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Bisontes, lobos, perritos: gracias al trabajo científico, *las praderas mexicanas de Janos vuelven a la vida*
Bisontes, lobos, perritos: gracias al trabajo científico, *las praderas mexicanas de Janos vuelven a la vida*
Ilustración: @RE_Ilustrador y @Driu_Paredes
9 minutos de lectura

Bisontes, lobos, perritos: gracias al trabajo científico, *las praderas mexicanas de Janos vuelven a la vida*

15 de enero, 2021
Por: Ana Estrada

Somos la primera generación mexicana en un siglo que vuelve a ver a una manada de bisontes americanos pastando bajo el sol de las planicies del norte del país.

Poco a poco, y con un trabajo de más de 30 años de biólogos y conservacionistas, El dador de vida, como le llamaban las tribus nativas norteamericanas, vuelve al que siempre fue su territorio y los pastizales mexicanos, descuidados por tanto tiempo, se recuperan del maltrato y el olvido al que han sido sometidos.

De ahí la sorpresa que ha generado la Reserva de la Biosfera de Janos, en Chihuahua, recientemente: la biodiversidad que resguarda la convierte en el Área Natural Protegida más representativa de este ecosistema en el país y una de las más extensas de su tipo en el continente.

“Descubrimos que es una región que tiene tantos mamíferos grandes como el Parque Nacional de Yellowstone (Estados Unidos)”, dice el doctor Gerardo Ceballos, investigador y titular del Instituto de Ecología de la UNAM. “Es una zona de extraordinaria diversidad biológica”.

Ceballos y su equipo fueron los iniciadores del proceso de recuperación y conservación de los pastizales de Janos.

Sin su trabajo de investigación, probablemente el área natural protegida no sería tan grande como lo es ahora o la declaratoria de conservación habría tardado más en llegar.

¿Y cómo no? Es un área de más de 526,000 hectáreas, lo que la convierte en una de las reservas de la biosfera más grandes del país, después de El Vizcaíno, en Baja California; Calakmul, en Campeche; Alto Golfo de California, en Baja California y Sonora; El Pinacate, en Sonora; Islas Marías, en Nayarit; y los Archipiélagos de Revillagigedo, en Colima.

Además, no sólo hay bisontes, también es hogar de perritos de la pradera, borrego cimarrón, venado bura, venado colablanca, coyotes, pumas, águila real, linces, pumas, guajolotes silvestres y una larga lista de especies endémicas, es decir, que sólo en México existen.

Foto: Antonio Esquer para Conanp (100 años de conservación en México).
Foto: Antonio Esquer para Conanp (100 años de conservación en México).

Los perritos de las praderas marcaron el inicio

A finales de los 80, en un recorrido del doctor Gerardo y su equipo por la zona de Janos, encontraron, de forma fortuita, una colonia de perritos de la pradera, especie que se creía inexistente en México y casi extinta en Estados Unidos.

Estos animalitos eran considerados una plaga y a principios del siglo pasado se exterminaron casi por completo pues se creía que competían con el ganado o que afectaban las cosechas de granos.

Una política de exterminio, aunado a las plagas (como la peste bubónica), casi acaba con los perritos de la pradera en Norteamérica; su -casi- desaparición provocó un efecto en cadena: los hurones de patas negras, otra especie representativa de los pastizales, se declaró “posiblemente extinta” en los 70.

“Encontré a los perritos de las praderas a finales de los 80 y una manada de bisontes que había en la región. Con eso empezamos a estudiar a los animales y en 2005 empezamos estudios y presentamos la propuesta a la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conanp) para hacer la reserva y, finalmente, fue decretada”, dice el doctor Gerardo.

Ese decreto de protección de los pastizales llegó en 2009 y esa manada de bisontes migraba cada año entre México y Estados Unidos hasta que un ranchero estadounidense puso una cerca y no permitió salir al grupo de sus territorios.

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Foto: Ganesh Marín | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM.
Foto: Ganesh Marín | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM.

