Home
>
Analisis
>
Organizaciones
>
Una vida examinada: reflexiones bioéticas
>
¿Por qué importa la salud mental del personal de salud?
Una vida examinada: reflexiones bioéticas
Una vida examinada: reflexiones bioéticas
El Programa Universitario de Bioética (UNAM) desarrolla investigaciones interdisciplinarias, docencia y difusión que promuevan la... Continuar Leyendo
6 minutos de lectura

¿Por qué importa la salud mental del personal de salud?

El personal de salud tiene derechos, necesidades y límites. Garantizar su bienestar mental no es un lujo, es una obligación ética y práctica.
26 de febrero, 2025
Por: Sofía Teresa Díaz Torres

En un hospital abarrotado, una médica cirujana termina su turno; lleva más de 36 horas despierta y trabajando. Sus decisiones son cada vez más lentas y la carga emocional de atender a personas graves la tiene al borde del colapso. Este escenario es una realidad cotidiana para miles de trabajadores de la salud en México y el mundo, y su salud mental es un tema que debería estar al centro de las políticas públicas, en la agenda pública y en la conversación; sin embargo, el discurso de la vocación y la narrativa sobre lo que se piensa que el personal de salud debe ser, relegan esta importante conversación.

El personal de salud incluye a quienes brindan atención directa y a quienes ofrecen apoyo especializado (personal de apoyo, administrativo y de logística) y enfrentan demandas físicas, emocionales y éticas en su labor diaria, su labor es esencial para el bienestar de la sociedad y del sistema de salud.

La salud mental de cualquier ser humano implica más que la ausencia de enfermedad: la capacidad de llevar una vida plena, participar en la sociedad y perseguir metas personales. 1 Dado que el personal de salud opera bajo circunstancias de presión constante, su salud mental está vulnerada. Largas jornadas, decisiones de vida o muerte y la falta de recursos adecuados afectan su capacidad para brindar atención de calidad. Estudios recientes demuestran que los profesionales de la salud tienen un riesgo más alto de experimentar trastornos mentales como ansiedad, depresión y burnout, en comparación con la población general; 2, 3 sin embargo, se suele hablar de la vocación y se dice que la profesión médica es de héroes. Recordemos la pandemia de COVID-19 y la publicidad asociada con ese discurso de lo que deben ser o hacer, o las noticias. El discurso fomenta una narrativa donde el personal sanitario tiene que aguantar, entregarse, sostener y mantener como si tuviera capacidades extrahumanas y obligaciones por encima del resto de la sociedad.

Según Kant, cada individuo debe ser tratado como un fin en sí mismo, nunca como un medio para alcanzar otros objetivos; 4 sin embargo, las condiciones laborales actuales frecuentemente reducen a los trabajadores de salud a herramientas del sistema, valorándolos únicamente por su productividad.

Asimismo, el enfoque de capacidades, desarrollado por Amartya Sen 5 y Martha Nussbaum, 6 enfatiza la importancia de crear entornos que permitan a las personas desarrollar su potencial. Desde esta perspectiva, la salud mental es una capacidad central, ya que afecta directamente la posibilidad de vivir y trabajar con dignidad, aunque los trabajadores de salud enfrentan numerosas barreras estructurales que la limitan. Condiciones laborales precarias, discriminación de género y falta de apoyo emocional son sólo algunos de los factores que contribuyen a su desgaste.

Nussbaum también argumenta que el florecimiento humano es la meta última de cualquier sociedad justa. En el sistema de salud significa tener la oportunidad de desarrollarse plenamente, tanto personal como profesionalmente y de cumplir los sueños. Cuando el sistema de salud ignora su bienestar mental, les niega esta oportunidad. La sobrecarga de trabajo, la falta de reconocimiento y el estrés constante les impide florecer.

Además, la salud mental ofrece beneficios indirectos que se extienden más allá de las personas directamente involucradas. 7 Cuando los trabajadores de salud están bien, los pacientes reciben una mejor atención, las instituciones funcionan de manera más eficiente y la sociedad en general se beneficia.

A diario enfrentan dilemas éticos: decidir entre tratamientos, priorizar pacientes en contextos de escasez de recursos y manejar situaciones emocionalmente desgarradoras. 8 Para tomar decisiones éticas, necesitan una mente clara y libre, algo que se ve comprometido cuando están sometidos a estrés crónico o burnout, lo que afecta su desempeño profesional, impacta en su integridad moral y podría minar la confianza que se deposita en ellos.

