
El emblemático Paseo de la Reforma en la Ciudad de México se encuentra rodeado por monumentos e inmuebles que aún guardan la historia de este largo e histórico camino. Con ellos, además, se alzan en lo alto rascacielos, torres y grandes edificios que conviven con la moderna urbanización de la capital.
Un ejemplo de estas edificaciones son la Casa Austin, que se encuentra en el lobby de la Torre Reforma. Una edificación moderna que se encuentra en el Paseo de la Reforma, a unos pasos también de la icónica entrada de la Puerta de los Leones, que marca la llegada principal del Bosque de Chapultepec.
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Pese a que la casa Austin no es considerada un bien que forme parte del patrimonio cultural de la Ciudad de México, sí es un inmueble con valor artístico.
De acuerdo con el sitio del gobierno de la Ciudad de México, en su apartado dedicado a los rascacielos de la metrópoli, entre las grandes edificaciones que destacan a lo largo del Paseo de la Reforma se encuentran la Torre Mayor, la Torre BBVA, la Torre Chapultepec Uno, entre otras.
El arquitecto Benjamín Romano explica en entrevista para Animal MX que, desde su experiencia, la Casa Austin no la considera un edificio arquitectónico de trascendencia porque no cuenta con un diseño importante ni con las proporciones arquitectónicas. Tampoco es un monumento considerado una obra de arte.
Sin embargo, menciona que la casa sí mantiene la historia urbana de la CDDMX, principalmente sobre cómo era el Paseo de la Reforma en esa época.
“Cuando se construyó Paseo de la Reforma estaba lleno de casonas que, desafortunadamente, las fueron tirando y perdimos nosotros y las generaciones esa capacidad de tener una historia”, explica Benjamín Romano.

De acuerdo con el Instituto de Nacional de Antropología e Historia (INAH), Paseo de la Reforma es una famosa avenida que se construyó después de que la Nueva España se convirtiera en México y cuando la ciudad ya había adquirido otro carácter político.
En esta avenida se encuentran una serie de monumentos emblemáticos que formaron parte de la identidad nacional que Porfirio Díaz instauró en 1910.
A lo largo de la avenida también se preservan algunos edificios que son parte de su historia; así como estatuas y antimonumentos que rediseñan la historia y luchas sociales de la Ciudad de México.
Sin olvidar que en este catálogo de historia se encuentran aquellos inmuebles que fueron declarados monumentos de valor artístico por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL).
Un monumento artístico es aquél inmueble que, por decreto del o la presidenta de la república o, en su caso, por el Secretario de Educación Pública, cuenta con una amplia representación en el contexto urbano.
Pero eso no es todo, también debe contar con alguna corriente estilística determinada, un grado de innovación y que sus materiales y técnicas utilizadas en su construcción resaltan su valor.
Según el INBAL, en México existen 54 inmuebles declarados Monumento Artístico. Algunos ejemplos son la Columna de la Independencia, Ciudad Universitaria, el Museo Nacional de Arte que antes fue el Antiguo Palacio de Comunicaciones y Obras Públicas; el Palacio de Bellas Artes y el Monumento a la Revolución, todos en la CDMX.
Pese a que la Casa Austin, una casona que se encuentra frente a la Torre Reforma, tiene un valor artístico para la Ciudad de México, fue protagonista de una de las hazañas con resultado exitoso que la arquitectura moderna presenció durante la edificación de uno de los rascacielos más altos en la capital.
Para construir la Torre Reforma, por norma en la CDMX, se debían crear mil 100 cajones de estacionamiento por edificio. Sin embargo, para lograrlo, la Casa Austin, en ese momento, impedía que esto ocurriera.
La solución implicaba mover el inmueble. Sin embargo, este complejo procedimiento era la primera vez que se realizaría en México.
Para lograrlo, el arquitecto Benjamín Romano invitó al proyecto a Roberto Meli Piralla, doctor, ingeniero civil e investigador, quien dentro de sus proyectos es reconocido por su trabajo dirigido al estudio del comportamiento sísmico de las estructuras; así como, sus esfuerzos en la conservación y rehabilitación de edificaciones históricas.
“Lo invité. Le dije que la quería mover [la Casa Austin] y me dijo que sí, que sí era posible. Entonces nos reunimos el Dr. Meli; el maestro Enrique Santoyo, dueño de una empresa que trabaja con suelos y hace análisis de suelos; el Dr. Rodolfo Valle que es un ingeniero civil y doctor en estructuras; y yo. Los cuatro nos fuimos a la casa donde había un antro, nos prestaban la casa de día y en la noche había baile”, cuenta.
En una de las reuniones para planificar cómo moverían la casa, el arquitecto Romano recuerdaa que en una de esas ocasiones vio en la barra charolas llenas de copas vacías de la noche anterior.
