
Miguel Ángel Morgan Huerta una de las personas sancionadas por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos por estar presuntamente vinculado al Cártel de Sinaloa y al tráfico de fentanilo es el director de Imagen Urbana del ayuntamiento de Nogales, Sonora.
Autoridades de EU emitieron una lista en la que aparecen varios miembros de la familia Morgan Huerta pues presuntamente controlan el territorio en Nogales para el grupo delictivo.
En el organigrama publicado se detalla que las operaciones en la zona eran encabezadas por Juan Carlos Morgan Huerta, alias “Cacayo”, actualmente prófugo y presunto responsable del transporte de drogas.
También aparecen un tío y cuatro hermanos, entre los que destaca Miguel Ángel.
“Como ex agente de la ley mexicano, Miguel Ángel Morgan Huerta utiliza sus conexiones para sobornar a las autoridades” dice el informe del Departamento del Tesoro norteamericano.

El Ayuntamiento de Nogales informó que Miguel Ángel Morgan Huerta pidió permiso para dejar su puesto como Imagen Urbana por presuntamente estar relacionado con tráfico de drogas, informó Proyecto Puente.
De acuerdo con un documento emitido por el Ayuntamiento, el funcionario solicitó licencia sin goce de sueldo, para esclarecer los señalamientos, respetando siempre su presunción de inocencia.
Además, agregaron que hasta ahora no han recibido notificación oficial de ninguna autoridad en contra de Morgan Huerta.
“Este H. Ayuntamiento tiene la responsabilidad y el compromiso de respetar los derechos humanos de la ciudadanía y de los servidores públicos que integran esta administración; es por ello que estamos realizando las gestiones necesarias para corroborar que los señalamientos que circulan por los diversos medios informativos y redes sociales son verídicos, para actuar conforme a Derecho”.
Estados Unidos sancionó a 13 presuntos integrantes del Cártel de Sinaloa y cuatro empresas que operaban en Sonora y están presuntamente relacionadas con el tráfico de fentanilo.
La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro de EU informó que entre las personas sancionadas está a Juan Carlos Morgan Huerta, “El Cacayo”, actualmente fugitivo.
Sin embargo lo consideran como supuesto jefe de plaza con una red en Nogales, Sonora, y supervisaba el tráfico de toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo a través de camiones con remolque.
En la lista también están algunos de sus familiares como cuatro de sus hermanos José Arnoldo “Chachio”, José Luis “Gordo”, Miguel Ángel y Martín Morgan Huerta. Así como a su tío, Oscar Murillo Morgan, también conocido como “Chino”.
“Cada uno desempeña un papel fundamental en la organización en acciones como sobornos, obtención de fuentes de suministro de drogas ilícitas, la gestión del transporte y logística, negociación de acuerdos comerciales y el lavado de ingresos de drogas ilícitas”, detalló el Departamento del Tesoro.
La OFAC incluyó también a cuatro empresas: un restaurante con sede en Nogales, Sonora, Conceptos Gastronómicos de Sonora, S. de RL de CV también conocido como “Habanero’s” y una empresa minera, Morgan Golden Mining, SA de CV , que tiene su sede en Hermosillo, Sonora.
Además de una empresa comercial de piedra, Comercializadora Villba Stone, SA de CV , y una empresa de importación/exportación, Exportadora del Campos Ramos Acosta, S. de RL de CV.

Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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