
Este 25 de diciembre se estrena la película La Celda de los Milagros, un filme en el que el actor Omar Chaparro mostrará uno de sus papeles más emotivos de su carrera.
Héctor es un hombre con una condición neurológica que es padre y que por una confusión entra a la cárcel por un crimen que no cometió. Ante esto su vida está de por medio.
Se trata de un remake de la película Milagro en la celda 7 que se estrenó en Turquía en 2019.
En entrevista con Animal MX, Chaparro compartió un poco su experiencia en esta película, dirigida por Ana Lorena Pérez Ríos, que podrás encontrar a partir de hoy en la cartelera.
“Se creó un mundo atemporal, como una película de época. Nunca se define en qué año están sucediendo las cosas pero Ana Lorena y el departamento de arte lograron un universo mexicano que podría suceder en cualquier pueblito de Latinoamérica y con una historia maravillosa.
“Fue una experiencia que disfruté mucho. Todo se hizo en Colombia. Fue un personaje complejo y cuando se está cobijado por actores como Gustavo Sánchez Parra, Sofía Álvarez y Mariana Calderón, la niña que es una chispa.
“Al principio sí fue complejo el confiar en uno mismo, el dejar el prejuicio y la voz del juez para encarnar a un ser humano sin etiquetas y vivirlo”, compartió.
El actor destaca que este tipo de películas son necesarias en un mundo que hoy carece de empatía y vive de forma acelerada.
“Este tipo de historias son necesarias y más ahora que nos hemos hecho demasiado insensibles. A veces estamos buscando la satisfacción inmediata en el celular y las aplicaciones. Se nos olvida que hay historias, que hay personas que no pueden esperar un servicio.
“Creo que estas historias son precisamente lo que necesitamos, generar empatía y darnos cuenta que hay historias maravillosas en todos lados en las que lo único que importa es el amor”, agregó.
Para la interpretación de Héctor, su personaje, Omar Chaparro destacó que tenía nervios de realizar el papel pero gracias a la complicidad con la directora logró sacarlo adelante.
“Ana Lorena fue una cómplice, una aliada divina porque me dio la confianza. Estaba nervioso de hacer un personaje tan complejo en el que existe una línea delgada donde puedes hacer algo muy bueno y otro en el que podrías llevarte a la película entre las patas.
“Hubo confianza y madurez. Se logró y encarné a Héctor sin juzgarlo, simplemente encarnarlo porque era como un niño. A mí me recomendaron meterme como si fuera un niño más que meternos en terrenos neuronales”, recordó.
En cuanto a las diferencias de sus versiones anteriores como la turca y coreana, Omar Chaparro destacó que La Celda de los Milagros tiene algo especial.
“Para empezar la diferencia es que el universo que se construyó es muy mexicano. Se trató de hacer las cosas que no funcionaban bien y las mejoramos por lo que es una película distinta.
“Es otra versión. La estructura es similar pero hay muchos cambios. La directora hizo una película muy bella y estoy muy orgulloso de eso”, adelantó.
Otro de los temas es la competencia con las grandes producciones como Avatar 3, Anaconda y hasta la nueva entrega de Bob Esponja. Para el actor el público puede elegir pero pide que apoyen al cine nacional.
“Avatar se estrenó una semana antes que nosotros y costó 300 veces más nuestro presupuesto. Ellos apuestan por la tecnología y nuestra historia habla sobre la esperanza y la inocencia que puede tocar los corazones.
“Nuestra película está hecha por mexicanos y les pido que elijan primero la de nosotros. Muchos dependemos de ello y no estamos peleando con los blockbusters de Hollywood pero ahí está el menú para escoger”, pidió.
El actor al momento de realizar la entrevista se encontraba en recuperación luego de una operación de rodilla tras una lesión que tuvo en un rodaje.
Esto ocurrió durante las grabaciones de Venganza, una película de acción 100% que se estrenará el 26 de febrero.
De acuerdo con Omar Chaparro, esto le recordó a su admiración por Rambo.
“Tuve la cirugía de la rodilla porque me lesioné en una película que se llama Venganza. Se estrena el 26 de febrero y es una apuesta muy interesante de acción mexicana.
“De chamaco estaba obsesionado con Rambo y pasaron los años y me llegó esta película en la que soy una especie de Rambo mexicano. Uno pide milagros y cuando uno se los concede se le olvida que los habías pedido”, adelantó.
De igual forma en el lado musical presentará su cuarto LP y contendrá 18 canciones. En este destaca que tuvo libertad creativa y dio a conocer la fecha de estreno.
“Se viene el estreno de mi cuarto álbum que se llama Inesperado y estoy muy contento. El 26 de marzo podrán escucharlo completo y serán 18 canciones.
“En la música aquí no hay nadie que me diga cómo debo hacerlo. Es un producto artesanal que me llevó hacer tres años”, concluyó.

Los astrónomos han detectado señales de que nacen cada vez menos estrellas. Podría ser parte de un declive gradual del Universo y de todo lo que contiene. Pero ¿por qué? ¿Y cuánto deberíamos preocuparnos?
En las últimas dos décadas los astrónomos han ido notando pistas de que el cosmos tal vez ha pasado su mejor momento.
Una de esas señales es que menos estrellas han ido naciendo.
Ahora, eso no significa que el universo se está quedando sin estrellas. Hay estimaciones de que hay por lo menos un septimillón de ellas -eso es un número seguido de 24 ceros.