“Recuerdo que les dije: por qué no hacemos una charola como esa y nos la llevamos. A todo el mundo le gustó la idea. Ahí acabó el problema y comenzamos a trabajar”, señala.

En el proceso, arquitectos e ingenieros pidieron permiso al INBAL y a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) ya que tienen cataloga a la casa. Con la participación del Dr. Meli ambas dependencias expidieron el permiso para la realización de las obras.
“Así lo hicimos y empezamos a reanudar la cimentación original de cantera de esta casa para meter varillas en ambos sentidos y después colamos la losa reticular, que es una losa que puedes ver en cualquier edificio. Hicimos una charola de ese material con un concreto [de alta resistencia] para compresión”, explica.
Fue un sábado 14 de febrero cuando arquitectos e ingenieros lograron, por primera vez, mover la Casa Austin. El inmueble permaneció seis semanas fuera de su sitio original.
“Me parece una audacia separar la casa del suelo, llevársela a hacer todo lo que tengas que hacer y regresarla (…) Entré en un momento de estrés muy fuerte porque, si bien, esta audacia estuvo medida y asesorada por grandes ingenieros y autorizada por las autoridades. Digamos que el riesgo era muy grande”, relata.
Pese a lo riesgoso que fue la operación, el arquitecto Romano pensó que nada iba a pasar ya que todo estuvo calculado el ingeniero Roberto Meli, quien no se iba a prestar para cometer un error, ni él mismo.
“Por eso fue una audacia y nadie lo ha hecho en el país”, concreta.
El arquitecto Benjamín Romano insistió en que el patrimonio inmobiliario se debe conservar porque da historia y un entorno distinto.
“Yo creo que la presencia de esta casa le da una categoría al lobby que no la tienen los edificios modernos, que tienen puras paredes de cristal y fuentes y cosas. Este le da una categoría histórica y creo que esa palabra es la que hace importante la preservación del patrimonio inmobiliario”, enfatiza.
De esta manera, para el experto la Casa Austin es un ejemplo de las casonas que fueron representativas para el Paseo de la Reforma hasta hace unas décadas y, hoy día, da identidad e historia.
“Eso es lo valioso. Estoy convencido que es un error perder el patrimonio inmobiliario. En Manhattan hay muy pocos edificios históricos y los pocos que hay, [como] el hotel Palace, que es super moderno, tiene una casona abajo. Por supuesto que tiene una mejor categoría que si te vas a la Torre Trump, que tiró a la basura la propiedad que había ahí”, finaliza.
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El gobierno de Venezuela asegura que tras la incautación del buque petrolero, quedan al descubierto “las verdaderas razones” de la agresión prolongada de Estados Unidos contra Venezuela.
El gobierno de Venezuela calificó de “robo descarado y acto de piratería internacional” la incautación de un buque petrolero llevada a cabo por fuerzas estadounidenses este miércoles frente a las costas de la nación sudamericana.
“La República Bolivariana de Venezuela denuncia y repudia enérgicamente lo que constituye un robo descarado y un acto de piratería internacional, anunciado de manera pública por el presidente de los Estados Unidos, quien confesó el asalto de un buque petrolero en el mar Caribe”, se lee en un comunicado publicado por el gobierno de Nicolás Maduro
“No es la primera vez que lo admite, ya en su campaña de 2024 afirmó abiertamente que su objetivo siempre ha sido quedarse con el petróleo venezolano sin pagar ninguna contraprestación a cambio, dejando claro que la política de agresión contra nuestro país responde a un plan deliberado de despojo de nuestras riquezas energéticas”, se le en la nota.
Previamente, fue el propio Trump quien anunció la interceptación y posterior incautación del buque.
“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, declaró el presidente estadounidense frente a la prensa en la Casa Blanca.
Un alto mando del Ejército de EE.UU. le dijo a la cadena CBS News, socio estadounidense de la BBC, que la misión se lanzó desde un buque militar y que participaron dos helicópteros, diez miembros de la Guardia Costera, diez marines y fuerzas especiales.
En su comunicado de este miércoles, el gobierno de Venezuela asegura que “en estas circunstancias, han quedado finalmente al descubierto las verdaderas razones de la agresión prolongada contra Venezuela“, añadió.
“No es la migración. No es el narcotráfico. No es la democracia. No son los derechos humanos. Siempre se trató de nuestras riquezas naturales, de nuestro petróleo, de nuestra energía, de los recursos que pertenecen exclusivamente al pueblo venezolano”.
El gobierno venezolano volvió a llamar a la ciudadanía a “mantenerse firme en defensa de la patria” y exhortó a la comunidad internacional a rechazar lo que considera una “agresión vandálica, ilegal y sin precedentes”.
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