfuerzo conjunto entre los gobiernos federal y estatal, que ha logrado hasta ahora la condena de 10 de los 16 objetivos detenidos, fortaleciendo la estrategia de combate a la violencia y corrupción en la región.

La dependencia destacó que este caso refleja la importancia de las investigaciones coordinadas para garantizar justicia en delitos cometidos por servidores públicos y grupos criminales, y reafirmó su compromiso con la protección de los derechos de las víctimas.
A finales de noviembre, se obtuvo fallo condenatorio por el delito de extorsión contra Eulises González Hernández, excomisario de Seguridad Pública de Acambay, quien también es investigado por el delito de desaparición forzada.

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
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