Así como por todos lados revivió el caso de Dahmer, prepárate para conocer la historia real de Lyle y Erik Menéndez, dos hermanos que sacudieron a Estados Unidos con el asesinato de sus padres.
¿Y por qué hablamos de algo tan escabroso? Eso se debe a que el caso llega a streaming y seguro dará mucho de qué hablar.
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Se trata de la segunda temporada de Monstruos, serie antológica que promete abordar un crimen real en cada temporada y que empezó precisamente con el caso Dahmer.
Ahora, Ryan Murphy nos mete a este drama que investiga las vidas de los hermanos Menéndez, condenados por el brutal asesinato de sus padres en 1989, en Beverly Hills.
Pero además, explora la compleja dinámica de la familia Menéndez y se plantea quiénes eran los verdaderos monstruos al analizar si los hermanos actuaron por miedo y desesperación tras años de abuso o si fue un asesinato a sangre fría motivado por el dinero y una codicia desenfrenada.
Se estrena este 19 de septiembre en Netflix.
Para hablar de este caso real tenemos que hablar de toda la familia. Así que empecemos por José Menéndez, nacido en la Habana, Cuba y quien llegó a Estados Unidos a la edad de 16 años.
En la Universidad del sur de Illinois conoció a May Louise “Kitty” Andersen, con quien terminó casándose en 1963 y se mudaron a Nueva York.
El 10 de enero de 1968 tuvieron a su primer hijo, Joseph Lyle Menéndez. Poco después la familia se mudó a Nueva Jersey donde nacería Erik Galen Menéndez el 27 de noviembre de 1970.
En 1986, la familia se mudó a Beverly Hills debido a que el papá era un ejecutivo en una empresa conocida en ese entonces como International Video Entertainment.
Erik era un aspirante a jugador de tenis y había planeado asistir a la UCLA; mientras que su hermano mayor Lyle asistía a la Universidad de Princeton pero tenía reportes de malas notas y finalmente fue suspendido por plagio.
Era la tarde del 20 de agosto, cuando Lyle y Erik Menéndez, fr 21 y 18 años, mataron a sus padres en su mansión de Beverly Hills con unas escopetas que habían comprado días antes del ataque.
José Menéndez, el padre que tenía 45 años, recibió seis disparos; y Kitty Menéndez, la madre, murió con 10 balazos.
Tras el crimen, los hermanos Menéndez le dijeron a la policía que habían encontrado a sus padres asesinados en la casa tras regresar del cine.
La policía no sospechó inicialmente de los hermanos y se dedicaron a buscar por otros lados a posibles sospechosos.
Mientras tanto, los Menéndez siguieron con su vida llena de gastos y excesos tendiendo acceso directo a la fortuna de sus padres.
Sin embargo, lo que detonó el arresto fue la novia del psicólogo de Erik Menéndez. Ella advirtió a la policía de que el joven había amenazado al terapeuta, Jerome Oziel.
Además, en las sesiones grabadas con el psicólogo, se descubrió que habían discutido sobre los asesinatos.
Lyle Menéndez fue arrestado en marzo de 1990, mientras que a Erik lo detuvieron tres días después cuando regresaba de un vuelo por una competencia de tenis en Israel.
El caso de los hermanos Menéndez se convirtió rápidamente en un suceso mediático en Estados Unidos, luego de que Court TV transmitiera el juicio en 1993.
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Representados por Leslie Abramson, los hermanos sostuvieron todo el tiempo que mataron a sus padres en defensa propia luego de una vida de abusos; especialmente abuso sexual a manos de su padre José Menéndez.
A pesar de tener con dos testigos de estos presuntos abusos (dos primos a los que los hermanos confesaron los abusos años atrás), este este argumento nunca se demostró en los tribunales.
Mientras tanto, la fiscalía sostenía que los hermanos Menéndez mataron a sus exitosos padres para heredar su fortuna multimillonaria.
Al final, en la historia real, Lyle y Erik Menéndez fueron condenados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Durante más de 20 años, Lyle y Erik estuvieron encarcelados por separado.
Lyle primero estuvo en la prisión estatal de Mule Creek, en Ione, California; Erik en el centro penitenciario Richard J. Donovan, en el condado de San Diego, a unos 800 kilómetros de distancia.
