Ya estamos a nada del estreno de House of the Dragon Temporada 2, el spin off de Game of Thrones que trae a la casa de los dragones al centro de la historia. Como se trata de una familia con una laaaarga historia, te explicamos el árbol genealógico Targaryen.
Hay que recordar que esta casa reinó sobre Westeros durante tres siglos y esto fue en gran parte por su habilidad especial para domar dragones.
Y sí, aunque todo lleva a Daenerys Targaryen en Game of Thrones, la primera temporada de la Casa del Dragón nos demostró que hay muchas caras que no conocíamos, pues la serie se desarrolla casi 200 años antes de la historia que conocemos.
La verdad es que este árbol es más complicado que el de los Buendía en Cien años de soledad, pues aquí también hay un chorro de nombres repetidos a lo largo de generaciones (Aegon, Viserys, Rhaena, etc.).
Y también como muchas realezas históricas, esta familia veía como algo normal la poligamia y el incesto, por lo que hay un montón de relaciones entre familia.
Trataremos de abordar los nombres más importantes en la historia de esta casa y los que son fundamentales en House of the Dragon.
La Casa Targaryen es de descendencia Valyria, en la región de Essos. A pesar de las riquezas y del estatus, los Targaryen dejaron la zona cuando inesperadamente Aenar Targaryen mudó a su familia a Rocadragón, una pequeña isla en Westeros.
Esta decisión se basó en una visión que tuvo su hija Daenys, “la soñadora”, donde veía la destrucción de Valyria. Este evento sucedió doce años después y fue conocido como la “Maldición de Valyria”.
Los siguientes cien años se crearon una gran fortaleza en Rocadragón. Además, de sus cuatro dragones solo quedó vivo Baelerion. Aunque al poco tiempo eclosionarían Vhagar y Meraxes.
Las historias en Westeros se expanden: George R.R. Martin da detalles del nuevo spinoff de Game of Thrones
Siete generaciones después de Aenar, en el árbol genealógico Targaryen llegamos a Aegon I (más tarde conocido como Aegon el Conquistador) y a sus hermanas-esposas Visenya y Rhaenys. Iniciaron la conquista de los Siete Reinos junto a sus dragones Balerion, Vhagar y Meraxes.
Consiguieron la sumisión de todo Westeros, a excepción de Dorne, que se mantuvo independiente con la Casa Martell al frente.
Así, Aegon fundó Desembarco del Rey, se convirtió en el primer rey de Westeros y el primero en sentarse en el Trono de Hierro. Aegon derritió las espadas de quienes se habían opuesto a él para convertirlas en un trono que serviría como recordatorio del inicio del reinado de los Targaryen.
De hecho, la historia de toda esta saga está marcada por este evento, pues los años se marcan como a.C. (antes de la Conquista) y d.C. (después de la Conquista).
Como dato extra: Aegon I usaba la espada Fuegoscuro, una de las dos únicas espadas de acerco valyrio traídas por los Targaryen desde Valyria a Rocadragón. La otra espada era Hermana Oscura y era usada por Visenya.
Luego de conquistar el trono, los reyes siguientes de la Casa del Dragón eran conocidos como “Rey de los Ándalos, los Rhoynar y los Primeros Hombres, señor de los Siete Reinos y Protector del Reino”.
Tras la muerte de Aegon I, su hijo Aenys subió al trono. Su madre era Rhaenys, hermana menor de Aegon. Gobernó entre el 37 y 42 d.C. y fue jinete de la dragón Azogue.
Desde su asenso al trono se enfrentó a varias rebeliones. Algunas de ellas consecuencia de los conflictos con la Fe de los Siete y el rechazo a sus costumbres valyrias (como sus relaciones incestuosas).
Aunque tuvo hijes con Alyssa Velaryion, fue sucedido en el trono por su medio hermano Maegor I.