Pero los astrónomos creen que la producción de nuevas estrellas se está reduciendo.
El consenso científico actual es que el universo tiene una edad de 13.800 millones de años.
Las primeras estrellas se formaron poco después de que el Big Bang apareciera.
De hecho, el año anterior, el telescopio espacial James Webb halló un trío de estrellas en nuestra galaxia, la Vía Láctea, que se cree tienen una edad cercana a los 13.000 millones de años.
Las estrellas son esencialmente bolas gigantes de gas caliente que comenzaron su vida de la misma forma.
Ellas se forman en nubes enormes de polvo cósmico conocidas como nebulosas. La gravedad junta los gases, que eventualmente se calienta y se convierte en una estrella bebé, o como se le conoce, protoestrella.
A medida que el corazón de la estrella se calienta a millones de grados centígrados, los átomos de hidrógeno que están contenidos allí comienzan a agitarse para formar helio a través de un proceso llamado fusión nuclear. Esta reacción emite luz y calor y la estrella ahora está en una fase estable de “secuencia principal”.
Los astrónomos estiman que las estrellas en secuencia principal, incluido nuestro propio Sol, son aproximadamente el 90% de todas las estrellas del universo. El rango varía entre una décima parte hasta 200 veces la masa de nuestro Sol.
Eventualmente esas estrellas consumen su combustible y pueden tomar diferentes caminos en su manera de morir.
Estrellas con masas pequeñas como nuestro Sol entran en un proceso de desvanecimiento que puede durar miles de millones de años.
Para estrellas “hermanas” más grandes, con al menos ocho veces el tamaño del Sol, su final es más dramático: ellas se destruyen en una gran explosión conocida como supernova.
En 2013, un equipo internacional de astrónomos dedicados a estudiar las tendencias en la formación de estrellas afirmó que de todas las estrellas que iban a nacer en la historia del Universo, el 95% ya lo había hecho.
“Vivimos en un universo dominado por estrellas viejas”, dijo en ese momento el autor del estudio, David Sobral, en un artículo publicado en la revista Subaru Telescope.
En la línea del tiempo del universo, parece que su momento de mayor producción de estrellas ocurrió hace unos 10.000 millones de años, en un período conocido como el “Mediodía Cósmico”.
“Las galaxias convierten el gas en estrellas y lo están haciendo a una tasa decreciente”, explica el profesor Douglas Scott, cosmólogo de la Universidad de British Columbia en Canadá.
Scott es el coautor de un informe, que aún no se ha publicado, en el que se analiza información de los telescopios de la Agencia Espacial Europea, Euclides y Herschel.
Él y su equipo de investigadores espaciales fueron capaces de estudiar de forma simultánea cerca de 2,6 millones de galaxias, lo que fue posible gracias al mapa 3D del universo creado por la misión Euclides.
Los astrónomos estaban particularmente iuteresados en el calor que emiten las estrellas. Las galaxias con mayor tasa de formación de estrellas tienden a tener un polvo cósmico más caliente a medida que contienen estrellas más grandes y calientes.
El equipo halló que las temperaturas de las galaxias han ido disminuyendo en los últimos mil millones de años.
“Ya se nos pasó el momento de mayor formación de estrellas, y habrá cada vez menos formación de nuevas estrellas en el universo”, agrega Scott.
Es verdad que la muerte de las viejas estrellas puede llevar a la formación de nuevas usando el mismo material, pero no es tan simple.
Asumamos que tenemos una pila de materiales de construcción y la usamos para hacer una casa. Si queremos construir uno nuevo, podemos reciclar cosas de una casa vieja, pero no todo será útil.
“Eso significa que solo podemos hacer una casa más pequeña. Cada vez que hagamos una demolición, habrá menos materiales que sean útiles hasta que no se pueda construir nada”, señala Scott.
Eso es lo que pasa con las estrellas.
“Cada generación de estrellas tienen menos combustible para gastar y eventualmente no habrá suficiente combustible para hacer una estrella”, añade.
Y concluye: “Ya sabemos que las estrellas menos masivas son más comunes que las estrellas masivas en el universo”.
Los científicos han teorizado durante mucho tiempo que el universo llegará a su fin algún día. Simplemente no pueden estar seguros de cómo ni cuándo.
Una de las teorías más aceptadas actualmente es la muerte térmica.
También conocida como la “Gran Helada”, predice que a medida que el universo continúa expandiéndose, la energía se dispersará hasta que finalmente se enfríe demasiado para sustentar la vida. Las estrellas se alejan cada vez más, se quedan sin combustible y no se forman nuevas.
“La cantidad de energía disponible en el universo es finita”, explica Scott.
Pero antes de que mires con melancolía el cielo, la desaparición de las estrellas tomaría una cantidad astronómica de tiempo.
Scott estima que seguirán apareciendo nuevas estrellas durante los próximos 10 a 100 mil millones de años, mucho después de que nuestro Sol probablemente haya desaparecido.
En cuanto a la “Gran Helada”, podría tardar aún más: a principios de este año, astrónomos de la Universidad Radboud de los Países Bajos estimaron que el final llegaría en aproximadamente un quinvigintillón de años, es decir, un uno seguido de 78 ceros.
Hay tiempo de sobra, entonces, para apreciar las estrellas la próxima vez que haya una noche despejada.
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