Los pastizales: un ecosistema ‘ninguneado’

El paisaje de los pastizales se extiende hasta donde la vista alcanza: el cielo, de un azul intenso, delata la lejanía de las ciudades y acá abajo, en la tierra, sólo pastos amarillos con algunas motas verdes por aquí y por allá. El contraste de los colores le da al lugar una dimensión monumental.

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Proteger la Reserva de la Biosfera de Janos es proteger las últimas praderas del norte de México.

Este ecosistema, explica la bióloga María Elena Rodarte, directora regional de la Zona Norte y Sierra Madre Occidental de la Conanp, es uno de los menos considerados en materia de conservación, pero tiene una cantidad impresionante de especies de mamíferos, reptiles, aves, insectos.

Son ecosistemas altamente biodiversos”, por eso la declaratoria de Área Natural Protegida, dice la experta.

Pero así como son biodiversos, también son poco comprendidos.

“Es una falta de conocimiento por parte de la gente que es propietaria de la tierra porque consideran al pastizal como un tipo de vegetación que no es tan importante productivamente, como los bosques”.

Pero cada ecosistema es un universo y si bien el pastizal no es el mejor lugar para cultivo, sí tiene potencial para el establecimiento de ganadería planificada que establezca claramente la capacidad de animales (como vacas) que puede soportar la reserva sin un impacto ambiental importante.

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Lo importante a destacar, dice el doctor Gerardo Ceballos de la UNAM, es que a pesar de todos los obstáculos que existen, en Janos se mantienen los pastizales y los bosques y, calcula que sólo hay daños ambientales importantes en el 15% de la reserva, “lo demás sigue estando en muy buenas condiciones”.

Pastizales de la reserva de la biosfera de Janos, Chihuahua. Foto: Ganesh Marin | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM
Foto: Ganesh Marin | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM

Conservar las especies: una relación de ganar-ganar

En Janos conviven desde el bisonte, el mamífero más grande del continente, hasta los perritos de las praderas.

Como ya lo explicamos, los perritos se consideraban una plaga en México, Estados Unidos y Canadá. Nada más alejado de la realidad.

“Los científicos los llamamos una especie clave, pues si ves su abundancia no esperarías que tiene tal impacto”, dice el doctor Gerardo Ceballos, de la UNAM.

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Para empezar: hacen muchos agujeros en el suelo porque viven en madrigueras subterráneas que, al mismo tiempo, se convierten en hábitat y refugio de especies como zorritas del desierto, serpientes, tortugas y hasta búhos.

Esos hoyos también ayudan a que el agua no se estanque ni erosione el suelo, sino que se infiltre y llegue a los mantos freáticos, mantienen la humedad y, al sacar la tierra, oxigenan el suelo.

Por si eso no fuera poco, son alimento de especies como el hurón de patas negras, águilas o coyotes.

¿Algo más? Pues sí, a los perritos no les gustan los arbustos porque se paran en sus dos patitas para verificar que no haya depredadores cerca, entonces mantienen a raya la vegetación que les tape la vista y que, al mismo tiempo, puede provocar la desertificación del área, como los mezquites. “Si no hubiera perritos, lo que pasaría es que se torna desértica un área”.

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Y para aquellos que pensaban que competían por el alimento con el ganado, también hay sorpresas: “hicimos un experimento muy grande en 500 hectáreas, y lo que encontramos es que no solamente no competían, sino que los perritos comen pastos y las vacas comen otras plantas que las ayudan a mantenerse mejor, es decir, es una situación de beneficio mutuo”.

Perritos de la pradera en Janos, Chihuahua. Foto: Ganesh Marin | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM
Foto: Ganesh Marin | Cortesía doctor Ceballos, Instituto de Ecología de la UNAM

¿Y los bisontes, ‘amá?

Los bisontes americanos son los agricultores de los pastizales y desiertos.

Estos animales, que llegan a medir 1.6 metros de alto y pesar más de 1,000 kilos, dispersan semillas importantes para la producción de plantas, que además sirven de alimento para otras especies.

“Desde 2009 impulsamos el programa para la conservación y repoblación del bisonte americano para recuperar su papel ecológico que tiene en la conservación de pastizales que se extienden en Sonora, Chihuahua, Coahuila, Durango”, explica la bióloga María Elena Rodarte, de la Conanp.

