
La empresa CBH+ Especialistas en Innovación Médica dejó sin anestesia al IMSS, lo que obligó a posponer o cancelar cirugías e incluso hubo pacientes que se despertaron a la mitad de una operación, de acuerdo con el testimonio de anestesiólogos que laboran en hospitales de segundo y tercer nivel del instituto.
Esta empresa ganó 14 contratos, por más de mil 350 millones de pesos (mdp), pero incumplió las condiciones establecidas en las licitaciones y no fue capaz de iniciar el servicio integral de anestesia, que debe proveer de 2023 a 2025 en al menos 30 unidades médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Como nosotros habíamos advertido que las máquinas de anestesia no estaban adecuadamente instaladas, el paciente a pesar de tener las dosis necesarias para mantenerse anestesiado –tanto a través de un anestésico inhalado como de fármacos intravenosos–, no teníamos manera fidedigna de corroborarlo porque no contábamos con el monitor de profundidad anestésica que la empresa no llevó, y que era necesario para este tipo de pacientes”, relató uno de ellos.
“Sin embargo, por insistencia del jefe de servicio y del director del hospital, lo hicimos. El paciente se despierta justo cuando están anastomosando (uniendo) la arteria, se sale del plano anestésico, se mueve el paciente, intenta levantarse por un acto reflejo, y eso hace que el cirujano lesione la arteria renal; corta la arteria renal y entonces tiene un sangrado masivo que le pudo costar la vida”.
Gracias a la experiencia del anestesiólogo y del cirujano –aclara el especialista con más de una década de servicio en un hospital de tercer nivel del IMSS–, el sangrado y la situación pudo ser controlada. El paciente volvió a entrar al plano anestésico, se cambió la técnica de anestesia –por general endovenosa, la cual no depende de una máquina– y se trasladó todavía intubado a terapia intensiva. La habilidad de los médicos logró salvar su vida y la donación.

Sin embargo, dice el anestesiólogo, el riesgo que corrió el paciente era innecesario, pues ya se había advertido que algo así podía pasar con un servicio que presentó diversos incumplimientos desde que debía entrar en operación –el 7 de noviembre de 2023– y evidenció fallas, en distintas unidades médicas, de las máquinas que se utilizan para el servicio, la falta de algunos de sus componentes e insumos y la inexperiencia para manejarlas.
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“Durante toda esa semana, se estuvieron despertando muchos pacientes, no solamente el que les platico, se despertaron pacientes neuroquirúrgicos, de cirugía de corazón abierto, niños que se salían del plano anestésico. Pediátricas habrá pasado al menos en cinco, y de adultos como en 17 pacientes. No fue algo menor”, admite el anestesiólogo.
Otros tres especialistas en esa rama, adscritos a diferentes unidades hospitalarias del IMSS, hicieron relatos similares. Esto en un contexto en el que diariamente están funcionando quirófanos a toda hora. Por ejemplo, en una instalación que tiene 11 en promedio, se programan de tres a cinco procedimientos por cada turno en un 60% de las salas; en el otro 40%, se contemplan una o dos cirugías de las más prolongadas.
“Tenemos dos problemas: uno que se duerman demasiado, y cuando termine la cirugía, se tarden demasiado en despertar; lo programado es que sea 10 minutos y no media hora, y eso es porque están mal calibradas las máquinas de anestesia y el fármaco que se utiliza, y eso hasta la fecha no se ha logrado compensar. Hemos aprendido más bien a poner menos cantidad y guiarnos por otro tipo de situaciones con los pacientes, a que realmente esté calibrado”, señaló uno de ellos.
El IMSS fue consultado sobre qué medidas ha tomado ante el incumplimiento de la empresa y cómo se han subsanado los faltantes e incumplimientos, sin embargo no hubo respuesta. Tras la publicación, el Instituto Mexicano del Seguro Social señaló en una carta que no tiene conocimiento, por parte de las unidades médicas, de que algún paciente haya despertado en medio de una cirugía. “En caso de existir una situación así solamente podría ser aclarada por el médico al que le conste
fehaciente este supuesto”, añadió.