Échale un ojito a: Qué es la ‘Danza de los dragones’ y por qué ‘House of the Dragon’ podría abarcar más historias Targaryen
Fue el único hijo de Aegon I y su hermana-esposa Visenya. Sirvió como Mano del Rey durante el reinado de su medio hermano Aenys I.
Se convirtió en Rey de los Siete Reinos entre 42 y 48 d.C. y fue jinete del dragón Balerion.
Maegor I tomó a Alyssa Velarion (reina viuda de Aenys I) como rehén junto a tres de sus hijes. Entre esto, que mataba a toda persona que cuestionara su reinado, y otras atrocidades contra su familia, fue apodado Maegor el Cruel.
Maegor I fue encontrado muerto en el Trono de Hierro, aunque se desconoce quién fue la persona responsable de su muerte.
Como Maegor I no tuvo descendencia, quien subió al trono fue Jaehaerys I, hijo de Aenys I y Alyssa Velaryon. Fue Rey del 48 al 103 d.C. y jinete del dragón Vermithor.
Él le puso fin a la guerra contra la Fe de los Siete y desde entonces el Trono de Hierro defiende también a esta Fe. Así es como se ganó el apodo de El Conciliador.
Gobernó por más de cinco décadas, convirtiéndose en el Rey Targaryen con el reinado más largo, por lo que también fue llamado “El Viejo Rey”.
Su esposa fue su hermana Alysanne Targaryen con quien tuvo trece hijes. Murió a los 69 años de edad. Sin embargo, sus hijes ya habían muerto y el Trono tuvo que pasar a alguien más.
Esta etapa de árbol genealógico Targaryen es la que vemos reflejada en la actual serie de HBO. Te advertimos que hay algunos spoilers a continuación de lo que vimos en la primera temporada y lo que nos espera en la segunda.
Así que si quieres sorprenderte con los episodios, te recomendamos saltarte esta sección.
¡Última advertencia! SPOILERS DE HOUSE OF THE DRAGON EN
3…
2…
1…
Al inicio del primer episodio vemos cómo Jaehaerys I Targaryen tiene que decidir a su heredero al trono. Una de las opciones es su nieta Rhaenys Targaryen, hija de Aemon y quien fue heredero al Trono.
El otro candidato es Viserys I Targaryen, también nieto de Jaehaerys I, pero su padre fue Baelon.
Aunque la decisión más obvia era Rhaenys, elige a Viserys I, pues una mujer no podría reinar.
No te pierdas: El hermano de Alicent, una poderosa bruja y más entre los nuevos personajes que veremos
Viserys I fue el hijo mayor del príncipe Baelon Targaryen y su hermana-esposa, la princesa Alyssa Targaryen.
Tuvo dos hermanos: Daemon y Aegon (este muró siendo un bebé). Fue jinete del dragón Balerion aunque este murió (con más de 200 años) antes de verlo convertirse en rey. Viserys I nunca reclamó otro dragón.
Su esposa fue su prima Lady Aemma Arryn, con quien tuvo a su hija, la princesa Rhaenyra. Aunque siempre tuvo la esperanza de que su esposa le diera algún hijo varón para heredar el trono.
Su hermano Daemon también tenía sed por poner sus manos en el trono. Pero una serie de eventos llevan a Viserys I a elegir a su hija Rhaenyra como su heredera.
Viserys I se casaría por segunda ocasión con Lady Alicent Hightower, quien le daría tres hijes. Aunque el mayor fue varón, Aegon, Viserys I no cambió de opinión y mantuvo a Rhaenyra como futura Reina (aunque la serie nos muestra que su deseo se mal interpreta antes de morir).
La descendencia de Viserys con Alicent Hightower:
La princesa y heredera al trono es casada con su primo Laenor Velaryon y durante su matrimonio tienen tres hijos:
Tomando en cuenta que Laenor tenía preferencia por otros hombres, y que ninguno de los tres sacó el cabello platinado característico de los Targaryen y de los Velaryon, se sospecha que su verdadero padre es Ser Harwin Strong.
