
No importa qué día vayas, seguro encuentras algo qué hacer en el Centro Histórico. Así que si buscas plan para el fin de semana, mira esta lista de museos cerca del Zócalo y aprovecha para dar la vuelta.
Y sí, tu recorrido puede llevar el desayuno o la comida en esta zona aprovechando que Animal Gourmet nos dice dónde comer rico en el Centro.
Recuerda que esta ciudad es una de las que más museos tiene y muchos de ellos se encuentran en esta zona. Por eso aquí nos limitamos a dejarte museos que se encuentran tan solo a dos cuadras del Zócalo.
Aquí no solo se encuentran las oficinas de la Presidencia y de la Secretaría de Hacienda, puedes pasar y conocer sus jardines, museos o murales.
Podrás recorrer el Recinto Parlamentario (que albergó la Cámara de Diputados gran parte del siglo XIX), el Recinto de Homenaje a Benito Juárez, el Museo Histórico del Palacio Nacional, entre otros atractivos.
Accede por Moneda 4, Centro Histórico, de martes a domingo de 10:00 a 16:00. La entrada es libre y puedes ser parte de un recorrido guiado.
Si quieres más información o solicitar un recorrido para un grupo grande escribe [email protected].
Encontrarás varios museos cerca del Zócalo sobre la calle Moneda. Una parada es el Museo Nacional de las Culturas del Mundo, uno de los cinco museos nacionales del Inah.
Cuenta con las salas permanentes de Medio Oriente Antiguo (Egipto faraónico, Persia, Levante y Mesopotamia); Mediterráneo (Grecia clásica y Roma antigua); China, Corea, Japón y Türkiye
Además, siempre hay exposiciones temporales y en sus instalaciones hay toda clase de actividades educativas, artísticas y académicas.
Dónde: Moneda 13, Centro Histórico
Cuándo: martes a domingo de 10:00 a 18:00
Costo: entrada libre
También sobre la calle de Moneda puedes visitar el Museo UNAM Hoy, que se ubica en la antigua sede de la Real y Pontificia Universidad de México.
No solo es para conocer parte de la historia de esta universidad, sino que aquí se entrecruzan una ventana arqueológica que deja ver los vestigios de un templo prehispánico, muros coloniales, una escalinata decimonónica y objetos encontrados durante los trabajos de restauración.
Dónde: Moneda 2 (esquina con Seminario), Centro Histórico.
Cuándo: de martes a sábado de 11:00 a 17:00; el último acceso es 30 minutos antes del cierre
Costo: $20 general, $10 con credencial vigente de profesor o estudiante, gratuita con credencial de INAPAM y Comunidad UNAM (estudiantes, profesores, administrativos, exalumnos y Fundación UNAM).
Sabemos que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público puede no parecer llamativa, sin embargo tiene uno de los museos cerca del Zócalo que seguro no conoces.
Y es que en este espacio se realizan exposiciones de las colecciones de Pago en Especie y Acervo Patrimonial bajo resguardo de la SHCP. Igualmente, suele haber actividades artíctucas y culturales de distintas disciplinas.
Dónde: Moneda 4, Centro Histórico
Cuándo: martes a domingo de 10:00 a 18:00
Costo: entrada libre
Por ahí mismo encuentras el Museo Ex Teresa Arte Actual, que toma las instalaciones del ex templo y Convento de Santa Teresa la Antigua,
Se trata de una sede destinada a la creación, investigación y divulgación del arte y la cultura que van desde la experimentación sonora, audiovisual y escénica, performance y arte acción, videoarte e instalación de sitio específico.
Dónde: Lic. Verdad 8, Centro Histórico
Cuándo: martes a domingo de 11:00 a 17:00
Costo: entrada libre

El Palacio de la Autonomía es sede de la primera Rectoría de la UNA. Actualmente alberga la Sala de la Odontología Mexicana, la Fonoteca de Radio UNAM, y es sede externa del Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras.
Aquí puedes encontrar exposiciones temporales (actualmente está Brujería. Malleus Lameficarum), así como talleres y conferencias.
Dónde: Lic. Primo de Verdad No. 2, Col. Centro
Cuándo: Lunes a viernes de 10:00 a 18:00 horas
Costo: depende la actividad
Otro de los museos cerca del Zócalo que no puede faltar. Abrió sus puertas en 1987 y aquí mismo puedes recorrer y ver los vestigios del Templo Mayor (dedicado a Tláloc y a Huitzilopochtli), así como un altar tzompantli y la Casa de las Águilas.
El museo de sitio tiene los hallazgos más importantes que se han hecho en las excavaciones del Proyecto Templo Mayor.
Dónde: Seminario 8, Centro Histórico
Cuándo: martes a domingo de 09:00 a 17:00
Costo: $95 general (zona arqueológica + museo de sitio); descuento INAPAM, y estudiantes y maestros; domingos entrada gratuita.

Detrás de la Catedral Metropolitana, sobre República de Guatemanala, encientras el Museo Archivo de la Fotografía.
Este espacio está dedicado a preservar, organizar, conservar y divulgar los acontecimientos históricos ocurridos durante el siglo XX. Custodia más de dos millones de imágenes en diversos formatos, destacando algunas placas de vidrio.
Todo esto se divide en tres salas de exhibición, donde además de la colección permanente, hay muestras temporales. También hay conferencias, talleres, presentaciones, visitas guiadas, y más.
Dónde: República de Guatemala 34, Centro Histórico
Cuándo: martes a domingo de 10:00 a 17:00
Costo: entrada gratuita
Más que ser uno de los museos cerca del Zócalo, es un espacio donde hay toda clase de acrividadessobre arte, cultura, ciencia, cine y más.
Pero además, en su interior encuentras el museo de sitio donde el pasado y el presente conviven para preservar los restos aparentemente de un Cálmecac (espacio donde era educados hijos de los nobles).
Dónde: Pasaje cultural Guatemala 18 – Donceles 97, Colonia Centro
Cuándo: martes a sábados de 13:00 a 20:00 y domingos de 10:00 a 16:00
Costo: entrada libre
Sobre la calle de Madero, justo a dos cuadras del Zócalo, puedes encontrar este recinto que abrió sus puertas en 2006 a partir del deseo de Carlos Monsiváis de compartir su colección con todo el mundo.
Esta se integra por más de 20 mil piezas, entre las que destacan pinturas, dibujos, fotografías, grabados, documentos históricos, miniaturas, caricaturas y maquetas.
El acervo deja ver elementos de la vida política, cultural y social de México a través de los años. Tienen tanto exposiciones permanentes, como itinerantes. Igual no olvides darte una vuelta por su terraza.
Dónde: Isabel La Católica 26 esq. Francisco I. Madero
Cuándo: miércoles a lunes de 10:00 a 18:00
Costo: entrada gratuita


Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.