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Atacan a Jafet Sainz, líder de autodefensas del transporte en Edomex; su auto recibió 10 disparos
Atacan a Jafet Sainz, líder de autodefensas del transporte en Edomex; su auto recibió 10 disparos
Foto: Especial
4 minutos de lectura

Atacan a Jafet Sainz, líder de autodefensas del transporte en Edomex; su auto recibió 10 disparos

El líder de las autodefensas del transporte público en el Edomex, Jafet Sainz, fue atacado a balazos en Cuautitlán Izcalli; salió ileso.
24 de octubre, 2023
Por: Redacción Animal Político

El líder de las autodefensas del transporte público en el Edomex, Jafet Sainz fue atacado a balazos mientras conducía en Cuautitlán Izcalli. Aunque salió ileso de la agresión, su camioneta recibió diez disparos.

El martes por la noche, el también líder de la Alianza de Autotransportistas, Comerciantes y Anexos de México (ACME) se presentó ante la Fiscalía del Estado de México para presentar su denuncia y en entrevista aseguró que sobrevivió gracias a que su vehículo cuenta con blindaje; sin embargo, las balas se impactaron en el parabrisas, carrocería y ventanas laterales.

“Iba manejando en la zona conocida como Interceptor Poniente de la comunidad del Sabino, muy cerca de la FES Cuautitlán Campo 4, cuando de repente escuché disparos desde un costado de mi unidad, seguidos por disparos desde otro costado y de frente. Gracias al blindaje de la camioneta, las balas no pudieron penetrarla”, dijo en entrevista afuera de la FGE.

Jafet Sainz no descartó que la agresión esté relacionada con la formación de grupos de transportistas para combatir las extorsiones e incluso mencionó que otra posible causa son las recientes protestas de la ACME en la México-Querétaro contra el ingreso de más empresas de grúas a Cuautitlán Izcalli.

El líder de las autodefensas del transporte exigió a las autoridades que investiguen y aseguró que no le tiene miedo a los grupos de transporte contrarios a la ACME, por lo que no incrementará sus medidas de seguridad.

Además de ser representante de transportistas, Sainz Villarreal fue fue candidato a diputado local por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y posible candidato a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli.

ataque lider autodefensas edomex
El vehículo recibió diez disparos mientras circulaba en Cuautitlán Izcalli. Foto: Especial

Arman autodefensas del transporte en Edomex ante violencia

El pasado 8 de agosto transportistas del Estado de México se organizaron para frenar las extorsiones de las que son víctimas, pues denunciaron que las autoridades no han atendido sus quejas.

Entre los inconformes está la Alianza de Autotransportistas, Comerciantes y Anexas de México (ACME), el Grupo Villa de las Flores, la ruta 44, ruta 27 y Servicios Colectivos Melchor Múzquiz (Secomm).

Durante su primer recorrido en Cuautitlán Izcalli, Tlalnepantla y Tultitlán los conductores llevaban palos, piedras y botellas.

Con grupos de choferes organizados buscarán combatir las extorsiones, robos, asalto, secuestros e incluso homicidios. Transportistas aseguraron que si bien no habrá bloqueos ni se detendrá el servicio, sí habrá una ligera disminución por los choferes que harán labores de vigilancia.

“Que la policía entienda y los delincuentes entiendan que no nos vamos a dejar extorsionar; salimos a trabajar nada más. Somos más que ellos. Vamos a salir a la calle todos ordenados y simplemente vamos a demostrar de qué estamos hechos y somos empresarios, y que salimos a ganar día a día lo que llevamos a casa”, dijo a medios el dirigente de la ACME, Jafet Sáinz Villarreal, quien calculó que convocaron a 7 mil concesionarios.

autodefensas transportistas Edomex
Transportistas del Edomex arman brigadas contra asaltos y extorsiones; acusan falta de atención de autoridades | Archivo Cuartoscuro

Robos a transportistas en el Edomex

El pasado 1 de agosto, presuntos extorsionadores quemaron una unidad de transporte público en la colonia Villa de las Flores, Coacalco, Estado de México.

De acuerdo con los primeros reportes, los agresores dejaron un mensaje en el que mencionaron que los líderes de la ruta no pagaron presuntas extorsiones.