Más tarde, Laenor sería asesinado y Rhaenyra se casaría en secreto con su tío Daemon Targaryen, con quien tiene otros dos hijos y una hija:
También hay que aclarar que antes de por fin estar con Rhaenyra, Daemon se casó con Laena Velaryon y con ella tuvo dos hijas:
Te interesa: El increíble animal fantástico que salió en ‘House of the Dragon’ y sí existe en realidad
Es el primer hijo del Rey Viserys I Targaryen con Alicent Hightower. Hasta la primera temporada de House of the Dragon lo vimos ocupar el trono de los Siete Reinos, desatando una guerra con su media hermana Rhaenyra Targaryen.
Como Rey, usa la corona de hierro y rubí de Aegon I Targaryen (El Conquistador) y porta la espada de acero valyrio Fuegoscuro. Su dragón es Fuegosol (Sunfyre), el Dorado.
En el canon, se casa con su hermana Helaena Targaryen y tiene tres hijos con ella; sin embargo, ninguno alcanza la edad adulta. También es famosos por engendrar varios bastardos.
Los hijos de Aegon II Targaryen con su hermana Helaena son:
Viserys I muere mientras duerme y aunque había elegido a Rhaenyra como sucesora, el hijo mayor con su segunda esposa, Aegon II, reclamó el trono.
Esto desató una guerra civil entre ambos bandos que se conoce como la Danza de los Dragones.
Hasta ahí le dejaremos por ahora con esta parte del árbol genealógico Targaryen, pues ya veremos hasta dónde abarca House of the Dragon.
¡Hora de maratonear!: Estas son las 10 mejores series de la historia
Unas siete generaciones después de Viserys I es que Westeros conocería al último Rey Targaryen:
Jaehaerys II Targaryen tuvo un corto reinado en el que unió a las Grandes Casas de Westeros. Pero tras una enfermedad murió y fue sucedido por su hijo Aerys II, quien ya había sido casado con su hermana Rhaella.
Juntos tendría siete hijes, siendo los últimos Viserys III y Daenerys, a quien vemos en Game of Thrones.
Su reinado inició en 262 d.C. y sus primeros 12 años fueron pacíficos. Pero pronto se transformaría en algo violento y caótico.
A medida que crecía se volvió celoso, desconfiado y cruel; incluso, desarrolló una fascinación por quemar personas vivas.
Su destino fue morir a manos de Jaime Lannister antes de dar una orden que acabaría con la vida de todo Desembarco del Rey.
En la historia que conocemos en la serie, el árbol genealógico Targaryen termina con Daenerys y con Jon Snow, quien resulta ser Aegon Targaryen, hijo de Lyana Stark y Rhaegar Targaryen, hermano mayor de Daenerys.
Ahora sí: ¡todo listo para que entiendas toda la historia con el árbol genealógico Targaryen!
Artem Dultsev y Anna Dultseva construyeron durante años en Buenos Aires su “leyenda” para luego insertarse en Eslovenia, un país de la Unión Europea y miembro de la OTAN.
El jueves primero de agosto de 2024 aterrizó un avión en el aeropuerto de Moscú, trasladando -entre otros pasajeros- a una familia de cuatro integrantes. Dos de ellos, los dos hijos del matrimonio, se habían enterado en pleno vuelo de que toda su vida había sido una mentira.
Ni Sofía ni Daniel hablaban una palabra de ruso. Ambos eran argentinos. Por eso, la persona que los recibió con dos ramos de flores apenas bajaron de la escalinata les dijo “buenas noches” en un español con acento eslavo.
Ninguno de los niños sabía quién era ese señor, que incluso abrazó a su madre mientras esta lloraba y a su padre mientras este sonreía.