A partir del análisis anterior, se observa que la salud mental de dicho personal depende de su desempeño en hospitales y centros de atención, pero sobre todo de un entorno que les permita vivir y trabajar en condiciones dignas. Por eso, para abordar los desafíos que enfrentan es esencial un enfoque integral que trascienda las paredes de los hospitales y se materialice en políticas públicas orientadas al bienestar humano. ¿Qué podemos hacer en nuestros entornos para promover el bienestar en salud? Algunas directrices clave para transformar esta teoría en acción son las siguientes:

  • Proveer ingresos justos y soluciones habitacionales adecuadas para garantizar estabilidad y calidad de vida.
  • Asegurar un entorno de trabajo seguro, con horarios razonables y respeto por los derechos laborales para proteger tanto al personal como a las y los usuarios.
  • Garantizar facilidades administrativas y servicios de salud accesibles y de calidad que refuercen su capacidad para atender a otros sin descuidar su propio bienestar.
  • Disponer de tiempo libre y acceso a espacios públicos de calidad para la recreación.
  • Reducir los tiempos y riesgos asociados con el transporte.
  • Promover dinámicas familiares justas donde las tareas domésticas y de cuidado no recaigan de manera desproporcionada en un sólo miembro —las mujeres, la mayoría de las veces—.

Estas medidas no pueden ejecutarse de forma aislada. Resolver esta problemática requiere la colaboración entre gobiernos, instituciones de salud y la sociedad. Asimismo, se requiere fomentar la participación ciudadana, la empatía y la solidaridad para construir un entorno donde las personas responsables de cuidar nuestra salud encuentren, a su vez, el cuidado que necesitan.

La transición de la teoría a la acción comienza con el reconocimiento de que la salud del personal sanitario es una prioridad colectiva y de que son la base de un sistema de salud justo y efectivo. Como sociedad no podemos permitirnos ignorarlo.

El personal de salud no está conformado por héroes, pero tampoco por mártires; son seres humanos con derechos, necesidades y límites. Garantizar su bienestar mental no es un lujo, sino una obligación ética y práctica, pues sólo al priorizar su salud se construirá un sistema que refleje los valores de justicia, equidad y solidaridad deseados. Cuidar la salud mental del personal de salud es reconocer el valor humano que nos conecta a todas y todos.

* Sofía Teresa Díaz Torres es médica cirujana y maestra en bioética por el Instituto Politécnico Nacional. Sus investigaciones se centran en la mejora de las condiciones laborales del personal de salud y la justicia en el acceso a la salud. Actualmente es residente de investigación en el Centro Médico ABC y estudiante del Doctorado en Bioética de la UNAM.

 

Las opiniones publicadas en este blog son responsabilidad exclusiva de sus autores. No expresan una opinión de consenso de los seminarios ni tampoco una posición institucional del PUB-UNAM. Todo comentario, réplica o crítica es bienvenido.

 

1 Lolas, F. (2013). “Reflexiones sobre salud mental y sus determinantes”. Revista de Psicología y Salud Mental 12, núm. 2 (2013): 85-93.

2 Mrklas, K., R. Shalaby, M. Hrabok, A. Gusnowski, W. Vuong, S. Surood, … & V. I. O. Agyapong. “Prevalence of perceived stress, anxiety, depression, and obsessive-compulsive symptoms in health care workers and other workers in Alberta during the COVID-19 pandemic: cross-sectional survey”. JMIR Mental Health 7, núm. 9 (2020): e22408.

3 Sharma, R., A. Saxena, R. Magoon, & M. K. Jain. “A cross-sectional analysis of prevalence and factors related to depression, anxiety, and stress in health care workers amidst the COVID-19 pandemic”. Indian Journal of Anaesthesia 64, suplemento 4 (2020): S242-S244.

4 Kant, I. Groundwork of the metaphysics of morals. M. J. Gregor, trad. Cambridge University Press, 1996. (Obra original publicada en 1785).

5 Sen, A. Development as freedom. Oxford University Press, 1999.

6 Nussbaum, M. C. Creating capabilities: The human development approach. Harvard University Press, 2011.

7 Varian, H. R. Intermediate microeconomics: A modern approach. 8a. ed. W.W. Norton & Company, 2010.

8 Beauchamp, T. L., y J. F. Childress. Principles of biomedical ethics. 7a. ed. Oxford University Press, 2013.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
La increíble historia de cómo se robaron de un palacio británico un inodoro de oro de más de 6 millones de dólares
7 minutos de lectura

El personal del Palacio de Blenheim le contó a la BBC cómo cinco asaltantes escaparon con un inodoro valorado en US$6 millones.

