¿Buscas plan para las vacaciones o para darte una escapada de fin de semana? Si vives en la CDMX, entonces los Pueblos Mágicos de Puebla son una excelente opción que mezclan naturaleza, arquitectura y tradición.
Recientemente, la Secretaría de Turismo añadió 45 nuevos Pueblos Mágicos en todo el país y en Puebla tenemos tres nuevos destinos con este título (12 en total). Así que prepara las maletas ¡y vámonos!
Quizás cuando piensas en Puebla solo pienses en la gran cantidad de cúpulas que resaltan en su paisaje. Y sí, aunque la cantidad de iglesias es enorme en la capital, el resto del estado ofrece mucho más.
Hay cascadas, lagunas, parques nacionales, artesanías y comida deliciosa. ¡Todo listo para que lo disfrutes!
Su nombre viene del náhuatl y significa algo como “lugar del valle de agua”, aunque actualmente también es llamado Atlixco de las Flores, por su gran actividad en viveros.
¿Qué hacer en Atlixco, Puebla? Visita el Ex Convento del Carmen, vive la historia del lugar con los Murales del Palacio Municipal, visita los invernaderos, visita el Mirador del Cerro de San Miguel, admira la Capilla de la Tercera Orden.
De finales de noviembre a inicios de enero, Atlixco es de los Pueblos Mágicos de Puebla más populares por la famosa Villa Iluminada de Atlixco. Se pone en más de un kilómetro decorando todo con focos multicolor y el gran ambiente navideño.
Sí, este lugar es famoso por las millones de esferas navideñas que se producen cada año, pues aquí hay más de 200 fábricas y talleres. Sin embargo, también es de los Pueblos Mágicos de Puebla con cascadas.
No solo eso, sus alrededores tienen ríos y pozos termales que son perfectos para descansar. Y queda muy bien con su nombre, que proviene del náhuatl y significa “sobre las nueves aguas” o “donde abunda el agua”.
Un lugar perfecto para la aventura es Laguna Almoloya y el parque ecoturístico Salto de Quetzalapán con su impresionante caída de agua.
¿Qué hacer en Chignahuapan? Visita la Basílica de la Inmaculada Concepción, recorre la Laguna Chignahuapan, pasea por el Quisco mudéjar o conoce el Santuario del Honguito en Ixtlahuaca.
Para Día de Muertos se realiza el Festival de Luz y Vida, que es una marcha en honor a los difuntos con una magna ofrenda y un espectáculo increíble en el teatro al aire libre junto a la Laguna de Chignahuapan, que incluye un ritual prehispánico y fuegos artificiales.
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Este Pueblo Mágico es famoso por combinar la historia de un pueblo prehispánico con la riqueza arquitectónica de la época colonial.
Para ejemplificar eso, basta mencionar que en Cholula se encuentra la Gran Pirámide o Tlachihualtépetl, considerado el basamento piramidal más grande del mundo.
La apariencia actual de la pirámide es la de un cerro y en su cima se ubica el Santuario de la Virgen de los Remedios, que domina todo el paisaje.
¿Qué hacer en Cholula? Visita también el Templo de San Francisco Acatepec, especialmente famoso por su fachada cubierta de talavera y ladrillo rojo; diviértete en Container City, una “mini ciudad” hecha con contenedores donde encuentras bares, restaurantes y más; y sorpréndete con el Conjunto Conventual de San Gabriel, que parece más una fortaleza que un convento.
Cuetzalan es el primer Pueblo Mágico de Puebla, pues recibió este título en 2002. Se trata de un lugar en la Sierra Norte de Puebla, por lo que te verás rodeada de bosques con niebla, cafetales, cascadas, cuevas, grutas y más.
Durante tu visita puedes adentrarte a la riqueza de sus pueblos originarios con sus danzas, gastronomía y artesanías. El ritual más famoso es el de los Voladores, danza asociada a la fertilidad y que es Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO desde 2009.
¿Qué visitar en Cuetzalan, Puebla? Al centro de la localidad estpa la parroquia de San Fransico de Asís, frente a ella se realiza parte de la ceremonia ritual de los Voladores.
También está la zona arqueológica Yohualichan, considerado el primer gran asentamiento totonaco antes de migrar al Tajín. Y si buscas aventura, visita la Gruta Aventura; las cascadas Tres Caídas, Las Brisas o El Salto.
Su nombre en náhuatl significa “lugar rodeado de árboles”, por lo que es otro de los Pueblos Mágicos de Pueblas con cascadas e ideal para el turismo de aventuras extremas.