Los hermanos no se hablaron durante años, aunque se comunicaban por cartas y, de acuerdo a BBC, hasta jugaban ajedrez por correspondencia.
En febrero de 2018, Lyle fue trasladado a otra unidad de alojamiento en Richard J. Donovan en San Diego, y en abril, Erik se mudó a la misma unidad que Lyle.
Y sí, su reencuentro sucedió en abril del 2018; casi 29 años después de matar a sus padres.
En abril del 2023 el caso de los hermanos Menéndez revivió luego de que Roy Roselló, ex miembro de la banda Menudo y que fue sensación mundial en los 80s, dijo haber sido agredido sexualmente por José Menéndez cuando era adolescente.
Esa declaración la hizo en la docuserie que lanzó Peacock llamada Menendez + Mendudo: Boys Betrayed.
Roselló describe que en su adolescencia conoció al señor Menéndez y recuerda que en una ocasión lo drogó y lo violó.
De acuerdo a Los Angeles Times, se presentó una petición en mayo del 2023 en el Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles sosteniendo que nueva evidencia apoyaba la historia de que Lyle y Erik Menéndez sufrieron abusos por parte de su padre José.
Sin embargo, nada de esto ha reabierto el caso de Lyle y Erik Menéndez hasta el momento.
Próximamente, también tendremos un documental donde los hermanos hablan por primera vez en casi 30 años sobre su caso.
Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
“La peor noche hasta ahora”.
Así califica Nafiseh Kohnavard, corresponsal de Oriente Medio para la BBC en Beirut, a los bombardeos israelíes en Líbano, donde más de 30 ataques aéreos centrados en suburbios del sur de la ciudad, donde Hezbolá tiene una fuerte presencia.
El Ministerio de Salud libanés dijo en un boletín en la mañana del domingo que en total murieron 23 personas y otras 93 resultaron heridas tras ataques en varias zonas, incluidas el sur del Líbano y la región oriental de Bekaa y Baalbek-Hermel.
Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
El 1 de octubre, Israel anunció “incursiones” en el sur de Líbano “contra objetivos y estructuras terroristas” del grupo Hezbolá. El ataque fue avanzando hasta llegar a Beirut.
En un discurso televisado anoche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba luchando contra las fuerzas de la “barbarie”, lideradas por Irán.
También aseguró que tras varios días de ataques habían destruido gran parte del arsenal de Hezbolá y habían cambiado el curso de la guerra contra el grupo respaldado por Irán.
A su vez, el primer ministro libanés Najib Mikati pidió que se ejerza “presión internacional sobre Israel” para que se produzca un alto el fuego.
En un comunicado afirmó que su gobierno sigue apoyando el “llamamiento conjunto al alto el fuego” lanzado la semana pasada por Francia y Estados Unidos con el apoyo de la Unión Europea y los países árabes.
A la vez que estos bombardeos en Líbano ocurren, Israel mantiene el frente abierto y la misma estrategia en la Franja de Gaza. En este caso, Israel argumenta que es para combatir a Hamás. El número total de muertos en la zona es de 41.870 desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud.
Israel atacó Gaza tras una incursión sin precedentes de Hamás en Israel en la que murieron alrededor de 1.200 israelíes.
En Líbano la desolación y la ira se juntan mientras, cada vez más, las ciudades del sur quedan desiertas. La gente huye de los bombardeos hacia el norte. Fue aquí donde primero empezaron.
Ahora, Israel parece dispuesto a lanzar nuevas operaciones en el sur después de que Avichay Adraee, portavoz en lengua árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), emitiera nuevas alertas de evacuación.
Adraee dijo a los residentes de unas 25 aldeas del sur del Líbano que abandonen el lugar.
“Cualquiera que esté cerca de miembros, instalaciones o armas de Hezbolá está poniendo su vida en peligro”, afirmó.
Sin embargo, más hacia el norte, en Beirut, la situación no es más segura.
La pasada noche del sábado fue la peor en lo que a bombardeos se refiere en la capital libanesa.