El señor era Vladimir Putin…
Los niños habían nacido en el Hospital Italiano de Buenos Aires a mediados de la década pasada y pasaron sus primeros años en la capital argentina hasta que toda la familia se mudó a Eslovenia.
En la capital de este país, Liubliana, una noche de diciembre de 2022, hombres armados ingresaron a la casa donde los cuatro vivían. Sus padres fueron puestos bajo arresto y por más de un año y medio ellos se criaron bajo el cuidado de los servicios sociales.
Ninguno de los dos niños supo por qué su vida se había roto esa noche, hasta ese vuelo que los llevó a Moscú.
A miles de pies del suelo se enteraron de que sus padres eran espías. Daniel se rió. Sofía se echó a llorar.
El mundo supo antes que Sofía y Daniel que sus padres no se llamaban Ludwig Gisch y María Mayer sino Artem Viktorovich Dultsev y Anna Valerevna Dultseva.
La noticia circuló mundialmente en enero de 2023 mientras ambos eran procesados por la justicia eslovena.
Uno de los que supo de la noticia fue el periodista argentino Hugo Alconada Mon, que inmediatamente se contactó con el servicio de inteligencia de ese país, la policía eslovena, la Fiscalía y el juzgado donde tenía lugar el proceso.
No le contaron mucho por el secreto del sumario, pero aún así la ventana al habitualmente escondido mundo de los espías estaba abierta.
“Esto es como cuando levantas una piedra en tu jardín, y tenés la oportunidad de tomar una foto a las lombrices y a los bichos bolita antes de que se vuelvan a meter debajo de la superficie”, cuenta desde su casa en Buenos Aires.
La información obtenida comenzó a ser publicada por el periodista en el diario La Nación y ahora Alconada Mon ha escrito un libro llamado “Topos. La historia real de los espías rusos que tomaron Buenos Aires como su base de operaciones”.
BBC Mundo conversó con él sobre qué hicieron estos espías en Argentina y cómo construyeron “su leyenda”, es decir, la fachada que luego les sirvió para insertarse en Eslovenia, un país de la Unión Europea y miembro de la OTAN.
La primera distinción que hace Alconada Mon en cada entrevista que da sobre Ludwig y María (Artem y Anna) es que eran agentes ilegales, es decir, no fueron espías que entraron a Argentina con su verdadera identidad ni estaban registrados como diplomáticos de la embajada o el consulado ruso.
Por el contrario, el periodista les ha contado, al menos, cuatro identidades diferentes a cada uno.
Aunque hicieron algunos viajes al país sudamericano entre 2009 y 2012, ese último año llegaron para quedarse.
“Él arguye en ese momento que se llama Ludwig Gisch, que nació en Namibia, de papá austriaco, y de mamá Argentina, llamada Elga Tatschke. Tiene un certificado de defunción de Elga firmado en Viena en 2010 y su partida de nacimiento en Argentina del año 1942. Por ser hijo de argentina pide la nacionalidad”, cuenta el periodista.
Pero todo eso es mentira… o casi. El certificado de defunción austríaco es verdadero pero la persona a la que hace referencia es un hombre, no una mujer. El nombre de Elga Tatschke fue adulterado.
En cambio, la partida de nacimiento de esta mujer argentina es real, el problema es que ella murió a los cuatro años y está enterrada en el cementerio alemán de la Chacarita.
Cuando llegaron a Moscú, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov fue el primero en revelar que los hijos de “los agentes clandestinos” no tenían ni idea quién era Putin, para ejemplificar “los sacrificios que tenían que hacer (estos agentes) para llevar adelante su trabajo y cumplir su misión”.
En su discurso de bienvenida, el mismo Putin agradeció “la lealtad a su juramento, a su deber y a su patria, que no los ha olvidado ni por un minuto”.
Shaun Walker, el periodista del diario británico The Guardian que informó de la detención de los Dultsev en Eslovenia, escribió que “desde la invasión a Ucrania, los países occidentales han expulsado a cientos de los espías ‘legales’ que trabajaban en embajadas en toda Europa bajo la cobertura diplomática”.
