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Las niñas kenianas siguen sufriendo mutilación genital años después de su prohibición
Las niñas kenianas siguen sufriendo mutilación genital años después de su prohibición
Foto: AFP
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Las niñas kenianas siguen sufriendo mutilación genital años después de su prohibición

En comunidades masái del sur de Kenia, mujeres denuncian que la mutilación genital femenina sigue siendo una práctica extendida pese a su prohibición legal desde 2011.
20 de diciembre, 2025
Por: AFP
@AFP 

Las mujeres masái estallan en abucheos cuando un anciano de la comunidad, envuelto en una tradicional manta roja, afirma que la mutilación genital femenina prácticamente se erradicó en su comunidad, en el sur de Kenia.

Las mujeres saben que la mutilación de niñas -que consiste en la extirpación total o parcial del clítoris y de los labios menores- sigue siendo una práctica arraigada en algunas aldeas remotas del condado de Narok, a unas tres horas de la carretera asfaltada más cercana.

Sus defensores afirman que la mutilación es como un rito de paso. Sin embargo, la práctica provoca graves complicaciones de salud para las mujeres.

Lee: Una mujer es asesinada por alguien cercano cada 10 minutos; hogares, el lugar más peligroso para ellas, alerta la ONU

Una enfermera local dijo a la AFP que un 80% de las niñas de la zona siguen siendo afectadas, pese a que fue declarada ilegal en 2011.

“¿Por qué dicen que dejaron de hacerlo? Tenemos adolescentes que llegan al hospital mutiladas“, señala una mujer entre la multitud reunida en la aldea de Entasekera.

Las mujeres asienten con firmeza mientras que los hombres permanecen inexpresivos.

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Foto: AFP

La mutilación genital femenina (MGF) perduró durante décadas, pese a la presión para erradicarla, primero por parte de los colonizadores británicos y posteriormente de ONG kenianas e internacionales.

La práctica persiste en la comunidad debido a la creencia de que una niña debe ser mutilada antes del matrimonio y que, si no lo es, será objeto de ostracismo.

Actualmente, se sigue practicando no sólo entre las comunidades masái rurales del sur, sino también en el noreste, en zonas donde hay una diáspora somalí que registran tasas superiores al 90%.

También persiste en algunas zonas urbanas y en grupos con mayor acceso a la educación, donde los activistas señalan un auge de la “MGF medicalizada”.

Lee también: “Los refugios son un lugar de esperanza”: sobrevivientes y activistas insisten en garantizar recursos para protección de mujeres

Una encuesta gubernamental de 2022 indicó que, a nivel nacional, el porcentaje de adolescentes afectadas cayó del 29% al 9% desde 1998. Pero esa cifra no refleja la realidad en algunas zonas.

Muchos de los hombres masái presentes en la reunión afirman que la práctica debería desaparecer y uno argumenta que “una mujer no mutilada es mejor en la cama”.

Gritos e insultos

“Gritaba y me resistía”, relata Martha, de 18 años, que tenía 10 cuando dos mujeres, bajo la presión de su comunidad, la mutilaron en su casa en Narok East por decisión de su padre.

Más tarde, huyó a un refugio local dirigido por el activista Patrick Ngigi, quien afirma que su organización “Mission with a Vision” rescató a unas 3.000 víctimas de la MGF desde 1997.

El refugio, apoyado por el Fondo de Población de Naciones Unidas, cuenta con cámaras de vigilancia y botones de pánico para proteger a las niñas de padres y ancianos que se oponen a su labor.

“Es un trabajo peligroso. Te ganas muchos enemigos, pero con el tiempo te acostumbras”, comenta Ngigi, objeto de maldiciones por parte de ancianos de la comunidad.

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Foto: AFP

Ngigi señala que el cambio requiere educación, diálogo y acabar con la corrupción. “Cuando llega un policía y te encuentra haciéndolo, simplemente le das algo y continúas”, explica.

Una acusación que el agente de policía Raphael Maroa rechaza, pero reconoce que la mutilación sigue profundamente arraigada y que a muchas niñas se las llevan a Tanzania, en secreto, para someterlas al procedimiento.