04 de junio, 2025
Por: BBC News Mundo
0

En la madrugada del 14 de septiembre de 2019, Eleanor Paice se despertó sobresaltada por el sonido de cristales rotos.

Como vivía en un apartamento para personal del Palacio de Blenheim, en Woodstock, Inglaterra, la supervisora de servicios al huésped estaba acostumbrada a ruidos extraños. Pero cuando las alarmas de incendios empezaron a sonar, supo que algo andaba mal.

Rápidamente salió hacia el patio principal. Pero, sin saberlo, se dirigía hacia el desenlace de un audaz robo.

Cinco hombres habían irrumpido en el palacio para robar un inodoro de oro macizo valorado en US$6 millones y huían en un Volkswagen Golf hurtado.

El inodoro, titulado “América”, llevaba solo dos días en exhibición en la majestuosa mansión del siglo XVIII, instalado como parte de una exposición del artista conceptual italiano Maurizio Cattelan.

Eleanor Paice
BBC
Eleanor Paice, miembro del personal del palacio, vio los momentos finales cuando la pandilla huyó con el inodoro.

Más de cinco años después, tres hombres fueron condenados por el robo.

James Sheen, de 40 años y residente de Oxford, Inglaterra, se declaró culpable de robo y transferencia de propiedad ilícita en 2024, mientras que Michael Jones, de 39 años y también residente de Oxford, fue declarado culpable de robo en el tribunal de Oxford el 18 de marzo.

Fred Doe, de 36 años y residente de Windsor, fue declarado culpable de conspiración para transferir propiedad ilícita. Bora Guccuk, de 41 años y residente del oeste de Londres, fue absuelto del mismo cargo.

Fue un delito que intrigó a los amantes del arte, deleitó a la prensa y dio lugar a innumerables bromas con temática urinaria.

La BBC obtuvo acceso exclusivo a lo que ocurrió tras bambalinas desde la perspectiva del personal del Palacio de Blenheim para comprender el robo y las fallas de seguridad.

“Nos robaron”

La noche anterior, el director ejecutivo de Blenheim, Dominic Hare, asistía a una glamurosa fiesta de inauguración de la exposición en el palacio, organizada por el propio Cattelan.

Era la primera vez que “América”, el inodoro de oro, se exhibía fuera de Nueva York y la presencia de la obra de arte estaba causando sensación.

Hare recuerda haberse escabullido de la fiesta con la esperanza de poder usar el baño, que estaba completamente funcional.

Pero al encontrarse con una fila, pensó: “No importa, no tiene sentido hacer cola. Puedo volver mañana y echar un vistazo”.

 Dominic Hare
BBC
El director ejecutivo del palacio, Dominic Hare, dijo que asumía toda la responsabilidad por las fallas de seguridad.

Pero pocas horas después, su colega, Eleanor Paice, era testigo de los momentos finales del robo cuando la obra de arte de 98 kg era trasladada a un auto.

Recuerda una escena confusa y rápida: «Solo había sombras y movimientos rápidos. Los vi acercarse al coche, subirse… y luego el coche salió disparado».

Desde el momento en que los ladrones entraron y salieron del patio, el audaz robo duró solo cinco minutos.

La policía llegó poco después, y solo cuando el personal registró el palacio se dieron cuenta de lo que había sido robado.

“Fue entonces cuando… sentí un vuelco en el estómago”, señala Paice. “Y pensé: ‘Esto es grave'”.

Al poco tiempo, el director ejecutivo se despertó con el zumbido de su teléfono: “Dom, nos robaron”.

Comentó que tardó unos instantes en darse cuenta de que no estaba soñando antes de correr al palacio.

Su alivio al ver que el personal estaba ileso se mezcló con el horror de ver la escena del crimen inundada y destrozada.

“Si el inodoro dorado que había allí se veía hermoso, perfecto, majestuoso e inmaculado, esto era todo lo contrario”, señala Hare. “Esto fue brutalizado, destrozado. Esto es un palacio. Los palacios no se destrozan”.

Cuando el palacio reabrió sus puertas un día después, la controversia fue abordada con un gesto triunfal.