“Esto debe haber forzado a Moscú a depender más de los ilegales, así como de otras redes informales”, concluyó.
Ella en Argentina dice ser María Rosa Mayer Muñoz. Afirma haber nacido en Grecia y haberse criado en México, en Querétaro. Todo esto es falso, indica Alconada Mon, tan falso como el romance que comienza con Ludwig en Buenos Aires.
“Ellos vinieron y simularon: ´Oh, nos hemos conocido, nos hemos enamorado, casémonos´. Y se casaron en Buenos Aires para que ella consiga la ciudadanía argentina como esposa de un argentino. Pero ya estaban casados en Rusia. Tengo hasta la foto del casamiento real”, destaca el periodista.
De ese “segundo” casamiento nacerían Sofía, en 2013, y Daniel, en 2015.
Pero todo este secretismo, estas partidas de nacimiento de mujeres muertas y certificados de defunción reales pero adulterados no son para quedarse en Argentina. El objetivo es construir “una leyenda”.
“La leyenda es la construcción de una mentira, que te va a permitir luego abrir determinadas puertas que de otro modo continuarían cerradas”, resume el periodista argentino y ejemplifica:
“Imaginate que vos sos israelí y no puedes entrar a Irán. Entonces te vas a Colombia, empezás a trabajar, estudiás, te casás, tenés chicos en Colombia. Adquieres una empresa colombiana, un pasaporte colombiano y te vas ya como colombiano a Teherán. Y mientras finges ser, por ejemplo, un empresario exportador de café, reportas a Tel Aviv”.
El periodista argentino destaca que América Latina “se ha convertido en un buen destino para la creación de fachadas para agentes rusos”:
“Hay datos, con nombre y apellido, de casos que salieron a la luz sobre espías rusos dando vueltas por Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Nicaragua y México. Y no es un caso aislado. Hay un esfuerzo sistematizado, coordinado, de desarrollar este tipo de fachadas”, dice Alconada Mon.
BBC Mundo se contactó con el periodista de investigación ruso Andrei Soldatov, experto en los servicios de espionaje de su país, quien confirmó la opinión de su colega argentino.
“Es cierto que Latinoamérica se volvió muy importante para los espías rusos a la hora de fabricar sus leyendas”, dice Soldatov desde el exilio.
“Esto no significa que la región albergue a muchos espías de forma permanente, más bien sirve como medio para forjar estas fachadas mediante la adquisición de los primeros documentos -por ejemplo, certificados de nacimiento- importantes para los espías ilegales, quienes luego serán enviados a operar en otros países”, añade.
Alconada Mon indica que uno de los motivos que ha hecho atractiva América Latina fue la pérdida de Canadá como destino privilegiado de los espías rusos para construir sus fachadas.
Ese país elevó sus umbrales de vigilancia luego del caso de Tracey Lee Ann Foley y Donald Howard Heathfield, dos espías rusos que utilizaron suelo canadiense para construir sus leyendas.
Sus verdaderos nombres eran Elena Vavilova y Andrey Bezrukov. Fueron detenidos por el FBI en EE.UU. en 2010. Su historia inspiró la serie televisiva “The Americans” sobre dos espías rusos clandestinos en suelo estadounidense.
Cuando los Dultsev fueron detenidos en Liubliana 12 años después del arresto de Elena y Andrey, el secretario de Estado para asuntos internacionales y seguridad nacional e internacional esloveno, Vojko Volk, dijo: “Sabemos que son muy importantes, agentes serios. Esto es como ‘The Americans’ pero en Eslovenia”.
“La idea es construir una mentira que te permita luego pasar por debajo de los radares; ahora, te puede ocurrir perfectamente que mientras que vos estás construyendo tu fachada, encuentres oportunidades”, le dice a BBC Mundo Alconada Mon.
