
Apple TV+ pareciera ser el patito feo entre las plataformas de streaming y normalmente queda olvidada detrás de Netflix, HBO Max y Star Plus/Disney Plus.
Y aunque sabemos que en la plataforma de Apple hay algunas grandes producciones como Ted Lasso, CODA, The Morning Show o Severance (y ahora la peli de Tetris que llegará próximamente), muchas personas no saben que hay otras series y películas buenísimas que valen la pena ver.
Así que si tienes Apple TV+ y no sabes qué ver, acá te dejamos algunas joyitas escondidas en esta plataforma de streaming.
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Esta serie imagina qué habría pasado si los soviéticos llegaban primero a la Luna, continuando así la carrera espacial hasta ver quién era el primero en llegar a Marte y más allá.
La serie tiene hasta ahora 3 temporadas, con una cuarta confirmada, y está protagonizada por Joel Kinnaman, Shantel VanSanten, Sonya Walger y más.
Esta película animada (nominada al Oscar en 2020) sigue a una joven aprendiz de cazadora viaja a Irlanda junto con su padre para exterminar la última manada de lobos, sin embargo, ella se hace amiga de una chica perteneciente a una tribu misteriosa que le hará cambiar su forma de ver el mundo.
Protagonizada por Harrison Ford, Jason Segel y Jessica Williams, esta serie nos cuenta la historia de Jimmy, un terapeuta que abandona los métodos tradicionales de atender a sus pacientes tras la muerte de su esposa.
En el camino, Jimmy verá resultados mezclados en su trabajo, todo mientras trata de encontrar la luz en su vida nuevamente.
En esta película, Tom Hanks toma el papel del Capitan Krause, el líder de un convoy aliado de la marina que deberá cruzar el océano Atlántico durante la Segunda Guerra Mundial. El problema es que las aguas están infestadas con submarinos alemanes que harán todo lo posible por hundir los barcos.
M. Night Shyamalan creó esta serie de misterio que sigue a una pareja de Filadelfia que tras sufrir una terrible tragedia, su matrimonio comenzará a peligrar y una fuerza maligna se impregnará en su hogar.

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
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