A excepción de una pequeña manada (sí, esa que migraba entre Estados Unidos y México y que un ranchero impidió que volviera a nuestro país), el bisonte estaba considerado casi extinto en México y en grave peligro de extinción en el resto de América del Norte en parte porque los pastizales fueron transformados en áreas agrícolas, pero también por la caza indiscriminada y enfermedades propagadas por el ganado.

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Según explica la Conanp, a estos animales de enormes narices, ojos negrísimos y un pelaje profundo, las tribus indígenas de Norteamérica lo llamaban Dador de vida, por su fortaleza y agilidad y por proveerles de alimento, vestimenta, armas, indumentaria religiosa y materiales de construcción.

Bisonte americano. Foto: Conanp
Foto: Conanp

Aunque el proyecto para repoblar los pastizales mexicanos inició formalmente en noviembre de 2009, cuando se liberaron 23 bisontes que fueron donados por el Servicio Nacional de Parques de Estados Unidos, la investigación de su importancia inició a finales de los 80.

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Estos ejemplares, explica el doctor Ceballos, son “genéticamente puros”, es decir, es la especie que habitaba hace cientos de años y no una cruza con algunas especies de ganado, como se ha hecho para ayudar a su conservación.

Este año, después de 100 años de no ver en libertad a estos animales, la Conanp y la Semarnat mostraron al mundo las imágenes impactantes de la reserva nevada y los bisontes pastando.

Estos bisontes son parte de una segunda manada de 19 animales que se unen a los poco más de 200 que ya corren libres por el norte del país.

¿Qué sigue para la Reserva de la Biosfera de Janos?

Seguir con el proceso de repoblación de especies nativas de los pastizales, como los bisontes, pero también lobos mexicanos. Desde 2011, la Conanp tiene un programa de repoblación de esta especie.

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Además, se busca que vuelvan a verse comunidades importantes de berrendos, borregos cimarrones, recuperar la diversidad perdida y compaginar el desarrollo de la ganadería y la agricultura, incluso la cacería, con la conservación para, de esta forma, darle beneficios a los pobladores locales.

“Hay dos especies que sería importante reintroducir y que son importantes: el ciervo rojo y el oso gris. La idea es que en esta década logremos reintroducir a los ciervos, pero los osos grises que se extinguieron sí son difíciles”, dice el doctor Gerardo Ceballos.

¿Qué piensan los dos expertos que dedican su vida a Janos al ver el avance en su conservación?

“Empecé esto cuando terminaba mi doctorado en Arizona y soñaba en lograr que se declarara una reserva. Ahora me da mucha esperanza pensar que a pesar de que tenemos tantos problemas en el país, también tenemos casos de éxito como este. Me da esperanza y alegría, me da fuerza para seguir trabajando”, dice Gerardo Ceballos.

Es un logro. Para empezar, liberar estas especies es difícil: traerlos es un proceso de gestión muy largo que implica acuerdos entre países y acuerdos con los dueños de las tierras para que se comprometan a cuidarlos. Recordemos que los principales depredadores del planeta somos nosotros, y desgraciadamente la gente privilegia las actividades que les dan beneficio económico”, concluye la bióloga María Elena Rodarte.

Una bisonte amamantando a su cría. Foto: Alfonso Prieto Tinoco para Conanp (libro: 100 años de Conservación en México)
Foto: Alfonso Prieto Tinoco para Conanp (libro: 100 años de Conservación en México)
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Imagen BBC
Qué ha pasado en Gaza desde el alto el fuego y por qué el conflicto no ha terminado
12 minutos de lectura

Mas de 350 palestinos han muerto desde el pasado 10 de octubre en Gaza, donde seis semanas después del inicio del alto el fuego la situación sigue siendo desesperada para la gran mayoría de sus habitantes.

04 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
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Israel y Hamás sellaron el pasado 10 de octubre un acuerdo de cese el fuego que debía poner fin a dos años de un conflicto que ha devastado la Franja de Gaza.