Y en su libro existen varios datos que indican que Artem Dultsev y Anna Dultseva fueron muy activos en Argentina.
Ella, por ejemplo, informó a Moscú sobre tres madres de la escuela de sus hijos, escuela que había sido cuidadosamente seleccionada.
“Una trabajaba en una empresa de insumos petrolíferos, la otra en una empresa de servicios petroleros, y la tercera en una empresa gasífera: el elemento en común de las tres, Vaca Muerta” (la formación geológica en el sur de Argentina que, según la compañía estatal petrolera YPF, es la segunda reserva de gas y la cuarta de petróleo a nivel mundial).
“Y cuando fueron a Eslovenia hicieron lo mismo, seleccionaron el colegio, identificaron a los padres, y mandaron reportes a Moscú sobre un padre de la escuela que era el titular de la agencia energética más importante de la Unión Europea”, añade Alconada Mon.
Un descubrimiento del periodista sobre los Dultsev se dio tras visitar decenas de veces el barrio de Belgrano donde vivía la familia y donde trabajaba Ludwig.
“Cada vez que iba al edificio donde habían vivido estaba el portero, llamado Antonio, que se negaba a hablar conmigo. Pero un día me encontré con el encargado suplente, Juan, que me contó todo lo que recordaba de la familia”.
Los Dultsev, según Juan, eran personas calladas, de bajo perfil, pero muy amables. La hija le daba un caramelo cuando lo veía, para Navidad era un turrón, y cuando se fueron a Eslovenia le ofrecieron que se quedaron los muebles del departamento.
“Y lo único que me pidió al irse es si podía retirar la antena que había puesto en la azotea”, le contó Juan al asombrado periodista.
“Entonces me fui al otro edificio, la oficina donde trabaja Ludwig, que estaba a cuatro cuadras. Y ahí también le había pedido al portero retirar una antena”.
El periodista inquirió en el ente argentino donde se deben registrar las antenas de onda corta y de otra naturaleza que se utilicen y no había ninguna constancia de ninguno de los dos aparatos instalados por Ludwig. Pero lo más asombroso, según el periodista, eran el eje espacial en el que estaban instaladas.
“Si vos seguís sobre esa línea recta que va del departamento a la oficina, que es la calle Mendoza, sobre el final del camino, tenés la oficina de Representación Comercial de Rusia. Queda, como hipótesis de trabajo, la pregunta: ¿puede servir ahí un entramado de comunicación encriptado?”.
Alconada Mon dice a BBC Mundo que existen dos hipótesis sobre por qué los Dultsev aparecieron en la mira de los servicios de inteligencia eslovenos en 2022.
“La primera, un traidor que empezó a trabajar para los servicios occidentales y entrega a otros espías. La segunda es que un agente del MI6 o de la CIA tenía bajo la lupa a un sospechoso que se reunió con ella. Y termina ella y luego su marido bajo la lupa no por error propio, sino porque justo se cruzaron con otra pesquisa”.
Ambos fueron identificados primero como ciudadanos argentinos, aunque luego se descubrió su verdadera identidad e inmediatamente comenzaron las negociaciones con Moscú.
Finalmente, toda la familia pasó a ser parte de uno de los mayores intercambios de prisioneros entre Rusia y Occidente desde la caída del Muro de Berlín.
Pero antes de su regreso definitivo a suelo ruso en 2024, los Dultsev ya habían vuelto a Rusia con una excusa perfecta. En 2018, toda la familia viajó para alentar a la selección argentina en el Mundial de Fútbol.
“Esto lo contaron ellos ya de regreso a Moscú, cuando dieron una entrevista a la revista oficial del espionaje ruso. Ellos dicen que aprovecharon la oportunidad del Mundial para volver”, dice Alconada Mon y especula:
“¿Es posible que ya que estaban en Rusia, de paso, se reunieron con sus jefes o con su handler (la persona de que dependían)? ¿O que recibieron información o les proveyeron de mejor tecnología? Son hipótesis”.