“Anoche lo veía desde mi balcón (los bombardeos) y, casi dos horas después de los ataques aéreos en un lugar de los suburbios del sur de Beirut, todavía podía ver destellos y chispas”, dice Nafiseh Kohnavard, corresponsal de la BBC en Beirut.
Algunas fuentes abiertas y expertos en armas de X sugieren que se trataba de un depósito de armas o una gasolinera. El ejército de Israel dice que han llevado a cabo ataques contra objetivos pertenecientes a Hezbolá.
“El sonido de las explosiones era pequeño, de vez en cuando, grandes y se mezclan con el sonido de los continuos ataques aéreos. Se podía escuchar continuamente el zumbido de un dron que sobrevolaba, probablemente un dron de vigilancia del ejército que volaba a baja altitud”, cuenta Kohnavard.
Los ataques aéreos se produjeron después de que las fuerzas israelíes emitieran una advertencia de evacuación el 15 de junio.
En los barrios que rodean el lugar del ataque, algunas personas intentaron huir a pie, ya que la mayor parte de la carretera de esa zona ha resultado dañada o bloqueada por escombros debido a los intensos ataques aéreos de las últimas dos semanas.
Hasta uno de los lugares atacados en el sur de Beirut se desplazó Hugo Bachega, corresponsal de la BBC en Medio Oriente.
“Doce horas después, todavía sale humo de los escombros y hay un fuerte olor en el aire. Pude contar al menos tres pisos subterráneos que se derrumbaron”, relata.
La zona es urbanizada y los edificios cercanos también han sido parcialmente destruidos.
“Un residente nos dijo que hay una escuela no muy lejos de aquí. Al otro lado de la calle, hay edificios residenciales que, según dice, han sido evacuados siguiendo órdenes del ejército israelí”, remarca Bachega.
En otra zona bombardeada, en el barrio de Dahieh de Beirut, cuenta el periodista de la BBC Joel Gunter, hay un enorme cráter causado por un impacto donde hasta anoche había una tienda de dulces, un lugar de alquiler de coches y pisos de apartamentos encima.
Dentro del cráter, de tres pisos de profundidad, había evidencias carbonizadas y destrozadas de la vida familiar: ropa y libros, un escritorio aplastado, una nevera retorcida casi hasta quedar irreconocible.
Los residentes de la zona dijeron a la BBC que todos los que vivían en los apartamentos habían huido antes de que el edificio fuera destruido, tras una advertencia de las autoridades israelíes poco antes del impacto del misil. El ataque aquí fue uno de los 30 que se informó que cayeron sobre Dahieh anoche.
Entre las pertenencias, también se podían ver partes de una pequeña munición entre los escombros. El ejército de Israel dijo a la BBC esta mañana que habían “realizado una serie de ataques selectivos contra varias instalaciones de almacenamiento de armas y sitios de infraestructura terrorista pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah en el área de Beirut”.
A la vez, el apoyo a Netanyahu va perdiendo fuerza tanto dentro de Israel como fuera de sus fronteras.
En un último embate, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se detenga el envío de armas a Israel para su uso en Gaza, lo que ha provocado unas rápidas críticas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En una cumbre en París, Macron dijo que lamentaba la decisión de Netanyahu de lanzar una operación terrestre en el Líbano y dijo que era “inconsistente” que los países pidieran un alto el fuego mientras proporcionaban a Israel “armas de guerra”.
Macron dijo a la radio France Inter que “la prioridad es que volvamos a una solución política, que dejemos de enviar armas para luchar en Gaza”.
El primer ministro israelí condenó los comentarios de Macron y dijo que cualquier país que no apoyara a Israel estaba apoyando a Irán y sus aliados y representantes.
Netanyahu respondió.
“Mientras Israel lucha contra las fuerzas de la barbarie lideradas por Irán, todos los países civilizados deberían estar firmemente del lado de Israel. Sin embargo, el presidente Macron y otros líderes occidentales ahora están pidiendo embargos de armas contra Israel”, dijo.
“Debería darles vergüenza”, agregó Netanyahu.
La oficina de Macron respondió más tarde diciendo que Francia es un “fiel amigo de Israel” y describió la reacción de Netanyahu como “excesiva y alejada de la amistad entre Francia e Israel”.
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