Por otro lado, sostuvo que no se han reportado casos de cancelación de cirugías por posibles incumplimientos del
proveedor, sin especificar cuándo comenzaron sus servicios o cuántas cirugías se han realizado con ellos. Aseguró que en caso de que los equipos no estuvieran listos o no cumplieran, los hospitales tendrían que seguir operando con los aparatos e insumos que ocupaban anteriormente.
Sin embargo, admitió que ya se están llevando a cabo procesos de penas convencionales y deductivas, así como de rescisión, en algunas delegaciones del instituto, sin precisar cuántos y en dónde. Según la dependencia esto no ha impactado la programación de cirugías.
Esto pese a que existe un documento generado por su propio Órgano Interno de Control donde se consigna que los incumplimientos de la empresa CBH+ causaron graves perjuicios a la operatividad de los procedimientos en el instituto.
“El Instituto vigila que se cumplan las condiciones pactadas en el contrato y en los casos de incumplimiento se están agotando los procedimientos correspondientes, incluidas las conciliaciones con el Órgano Interno de Control (OIC) y la aplicación de penas”, agrega la carta sin dar detalles de las mismas.

Sumado a los testimonios de al menos cuatro anestesiólogos que trabajan en unidades médicas del IMSS –y que pidieron reservar su identidad–, en respuesta a diversas solicitudes de información pública, unidades médicas que debían recibir estos servicios por parte de la empresa CBH+ reportaron incumplimientos.
Por ejemplo, la Unidad Médica de Alta Especialidad Hospital de Cardiología No. 34 Centro Médico Nacional Monterrey asienta en su respuesta que “no existen actas de entrega-recepción de Equipo Médico, Bienes de Consumo y Medicamentos del proveedor CBH+Especialistas en Innovación Médica S.A. de C.V y DMN Distribuidora Medic Ninnus S.A.P.I. de C.V.. Conforme a la propuesta técnica y el contrato número 988T00923-023, cabe mencionar que el servicio integral de anestesia no ha iniciado funciones por incumplimiento del prestador de servicio”.
En tanto, el Órgano de operación administrativa desconcentrada Jalisco del IMSS entregó los formatos mediante los que se registró el cumplimiento o no de los diversos elementos que forman parte del servicio en dos unidades hospitalarias. En ellos, se documentaron incumplimientos en la entrega del equipo, falta de material, así como de insumos y medicamentos, para el 12 y 14 de febrero, tres meses después de la fecha en la que debía iniciarse el servicio.
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Otras unidades hospitalarias de Baja California, Durango, Zacatecas, Chihuahua, Coahuila, Ciudad de México y Puebla, dieron respuestas en el mismo sentido, destacando además que cuando sí se contó con los equipos e insumos, estos no correspondieron a los contenidos en el contrato o se entregaron bienes con especificaciones distintas a las ofertadas en la propuesta técnica de la empresa. En otros centros la entrega se hizo después de la primera quincena de febrero, casi tres meses después de lo indicado.

Aunado a ello, en un acta correspondiente a un nuevo fallo por reposición para la partida presupuestal 10 –que finalmente se declaró desierta– de la licitación relativa al servicio médico integral para anestesia 2023-2025, el propio Instituto anexa una evaluación técnica de su Órgano de Control Interno que asienta que pese a que la empresa CBH+ Especialistas en Innovación Médica era solvente técnicamente, generó diversos incumplimientos:
“De acuerdo con lo reportado y documentado por los administradores de los contratos de los OOAD y UMAE, en su calidad de áreas requirentes, por ser quienes utilizan el servicio médico integral, el consorcio CBH+ Especialistas en Innovación Médica S.A. de C.V. en participación conjunta con DMN Distribuidora Médica Ninnus, S.A.P.I. de C.V. a quien se adjudicó las partidas 1, 2, 4, 8, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19 y 21, en procedimiento licitatorio LA-50-GYR-050GYR988-T-9-2023, se comunica que actualmente las unidades médicas con puesta a punto la describen como ‘nula”, específicamente el HGZ 67 Apodaca, el HGZ 71 en Veracruz, así como el HGZ 30 y 2-A en Ciudad de México.