Seis semanas después del inicio de ese cese de hostilidades, el derramamiento de sangre no ceja en Gaza, donde civiles palestinos siguen muriendo a diario por disparos o ataques israelíes.

La intensidad del conflicto se ha reducido, pero eso no ha evitado que la cifra de víctimas palestinas siga creciendo, aunque más lentamente.

La ayuda humanitaria, tras meses de férreo bloqueo, vuelve a entrar a la Franja, pero no en el volumen necesario para hacer frente a las necesidades de una población que sigue, en su gran mayoría, desplazada y en un territorio que se ha quedado prácticamente sin infraestructuras.

El alto el fuego ha permitido que la ONU empiece a reabrir las escuelas que opera en la Franja, la mayor parte de ellas dañadas por los bombardeos y que siguen sirviendo de refugio para muchas familias. El sistema sanitario también sigue siendo muy precario. Solo 36 de los hospitales de Gaza están parcialmente operativos, según Naciones Unidas.

Hamás, aunque ha quedado muy debilitado, se niega a desarmarse, como demostró al día siguiente de iniciarse el alto el fuego, cuando sacó a 7.000 milicianos armados a las calles para reafirmar el control sobre zonas de Gaza desocupadas por las tropas israelíes. Pero su hegemonía está siendo cuestionada por un nada desdeñable número de grupos armados han proliferado en la Franja dispuestos a hacerle frente.

En medio de todo esto, los palestinos aguardan a que el plan de paz que propuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, del que el alto el fuego solo constituía una primera fase, avance y pueda comenzar la reconstrucción de un territorio controlado aún en su mayoría por el ejército israelí.

Más de 350 muertos en ataques israelíes

El goteo de víctimas desde el día en que entró en vigor el alto el fuego no se ha detenido.

Más de 350 personas han muerto en Gaza en ataques israelíes desde entonces, lo que elevan la cifra total de víctimas palestinas desde el inicio del conflicto el 7 de octubre de 2023 a 70.100, muchas de ellas mujeres y niños, según cifras del ministerio de Sanidad de Gaza.

Los milicianos de Hamás continúan siendo objetivo del ejército israelí, pero la enorme mayoría de víctimas siguen siendo civiles, como el fotógrafo Mahmud Wadi, fallecido este martes en un ataque con dron en Jan Yunis. O los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 11 años que, según su familia, estaban buscando leña para cocinar al este de esta misma ciudad cuando fueron alcanzados el pasado sábado por el fuego israelí.

Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) aseguraron a la BBC que habían disparado sobre dos sospechosos que cruzaron la Línea Amarilla.

Una imagen de dos niños en un teléfono móvil.
Anadolu via Getty Images
Los hermanos Fadi y Juma Abu Assi, de 8 y 10 años, estaban buscando leña cuando fueron alcanzados por el fuego israelí, según su familia.

Esta demarcación, que delimita el territorio al que Israel aceptó retirarse tras el alto el fuego, no está claro para muchos palestinos, a veces con consecuencias fatales.

Pero las muertes no solo se han producido en las inmediaciones de la Línea Amarilla. Israel ha llevado a cabo bombardeos de zonas densamente pobladas en Gaza en respuesta, según las FDI, a ataques de Hamás.

En uno de ellos, en la noche del pasado 28 de octubre, murieron 104 palestinos en una oleada de bombardeos en Ciudad de Gaza, Beit Lahia, Bureij, Nuseirat y Jan Yunis, según el ministerio de Sanidad de la Franja. Israel alegó que actuó contra “decenas de objetivos terroristas”.

Tanto las FDI como Hamás se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego en repetidas ocasiones.

El pasado 21 de noviembre, el portavoz de Unicef, Ricardo Pires, recordó que, desde el cese el fuego, dos niños han muerto de media cada día en Gaza.

“Esto no son estadísticas. Cada uno de ellos era un niño con una familia, un sueño, una vida truncada repetidamente por la violencia continuada”, dijo Pires a los periodistas.

Qué ha pasado con la ayuda humanitaria

El estricto bloqueo que Israel impuso en Gaza durante meses antes del alto el fuego, impidiendo el acceso de ayuda humanitaria a la Franja, provocó una hambruna que mató a más de 200 personas, según la propia denuncia de la ONU.