El personal volvió a colocar cinta policial sobre el cubículo destrozado, a pocos metros de la casa natal de Winston Churchill, y exhibió la escena del crimen como parte de la exposición de Cattelan, ahora sin inodoro.

Hare dijo que, a pesar de su vergüenza, su ira lo impulsó a mantener la escena visible, pero también se dio cuenta de que podría ser un atractivo para el público.

Funcionó. En los días siguientes, Paice dijo que el palacio estaba “abarrotado”, con multitudes que querían ver la destrucción.

“La gente estaba más interesada en ver en dónde habían robado el inodoro de oro que en venir a ver el propio artefacto”, añadió.

robo de inodoro
BBC
Se decidió permitir que el público viera la escena del crimen cuando se reabrió la exposición.

Fallas de seguridad

El personal del palacio afirma que tuvo gracia la forma en que la prensa y el público abordaron el crimen, pero que el asalto los inquietó profundamente.

Paice comentó que Blenheim, que era un hogar seguro para ella, “no se sintió en calma” durante mucho tiempo.

“Siempre había una gran ansiedad. Si eso había ocurrido, cualquier cosa podría pasar”, afirmó.

Hare expresó su conmoción y agradecimiento de que nadie resultara herido, calificando a los ladrones como “las personas más peligrosas que jamás hayan visitado el Palacio de Blenheim”.

“Ese inodoro sobrevivió a Nueva York. Y si sobrevivió a Nueva York, debería haber sobrevivido al Palacio de Blenheim”, afirma Christopher Marinello, abogado especializado en recuperación de obras de arte que fue contratado por las aseguradoras para analizar el caso.

En su opinión, la seguridad de Blenheim “falló completamente”.

Christopher Marinello
BBC
El abogado especializado en recuperación de obras de arte, Christopher Marinello, describió el inodoro dorado como una “bandera roja” para los ladrones.

Lo que queda muy claro en las entrevistas con el personal del palacio es que el inodoro de oro de 18 quilates no se había considerado un riesgo para la seguridad.

Un mes antes del robo, Edward Spencer-Churchill, fundador de la Fundación de Arte de Blenheim, le dijo al Sunday Times: «No va a ser fácil de robar”.

“En primer lugar, está conectado a la red de agua y, en segundo lugar, un potencial ladrón no tendrá ni idea de quién lo usó por última vez ni de qué comió. Así que no, no pienso vigilarlo”.

Hare afirmó que estaban “mucho más preocupados” por otras obras de arte controvertidas de la exposición: una estatua de un Papa golpeado por un meteorito, banderas de Reino Unido sobre las que el público caminaba y una estatua de Adolf Hitler rezando.

Admitió que la condición del inodoro como peculiar objeto de arte había eclipsado el hecho de que valía US$3,6 millones solo en oro.

Se dejó sin vigilancia durante el horario de cierre, sin circuito cerrado de televisión que vigilara la puerta del cubículo.

Pero la banda aprovechó otras fallas de seguridad esa noche, como la ausencia de patrullas y puertas fáciles de forzar.

Incluso después del asalto, el personal no se dio cuenta de inmediato de que el inodoro había sido el objetivo.

Paice señala que imaginó brevemente que habían venido por el mechón de pelo de la infancia de Churchill, que se exhibe en el palacio.

“Ya no somos vulnerables”

En las semanas siguientes, Hare comenzó a revisar la seguridad a toda velocidad. Y asumió toda la responsabilidad por los fallos de esa noche.

“No fue una decisión democrática que tuviéramos cierto nivel de seguridad; en realidad fue mi decisión. En ese sentido, hice a Blenheim vulnerable. Y ya no somos vulnerables”, dijo.

El palacio renovó su seguridad con una “mejora muy significativa”, y a la vez, el robo fue una llamada de atención para otras casas señoriales.

El oro robado nunca se recuperó, pero la historia perdurará como una peculiar nota sobre uno de los palacios más populares de Reino Unido.

“Tiene una historia importante y seria, guerras que cambiaron el curso de la historia de un continente. En contraste, el robo es poca cosa”, comentó Hare.

“Pero en las historias de la gente de Blenheim, la gente que vivió aquí y dio vida a este lugar, fue un momento muy amenazante”.

“Me imagino a los guías dentro de 150 años; es el tipo de historia que podrán contar”.

line
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro canal de WhatsApp.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...

Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.