Según transportistas, en lo que va del año aproximadamente 2 mil unidades han sido robadas, quemadas o dañadas por miembros del crimen organizado.

En cuanto a robos, de enero a junio de 2023 se denunciaron 3 mil 336 casos, de los cuales 2 mil 922 fueron con violencia, según reportes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

En el primer trimestre del año, la Cámara Nacional de Autotransporte de Pasajeros y Turismo (CANAPAT) denunció que las horas pico son las de mayor cantidad de robos y asaltos, pues es cuando los pasajeros se dirigen a sus empleos, escuela o de regreso a casa.

La Cámara informó que uno de los problemas para la detección de puntos de riesgo es que la mayoría de las víctimas no denuncian a menos que sus pertenencias estén aseguradas, tales como celulares o computadoras, en especial si son proporcionados por la empresa en que trabajan.

De acuerdo con datos del informe anual del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2022 el Estado de México tuvo 7 mil 128 denuncias por robos durante el año, es decir, ocurrieron 19 casos al día en promedio.

Los meses con más casos de asaltos cometidos en la modalidad de transporte público colectivo fueron marzo (662), diciembre (630), noviembre (620) y octubre (607). Dicha estadística no contempla los robos en taxis o en transportes irregulares ni los casos no denunciados.

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Imagen BBC
¿Pólvora, dulce aroma de almendras? si te habías preguntado cuál es el olor del espacio, aquí te damos algunas pistas
11 minutos de lectura

Científicos están analizando los olores del espacio, desde los vecinos más cercanos a la Tierra hasta los planetas a cientos de años luz de distancia, para aprender sobre la composición del universo.

27 de mayo, 2025
Por: BBC News Mundo
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Júpiter, dice Marina Barcenilla, es “un poco como una bomba fétida”.

El planeta más grande del sistema solar tiene varias capas de nubes, explica, y cada capa tiene una composición química diferente. El gigante gaseoso podría tentarte con el dulce aroma de sus “nubes venenosas de mazapán”, dice. Después, el olor “solo empeoraría a medida que te adentras”.

“Probablemente desearías estar muerto antes de llegar al punto de ser aplastado por la presión”, añade.

“Creemos que la capa superior de nubes está hecha de hielo de amoníaco”, comenta Barcenilla, comparando este hedor con el de la orina de gato.

“Luego, a medida que desciendes, encuentras sulfuro de amonio. Ahí es cuando tienes amoníaco y azufre juntos: una combinación infernal”. Los compuestos sulfurosos son famosos por ser los responsables del olor a huevo podrido.

Si pudieras explorar aún más profundo, continúa, encontrarías las características rayas y remolinos de Júpiter. “Júpiter tiene estas gruesas bandas coloreadas. Creemos que algunos de estos colores podrían ser creados por columnas de amoníaco y fósforo”.

También podría haber moléculas orgánicas llamadas tolinas, moléculas orgánicas complejas relacionadas con la gasolina. Por lo tanto, Júpiter, señala, podría tener un toque de “oleosidad” como de petróleo con un poco de ajo.

Barcenilla es científica espacial, diseñadora de fragancias y estudiante de doctorado en astrobiología en la Universidad de Westminster, Londres. Durante sus primeros años estudiando el cosmos, se preguntaba constantemente: “¿A qué olería eso?”. Entonces se dio cuenta: “Tengo esa molécula en mi laboratorio. Podría crearlo”.

Frascos en un laboratorio
Getty Images
Mezclando moléculas en un laboratorio se pueden obtener aromas presentes en el espacio.

Así que, además de su trabajo académico —la búsqueda de señales de vida en Marte—, Barcenilla se ha dedicado a diseñar aromas que recrean el olor del espacio exterior para la última exposición del Museo de Historia Natural de Londres, Espacio: “¿Podría existir vida más allá de la Tierra?”.

Desde el hedor a huevos podridos hasta el dulce aroma de las almendras, el espacio es un lugar sorprendentemente apestoso, dice.

Cometas, planetas, lunas y nubes de gas tendrían cada uno su propio olor único si pudiéramos olerlos. Pero ¿qué pueden revelar estos aromas sobre los misterios del Universo?

