¡Este año regresamos al mundo de Oz! La película Wicked es una de las adaptaciones más esperadas del 2024 y al fin tenemos el primer tráiler donde vemos brillar a Ariana Grande y Cynthia Erivo.
¿No sabes qué es Wicked? Es como una precuela de El Mago de Oz, pues muestra lo que pasó muchísimo antes de que Dorothy llegara a esta tierra mostrando los orígenes de la bruja mala del oeste y la bruja buena.
En la película conoceremos al Elphaba (Cynthia Erivo), una joven incomprendida debido a su inusual piel verde, que aún no ha descubierto su verdadero poder. Su camino se cruzará con el de Glinda (Ariana Grande), una joven popular, dorada por el privilegio y la ambición, que desconoce su verdadero corazón.
Ambas son estudiantes en la Universidad Shiz en la fantasiosa Tierra de Oz y forjan una amistad improbable pero profunda. Tras un encuentro con El Maravilloso Mago de Oz, su amistad llega a una encrucijada y sus vidas toman caminos muy diferentes.
La despiadada búsqueda de popularidad de Glinda la seduce hacia el poder, mientras que la determinación de Elphaba de permanecer fiel a sí misma y a quienes la rodean tendrá consecuencias inesperadas e impactantes en su futuro. Sus extraordinarias aventuras en Oz las llevarán a cumplir sus destinos como Glinda, la Buena y la Malvada Bruja del Oeste.
Este fue uno de los tráilers lanzados durante el Super Bwol 2024 y con él tuvimos nuestro primer vistazo detallado a las dos protagonistas y a cómo se verá la Tierra de Oz en esta nueva adaptación.
La historia de Elphaba primero se lanzó al mundo como una novela llamada Wicked: Memorias de una bruja mala, publicada en 1995 y escrita por Gregory Maguire.
El libro inspiró un musical de Broadway que se estrenó en 2003, con Idina Menzel y Kristin Chenoweth en los papeles protagonistas.
La puesta en escena fue todo un éxito, tuvo diez nominaciones a los premios Tony (los Oscar del teatro) y actualmente es el cuarto espectáculo de Broadway con mayores representaciones en la historia.
De hecho, en 2013 este musical llegó a la CDMX protagonizado por Danna Paola como Elphaba, y Cecilia de la Cueva como Glinda.
Durante años se habló del salto del musical a la pantalla grande y al fin en 2017 inició la preproducción con Stephen Schwartz, quien escribió la música y la letra del espectáculo de Broadway, adaptando el guión de la película Wicked con Winnie Holzman (quien también co escribió el musical).
Promete traer las canciones clásicas del musical, así como al menos dos nuevas que serán exclusivas para la película.
La película es dirigida por Jon M. Chu, mejor conocido por hacer la comedia romántica Crazy Rich Asians (2018).
Ya se metió en el mundo de los musicales en cines al dirigir Jem and the Holograms (2015) y otra adaptación del teatro al cine con In the Heights (2021).
La actriz Cynthia Erivo da vida a Elhpaba Thropp, la chica de piel verde que posteriormente se convierte en la Bruja Mala del Oeste.
Erivo tiene una enorme experiencia en Broadway, pues de 2015 a 2017 participó en el regreso de El color púrpura, por el que se llevó un Tony a Mejor Actriz en un Musical.
En cine la has visto en películas como Harriet y el remake live action de Pinocho de Disney como el Hada Azul.
Algo que ha llamado muchísimo la atención de la película Wicked es la participación de la cantante Ariana Grande, quien interpreta a Glinda Upland, la chica popular que más tarde se convierte en la Bruja Buena del Norte.
Aunque muchas personas conozcan a Ariana como una ganadora del Grammy, recordemos que ella empezó en la actuación (en la serie Victorious). Ha salido en la serie Scream Queens y en la película Don’t Look Up.
La ganadora del Oscar Michelle Yeoh también participa en la película Wicked dando vida a Madame Morrible, una bruja y directora de la universidad de Shiz, donde Elphaba y Glinda son estudiantes.
Recuerda que a Michelle Yeoh la viste en Todo en todas partes al mismo tiempo, Crazy Rich Asians, entre otras.
El famoso actor de Bridgerton, Jonathan Bailey sale en la película como Fiyero Tigelaar, príncipe de Winkie quien es una persona pícara y despreocupada, además de el interés amoroso de Elphaba.
En la película Wicked también saldrá en nominado al Tony Ethan Slater como Boq, un altruista estudiante Munchkin que termina siendo compañero de Elphaba y Glinda.