El acuerdo de alto el fuego alcanzado entre Israel y Hamás establecía que 600 camiones de ayuda humanitaria debían entrar diariamente a la Franja para satisfacer las necesidades básicas de sus 2,1 millones de habitantes.

Sin embargo, aunque desde el 10 de octubre Israel ha aflojado los controles y se ha permitido la entrada de ayuda, no se han alcanzado los niveles necesarios, según la ONU.

El acceso humanitario sigue estando muy restringido, tal y como denunciaron recientemente un grupo de expertos de Naciones Unidas, entre otras cosas porque solo se han reabierto dos de los seis pasos fronterizos.

“El volumen de camiones de ayuda que entran en Gaza nunca ha alcanzado el objetivo acordado de 600 al día y, con frecuencia, ha sido inferior a la mitad de esa cifra”, afirmaron los expertos, entre los que se encuentra Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos.

Amnistía Internacional también ha denunciado que Israel sigue bloqueando “la entrada de equipos y materiales necesarios para reparar las infraestructuras vitales y retirar municiones sin explotar, escombros contaminados y aguas residuales”, señaló recientemente la organización en un comunicado.

Israel asegura que desde el inicio del alto el fuego han entrado en Gaza una media de 600 a 800 camiones diarios con alimentos, suministros para refugios y material médico, según la Coordinadora de Actividades Gubernamentales en los Territorios (COGAT). El 41% de esos camiones van al sector privado, según sus propias cifras.

Según la OCHA, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, aunque la frecuencia con la que los gazatíes comen ha mejorado en la mayoría de los hogares, “el consumo de alimentos sigue estando muy por debajo de los niveles anteriores al conflicto”, y la dieta se basa principalmente en cereales, legumbres y cantidades moderadas de lácteos y aceite, con un acceso muy limitado a alimentos nutritivos como la carne, las verduras y las frutas.

Varios cocineros preparan comida en una ollas gigantes.
BBC
La cocina de Anera en al-Zuwayda es una de las más de 35 que hay en Gaza y que proporcionan 210.000 comidas calientes al día.

Tal y como relató a la BBC Sami Matar, de la ONG Anera, que gestiona una cocina comunitaria en Gaza, “nos vemos obligados a cocinar principalmente tres tipos de comidas a la semana: arroz, pasta y lentejas (…) Necesitamos que la comida sea más variada, para garantizar verduras frescas y proteínas esenciales como la carne y el pollo”.

Estos productos, asegura, “no pueden entrar en Gaza para su distribución como ayuda humanitaria”, y solo las importan vendedores locales, aunque muchos gazatíes no tienen dinero para comprarlas.

Quien ha dejado de operar en Gaza seis meses después de ponerse en marcha es la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF, por sus siglas en inglés), que crearon Estados Unidos e Israel para eludir el sistema tradicional de ayuda de la ONU. Cientos de personas murieron por disparos israelíes durante sus caóticas entregas de cajas de ayuda humanitaria.

Dónde está el ejército israelí

El acuerdo de alto el fuego establecía que el ejército israelí se retiraría de Gaza “en base a estándares, hitos y plazos” que debían ser acordados por todas las partes.

Un mapa que distribuyó la Casa Blanca entonces mostraba las tres etapas propuestas para la retirada de las tropas israelíes, que dejaba en la primera fase, la única que se ha acordado por el momento, bajo control israelí un 53% de Gaza, toda la franja que se extiende a lo largo de la frontera con Israel.

En las siguientes fases, este territorio debería reducirse hasta el 40% en la segunda etapa y hasta el 15% en la última, una suerte de “perímetro de seguridad” que “permanecería hasta que Gaza esté debidamente protegida frente a cualquier resurgimiento de la amenaza terrorista”.

Actualmente, las FDI permanecen tras la conocida como Línea Amarilla, en un territorio que, según una investigación de BBC Verify que analizó videos e imágenes satelitales, es mayor de lo previsto en el acuerdo con Hamás.

