
En México, entre 14 y 17 mil nuevas infecciones por VIH se registran cada año, pero solo el 60 % se diagnostica oportunamente. Alrededor de 7 mil casos anuales se detectan en estado avanzado.
Para lograr una prevención más efectiva y una detección oportuna, se requeriría que cerca de 160 mil personas tuvieran tratamientos de Profilaxis Pre Exposición (PrEP) que previenen la transmisión del virus; sin embargo, hasta ahora la cifra nacional de quienes toman estos medicamentos alcanza a cerca de 30 mil personas.
Además, más o menos una de cada cinco personas que vive con VIH no lo sabe. En cambio, de los casos detectados y diagnosticados, aproximadamente el 90 % recibe tratamiento antirretroviral y de estos, hasta el 95 % alcanzan la supresión viral, es decir, que el virus se vuelve indetectable e intransmisible.

Ante los pendientes que aún persisten y la necesidad de acercar mayor información, diversas organizaciones pusieron en marcha la iniciativa Red de Respuesta al VIH. Además, resulta indispensable combatir el estigma que sigue vigente en México, incluso en los servicios de salud, lo que redundaría en un aumento del acceso al diagnóstico, señala en entrevista Rodrigo Moheno, de la Fundación México Vivo.
El especialista, cofundador y asambleísta del Consejo Ciudadano para VIH e ITS de la Ciudad de México, explica que en el país se calcula que viven entre 380 mil y 400 mil personas con el virus. En tanto, hasta ahora la cifra nacional de acceso a PrEP llega solo a 30 mil, la mayoría se concentra en Ciudad de México por la Clínica Condesa.
“Es una brecha importantísima porque hemos visto que en la mayoría de países que han logrado las metas 95/95/95, un factor pivotal primordial es el acceso a PrEP y que haya más personas en PrEP para prevenir las nuevas infecciones”, añade.
El indicador que tiene que ver con discrimación está relacionado con que en México prevalece un alto estigma hacia el virus en la sociedad en general y particularmente en los servicios de salud sigue representando una barrera, pese a que existen todos los avances biomédicos para prevenir la transmisión.
Esto impacta directamente en el 20 % de personas que no tienen un diagnóstico, porque no saben dónde acceder a un servicio gratuito y porque no se llega a ciertas poblaciones, lo cual se lograría sacando el diagnóstico de VIH de los servicios tradicionales.
Por ejemplo, en las consultas de salud materna no se le hace la prueba a todas las mujeres embarazadas, por lo que persiste la transmisión vertical. Por otro lado, es necesario acercar las pruebas diagnósticas a diferentes espacios, como organizaciones comunitarias cercanas a poblaciones prioritarias, que han mostrado una alta eficacia en ello.
A esto se suma que aunque México cuenta con servicios de salud que comienzan su tratamiento en 5 o 7 días, hay otros en los que inicia después de tres o cinco meses. Esto, mientras las mejores prácticas de los países que han logrado las metas de prevención, diagnóstico y atención, indican que el tratamiento se inicia el mismo día.

Otro de los pendientes que persisten es la necesidad de diversificar la oferta de PrEP, pues actualmente solo lo distribuyen los centros ambulatorios para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual(Capasits), algunas unidades del IMSS y organizaciones de la sociedad civil y comunitarias con presencia más fuerte en Ciudad de México y Guadalajara.
“¿Cuáles son algunos de los modelos efectivos que hemos visto para llevar PrEP a más personas? Tenerlo disponible en las organizaciones comunitarias, por una parte; a domicilio funciona en muchos países: te llega, tú te haces las pruebas, mandas tus estudios al centro de salud y te mandan los medicamentos por paquetería, y también abrir la oferta a proveedores no convencionales. Ahí también tenemos un área de oportunidad muy importante”, remarca Moheno.
Ante ese panorama nacional, la Red de Respuesta al VIH es una plataforma que se desarrolló en conjunto entre Fundación México Vivo, Colmena Consultoras, el Fondo de Población de las Naciones Unidas en alianza con el Censida, Onusida, el Instituto Nacional de Salud Pública y la Federación Mexicana de Educación Sexual y Sexología.
Pretende conjuntar todos los servicios y esfuerzos que conforman la respuesta nacional ante el VIH. Esto porque otro de los retos importantes detectado es la fragmentación de los servicios de salud, que muchas veces dificulta encontrar y tener acceso a las unidades más cercanas, así como la polifonía de voces.
“Tenemos la perspectiva desde la sociedad civil, la de las organizaciones, del sector salud, de los organismos internacionales. Cómo podíamos coincidir en un solo espacio basado en evidencia, y eso es muy importante en la Red, porque sigue los procesos más rigurosos y estrictos de análisis de data. Esta red hoy día ya está en línea, y podemos encontrar dónde está México en VIH”, describe.