También critica la falta de educación en la comunidad (la mitad de la población de Narok es analfabeta, según cifras de 2022) pero admite que sus dos hijas fueron mutiladas para evitar “conflictos con mis padres”.

“Monstruosa”

La de los masái es una de las comunidades más empobrecidas de Kenia. Durante décadas han ido perdiendo sus tierras: primero, por el colonialismo y, más recientemente, por el turismo. Esto hace que algunos sigan desconfiando de los forasteros que intentan cambiar su modo de vida.

Un joven masái dice que algunos de sus amigos aún creen en la mutilación genital femenina, pero afirma que las niñas ya no son maldecidas -una forma de control social utilizada por los ancianos- por negarse a ella.

Cynthia Taruru discrepa. Su padre la maldijo cuando su hermana, con estudios universitarios, la rescató de la MGF a los 11 años.

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Sentía que me iba a morir o que no podría tener hijos“, relata Taruru, hoy de 23 años. “Tuve que pagarle una vaca para que levantara la maldición”, detalla.

Según las autoridades sanitarias locales, las víctimas de MGF suelen sufrir fístulas y partos obstruidos, complicaciones que se agravan por las largas distancias hasta los centros de salud.

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Foto: AFP

Muchas mujeres jóvenes, para evitar que sus familias sean arrestadas por permitir la MGF, optan por dar a luz en casa, lo que aumenta el riesgo de complicaciones y de muerte.

Una práctica “monstruosa” que provoca “hemorragias, dolor e infecciones”, explica Loise Nashipa, una enfermera de 32 años de Entasekera.

Al caer la noche en el refugio de Ngigi, las niñas celebran la graduación de Cecilia Nairuko, de 24 años. Cuando tenía 15 años, logró escapar a la MGF y a un matrimonio concertado y se tituló como psicóloga.

Radiante, baila por las instalaciones con una toga de graduación. Pero su ánimo se ensombrece al hablar de su familia, ya que su padre y tres de sus cuatro hermanos aún no la perdonaron.

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Imagen BBC
Qué es la flota de buques fantasma por la que se acusa a Venezuela de burlar las sanciones para exportar su petróleo
8 minutos de lectura

Casi siete años después de la imposición de sanciones por parte de EU la exportación petrolera de Venezuela parece haberse recuperado de forma significativa gracias a la contribución de la llamada flota fantasma. BBC Mundo te cuenta de qué se trata.

11 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Cuando en 2019 el presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso sanciones a la industria petrolera de Venezuela para presionar al gobierno de Nicolás Maduro, las exportaciones de crudo venezolano cayeron hasta unos 495.000 barriles diarios. Seis años más tarde, las sanciones siguen en pie, pero las exportaciones petroleras de Venezuela han vuelto a crecer hasta ubicarse en torno al millón de barriles diarios.

Aunque se trata de una cantidad pequeña para un país que en 1998 -antes de la llegada al poder de Hugo Chávez- producía tres millones de barriles diarios, esta recuperación de parte de la exportación de crudo es un indicativo de que las sanciones contra Venezuela no están funcionando como EE.UU. esperaba.

Y es que el gobierno de Maduro ha ido encontrando la manera de ir reactivando la producción y de crear nuevas vías para vender el crudo venezolano esquivando las sanciones.

En esa tarea de comercialización ha jugado un rol central la llamada “flota fantasma”: una serie de tanqueros petroleros que por medio de distintas estratagemas logran ocultar su labor como barcos de transporte de petróleo sancionado por las autoridades estadounidenses.

Una de estas embarcaciones fue interceptada e incautada este miércoles por las fuerzas militares de EE.UU. cuando se encontraba en aguas frente a las costas de Venezuela.

“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, dijo Trump al anunciar la operación ante la prensa en la Casa Blanca.

El gobierno de Maduro reaccionó calificando la incautación como “un robo descarado y un acto de piratería” y dijo que acudirá ante instancias internacionales existentes para denunciar lo ocurrido.

Donald Trump, de traje azul y corbata roja, durante una sesión en la Casa Blanca, 10 de diciembre, 2025
Getty Images
La incautación del buque es una de varias acciones con las que Donald Trump busca presionar el gobierno de Nicolás Maduro.