En algunos puntos, los marcadores colocados por las tropas israelíes para señalizar la división se encontraban cientos de metros más al interior de la Franja de lo que se esperaba según la línea de retirada.

En este territorio, Israel ha destruido además barrios enteros en lo que parecen demoliciones intencionadas. Según un análisis de BBC Verify, al menos 1.500 edificios fueron derribados en el primer mes tras el alto el fuego.

Mapa que muestra la Franja de Gaza y la delimitación de la Línea amarilla que la separa de Israel
BBC

Israel alega que estas demoliciones no violan lo acordado ya que según los términos del cese al fuego, “todas las infraestructuras del terror, incluyendo túneles, deben ser desmantelados en Gaza. Israel actúa en respuesta a las amenazas, violaciones y la infraestructura del terror”, dijo un portavoz de las FDI.

Pero algunos analistas y expertos en derecho internacional opinan que estas demoliciones podrían estar violando las leyes de la guerra, que prohíben la destrucción de propiedad civil por parte de una potencia ocupante, así como poniendo en peligro el acuerdo de alto el fuego.

Más del 90% de la población de Gaza se ha visto desplazada durante los dos años de conflicto y la mayoría sigue viviendo en tiendas de campaña improvisadas.

Muchos no pueden regresar a sus hogares porque ya no están ahí. Según cifras de la ONU, el 80% de los edificios de la Franja han sido destruidos. En la Ciudad de Gaza, el principal núcleo urbano del territorio, esta cifra se eleva hasta el 92%.

Proliferación de grupos armados rivales de Hamás

En los últimos meses y, especialmente desde el inicio del alto el fuego, una serie de facciones armadas enfrentadas a Hamás han proliferado en la Franja de Gaza.

Entre ellos hay grupos que se apoyan en clanes familiares, bandas criminales y nuevas milicias, algunas de las cuales cuentan con el respaldo de Israel, como ha admitido el propio primer ministro Benjamin Netanyahu.

Hamás no parece estar dispuesto a ceder el control de la Franja y en las semanas posteriores al alto el fuego se han podido ver videos en redes sociales de sus milicianos propiciando palizas o ejecutando a plena luz del día de miembros de grupos rivales a los que acusan de colaborar con Israel.

Estas nuevas formaciones operan, cada uno en su porción de territorio, dentro de la Línea Amarilla, la parte de la Franja que sigue controlada por el ejército israelí.

Están, por ejemplo, las Fuerzas Populares, el grupo que lidera Yaser Abu Shabab en la zona de Rafah, que ha sido acusado de haber saqueado camiones de ayuda humanitaria enviados a Gaza durante la guerra. O las Fuerzas de Ataque Antiterrorista, que dirige Hossam al Astal en los alrededores de Jan Yunis. Otro de los grupos es el Ejército del Pueblo – Fuerzas del Norte, que está liderado por Ashraf al Mansi y que opera en el norte de la Franja.

Miembros armados de la milicia Fuerzas Populares de Yasser Abu Shabab escuchan un discurso de su comandante adjunto, Ghassan al-Dhahini (16 de noviembre de 2025).
Yasser Abu Shabab/Facebook
Una de las milicias más grandes, las Fuerzas Populares, opera cerca de la ciudad sureña de Rafah.

Algunos de estos grupos aspiran a acabar formando parte de las futuras fuerzas policiales de Gaza y aseguran, aunque no está confirmado, que trabajan en coordinación con la Junta para la Paz, el organismo internacional que deberá administrar Gaza bajo el plan del presidente estadounidense Donald Trump.

Su despliegue despierta recelos entre parte de la población gazatí y de la Autoridad Nacional Palestina, que desconfía del apoyo que Israel parece prestar a algunos de estos grupos.

“Israel podría exigir la integración de estas milicias, debido a sus propias consideraciones políticas y de seguridad específicas”, señaló el general Anwar Rajab, portavoz de las fuerzas de seguridad de la Autoridad Palestina, a la corresponsal de la BBC en Medio Oriente Lucy Williamson.

Pero las exigencias de Israel, prosiguió, “no necesariamente benefician a los palestinos. Israel quiere seguir imponiendo su control de una u otra manera en la Franja de Gaza”.

