La mirada innovadora y profunda de la fotógrafa mexicana Graciela Iturbide fue galardonada este viernes con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, para quien las potentes imágenes de la mexicana invitan “a mirar más allá de lo visible”.
El jurado ensalzó igualmente en su decisión el “mundo propio” de Iturbide, que abarca “desde lo primitivo a lo contemporáneo; desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante”, según el acta que acompañó la selección de la ganadora del premio convocado por la Fundación Princesa de Asturias, la heredera al trono español.
Nacida el 16 de mayo de 1942 en Ciudad de México, Iturbide comenzó estudios de cine, pero se interesó por la fotografía tras asistir a las clases de Manuel Álvarez Bravo (1902-2002), contemporáneo y amigo de gigantes como el francés Henri Cartier-Bresson.
La joven fotógrafa empezó a acompañarle al inicio de los años 1970 por todo México, pero pronto tomó su propio camino, que le llevó a recorrer a fondo su país, al que miró con profundidad, así como numerosos lugares de Latinoamérica y del mundo, retratados en sus icónicas imágenes en blanco y negro.
“Para mí las fotos son la manera (…) de conocer el mundo. Y pasas del ser humano al paisaje. Y ahora el principio del mundo”, indicó en una entrevista en 2022.
Con una premiada producción, Iturbide es autora de obras clásicas de la fotografía contemporánea, como su serie sobre los indios seri, en el desierto de Sonora (noroeste de México, 1978), o su libro Juchitán de las mujeres, sobre un pueblo del estado sureño de Oaxaca.
De su objetivo, sin embargo, también salieron otras aplaudidas imágenes captadas por el mundo, como la serie sobre India que realizó junto al brasileño Sebastiao Salgado.
“Para ser buen fotógrafo hay que tener pasión y disciplina, nada más. Y puede ser a la vuelta de tu casa si quieres. Pero claro, si quieres conocer el mundo y tienes una cámara, es maravilloso”, explicó.
Su obra fue expuesta en centros de gran relevancia artística mundial, como el Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art, además de valerle numerosos reconocimientos.
Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, o doctora honoris causa por el Columbia College de Chicago, Iturbide recibió también el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México o el William Klein de la Academia de Bellas Artes francesa.
El de Artes ha sido el cuarto de los ocho galardones de esta edición de los premios, considerados los más prestigiosos del mundo iberoamericano, que cada año, y normalmente a ritmo de uno por semana, otorga la Fundación Princesa de Asturias.
Este debía haber sido el primero de la serie de 2025, pero el masivo apagón eléctrico que afectó a la península ibérica el 28 de abril obligó a posponer la decisión prevista para esa semana.
El año pasado, en esta categoría, el reconocimiento fue para el cantante y compositor español Joan Manuel Serrat, una voz esencial para varias generaciones de españoles y latinoamericanos, distinguido “por el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música”.
En otras ediciones también fueron premiados en este apartado músicos como Ennio Morricone, Paco de Lucía y Bob Dylan, así como figuras del cine como Meryl Streep, Woody Allen o Pedro Almodóvar, o arquitectos como Óscar Niemeyer.
Este año ya se fallaron el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, que recayó en el filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han, y el de las Letras, concedido al español Eduardo Mendoza, por ser un “proveedor de felicidad para los lectores”. El pasado 21 de mayo se desveló también el de Ciencias Sociales, que fue para el sociólogo estadounidense Douglas Massey.
Estos premios, instituidos en 1981, están dotados con 50 mil euros (un millón 93 mil pesos aproximadamente) y una escultura creada por el fallecido artista catalán Joan Miró.
Los galardones, que toman su nombre del título de la heredera al trono de la Corona española, la princesa Leonor, son entregados por ella y los reyes Felipe VI y Letizia en octubre en una ceremonia en Oviedo, capital de Asturias.
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El presidente Trump ha firmado una proclamación que prohíbe los viajes a EU desde 12 países y limita los de otros 7, entre ellos Cuba y Venezuela.
Donald Trump prohibió este miércoles viajar a Estados Unidos desde 12 países, aduciendo supuestos riesgos para la seguridad nacional, según informó la Casa Blanca.
También hay otros siete países, entre los que se encuentran Venezuela y Cuba, cuyos nacionales se enfrentarán a restricciones parciales de viaje.
El presidente estadounidense señaló que la lista podría revisarse si se introducen “mejoras materiales”, y que podrían añadirse países adicionales a medida que “surjan amenazas en todo el mundo”.
Esta es la segunda vez que Trump decreta una medida de este tipo, ya que en 2017, durante su primer mandato, firmó una orden similar.
Trump firmó una proclamación que prohíbe la entrada a Estados Unidos desde estos 12 países:
Otros siete países adicionales se enfrentan a restricciones parciales de viaje:
Según el documento, Cuba es “un Estado patrocinador del terrorismo, que no coopera ni comparte suficiente información policial con Estados Unidos y se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales deportados”.
También se indica el porcentaje de beneficiarios de visados que exceden el tiempo de la estancia autorizada en EE.UU.
Es por ello que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Cuba como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B 2, B-1/B-2, F, M y J”.
En cuanto a Venezuela, la proclamación indica que el país “carece de una autoridad central competente o cooperativa para la emisión de pasaportes o documentos civiles, y no cuenta con medidas adecuadas de selección e investigación (de solicitantes de visados)”, además de que “se ha negado históricamente a aceptar el regreso de sus nacionales sujetos a deportación”.
Es por eso que “se suspende la entrada a Estados Unidos de nacionales de Venezuela como inmigrantes y como no inmigrantes con visas B-1, B-2, B-1/B-2, F, M y J”.
