
Hay franquicias que han marcado generaciones y una de esas es la del xenomorfo. Ante el estreno de Alien: Earth, te contamos cómo ver Alien en orden cronológico.
Hay que tomar en cuenta que todas las películas se enfocan en una humanidad que ya vive en el espacio, pero se enfrentan con el mortal Xenomorfo (o Alien), una especie extraterrestre hostil y endoparasitoide.
La franquicia nació en 1979 con la primera Alien de Ridley Scott y desde entonces ha inspirado secuelas, precuelas, novelas, cómics, videojuegos y hasta crossovers.
Uno de los cruces más populares ha sido el de Alien vs Depredador; sin embargo, no necesariamente comparten la misma línea del tiempo y es por eso que las hemos dejado fuera de esta cronología de Alien (aunque eso podría cambiar con Depredador: Badlands donde un joven Yautja y una androide Weyland-Yutani forman equipo).
En fin, ahí te va la cronología de Alien:
Digamos que el orden cronológico de Alien comienza realmente con esta precuela dirigida por Ridley Scott.
Aunque el inicio de la película se desarrolla en el año 2089 con arqueólogos descubriendo un antiguo mapa, el resto de la acción se desarrolla en el 2093.
La película explora a los Ingenieros, una especie que se piensa son los creadores de la humanidad, pero ahora están interesados en crear algo nuevo.
Aunque no aparece un Xenomorfo como tal, la película termina con una criatura alienígena, muy parecido al Alien que conocemos, saliendo del pecho de uno de los Ingenieros.
Está disponible en Disney+.
La película, también dirigida por Ridley Scott, empieza con un vistazo al pasado, cuando en 2024 Peter Weyland activa un nuevo androide con inteligencia artificial y este elige llamarse David.
Corte al 2104, once años después de que la expedición Prometheus desapareción. Aquí seguimos a la nave Covenant se dirige con toda una colonia humana a un planeta remoto, pero la nave es dañada en el viaje dejándoles en otro planeta aparentemente habitable.
Sin embargo, ahí se encuentran con David, el androide de Prometheus, quien continúa con su misión de criar a la especie alienígena.
Y pues claro que las cosas se ponen raras para los humanos, pues David se empeña en usarles para sus experimentos.
Originalmente había al menos otra película que explicaría todavía más la creación de los Xenomorfos y sería una conexión más directa con Alien (1979), pero el proyecto nunca pasó.
Mírala en Disney+.
La nueva serie de Alien también es precuela de la película original, pues todo lo que verás se desarrolla en el año 2120, dos años antes de los eventos en la nave Nostromo.
Algo que es muy diferente en esta entrega es que la acción no se desarrolla en una nave espacial o una luna distante, sino en la misma Tierra. El planeta está gobernado por cinco corporaciones: Prodigy, Weyland-Yutani, Lynch, Dynamic y Threshold. En esta era corporativa, los cyborgs (humanos con partes biológicas y artificiales) y los sintéticos (robots humanoides con inteligencia artificial) conviven con los humanos.
Pero todo cambia cuando el genio fundador y CEO de Prodigy Corporation desbloquea un avance tecnológico revolucionario: los híbridos (robots humanoides con conciencia humana). El primer prototipo híbrido, llamado Wendy, marca una nueva etapa en la carrera por alcanzar la inmortalidad. Tras la colisión de la nave espacial de Weyland-Yutani con Prodigy City, Wendy y otros híbridos se enfrentan a formas de vida misteriosas y más aterradoras de lo que nadie podría haber imaginado.
Estrena el martes 12 de agosto exclusivamente en Disney+.
La primera en salir en cines, es la tercera en este orden cronológico de Alien. Y es que su trama se desarrolla en 2122, apenas dos décadas después de lo que vemos en Covenant.
Aquí conocemos a Ellen Ripley (Sigourney Weaver), quien es parte de la nave comercial Nostromo que viaja por el espacio cuando la computadora, llamada Madre, detecta una señal de auxilio.
Esta señal lleva a la tripulación a una luna cercana donde encuentran un montón de huevos de facehuggers (o abrazacaras).
Así es como la película da una brillante introducción del ciclo del Xenomorfo, quien en su forma de facehugger pone huevos dentro del cierpo de la víctima. Luego, el bebé xenomorfo crece dentro del cierop hasta que está listo para salir por el pecho de su anfitrión.
Tras una intensa batalla con el xenomorfo adulto, la película termina con Ripley como la única sobreviviente humana y escapando del Nostromo.
Disponible en Disney+.
¡Así es, amix! La película de Alien más reciente se desarrolla justo entre Alien (1979) y Aliens (1986), pues se sitúa en el año 2142.
El director Fede Álvarez decidió no meterse directamente con la historia de Ridley y por eso los personajes son totalmente nuevos. Sin embargo, sin darte spoilers, verás grandes referencias a Alien (1979) y también elementos de Prometheus y Covenant.
La historia sigue a un grupo de jóvenes colonizadores que se adentran a una nave abandonada, solo para encontrarse cara a cara con la forma de vida más aterradora del universo: el xenomorfo.
Está disponible en Disney+.
No tuvimos suficiente de Ripley y por eso regresa en la cronología de Alien, pero ahora de la mano de James Cameron.
La película se desarrolla en el año 2179 y la historia empieza con la cápsula de Ripley siendo encontrada, por lo que despierta de su hipersueño.
Se da cuenta que ya hay una colonia en la misma luna donde la nave Nostromo y ella enconraron a los facehuggers. El contacto con la colonia se pierde y Ripley tiene que entrar de nuevo al rescate.
Aquí se explora un poco más de las intenciones de Weyland-Yuntani Corporation de usar a los xenomorfos para fines siniestros. También es la primera vez que nos encontramos con una Reina Xenomorfo.
Disponible en Disney+.
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David Fincher también le entró a esta saga y retomó una vez más a la heróica Ridley como protagonista.
Desarrollada inmediatamente después que la anterior, en el año 2179. Y es que Rypley, Newt y Hicks habían escapado y estaban en hipersueño, pero son interrumpidos debido a que en su nave hay un facehugger.
Así termina en un planeta prisión conocido como Fiorina “Fury” 161 que está habitado por prisioneros peligrosos.
El chiste es que aquí vemos a un facehugger haciendo lo suyo en un perro y tenemos un plot twist que supuestamente iba a terminar con la saga: Ripley es infectada y tiene una cría de xenomorfo dentro de ella. Y no cualquier cría, sino una reina.
Disfrútala en Disney+.
Alien en orden cronológico termina con esta entrega de
Jean-Pierre Jeunet y con Sigourney Weaver nuevamente como Ripley.
En 2379, doscientos años después de la muerte de Ellen Ripley, ella resurge como un clon, pero no llega sola. El experimento militar tamvién logra clonar una copia perfecta del embrión de la Alien reina que estaba en su torso.
El chiste es que la Reina y doce aliens logran escapar de su prisión y sí, será tarea de esta Ripley detenerles, pues la nave se dirige a la Tierra.
Es en esta película donde vemos a un híbrido Xenomorfo humano.
También puedes verla en Disney+.
Si quieres darte las películas como fueron saliendo en cine, entonces el orden de lanzamiento es:

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
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