En el documento se consigna que después de 90 días de la fecha designada para la puesta a punto del servicio de anestesia, que debía darse a partir del 7 de noviembre de 2023, las unidades manifestaron que había equipo no entregado, que la empresa no había establecido contacto, y que faltaban diversos insumos y monitores. En el análisis, el IMSS detalla que para la licitación se había establecido un máximo de un millón 288 mil 936 procedimientos anestésicos para los 24 meses de contrato.
“Situaciones de atraso en la prestación del servicio imputables a este prestador de servicios han causado perjuicios y detrimentos graves al Instituto, toda vez que no se cuenta con el equipo médico de vanguardia adjudicado, así mismo, tampoco se cuenta con máquinas de anestesia y monitores de signos vitales de respaldo en algunas unidades médicas, todo lo cual permitiría contar en tiempo y forma con los procedimientos para los que fueron contratados; aunado a ello, no está garantizado el abasto al 100% de los bienes de consumo y medicamentos requeridos en la citada convocatoria”, aseguró la Coordinación de Planeación de Servicios Médicos de Apoyo del Instituto el 4 de enero de 2024.
La empresa CBH+, que modificó su objeto social apenas en 2021 para proveer servicios de salud y que no había estado antes a cargo de servicios integrales de anestesia en instancias públicas, fue constituida originalmente en 2015. Sus principales accionistas eran, en ese momento, Grupo CB Planeación Estratégica SA de CV –antes propiedad de Samantha Bárcenas y Adrián Cervantes– y Pedro Barranca Fiesco.
Para entonces compartía apoderados legales con otra empresa que, en un principio, Bárcenas y Cervantes constituyeron juntos, Biossman, y que ahora solo le pertenece a él. CBH+ tenía como objeto original la provisión de servicios fiscales, enajenación de bienes y consultoría.
En 2021, CBH+ no solo modificó ese objeto social para incluir por primera vez prestación de servicios de salud, sino que Bárcenas quedó como administradora única, y en 2023 participó por primera vez en la licitación para proveer el servicio integral de anestesia del IMSS de 2023 a 2025.
Anteriormente, este había sido adjudicado de manera directa a Casa Plarre, que durante 2022 obtuvo contratos con el IMSS por más de 273 millones de pesos. Esto a pesar de que en 2021 había sido señalada por la Auditoría Superior de la Federación por incumplimientos en contratos para la provisión del mismo servicio al ISSSTE.
CBH+ participó en la licitación para proveer el servicio integral de anestesiología al IMSS junto con la empresa DMN Distribuidora Médica Ninnus, S.A.P.I de C.V, creada en junio de 2015 con sede en Zapopan, Jalisco, y cuyo objeto social es desde entonces la compra-venta, importación, exportación, arrendamiento, explotación, fabricación, maquila, distribución, transformación y empaque de todo tipo de medicamentos, biológicos, toxoides y vacunas al menudeo y al mayoreo, así como insumos para la salud, vitamínicos, productos naturistas, homeopáticos, materiales de curación como alcohol, algodón, adhesivas, gasas y otros.
Sus principales socios han sido siempre directivos del Hospital Pediátrico Ninnus, ubicado en Zapopan. Desde 2022, Ligia Leticia García Medina es la administradora general única y en agosto de 2023, otorgó a Miguel Ángel González Plascencia poder general judicial para pleitos, cobranzas y actos de administración. Él, quien también forma parte del hospital, es médico cirujano y partero, originario de Guadalajara, Jalisco y residente de Zapopan.
En respuesta a una solicitud de información pública, el IMSS proporcionó los contratos suscritos entre el Instituto y la empresa CBH+ en coparticipación con DNM. Incluso en esos documentos se hace constar que apenas en 2021 CBH+ “modificó su objeto social quedando, entre otros, la prestación de servicios médicos y de enfermería de mediana y alta complejidad, especialmente relacionados al desarrollo y operación de unidades de medicina interna, cirugía, terapia intermedia e intensiva, terapia respiratoria o cualquier otra área de especialidad”.
También se establece que el plazo del servicio iniciaría a más tardar el día natural 91 –7 de noviembre de 2023–, contando a partir del día siguiente a la notificación del fallo, que se dio el 8 de agosto, y hasta el 31 de mayo de 2025. Los contratos, que fueron firmados por el director general del IMSS, Zoé Robledo, incluyen una ejecución de garantía de cumplimiento en caso de rescisión administrativa; detección de deficiencias, fallas o calidad inferior al servicio prestado; modificaciones al contrato o cualquier otro incumplimiento.