Slater es conocido por ser Bob Esponja en el musical del personaje y sí, es conocido por ser pareja de Ariana Grande desde 2023.
Marissa Bode hará su debut en el cine interpretando a Nessarose, la adorada hermana de Elphaba, quien no puede caminar, por lo que siempre anda en una silla de ruedas. Si te acuerdas bien de El Mago de Oz seguro ya te imaginas en quién se termina convirtiendo.
Marissa ha actuado en teatro comunitario desde muy niña, y al igual que su personaje usa una silla de ruedas.
Así es, nuestro querido Jeff Goldblum dará vida al mítico Mago de Oz, que en este caso es el principal antagonista de la historia.
La adaptación del musical a la pantalla grande será un mega evento, pues la película Wicked será dividida en dos partes.
La primera se estrena en cines el 28 de noviembre del 2024, mientras que la segunda llegará un año después, en noviembre del 2025.
Tras los ataques sin precedentes de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares en Irán el sábado, la amenaza de un posible cierre del estrecho —por el que pasa alrededor de una quinta parte del consumo mundial de petróleo— mantiene inquietos a los mercados.
El estrecho de Ormuz es uno de los pasos marítimos más importantes y estratégicos del mundo.
Alrededor de una quinta parte del consumo mundial de petróleo pasa por el estrecho de Ormuz, una ruta comercial que conecta a los productores de crudo de Medio Oriente con mercados clave en la región Asia Pacífico, Europa y América del Norte.
Se trata de un angosto canal que, en su punto más estrecho, separa a Omán de Irán por tan solo 33 kilómetros.
El curso marítimo crítico para el comercio global está ahora en el centro de la mirada de los mercados.
Tras los ataques sin precedentes de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares en Irán el sábado pasado, a ocho días de que Israel desplegara la mayor acción militar contra la República Islámica, el mundo está expectante a la reacción de Irán y todo parece indicar que el estrecho de Ormuz es una de las cartas que podría jugar.
El parlamento iraní ya aprobó una medida que le permite a Irán cerrar el paso, aunque la decisión final corresponde al Consejo Supremo de Seguridad Nacional.
Ahora es Estados Unidos el que le ha pedido a China evitar que Irán concrete esa amenaza. ¿Pero cuál es la importancia estratégica de este estrecho y qué consecuencias podría tener un eventual cierre?
Limitado al norte por Irán y al sur por Omán y los Emiratos Árabes Unidos (EAU), este corredor -que tiene solo unos 50 km de ancho en su entrada y salida, y aproximadamente 33 km en su punto más estrecho- conecta el Golfo con el mar Arábigo.
El canal tiene dos vías marítimas, y cada una mide apenas 3km.
Más allá de su extensión, el estrecho es lo suficientemente profundo como para permitir el paso de los barcos petroleros más grandes del mundo.
En la primera mitad de 2023, alrededor de 20 millones de barriles de petróleo pasaron diariamente por el estrecho de Ormuz, según estimaciones de la Administración de Información Energética de EE. UU. (EIA, por sus siglas en inglés), lo que representa un comercio energético anual de casi US$600 mil millones.
Esto lo convierte en el paso más importante para la producción petrolera mundial, incluyendo el crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que integran Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, así como la mayoría del gas natural licuado de Qatar.
Cualquier interrupción en el estrecho restringiría el comercio e impactaría en un aumento de los precios del petróleo a nivel mundial.
Pero su eventual cierre tendría un impacto particular sobre China, quien es el mayor comprador global de petróleo iraní y mantiene una estrecha relación con Teherán.
Con ese argumento fue que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, pidió a China que intervenga e impida un eventual bloqueo por parte de Irán.
“Animo al gobierno chino en Pekín a que hable (con Irán) al respecto, porque dependen en gran medida del estrecho de Ormuz para su petróleo”, dijo en una entrevista con Fox News el domingo.
“Si cierran el estrecho… será un suicidio económico para ellos. Nosotros tenemos opciones para lidiar con eso, pero otros países también deberían prestar atención. Les afectaría a ellos económicamente mucho más que a nosotros”, agregó.
El exjefe de la agencia de inteligencia británica MI6, Alex Younger, dijo a la BBC que el peor escenario posible en el conflicto en curso entre Irán e Israel incluía un bloqueo del estrecho de Ormuz.
“Cerrar el estrecho sería, obviamente, un problema económico enorme, dado el efecto que tendría sobre el precio del petróleo”, afirmó.
Sería un “territorio desconocido”, según Bader Al-Saif, profesor adjunto en la Universidad de Kuwait especializado en la geopolítica de la península arábiga.