Retorno de cuerpos de rehenes y de palestinos

En el acuerdo de alto el fuego, Hamás se comprometió a devolver en un plazo de 72 horas a los 20 rehenes israelíes vivos y los cadáveres de los 28 secuestrados que aún se encontraban en Gaza.

Según los términos de lo pactado, Israel debería devolver 15 cadáveres de palestinos en su poder por cada rehén fallecido en manos de Hamás.

Todos los rehenes vivos fueron liberados el 13 de octubre a cambio de 250 presos palestinos y 1.718 detenidos de Gaza.

Hasta ahora se han entregado los restos mortales de 26 secuestrados, 23 de ellos israelíes, así como un tailandés, un nepalí y un tanzano.

A cambio, Israel ha devuelto los cadáveres de 330 palestinos muertos durante la guerra. En su mayoría son cuerpos sin identificar de los que no está claro si fallecieron en Gaza o bajo custodia israelí, y algunos muestran signos de tortura, según han denunciado los doctores que los recibieron.

Israel ha acusado a Hamás de retrasar deliberadamente la recuperación de los cadáveres de los rehenes, mientras que Hamás ha insistido en que está luchando por encontrarlos bajo los escombros.

La lentitud de los avances ha supuesto que no se haya avanzado en la segunda fase del plan de paz del presidente Donald Trump para Gaza. Este incluye planes para la gobernanza de Gaza, la retirada de las tropas israelíes y el desarme de Hamás y la reconstrucción.

Hamás tomo 251 rehenes el 7 de octubre de 2023, cuando lanzó un ataque sorpresa sobre el sur de Israel en el que mató a más de 1.200 personas -en su mayoría civiles- que desencadenó una respuesta militar de una intensidad sin precedentes del ejército israelí sobre Gaza.

Familiares se despiden ante la tumba de Tal Haimi, uno de los rehenes cuyo cuerpo devolvió Hamás tras el acuerdo de alto el fuego.
Alexi Rosenfeld/Getty Images
La familia de rehenes como Tal Haimi, cuyo cadáver estaba en manos de Hamás, pudo por fin enterrarlo después de que el acuerdo de alto el fuego facilitara el intercambio de fallecidos.

En qué punto se encuentra la negociación de la segunda fase del plan de paz

El cese de las hostilidades, el retorno de los rehenes, la retirada del ejército israelí de zonas de Gaza y la entrada de ayuda humanitaria forman parte de la primera fase del conocido como plan de paz de Trump para Gaza, que cuenta con 20 puntos.

Una vez alcanzado, la partes debían avanzar hacia las siguientes etapas, que prevén el despliegue de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) y, en un futuro, el posible camino hacia el establecimiento de un Estado palestino, algo que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha rechazado.

El pasado 17 de noviembre, el plan presentados por Estados Unidos recibió el espaldarazo del Consejo de Seguridad de la ONU, lo que permitiría avanzar desde el alto el fuego hacia la reconstrucción de la Franja.

La resolución prevé la creación de una “Junta para la paz” que supervisaría la gobernanza de un comité tecnocrático y apolítico palestino y supervisaría la reconstrucción de Gaza y la entrega de ayuda humanitaria, aunque no especifica quién formaría parte de esa junta.

Tampoco está claro por ahora qué países aportarían efectivos para esas fuerzas de estabilización, ni el papel que tendrá en Gaza la Autoridad Nacional Palestina, a la que el plan exige una reforma profunda.

El plan también prevé la desmilitarización de Hamás y otros grupos en la Franja, algo a lo que la milicia islamista se ha negado.

Según la resolución, la fuerza de estabilización colaborará con Israel y Egipto, junto con una fuerza policial palestina de nueva formación debidamente seleccionada, para ayudar a proteger las zonas fronterizas y garantizar el proceso de desarme permanente de los grupos armados no estatales, incluido Hamás.

La incertidumbre en torno a todas estas cuestiones ha frenado el inicio de la segunda fase del plan de paz, para la que aún no hay fecha.

BBC

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