En tanto, en el anexo técnico se consigna la descripción amplia de los bienes o servicios solicitados, en la que se detalla que el Servicio Médico Integral para Anestesia (SMI-A) tiene por objeto proveer el equipo, bienes de consumo y personal técnico necesarios para la realización de procedimientos de anestesiología, para que el instituto otorgue en forma oportuna procedimientos programados, sin compromiso de la vida del paciente, y de urgencia.
El servicio –se señala– debería permitir contar con procedimientos de anestesia de calidad, que previnieran el riesgo de complicaciones, contribuyeran a garantizar un servicio sin interrupciones, y proporcionaran equipo médico especializado, medicamentos y bienes de consumo para asegurar los procedimientos.
Para la licitación de 23 partidas presupuestales, que contemplaban 103 unidades médicas, participaron siete empresas, entre las cuales solo cumplieron con la evaluación técnica y resultaron solventes CBH+ y GNK Logística del Bajío, según se documenta en el acta de fallo, las cuales resultaron ganadoras. A CBH+ le fueron otorgadas 14, por un monto total que podría ascender–dependiendo de la cantidad de procedimientos– hasta 3 mil 984 millones 862 mil 829 pesos.
Respuesta íntegra del IMSS

El número de adolescentes involucrados en el tráfico de drogas se ha cuadruplicado en ocho años, según datos del gobierno.
Advertencia: Este artículo contiene detalles explícitos de violencia.
Un grupo de niños vio el cuerpo de Adel camino a la escuela, justo cuando sus padres se dirigían a la comisaría para denunciar su desaparición.
Se reducía a una silueta grotesca y carbonizada, reclinada, con una rodilla en alto, como si estuviera tumbado, en una de las playas cercanas de Marsella.
Tenía 15 años cuando murió de una forma que aquí es habitual: un disparo en la cabeza, su delgado cuerpo rociado con gasolina y prendido fuego.
Alguien incluso filmó la escena en la playa, en la última de una escalofriante serie de asesinatos a tiros vinculados a la rápida evolución del narcotráfico en esta ciudad portuaria, cada vez más alimentado por las redes sociales y ahora marcado por actos de violencia aparentemente aleatorios y el creciente papel de los menores, a menudo obligados a participar en la venta de drogas.
“Ahora es un caos “, afirmó un pandillero escuálido, levantándose la camisa en un parque cercano para mostrarnos un torso marcado por las cicatrices de al menos cuatro balazos como resultado de un intento de asesinato por parte de una banda rival.
El Ministerio de Justicia francés estima que el número de adolescentes involucrados en tráfico de drogas se ha más que cuadruplicado en los últimos ocho años.
“He estado en una pandilla desde los 15 años. Pero todo ha cambiado ahora. Los códigos, las reglas… ya no hay reglas. Nadie respeta nada hoy en día. Los jefes empiezan… a usar a los jóvenes. Les pagan miserias. Y terminan matando a otros sin ningún motivo aparente. Reina la anarquía en toda la ciudad”, aseguró el hombre, ahora de veintipocos años, quien nos pidió que usáramos su apodo, El Inmortal.
Policías, abogados, políticos y organizadores comunitarios en Marsella hablan de una psicosis -un estado de trauma o pánico colectivo- que se apodera de partes de la ciudad, mientras debaten si contraatacar con una acción policial cada vez más contundente o con nuevos intentos para abordar la arraigada pobreza.
“Hay un ambiente de miedo. Es evidente que los narcotraficantes dominan y ganan terreno cada día”, declaró una abogada local, que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias contra ella o su familia.
“El Estado de derecho está ahora subordinado a las bandas. Hasta que no tengamos un Estado fuerte de nuevo, debemos tomar precauciones”, puntualizó, sobre su reciente decisión de dejar de representar a las víctimas de la violencia de las bandas.
“Ya no hay reglas”
Durante el verano, varias ciudades francesas impusieron toques de queda nocturnos a los adolescentes tras una oleada de violencia relacionada con el narcotráfico.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, mantuvo conversaciones el jueves para intentar responder a la crisis.