“Tendría consecuencias directas en los mercados mundiales, porque veríamos un alza en el precio del petróleo y una reacción muy nerviosa de las bolsas ante lo que está ocurriendo”, dijo Al-Saif a la BBC.
Por supuesto, también afectaría a los países del Golfo, cuyas economías dependen en gran medida de las exportaciones de energía.
Arabia Saudita, por ejemplo, utiliza el estrecho para exportar alrededor de 6 millones de barriles de petróleo crudo por día -más que cualquier país vecino-, según investigaciones de la firma de análisis Vortexa.
Las normas de las Naciones Unidas permiten a los países ejercer control hasta 12 millas náuticas (13.8 millas terrestres) desde su costa.
Esto significa que, en su punto más estrecho, Ormuz y sus rutas de navegación se encuentran completamente dentro de las aguas territoriales de Irán y Omán.
Si Irán intentara bloquear los aproximadamente 3.000 barcos que transitan por el estrecho cada mes, una de las formas más efectivas de hacerlo -según expertos- sería colocando minas mediante lanchas rápidas de ataque y submarinos.
La marina regular de Irán y la marina del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) podrían, en teoría, lanzar ataques contra buques de guerra extranjeros y embarcaciones comerciales.
Sin embargo, los grandes buques militares podrían, a su vez, convertirse en blancos fáciles para ataques aéreos de Estados Unidos.
Las lanchas rápidas de Irán suelen estar armadas con misiles antibuque, y el país también opera una variedad de buques de superficie, embarcaciones semisumergibles y submarinos.
Los expertos coinciden en que Irán podría bloquear el estrecho temporalmente, pero muchos están igualmente convencidos de que Estados Unidos y sus aliados podrían restablecer rápidamente el flujo del tráfico marítimo por medios militares.
EE. UU. ya lo ha hecho antes.
A fines de la década de 1980, durante la guerra entre Irán e Irak, los ataques a instalaciones petroleras escalaron hasta convertirse en una “guerra de petroleros”, en la que ambos países atacaban barcos neutrales para ejercer presión económica.
Los petroleros kuwaitíes que transportaban petróleo iraquí eran especialmente vulnerables y, finalmente, buques de guerra estadounidenses comenzaron a escoltarlos a través del Golfo, en lo que se convirtió en la mayor operación de convoyes navales desde la Segunda Guerra Mundial.
Aunque Irán ha amenazado en repetidas ocasiones con cerrar el estrecho de Ormuz en conflictos anteriores, nunca ha llevado a cabo dicha acción.
Quizá el momento más cercano fue durante la guerra de los petroleros a fines de los años 80, pero incluso entonces el tránsito por el estrecho de Ormuz nunca se interrumpió de manera grave.
Si esta vez Irán cumple su amenaza, el resultado podría ser diferente.
Aunque China aún no ha respondido al llamado de Estados Unidos, es muy poco probable que Pekín reciba con agrado un aumento en los precios del petróleo o interrupciones en las rutas de navegación, y podría utilizar su peso diplomático para disuadir al gobierno iraní de llevar a cabo el bloqueo.
La analista energética Vandana Hari dijo que el gobierno iraní tiene “poco que ganar y demasiado que perder” si cierra el estrecho.
“Irán corre el riesgo de convertir en enemigos a sus vecinos productores de petróleo y gas en el Golfo, y de provocar la ira de su principal mercado, China, al interrumpir el tráfico en el estrecho”, dijo Hari a la BBC.
China, en particular, compra más petróleo de Irán que cualquier otra nación: sus importaciones de ese país superaron los 1,8 millones de barriles por día el mes pasado, según datos de la empresa de análisis Vortexa.
Otras importantes economías asiáticas -incluidas India, Japón y Corea del Sur- también dependen en gran medida del petróleo crudo que pasa por el estrecho.
El lunes, el gobierno chino manifestó que los ataques estadounidenses habían dañado la credibilidad de Washington y pidió un alto el fuego inmediato.
El embajador de China ante la ONU, Fu Cong, dijo que todas las partes deberían contener “el impulso de la fuerza”, según un informe de la televisión estatal.
En un editorial, el periódico estatal de Pekín, Global Times, también opinó que la participación de Estados Unidos en Irán “ha complicado y desestabilizado aún más la situación en Medio Oriente” y que estaba llevando el conflicto a un “estado incontrolable”.
*Con información de Adán Hancock, reportero de negocios de la BBC, y Gavin Butler, del servicio persa de la BBC.
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