El otro día les contábamos cómo muchísimos usuarios de Twitter decidieron abandonar la red social tras la adquisición de Elon Musk y se mudaron a Mastodon, otra plataforma de microblogging.
Mastodon, a diferencia de Twitter, es descentralizada y gracias a eso puedes elegir diferentes servidores donde los usuarios platican sobre temas de su interés.
Y al igual que la red social de Musk, en Mastodon puedes crear publicaciones, seguir otros usuarios, dar RTs, compartir multimedia (fotos y videos), y hasta usar hashtags.
Así que si quieres darle una oportunidad, acá te explicamos paso a paso cómo usarla.
Lo primero que encontrarás al descargar la app es una pantalla donde dice “empezar” o “iniciar sesión”.
Al seleccionar empezar, te aparecerán todos los servidores a los que puedes unirte y estos están divididos en diferentes temas como general, regional, LGBT, tecnología, música, comida, entre otros.
Cada servidor tiene una descripción sobre la temática de lo que hablan, entonces elige uno donde te interese el tema.
Ya que hayas seleccionado tu servidor, pasarás al punto donde debes crear tu perfil, incluyendo tu nombre de usuario, foto y tus datos para acceder.
Una vez que completes los pasos anteriores, finalmente entrarás al servidor que elegiste y donde podrás ver las publicaciones, buscar usuarios y hacer tus propios posteos.
En la pantalla te aparecerán 4 íconos diferentes: el de home (casita), el buscador (una lupa), notificaciones (campana) y tu perfil (tiene tu foto).
Para publicar puedes hacerlo desde la pestaña de home o la de tu perfil, ya que en estos dos apartados es donde te saldrá el ícono del lápiz.
Igual que en Twitter, tienes un límite de caracteres (500) y además de hacer publicaciones de puro texto, puedes hacer encuestas, elegir stickers, poner advertencias de contenido y seleccionar quiénes pueden ver lo que publicas.
Ya que tengas listo lo que desees compartir, solo dale clic a publicar y listo. Tu mensaje saldrá en home y en tu perfil.
La Universidad de sus sueños estaba a más de 4 mil kilómetros de su hogar y aún así Mamadou Safayou Barry decidió montarse en su bicicleta y atravesar 6 países para llegar hasta ella.
En mayo, partió de Guinea hacia el prestigioso centro Al-Azhar, situado en Egipto con la esperanza de ser aceptado.
En el camino de esta aventura, el joven de 25 años y padre de un niño, soportó un calor abrasador durante 4 meses y hasta fue detenido en uno de los países repletos de militantes islamistas o golpes de estado.
Pero valió la pena.
Cuando finalmente llegó a El Cairo recibió una beca por parte de la institución.
Estoy “muy, muy” feliz, le dijo a la BBC.
Agregó que pese a no poder pagar el curso de Estudios Islámicos en Al-Azhar, ni los vuelos a Egipto, la reputación de la universidad lo impulsó a arriesgarse en un viaje a través de Mali, Burkina Faso, Togo, Benin, Níger y Chad.
Al-Azhar es uno de los centros de aprendizaje islámico sunita más influyentes del mundo.
También es uno de los más antiguos. Fue fundado en el año 670 d.C.
Barry salió de su casa “en busca de conocimientos islámicos”, pero en Malí, Burkina Faso o Níger, los ataques de militantes islamistas contra civiles son frecuentes y los recientes golpes de estado han provocado inestabilidad política.
“Viajar por estos países es muy difícil porque no tienen seguridad en este momento”, dijo.
“Tienen muchos problemas y la gente está muy asustada. En Mali y Burkina Faso la gente me miraba como si fuera una amenaza. Veía a los militares por todas partes portando armas grandes y coches“, dijo Barry.
Dijo que fue arrestado y detenido tres veces sin una buena razón: dos en Burkina Faso y una en Togo.
Sin embargo, la suerte de Barry cambió cuando llegó a Chad.
Un periodista lo entrevistó y publicó su historia en internet, lo que llevó a algunos buenos samaritanos a financiarle un vuelo a Egipto.
Esto le evitó andar en bicicleta por Sudán, dónde algunas áreas son actualmente zonas de guerra.
El 5 de septiembre llegó finalmente a El Cairo.
Su determinación le valió una reunión con la decana de estudios islámicos, Nahla Elseidy.
Después de hablar con él, Elseidy le ofreció una plaza en el curso de Estudios Islámicos de Al-Azhar, con una beca completa.
La decana dijo en las redes sociales que la universidad estaba dispuesta a ofrecer sus conocimientos a estudiantes de todo el mundo
Y que esta filosofía “no sólo cubre a los estudiantes internacionales en Egipto sino que también se extiende más allá. Al-Azhar recibe estudiantes de todos los países, los cuida y les ofrece ayudas”.
Barry dijo que estaba “muy, muy feliz” de haber recibido la beca.
“No puedo expresar lo feliz que estoy. Le di gracias a Dios“, dijo.
Barry añadió que los problemas que se encontró durante su expedición quedaron olvidadas hace mucho tiempo y borrados por la alegría de poder convertirse en un becario de Al-Azhar.
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