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Esto contempla no solo cuántas personas diagnosticadas están en tratamiento y con supresión viral, sino cuántas en PrEP, qué políticas de prevención existen, cuáles son las guías nacionales y qué hay de las normas oficiales, además de cuáles son los lineamientos legislativos en materia de derechos humanos, acceso a la salud y despenalización. Moheno recuerda que, por ejemplo, en México 27 estados todavía no han derogado el delito de peligro de contagio.
“Esta red nos va a permitir, de aquí a 2030, año con año, actualizar la data de la cascada de información de la epidemia de VIH en México para ver comparativamente cómo vamos avanzando en cada una de las metas; también nos puede ayudar a ver dónde quedan las brechas, para que las personas que hacen la política pública puedan basarse mucho más en la realidad, en la evidencia, para tomar las mejores decisiones en los siguientes años”, explica.

Adicionalmente, permitirá hacer visibles todos los esfuerzos que sí existen en la respuesta al VIH, y qué oferta tiene un usuario en consejería, acompañamiento y qué mejores prácticas hacen las instituciones. Moheno destaca como una sección fundamental el mapa de servicios, donde se han integrado ya 261 servicios por georreferencia, lo que permite encontrar rápidamente los que existen en la comunidad, públicos y de la sociedad civil, con descripción del tipo de servicio: pruebas, PrEP, preservativos o tratamiento antirretroviral.
Los cinco indicadores principales que se estarán actualizando en la plataforma son prevención, diagnóstico, atención y concientización —única que ayudará a disminuir el estigma y la discriminación—, así como monitoreo, evaluación y aprendizajes. El especialista sostiene que en la medida en que se pueda ir midiendo qué sirve y que no, se pueden tener intervenciones mucho más precisas para disminuir las brechas.
En semanas recientes, y en vías para acabar con los estigmas que aún persisten hacia quienes viven con VIH, la Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que ya no sea usada la palabra sida, por la carga tan grande que tiene, y llamó a la comunidad internacional a que a partir de ahora se utilice el término “enfermedad avanzada por infección de VIH” o “etapa avanzada del virus de VIH”.
Moheno reitera y explica que existe un estado de indetectabilidad e intransmisibilidad del virus. Antes, recuerda, las vías de transmisión eran sexual, transfusión sanguínea o vía perinatal, lo que debe romper un primer estigma de que al compartir espacios o utensilios se puede adquirir.
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Dado que más del 90 % de casos son por transmisión sexual, cuando el VIH entra al cuerpo, tarda tres días en replicarse, que es cuando se puede tomar Profilaxis Post Exposición (PEP) para prevenir la infección. Por otro lado, es necesario recordar que el VIH no es una enfermedad, sino un virus que mata las células CD4, de defensa.

En el momento que inicia el tratamiento antirretroviral disminuye la carga viral y sube las defensas. Es un tratamiento que se toma diario de por vida, y una vez que una persona ya tiene tratamiento, en un par de meses logra la indetectabilidad, lo que quiere decir que la carga del virus es tan pequeña que ni siquiera es perceptible o detectable en pruebas de laboratorio.
La intransmisibilidad está relacionada con que la carga viral es tan baja que no se transmite el virus a las parejas sexuales. “Una persona con VIH, con tratamiento y buen monitoreo, va a lograr ser indetectable e intransmisible en un par de meses, para que el VIH no le afecte ni en su cuerpo ni lo transmita a otra persona; esto es fundamental saberlo, así como que el sector salud tiene acceso universal a este tratamiento”, especifica.
Sin embargo, para acabar completamente con el estigma, reitera, aún hace falta educación integral en sexualidad, pero también entender la complejidad de esa dimensión humana. Se necesitan medidas mucho más firmes en el sector salud, para no permitir discriminación de ningún tipo en ningún espacio, mediante políticas de sanción y reparación.

La ley pionera en el mundo tiene como objetivo reducir los riesgos a los que se enfrentan los niños en internet, pero ha recibido críticas.
Las empresas de redes sociales deberán tomar “medidas razonables” en Australia, a partir del 10 de diciembre para garantizar que los menores de 16 años no puedan crear cuentas en sus plataformas. Además, las ya existentes deberán ser desactivadas o eliminadas.
El gobierno de ese país asegura que la prohibición, una política pionera a nivel mundial y popular entre muchos padres, tiene como objetivo reducir las “presiones y los riesgos” a los que los niños pueden estar expuestos en las aplicaciones.