“Hay tanta competencia en el narcotráfico que la gente está dispuesta a todo”, aseveró el organizador comunitario Mohamed Benmeddour.
Y agregó: “Tenemos chicos de 13 o 14 años que vienen como vigías o traficantes. Los jóvenes ven cadáveres, oyen hablar de ellos, todos los días. Y ya no tienen miedo de matar ni de que los maten”.
El detonante de la actual psicosis en Marsella fue el asesinato, el mes pasado, de Mehdi Kessaci, un policía en prácticas de 20 años sin vínculos con el narcotráfico.
Se cree que su muerte pretendía ser una advertencia para su hermano, un destacado activista antipandillas de 22 años y aspirante a político llamado Amine Kessaci.
Bajo estrecha protección policial, Kessaci habló con la BBC sobre la muerte de Mehdi y la culpa que siente.
“¿Debería haber obligado a mi familia a irse de Marsella? La lucha de mi vida será esta lucha contra la culpa”, lamentó.
Amine Kessaci saltó a la fama en Francia en 2020 tras el asesinato de su hermano mayor, un pandillero llamado Brahim.
“Llevamos años con esta psicosis. Sabíamos que nuestras vidas pendían de un solo hilo. Pero todo cambió desde el covid-19. Los agresores son cada vez más jóvenes. Las víctimas son cada vez más jóvenes”, afirmó.
“Mi hermano pequeño fue una víctima inocente. Hubo una época en que los verdaderos matones tenían un código moral. No se mata de día. No delante de todos. No se queman cadáveres. Primero se amenaza con un tiro en la pierna. Hoy en día, todas estas reglas han desaparecido”.
Ante los actuales niveles de violencia sin precedentes, la policía francesa está respondiendo con lo que denominan “bombardeos” de seguridad en zonas de alta criminalidad de Marsella.
Aunque una banda, la DZ Mafia, parece dominar el negocio, opera una especie de sistema de franquicias con una red fragmentada de pequeños distribuidores, a menudo compuestos por adolescentes e inmigrantes indocumentados, que se enfrentan violentamente por territorio.
Según una estimación, hasta 20.000 personas podrían estar involucradas en el negocio de la droga en la ciudad.
El año pasado, las autoridades confiscaron a las bandas 42 millones de euros (unos US$49 millones) en bienes de origen delictivo.
Videos compartidos en redes sociales muestran habitualmente a miembros de las pandillas armados con rifles automáticos disparándose entre sí en las diversas cités de Marsella: barrios pobres caracterizados por edificios de gran altura y una gran concentración de viviendas sociales.
En una fría tarde de la semana pasada acompañamos a un grupo de policías antidisturbios armados en una de sus misiones habituales de “bombardeo”.
Los agentes se dirigieron a toda velocidad a un bloque de pisos en ruinas en sus furgonetas, mientras un joven pandillero que vigilaba la entrada huía a pie. Divididos en dos grupos, los policías corrieron por ambos lados del edificio intentando atrapar a los traficantes en las escaleras.
“El objetivo es desmantelar los puntos de venta de droga. Hemos clausurado más de 40… y hemos encerrado a mucha gente”, explicó Sébastien Lautard, jefe de la policía regional.
“Denle la vuelta”, ordenó un agente bruscamente, mientras su equipo acorralaba a un joven de 18 años contra una puerta.
En un sucio sótano cercano, la policía encontró docenas de viales y pequeñas bolsas de plástico utilizadas para distribuir cocaína.
Más tarde, un policía explicó que el joven detenido pedía ser arrestado, alegando que había llegado a Marsella desde otra ciudad y que ahora estaba retenido contra su voluntad y obligado a trabajar para una banda de narcotraficantes.
Los agentes se lo llevaron en una furgoneta.
“Esto no es El Dorado. Tenemos muchos jóvenes reclutados en redes sociales. Vienen a Marsella pensando que ganarán dinero fácil. Les prometen 200 euros (US$233) al día. Pero a menudo terminan en miseria, violencia y, a veces, la muerte”, declaró el fiscal jefe de la ciudad, Nicolas Bessone.