Esta acción estadounidense aumenta las tensiones con Caracas que se han ido intensificando desde que en agosto de este año el gobierno de Trump inició un gran despliegue militar en aguas del Caribe con el objetivo oficial de combatir el narcotráfico, pero que muchos analistas creen que tiene como objetivo final forzar un cambio de régimen en Venezuela.

Más allá de su posible objetivo político, la medida tiene un impacto económico pues dificulta aún más las exportaciones petroleras venezolanas al meter presión sobre la flota fantasma.

Pero, ¿qué sabemos sobre cómo operan estas embarcaciones?

Un fenómeno en auge

La utilización de flotas fantasmas es un fenómeno en aumento que ocurre no solamente en el caso venezolano, sino también de otros dos países petroleros sometidos a sanciones por parte de EE.UU. y de potencias occidentales: Rusia e Irán.

La empresa de inteligencia financiera S&P Global estima que uno de cada cinco petroleros en el mundo son usados para vender de contrabando petróleo procedente de países bajo sanciones.

De estos, el 10% transportarían solamente crudo venezolano, un 20% haría lo mismo con el iraní, mientras que 50% se dedica en exclusiva al petróleo ruso. El 20% restante no estaría atado a ningún país en particular y puede transportar petróleo de más de uno de estos países.

Según estimaciones de la firma de análisis marítimo Windward, la flota clandestina cuenta con unas 1.300 embarcaciones.

Las sanciones petroleras buscan desincentivar a países o empresas a adquirir o involucrarse en cualquier operación relacionada con crudo procedente de los países castigados.

Ante ello, los países sancionados optan por ofrecer su petróleo con grandes descuentos para que haya operadores, empresas o países que estén dispuestos a correr el riesgo de comprarlo, aplicando -eso sí- algunos trucos para disimular su origen.

Barcos petroleros esperan ser cargados en el lago de Maracaibo
Getty Images

Barcos que engañan

Una de las estrategias más frecuentes que aplican estos tanqueros para evadir las sanciones es cambiar con frecuencia -a veces varias veces en un mes- de nombre o de bandera.

En el caso, por ejemplo, del petrolero incautado este miércoles, se trata de un barco llamado The Skipper, según informó CBS News, socia en EE.UU. de la BBC.

Esa misma cadena dijo que se trata de un barco sancionado por el departamento del Tesoro de EE.UU. desde 2022 debido a su supuesto rol en una red de contrabando de petróleo que ayuda a financiar a la Guardia Revolucionaria de Irán, así como a la milicia chiita libanesa Hezbolá.

CBS indicó que al momento de ser sancionado el petrolero tenía por nombre Adisa (inicialmente se llamaba The Tokyo) y era una de las embarcaciones vinculadas con el magnate petrolero ruso Viktor Artemov, quien también se encuentra bajo sanciones.

Al referirse a ese tanquero este miércoles, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, dijo en la red social X que esa nave era usada para transportar petróleo procedente de Venezuela e Irán, dos países bajo sanciones.

Un elemento interesante sobre The Skipper es que es un barco con 20 años de antigüedad y ese es otro elemento usual entre los tanqueros de las flotas fantasma: muchos son barcos viejos, pues las grandes navieras suelen deshacerse de estos barcos cuando tienen 15 años de servicio y luego de 25 años suelen ser enviados al desguace.

Justamente otro truco aplicado por estos barcos es usurpar la identidad de alguno de esos barcos enviados a desguace, emitiendo los números de registro únicos que la Organización Marítima Internacional le otorgó a esas embarcaciones. Así se convierten en lo que se conoce como barcos zombis, pues lo que hacen es similar a alguien que usa la identidad de una persona muerta.

Un caso de este tipo relacionado con Venezuela ocurrió en abril pasado cuando un barco llamado Varada llegó a aguas de Malasia, tras un viaje que había iniciado dos meses antes en Venezuela.

La embarcación juntaba dos elementos sospechosos: tenía 32 años y la bandera de las Comoras, popular entre barcos que no quieren ser detectados.