Riesgos derivados del “diseño que los incita a pasar más tiempo frente a las pantallas, a la vez que les ofrece contenido que puede perjudicar su salud y bienestar”.
Un estudio encargado por el gobierno australiano a principios de este año reveló que el 96% de los niños de entre 10 y 15 años utilizan redes sociales y que 7 de cada 10 habían estado expuestos a contenido y comportamientos dañinos.
Estos comportamientos van desde material misógino hasta vídeos de peleas y contenido que promovía trastornos alimentarios y el suicidio.
Uno de cada siete de chicos también informó haber sufrido acoso sexual por parte de adultos o niños mayores, y más de la mitad afirmó haber sido víctima de ciberacoso.
Greg Attwells, director del grupo activista australiano 36 Months, que ha presionado para que se aumente la edad mínima para usar las redes sociales de 13 a 16 años, le dijo a la BBC que esto no es una prohibición.
Es más bien una “medida que permitirá a los jóvenes conocerse a sí mismos antes de que el mundo lo haga. Se trata de retrasar 36 meses el momento en el que se convierten en ciudadanos digitales de un ecosistema de redes sociales”.
Hasta ahora, el gobierno australiano ha nombrado nueve plataformas que se incluirán en la prohibición: Facebook, Instagram, Snapchat, Threads, TikTok, X, YouTube, Reddit y Kick, plataforma exclusiva de streaming.
También está presionando para ampliar la prohibición a los videojuegos en línea. Ante el temor de ser blanco de la medidas, plataformas como Roblox y Discord han implementado recientemente controles de edad en algunas funciones, aparentemente para evitar ser incluidas.
El gobierno ha declarado que continuará revisando la lista de plataformas afectadas y que considerará tres criterios principales: si el propósito principal o único de la plataforma es permitir la interacción social en línea entre dos o más usuarios, si habilita a los usuarios a interactuar con otros usuarios o si los usuarios pueden publicar contenido.
YouTube Kids, Google Classroom y WhatsApp no están incluidos, ya que no se consideró que cumplieran con estos criterios. Los niños también podrán seguir viendo la mayor parte del contenido en plataformas como YouTube que no requieren una cuenta.
Ni los niños ni sus padres serán sancionados por infringir la prohibición. Serán las empresas de redes sociales las encargadas de hacer cumplir la norma y podrían llegar a enfrentar multas de hasta US$49,5 millones por infracciones graves o reiteradas.
El gobierno afirma que estas empresas deben tomar “medidas razonables” para impedir el acceso de los menores a sus plataformas y utilizar tecnologías de verificación de edad, sin especificar cuáles.
Hasta ahora, se han planteado varias posibilidades. Entre ellas el uso de documentos de identidad oficiales, el reconocimiento facial o de voz y la inferencia de edad.
El gobierno está instando a las plataformas a utilizar diversos métodos de verificación de edad. También ha indicado que las plataformas no pueden basarse en la declaración de edad de los usuarios ni en la aval de los padres.
Meta, propietaria de Facebook, Instagram y Threads, ha anunciado que comenzará a cerrar las cuentas de adolescentes a partir del 4 de diciembre. Quienes sean expulsados por error podrán utilizar un documento de identidad oficial o un vídeo selfie para verificar su edad, según la compañía.
Las demás plataformas afectadas aún no han comunicado cómo acatarán la prohibición.
Sin una idea clara de los métodos que utilizarán las empresas, es difícil determinar la efectividad de la prohibición de las redes sociales.
Sin embargo, existe preocupación por la posibilidad de que las tecnologías de verificación de edad bloqueen erróneamente a algunos usuarios y no detecten a otros menores de edad.
El propio informe del gobierno australiano concluyó que la tecnología de reconocimiento facial, por ejemplo, es el método menos fiable para el grupo demográfico específico al que se dirige.
También se ha cuestionado si las multas por infracción son lo suficientemente elevadas.
Como declaró Stephen Scheeler, exejecutivo de Facebook, a la agencia Australian Associated Press: “Meta tarda aproximadamente 1 hora y 52 minutos en generar US$50 millones en ingresos“.
Los críticos argumentan que la prohibición, incluso si se implementa correctamente, no reducirá el daño en línea para los niños.
No incluye sitios web de citas ni plataformas de juegos, ni tampoco los chatbots de IA, que recientemente han sido noticia por supuestamente incitar a los niños al suicidio y por mantener conversaciones de contenido sexual con menores.
Otros señalan que los adolescentes que dependen de las redes sociales para sentirse parte de una comunidad quedarán aislados y argumentan que sería más efectivo educar a los niños sobre cómo usarlas.
La ministra de Comunicaciones de Australia, Annika Wells, ha reconocido que la prohibición podría no ser “perfecta”.