El periodista ruso Andrei Soldatov dice que es tan difícil llevar estas vidas paralelas, donde todo el tiempo se finge ser otra persona, que los espías ilegales “a veces necesitan regresar para reforzar su sentido de orientación”.
Durante el viaje a Rusia toda la familia asistió con sus camisetas albicelestes para ver el partido en el que la selección argentina perdió 3 a 0 con Croacia en Nizhni Nóvgorod, donde había nacido casualmente Anna Valerevna Dultseva.
“Y después del partido -cuenta Alconada Mon- a él no le importaba nada, a ella tampoco, pero su hija, que sí es argentina, estaba llorando por la derrota. Imaginate el impacto que es eso. Por que él puede asumir que está dispuesto a dar incluso la vida por una patria que no significa nada para su hija, pero la patria de su hija no significa nada para él”.
El caso de la familia Foley que construyó su fachada en Canadá es un claro ejemplo de este dilema: en 2019, Alexander Vavilov, el hijo menor de la pareja de espías, logró que los tribunales de ese país le devolvieran su ciudadanía canadiense, que había sido revocada cuando sus padres fueron arrestados en EE.UU.
“Soy quien soy; lo que aprendas sobre tu herencia no creo que te defina como persona”, dijo al enterarse de la noticia en Toronto, ciudad donde había nacido con el nombre de Alexander Foley.
“Los niños siempre son un problema”, señala Soldatov y añade:
“¿Qué se supone que debes hacer con ellos? ¿Qué se supone que debes decirles sobre su familia? ¿En qué momento puedes decirles a tus hijos que son rusos para poder reclutarlos?”, se pregunta el periodista ruso en el exilio.
Aunque los Dultsev han regresado a Rusia, existen aspectos de esta investigación en Argentina -tanto en lo judicial como en lo periodístico- que siguen abiertos.
Quién fue, por ejemplo, la persona que caminó por el cementerio alemán de la Chacarita y eligió el nombre de Elga Tatschke de una lápida para convertirse en la madre de Ludwig Gisch.
“Y te paso un dato más que te empieza a dar indicios de algo más inquietante. Esa partida de nacimiento la pidió alguien anónimamente en la Argentina meses antes de que el espía pisara Buenos Aires y fue de manera presencial, no por Internet, para no dejar huellas tecnológicas”, dice Alconada Mon y agrega:
“Una persona fue de manera presencial a la calle Uruguay, al registro de las personas. Y fue una oficina que no tiene cámara de video de seguridad. Consiguió la copia y se la entregó a Ludwig. Ahí tenés indicios de que hay alguien más en la Argentina, haciendo el soporte logístico”.
Tampoco se sabe quiénes fueron los dos ciudadanos de origen colombiano que fungieron como los dos testigos del casamiento de Ludwig y María en Argentina.
BBC Mundo le preguntó a Andrei Saltov si se necesitan muchos agentes para estas labores de apoyo a los espías ilegales:
“No muchos, y algunos de ellos podrían ser agentes reclutados para ese trabajo puntual”, respondió el periodista.
Tras el regreso de los espías a Rusia, Alconada Mon ha tratado de contactarlos.
“Les mandé correos electrónicos, intenté contactar también al servicio de inteligencia ruso y hablé incluso con el vocero de la embajada rusa en Argentina. Le dije que la situación ya estaba blanqueada, los habían incluso condecorado. Entonces pregunté con quién podía hablar y nunca más me contestaron”.
BBC Mundo invitó al periodista argentino a especular con cuál sería su primera pregunta si lograra hablar con los Dultsev.
“No sería una pregunta, serían dos palabras: ‘Te escucho’…
“Contame todo, yo después trato de determinar qué es mentira y qué no, pero te quiero escuchar”.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.