
Venezuela aseguró el miércoles que sus exportaciones de crudo se mantienen “con normalidad” tras el anuncio del presidente Donald Trump de un bloqueo a todos los buques “petroleros sancionados” que lleguen o salgan del país.
La estatal Petróleos de Venezuela informó en un comunicado “que las operaciones de exportación de crudo y derivados se desarrollan con normalidad. Los buques petroleros vinculados a las operaciones de PDVSA continúan navegando con pleno aseguramiento, respaldo técnico y garantías operativas”.
“Ninguna de estas agresiones ha logrado mellar la capacidad operativa ni la determinación de la fuerza laboral de PDVSA”, aseguró la empresa.
Venezuela calificó de “irracional” y de “grotesca amenaza” la orden de Trump de bloquear buques sancionados que transporten petróleo desde y hacia el país, una nueva medida de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro.
En respuesta a Trump, la Fuerza Armada de Venezuela condenó el miércoles las “soberbias amenazas” del presidente de EU.
“Le decimos al gobierno norteamericano y a su presidente que no nos intimidan sus burdas y soberbias amenazas”, dijo el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, al leer un comunicado de la institución castrense. “La dignidad de esta patria no se negocia ni se amilana ante absolutamente nadie”, añadió.

Trump impuso un embargo al crudo de Venezuela en 2019 durante su primer mandato, parte de una batería de sanciones que buscaron -sin éxito- la caída de Maduro.
La medida ha obligado al país a colocar su producción en el mercado negro a precios sensiblemente más bajos, destinada en particular a países asiáticos.
Venezuela produce 1 millón de barriles diarios (bd) y estima alcanzar 1,2 millones al final del año.
Los precios del crudo registraron un alza el miércoles tras el anuncio de Trump.

Trump ordenó un despliegue militar en agosto en el Caribe y el Pacífico con el argumento de combatir el narcotráfico. Caracas denuncia que esas maniobras militares en realidad buscan derrocar a Maduro para apropiarse del petróleo venezolano.
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Este miércoles, la embajada de Estados Unidos en Ecuador dio la “bienvenida” a tropas de ese país que se despliegan en el puerto de Manta para una “operación temporal” contra el narcotráfico.
Militares estadounidenses incautaron el 10 de diciembre un buque cisterna que estaba sancionado por el Departamento del Tesoro, y que acababa de zarpar de Venezuela cargado de petróleo.
Estados Unidos se quedó con el buque y el crudo. El gobierno de Maduro lo calificó de “robo descarado”.
El buque cargaba entre 1 y 2 millones de barriles de crudo, según distintas estimaciones.

Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.