El subestimado sentido del olfato

Antes de lanzarnos a explorar las delicias olfativas del cosmos, quizás valga la pena detenernos un momento en qué son los olores en primer lugar.

El olfato, a menudo subestimado, es posiblemente el sentido más antiguo.

Tomemos como ejemplo un diminuto organismo unicelular, una bacteria, que surcaba los mares arqueozoicos hace unos 3500 millones de años. Al detectar la presencia de una sustancia química, quizás un sabroso nutriente o algún peligro que evitar, el flagelo de la bacteria (su apéndice con forma de cola) actuaba como una hélice, permitiendo a esta diminuta criatura redirigir sus movimientos.

Para nuestros primeros antepasados, este “sentido del olfato más rudimentario” marcaba la diferencia entre la vida y la muerte.

Y nuestro propio sentido del olfato es simplemente una versión más sofisticada de esta capacidad para detectar sustancias químicas en el entorno que nos rodea.

Nuestras narices contienen densos grupos nerviosos compuestos por millones de neuronas especializadas, repletas de moléculas conocidas como quimiorreceptores. Cuando se adhieren a una sustancia química, envían una señal a nuestro cerebro que se interpreta como un olor distintivo.

Este sentido del olfato nos permite detectar las sustancias químicas que nos rodean. Para los humanos, el olfato no solo nos ayuda a identificar alimentos o nos advierte de peligros ambientales, sino que también evoca recuerdos y desempeña un papel crucial en la comunicación social.

Tras millones de años de evolución, la capacidad de oler está intrínsecamente ligada a nuestro bienestar emocional.

Hombre oliendo unas flores
Getty Images
El olfato, entre otras cosas, nos permite evocar recuerdos y desempeña un papel crucial en la comunicación social.

Durante los largos y aislados meses en órbita, también puede ser un importante vínculo con el hogar para los astronautas. Pero una estación espacial también puede ser un lugar extraño en lo que a olores se refiere.

“Alexei Leonov [la primera persona en completar una caminata espacial] estaba a cargo de todos los astronautas extranjeros”, dice Helen Sharman, la primera astronauta de Reino Unido.

Era 1991 y Sharman se preparaba para pasar ocho días en la Mir, la estación espacial soviética. Justo antes del lanzamiento, Leonov “me dio una ramita de ajenjo”.

Durante su estancia en la Mir, Sharman de vez en cuando machacaba las hojas de ajenjo para liberar su aroma parecido al de la salvia, porque, dice ella, “es agradable tener un poco de olor a algo”.

En la estación espacial Mir, explica Sharman, había muy poco olor. En microgravedad, el aire caliente no asciende, así que “el olor de la comida caliente no se desprende del plato”. La única forma de experimentar el olor sería “meter la nariz en el paquete”, dice.

Pero había un olor distintivo en la estación espacial que muchos astronautas han reportado después de una caminata espacial. “Me recordó a cuando era niña y pasaba por delante de un taller de coches”, dice Sharman. “Podía oler soldaduras; ese olor metálico en el aire”.

Helen Sharman en 1989.
Getty Images
Cuando viajó a la MIR, Sharman se llevó una ramita de ajenjo que le había dado Alexei Leonov, la primera persona en completar una caminata espacial.

Durante la misión, Sharman realizó experimentos con posibles materiales para la construcción de naves espaciales. “Tenía un montón de películas delgadas, principalmente cerámica, que tuve que colocar en un marco y luego exponer al ambiente circundante de la estación espacial”.

Cuando trajo sus muestras de la esclusa de aire, sintió una oleada de olor, el aroma metálico del espacio. “Ese fue mi experimento favorito, porque olía”. Otros astronautas han descrito un olor similar al de carne carbonizada, pólvora o cableado eléctrico quemado.

Origen misterioso

Pero la causa de este olor sigue siendo un misterio. Una posible explicación, según Sharman, es que se deba a la oxidación. “La atmósfera, el entorno, alrededor de la estación espacial, es prácticamente un vacío, pero no completamente a esa altura”, explica. “Lo que tenemos en la atmósfera residual es oxígeno atómico”.