“Se verá un poco desordenada durante su implementación”, sostuvo Wells a principios de noviembre. “Las grandes reformas siempre lo son”.
Los críticos también han expresado su preocupación por la recolección y el almacenamiento a gran escala de datos que serán necesarios, y su posible mal uso, a medida que las plataformas intenten verificar la edad de los usuarios.
Australia, al igual que gran parte del mundo, ha sufrido en los últimos años una serie de filtraciones de datos de gran repercusión, incluyendo varias en las que se robó, vendió o publicó información personal sensible.
Sin embargo, el gobierno afirma que la legislación incorpora “sólidas protecciones” para la información personal. Estas estipulan que dicha información no puede utilizarse para ningún otro fin que no sea la verificación de edad y debe destruirse una vez realizada, con “severas sanciones” por incumplimiento.
Asimismo, indica que las plataformas deben ofrecer una alternativa al uso de documentos de identidad oficiales para la verificación de edad.
Las empresas de redes sociales se mostraron consternadas ante el anuncio de la prohibición en noviembre de 2024. Argumentaron que sería difícil de implementar, fácil de eludir y consumiría mucho tiempo para los usuarios, además de suponer riesgos para su privacidad.
También sugirieron que empujaría a los niños a los rincones oscuros de internet y privaría a los jóvenes del contacto social. Snap, propietaria de Snapchat, y YouTube también negaron ser empresas de redes sociales.
Según se informa, Google, la empresa matriz de YouTube, aún está considerando si emprender acciones legales contra la inclusión de la plataforma en la prohibición. La compañía no respondió a la solicitud de comentarios de la BBC.
Aunque anunció que la implementaría pronto, Meta argumentó que la prohibición dejaría a los adolescentes con una protección inconsistente en las distintas aplicaciones que utilizan.
En las audiencias parlamentarias de octubre, TikTok y Snap afirmaron que seguían oponiéndose a la prohibición, pero que la implementarían.
Kick, la única empresa australiana incluida en la prohibición, declaró que introducirá una serie de medidas y que continuará colaborando de forma constructiva con las autoridades.
“Hablé con alguien de una de las grandes plataformas tecnológicas y le pregunté qué les preocupaba”, dijo el activista Greg Attwells a la BBC.
“Me dijeron que esto representa un riesgo de contagio global. Les preocupa que lo que está sucediendo en Australia se extienda a otras partes del mundo y quieren contenerlo dentro del país”, agregó.
La prohibición del uso de redes sociales para menores de 16 años es una primicia mundial, y otros países la observarán con atención.
En otros lugares se han intentado diferentes enfoques para limitar el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas y en redes sociales, y evitar que accedan a contenido dañino, pero ninguno ha impuesto una prohibición total a las plataformas implicadas.
En Reino Unido, las nuevas normas de seguridad introducidas en julio implican que las empresas en línea se enfrentan a fuertes multas o incluso al encarcelamiento de sus directivos si no implementan medidas para proteger a los jóvenes del contenido ilegal y dañino.
Otros países europeos permiten el uso de redes sociales a menores de cierta edad solo con el consentimiento de los padres.
En septiembre, una comisión parlamentaria francesa recomendó prohibir el uso de redes sociales a los menores de 15 años, así como establecer un “toque de queda” para el uso de redes sociales para los jóvenes de entre 15 y 18 años.
Dinamarca ha anunciado planes para prohibir las redes sociales a los menores de 15 años, mientras que Noruega está considerando una propuesta similar. El gobierno español ha enviado al Parlamento un proyecto de ley que exige que los menores de 16 años cuenten con la autorización de sus tutores legales para acceder a ellas.
Mientras tanto, un intento en el estado estadounidense de Utah de prohibir a los menores de 18 años el uso de las redes sociales sin el consentimiento de sus padres fue bloqueado el año pasado por un juez federal.
Adolescentes entrevistados por la BBC afirmaron estar creando nuevas cuentas con edades falsas antes de la entrada en vigor de la prohibición, a pesar de que el gobierno ha advertido a las empresas de redes sociales que espera que detecten y eliminen dichas cuentas.
En internet, los adolescentes también recomiendan aplicaciones alternativas de redes sociales o dan consejos con la esperanza de que les ayuden a sortear la prohibición.
Algunos jóvenes, incluidos influencers, han optado por cuentas conjuntas con sus padres. Los analistas también predicen un aumento en el uso de VPN (que ocultan el país desde el que se accede a internet).
“Sí, los niños encuentran la manera de saltarse las normas. Eso no significa que no deba existir la ley. Seguimos teniendo normas que existen para su seguridad”, concluye Attwell.
*Con información de BBC News y BBC Global Journalism
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