En su oficina, cerca del antiguo puerto de la ciudad, Bessone describió una industria que alcanza un estimado de 7.000 millones de euros a nivel nacional (unos US$8.200 millones) y se caracteriza por dos novedades: un creciente énfasis en el reclutamiento, la venta y la entrega a domicilio en línea; y un número cada vez mayor de adolescentes obligados a participar en el negocio.
“Ahora vemos cómo los traficantes esclavizan a estos pequeños soldados. Crean deudas ficticias para que trabajen gratis. Los torturan si roban 20 euros para comprar un sándwich. Es ultraviolencia. La edad promedio de los agresores y las víctimas es cada vez menor”, afirmó Bessone.
Instó a la población local a no sucumbir a la psicosis, sino a “reaccionar, a rebelarse”.
La abogada, que nos pidió que ocultáramos su identidad, describió un caso que ella había llevado.
“Un joven, que se negaba rotundamente a formar parte de una red, fue recogido después de la escuela, obligado a participar en el tráfico de drogas, violado, amenazado y su familia también fue amenazada. Se utilizan todos los medios para crear una fuerza laboral”, declaró.
En TikTok decenas de vídeos con música anuncian la venta de drogas en las cités de Marsella “de 10:00 a medianoche”, cada producto con su propio emoji: cocaína, hachís y marihuana.
Otros anuncios buscan reclutar nuevos miembros de bandas con mensajes como “se busca trabajador”, “250€ para vigilantes”, “500€ para transportar drogas”.
Para algunos políticos locales, la solución a los problemas de Marsella es el estado de emergencia y normas de inmigración mucho más estrictas.
“Hay que restaurar la autoridad. Necesitamos acabar con la cultura de la permisividad en nuestro país. Necesitamos dar más libertad y más poder a la policía y al poder judicial”, sentencia Franck Alissio, diputado local del partido populista de extrema derecha Agrupación Nacional (RN, por sus siglas en francés) y posible candidato a la alcaldía.
Aunque la antigua ciudad mediterránea de Marsella ha sido conocida durante siglos por su numerosa comunidad inmigrante, Alissio argumenta que “hoy en día, el problema es que ya no somos capaces de integrarnos económicamente ni asimilarnos. Hay demasiada inmigración. El problema es la cantidad (de inmigrantes). Y, de hecho, los narcotraficantes, los traficantes, los vigilantes, los líderes de estas mafias, son casi todos inmigrantes o extranjeros con doble nacionalidad”.
Es una afirmación controvertida y difícil de verificar en un país que se esfuerza por evitar incluir ese tipo de detalles en las cifras oficiales.
Alissio sostiene que los sucesivos gobiernos invirtieron miles de millones de euros en los barrios más pobres de Marsella sin ningún resultado. Culpa a los padres y a las escuelas por permitir que los niños se involucren en el narcotráfico, pero añade que su objetivo era “resolver el problema, no hacer sociología”.
Los partidos de extrema derecha han gozado durante mucho tiempo de un fuerte apoyo en el sur de Francia, pero no tanto en la diversa ciudad de Marsella. Críticos de RN, como la abogada cuya identidad hemos ocultado, acusaron al partido de “explotar la miseria y el miedo” y de culpar erróneamente a los inmigrantes de una “gangrena” generalizada en todas las comunidades de Francia.
Philippe Pujol, escritor local y experto en el narcotráfico en Marsella, también recibió protección policial tras el asesinato de Mehdi Kessaci el mes pasado.
“No estoy seguro de que haya una buena razón para este terror. Pero… el terror se está extendiendo. Prefiero tener miedo y ser precavido que correr riesgos innecesarios”, declaró.
Pero refutó las peticiones de una acción policial más contundente, argumentando que solo aliviaba los síntomas de una sociedad en crisis, en lugar de abordar las causas del problema.
Al describir la pobreza arraigada como un “monstruo”, Pujol pintó una imagen de una sociedad radicalizada por décadas de abandono.
“El monstruo es una mezcla de clientelismo, corrupción y decisiones políticas y económicas tomadas en contra del interés público”, opinó Pujol.
“Estos chicos pueden ser unos imbéciles cuando están en grupo, pero cuando estás a solas con ellos, siguen siendo niños, con sueños, que no quieren esta violencia”, aseguró.
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