Una investigación de la agencia Bloomberg descubrió que se trataba de un barco zombi, pues el verdadero Varada había sido desguazado en 2017 en Bangladesh.

Un buque con bandera de Liberia transfiere petróleo a un buque con bandera de Rusia
Getty Images
Las flotas fantasmas suelen transferir su petróleo a otra embarcación en alta mar.

Otras formas habituales de operar de los barcos de flotas fantasmas consiste en “disfrazar” el origen del crudo transfiriéndolo en aguas internacionales a petroleros sin problemas legales con otras banderas, que son los que se encargan de llevar el crudo hasta su destino, presentándolo como procedente de un país no sancionado.

Ese fenómeno se produjo, por ejemplo, en el caso de las exportaciones petroleras venezolanas hacia China durante el primer gobierno de Trump. Según expertos consultados por BBC Mundo hubo un momento en el que en las estadísticas oficiales de comercio de China aparecía como si ese país no estaba adquiriendo crudo venezolano cuando, en realidad, sí lo estaba haciendo.

Esto era posible porque ciertas refinerías compraban el petróleo a estos barcos que habían adquirido la carga en aguas internacionales y que la presentaban como procedente de países no sancionados.

Un último truco usual entre este tipo de tanqueros consiste de desactivar el sistema de identificación automática, a través del cual se transmiten datos como el nombre, la bandera, la posición, la velocidad o el rumbo de la embarcación. La manipulación de estos datos permite ocultar la identidad, ubicación y rumbo de las naves.

Una flota fantasma en aparente crecimiento

La investigación de Bloomberg en abril detectó el caso de cuatro barcos zombis que transportaban crudo venezolano.

La agencia de noticias recurrió al análisis de imágenes satelitales y las comparó con fotos históricas de los cuatro barcos cuyos nombres y números de identificación estaban usando.

Más recientemente, la ONG Transparencia Venezuela emitió un informe basado en la observación de lo que ocurrió en los puertos petroleros de ese país en octubre de este año.

Según ese reporte, hubo 71 tanqueros extranjeros en modo visible en los puertos de la petrolera venezolana Pdvsa, de los cuales 15 están bajo sanciones y nueve se relacionan con flotas fantasmas.

Transparencia encontró que en promedio hubo 24 petroleros que estaban ubicados cerca de tres puertos en el occidente y oriente de Venezuela y que estaban operando en modo furtivo, pues no tenían activas sus señales reglamentarias de posicionamiento.

De igual modo, Transparencia afirma haber detectado seis operaciones de transferencia de carga de un buque a otro, cerca de la bahía de Amuay, en el occidente del país.

De igual modo, hubo una mayoría de barcos con banderas de países considerados como paraísos regulatorios, por tener normas de supervisión laxas, lo que termina facilitando las operaciones de este tipo de embarcaciones.

Un enorme buque petrolero atraca en la terminal de crudo del puerto de Yantai, provincia de Shandong, China, el 25 de abril de 2024
Getty Images
Los barcos zombis son los que navegan con la identidad de otros que han sido desguazados.

Así, de los 71 barcos, 29 tenían la bandera de Panamá, seis de las islas Comoras y cinco de Malta.

En su informe, Transparencia indica que 38 de estos petroleros pasaron más de 20 días sin tocar puerto, algo que contrasta con los barcos de la petrolera estadounidense Chevron (autorizada por Washington para operar en Venezuela) que al llegar toman su carga y se marchan en un plazo máximo de seis días.

“La permanencia extendida en las áreas portuarias del país, sin llegar directamente a las terminales petroleras, arroja serias dudas sobre el tipo de operaciones que esos buques realizan”, señaló Transparencia en relación con los barcos que tardaban muchos días sin tocar puerto.

En todo caso, dado que la operación de intercepción e incautación realizada este miércoles se originó en el portaviones Gerald Ford -el más grande del mundo-, que ahora forma parte del masivo despliegue de fuerzas realizado por EE.UU. en aguas del Caribe frente a Venezuela, es probable que la posibilidad del gobierno de Maduro de recurrir a la flota fantasma se vea limitada de una forma importante.

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BBC

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