El oxígeno atómico, o átomos individuales de oxígeno, puede adherirse al traje espacial o a las herramientas de un astronauta. Al reingresar a la estación espacial, los átomos individuales de oxígeno se combinan con el O2 presente en la cabina, produciendo ozono (O3).

“En cuanto reacciona, se percibe ese olor a ozono”, afirma Sharman. Y nosotros, los humanos aquí en la Tierra, también podemos experimentar el fuerte olor del ozono. ¿Han notado alguna vez el olor metálico de la electricidad estática justo después de una tormenta? Eso es ozono.

Otra posibilidad es que Sharman estuviera inhalando los átomos de una estrella moribunda.

Cuando una estrella muere, libera una enorme cantidad de energía. Durante este proceso, la estrella produce hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) —moléculas con forma de malla de alambre, explica Sharman— que flotan por el universo y contribuyen a la creación de nuevos cometas, planetas y estrellas.

Helix Nebula
Getty Images
El espacio contiene una gran variedad de olores

En la Tierra, los HAP están presentes en combustibles fósiles, como el carbón, el petróleo crudo y la gasolina, y a menudo se forman durante la combustión incompleta de materiales orgánicos.

“Si quemas tu comida”, dice Barcenilla, “ese es el tipo de molécula que estás creando. Cuando las estrellas mueren, la combustión crea el mismo tipo de moléculas. Luego flotan en el espacio para siempre”. Muchos de estos compuestos tienen un olor similar al de un disolvente o a naftalina, mientras que otros recuerdan más al plástico o al betún quemados.

Los datos espaciales llegan en diversas formas. La primera información científica espacial llegó en 1958, a través del Explorer 1 de la NASA, en forma de sonido.

En 2022, el Telescopio Espacial James Webb (JWST) de la NASA detectó el primer rastro de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera de un exoplaneta —un planeta fuera de nuestro sistema solar—, el gigante gaseoso WASP-39 b.

El JWST no olió el CO2 en el sentido de inhalarlo, sino que detectó su presencia al rastrear cómo la atmósfera del planeta alteraba la luz estelar al pasar frente a su sol. Al analizar los sutiles cambios en la luz, el JWST puede identificar las diversas sustancias químicas de los mundos extraterrestres.

Miríada de olores

Y “el espacio es inmenso”, afirma Barcenilla. Está lleno de mundos con olores diversos.

El análisis químico de la atmósfera de Titán, la luna más grande de Saturno, sugiere que huele a almendras dulces, gasolina y pescado podrido. Mientras tanto, el olor a huevos podridos podría disuadirte de visitar el planeta HD 189733 b, un gigante gaseoso abrasador a unos 64 años luz de la Tierra.

Las nubes de polvo interestelar, que giran a través de los brazos espirales de la Vía Láctea, combinan olores a “helados locos” y amoníaco que te hace doblar las rodillas, según dicen los investigadores.

Mientras tanto, en Sagitario B2, una gigantesca nube molecular de gas y polvo cerca del centro de nuestra galaxia, se podrían oler “algunas de las moléculas prebióticas necesarias para la vida”, afirma Barcenilla.

“Allí encontramos sustancias como etanol, metanol, acetona, sulfuro de hidrógeno y etilenglicol, que se pueden usar como anticongelantes”.

Saturno y sus lunas
Getty Images
El análisis químico de la atmósfera de Titán, la luna más grande de Saturno, sugiere que huele a almendras dulces, gasolina y pescado podrido.

Al formiato de etilo se le suele atribuir el aroma a frambuesa del centro de la Vía Láctea, pero, según Barcenilla, esto no es del todo cierto. “Es solo una molécula entre muchas, y si la hueles aisladamente, no huele a frambuesa”.

El formiato de etilo, explica, se encuentra en el interior de diversas frutas. Es en parte responsable del sabor —no del olor— de las frambuesas, pero también del sabor de otras frutas. [También] se asocia con el esmalte de uñas o quizás con el quitaesmalte, y con un olor a alcohol, casi a ron.

Vida fuera de la Tierra

Y rastrear sustancias químicas cósmicas no solo puede proporcionarnos detalles vitales sobre la composición del universo, sino también pistas sobre dónde buscar vida, afirma Barcenilla.