La prohibición entra en vigor el lunes 9 de junio a las 04:01 GMT (00:01 EST), un margen que intenta evitar el caos que se desató en los aeropuertos de todo el país cuando una medida similar entró en vigor prácticamente sin previo aviso hace ocho años.
No se ha fijado una fecha final; la orden prevé revisiones periódicas.
La Casa Blanca afirmó que estas “restricciones de sentido común” servirán para “proteger a los estadounidenses de peligrosos actores extranjeros”.
En un video publicado en su red social Truth Social, Trump aseguró que el reciente ataque terrorista en Boulder, en el estado de Colorado, “subraya los peligros extremos” que plantean los extranjeros que no han sido “debidamente investigados”.
Doce personas resultaron heridas este domingo en Colorado cuando un hombre atacó a un grupo que se reunía en apoyo de los rehenes israelíes, a los que lanzó dos artefactos incendiarios y utilizó un lanzallamas improvisado.
El hombre acusado de llevar a cabo el ataque ha sido identificado como ciudadano egipcio, pero Egipto no está incluido en la lista de países prohibidos.
Trump mantiene estrechas relaciones con el presidente egipcio, Abdelfatah el Sisi, a quien el mandatario estadounidense ha descrito en el pasado como su “dictador favorito”.
Para la mayoría de los países incluidos en la lista, la Casa Blanca aduce una mezcla de índices de permanencia en el país cuando el visado ha expirado e inestabilidad política.
La única razón mencionada para las prohibiciones que afectan a Congo-Brazzaville, Chad, Guinea Ecuatorial, Burundi, Laos, Sierra Leona, Togo y Turkmenistán, por ejemplo, es el porcentaje de personas que superan el plazo de validez de su visado estadounidense.
Otras razones que se citan con frecuencia son no haber aceptado antes a “nacionales expulsados”, críticas a las autoridades que expiden los pasaportes en el país o la imposibilidad de acceder a los antecedentes penales de los inmigrantes.
En la proclamación también se citan motivos de seguridad. La Casa Blanca acusa a Irán y Cuba de ser estados “patrocinadores del terrorismo”, afirma que en Libia hay una “presencia terrorista histórica” y califica a Somalia de “refugio seguro de terroristas”.
En cuanto a Haití, la proclamación afirma que “cientos de miles de extranjeros haitianos ilegales inundaron Estados Unidos durante el gobierno de Biden”, lo que, en su opinión, “perjudica a las comunidades estadounidenses”.
Después del caos que generó la primera prohibición de 2017, la Casa Blanca ha dejado claro esta vez quiénes podrán seguir viajando a Estados Unidos.
Hay varias personas de los países afectados que aún podrán entrar al país gracias a las siguientes exenciones:
Además, el Secretario de Estado podrá conceder exenciones a particulares “caso por caso”, si “la persona sirve a un interés nacional de Estados Unidos”.
La última orden de Trump, que se espera que se enfrente a desafíos legales, suscitó una rápida respuesta, dentro y fuera del país.
Somalia prometió colaborar con Estados Unidos para abordar cualquier problema de seguridad.
En un comunicado, el embajador somalí en Estados Unidos, Dahir Hassan Abdi, dijo que su país “valora su larga relación” con Estados Unidos.
El ministro del Interior de Venezuela, Diosdado Cabello, advirtió de que “estar en Estados Unidos es un gran riesgo para cualquiera, no sólo para los venezolanos”.
Los demócratas se apresuraron a condenar la medida.
“Esta prohibición, ampliada con respecto a la prohibición musulmana de Trump en su primer mandato, solo nos aislará aún más en el escenario mundial”, afirma Pramila Jayapal, congresista demócrata por Washington, en un mensaje en redes sociales.
Otro demócrata, el congresista Don Beyer, afirmó que Trump “traicionó” los ideales de los fundadores de Estados Unidos.
Grupos de derechos humanos también han criticado la prohibición.
Amnistía Internacional EE.UU. la describió como “discriminatoria, racista y francamente cruel”, mientras que Human Rights First, con sede en EE.UU., la calificó de “otra medida antiinmigrante y punitiva más” del presidente.
Durante su primer mandato en la Casa Blanca, en 2017, Trump ordenó su primera prohibición de viajar.
Su primer intento se centró en siete países de mayoría musulmana. En ella figuraban algunos de los mismos países que en su última orden, como Irán, Libia y Somalia.
Inmediatamente fue impugnada en los tribunales de todo Estados Unidos. Sus oponentes argumentaron que la prohibición era inconstitucional e ilegal porque discriminaba a los viajeros por su religión, y la calificaron como “la prohibición musulmana”.
La Casa Blanca enmendó la prohibición de viajar dos veces para disipar el aire de discriminación religiosa, añadiendo finalmente dos países de mayoría no musulmana, Venezuela y Corea del Norte, lo que finalmente le valió la aprobación del Tribunal Supremo en 2018.
El presidente Joe Biden, que sucedió a Trump, derogó la prohibición en 2021, calificándola de “mancha en nuestra conciencia nacional”.
Esta vez, asegura Jake Kwon, corresponsal de la BBC en Estados Unidos, “Trump ha aprendido la lección”.
Su administración restableció una versión de la orden similar a la que fue ratificada por el Tribunal Supremo. Esta versión no tiene como objetivo países musulmanes, sino que justifica la selección de países con otros argumentos, como la tasa de rebasamiento de visados o la inestabilidad política del país en cuestión.
*Con información de Victoria Bourne.
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