“Si pudieras navegar en [el planeta] K2-18b —si hubiera un océano allí y pudieras quitarte el traje espacial—, entonces podría oler a repollo podrido”, afirma Subhajit Sarkar, astrofísico de la Universidad de Cardiff, en Reino Unido.

En 2023, Sarkar formó parte de un equipo que, con la ayuda del JWST, detectó lo que podría ser el rastro de vida en K2-18b, un exoplaneta a unos 120 años luz de la Tierra. El telescopio detectó “un leve indicio”, dice Sarkar, de sulfuro de dimetilo (DMS), a veces considerado uno de los principales componentes que producen el “olor a mar”.

“K2-18b es interesante por varias razones”, afirma Sarkar. Forma parte de un grupo más amplio de exoplanetas llamados subneptunos. Más grandes que la Tierra pero más pequeños que Neptuno, los subneptunos son el tipo de planeta más común en la galaxia y, a pesar de su prevalencia, muchos de sus aspectos siguen siendo un misterio.

“Existen grandes preguntas sobre los subneptunos”, afirma Sarkar. “¿Por qué no existen en nuestro sistema solar? ¿Y de qué están hechos?”.

Una forma de comprenderlos mejor, según Sarkar, es observar sus atmósferas. “Se sabía que K2-18b era un buen objetivo para ello”.

Paisaje verde
Getty Images
No hay nada como el aroma de nuestro propio planeta, dice Sharman.

K2-18b es, en teoría, un mundo “hicéano”, un exoplaneta habitable cubierto de océanos. En 2025, Sarkar y sus colegas volvieron a analizar la atmósfera de K2-18b y detectaron un olor aún más intenso a sustancias químicas atmosféricas que, hasta donde sabemos, solo son producidas por la vida, específicamente el fitoplancton y otros organismos marinos.

Según los investigadores, la atmósfera de K2-18b podría contener DMS y/o disulfuro de dimetilo (DMDS).

“Actualmente, desconocemos procesos no biológicos que puedan producir estas [sustancias químicas] en grandes cantidades. Sin duda, en la Tierra es evidente que el DMS y el DMDS se producen biológicamente. Desde ese punto de vista, son biofirmas muy específicas”, afirma Sarkar.

Y con concentraciones 10.000 veces superiores a las de la atmósfera terrestre, los hallazgos sugieren que K2-18b podría albergar un océano “rebosante de vida”, añade Sarkar.

Sin embargo, advierte que es posible que las sustancias químicas provengan de fuentes abióticas, por lo que se necesita más investigación. No obstante, añade que si K2-18b es realmente un mundo oceánico habitable, “entonces encaja en ese panorama, porque entonces existe la posibilidad de que la vida marina produzca esta molécula que, en la Tierra, está asociada con la vida marina”.

Así que quizás no sea necesario viajar al espacio para experimentar su verdadero olor. Muchos de los olores del espacio nos resultan familiares y los encontramos aquí mismo en la Tierra, y algunas personas han intentado recrear el aroma del espacio, como Barcenilla.

Cuando meto la nariz en su cápsula de aromas de Marte en la exposición del Museo de Historia Natural, huelo óxido, polvo y un toque de humedad.

El olor evoca un recuerdo: el rincón trasero de un garaje, lleno de viejas cajas de cartón con libros que alguna vez amamos, y trozos de madera de muebles de generaciones anteriores. Un olor acogedor, de infancia.

Pero quizás el mayor tesoro olfativo de todos no se encuentra tan lejos en el espacio, sino aquí en la Tierra.

No hay nada como el aroma de nuestro propio planeta, dice Sharman. La astronauta describe su regreso a casa en 1991, aún vívido en su mente. “Era finales de mayo, así que, incluso en Asia Central, el suelo no estaba completamente seco el día que regresamos a la Tierra”.

Al aterrizar, la nave rebotó bastante, aplastando las plantas del suelo. “Aterrizamos en un matorral de ajenjo en Kazajistán”, recuerda Sharman.

“La ráfaga de aire fresco al abrir la escotilla fue fantástica. Olía de maravilla, absolutamente delicioso”.

*Este artículo fue publicado en BBC Future. Haz clic aquí para ver la versión original (en inglés).

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