Y es que con los paisajes que lo rodean puedes realizar ciclismo de montaña, senderismo, recorridos acuáticos y mucho más.
Entre las cascadas de Huauchinango encuentras las de Totolapa y Salto Chico. También están las presas de Nexapa y de Tenango, donde se piede pasear en lancha.
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Este es de los nuevos Pueblos Mágicos de Puebla y se ubica cerca de la falda de la sierra Nevada. Su nombre viene de vocablos nahuas que significa “en el ahuejotito” o “lugar de los pequeños sabinos”.
Es un lugar donde las tradiciones y la naturaleza conviven. De lo que sí o sí debes visitar en Huejotzingo es el exconvento de San Miguel Arcángel, construido entre 1544 y 1570.
Entre las fiestas más populares de Puebla, está el Carnaval de Huejotzingo, que se celebra desde 1868. Este inicia el fin de semana anterior al miércoles de ceniza y culmina el martes.
Todas las calles del pueblo se transforman en un enorme escenario para repsentar la historia, identidad y cultura del lugar.
Este es de los Pueblos Mágicos de Puebla con los que sentirás que estás en otra época, pues se trata de una zona rodeada de valles y barrancas donde parece que el paso del tiempo se detuvo.
Pahuatlán se ubica en la Sierra del Norte de Puebla y fue parte del reino Totonaca. Su nombre significa algo como “entre los frutales”, “lugar de frandes aguacates o pahuas”.
En este pueblo aún se conservan muchas tradiciones indígenas, como la figura de los brujos para aliviar diversos males y sanar el espíritu.
Aquí también se realiza el papel amate, el más antiguo del país, por lo que no dejes de visitar sus talleres. Otros imperdibles son la Cascada Velo de Novia, las fincas cafetaleras, las Grutas Tamborillo, Puente Colgante Miguel Hidalgo y Costilla.
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Su voz náhuatl significa “abundancia de montículos de piedra” y hoy en día se le llama Tres Veces Heroica Tetela de Ocampo por 3 hechos históricos: La Toma de Tetela, La Batalla de Zontecomapan y su participación en la Batalla de Puebla.
Su legado histórico y cultural se puede ver en los murales que narran sus importantes hechos históricos y que se ubican en las calles del centro. Para compementar visita el Museo de los Tres Juanes.
En la parte máss alta de Tetela puedes visitar el templo a Santa María de la Asunción, construido en el siglo XIX.
Su paisaje y vegetación también son perfectas para el ecoturismo y actividades de aventura. Puedes hacer escalada y rapel en el Cerro de los Frailes o aventurarte a las Cascadas Aconco. También están las Grutas de Acocomoca, que tienen un río subterráneo.
Otro de los nuevos Pueblos Mágicos de Puebla. Teziutlán significa “Lugar junto al cerro lleno de granizo” y te regalará grandes postales con sus paisajes, montañas y neblina.
En el mero poblado debes visitar la Catedral de Santa María de la Asunción y el Santuario de Nuestra Señora del Carmen. igual date la vuelta por la Antigua Estación del Ferrocarril, donde encontrarás un pequeño museo y algunos antiguos vagones en exhibición.
Si buscas aventura, no dejes de ir a la cascada del Tejón y la cascada de la Ventana.
Los vocablos nahuas de los que proviene su nombre significan 2cerro que colorea” y precisamente se dice que es el “jardín de la Sierra Poblana” por su maravillosa flora y fauna.
¿Qué hacer en Tlatlauquitepec, Puebla? visita la Iglesia del sagrado Corazón, desde su campanario tendrás una vista increíble del Cerro Cabezón. Esta es una montaña de superficie calicia donde el reflejo del amanecer ofrece un espectáculo digno de admirar.
En el Cerro Cabezón también puedes realizar actividades extremas y disfrutar de sus tirolesas. También te recomentamos visitar la Cascada de Puxtla u descubrir sus distintas cuevas, como la del tigre o la de Olinteutli.
En Tlatlauquitepec hay mucho que hacer, desde pasear por su tranquilo centro histórico y degustar su exquisita gastronomía, hasta realizar deportes extremos en lo alto del Cerro Cabezón.”
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Su nombre viene del náhuatl “xicotepetl” que significa “cerro de jicotes” o “cerro de abejorros”. Se ubica en el corazón de la Sierra Madre Oriental, así que aquí también estarás en contacto con la naturaleza.
En pleno centro del poblado se encuentra La Xochipila, una peña que se usa como centro ceremonial y donde puedes ir por una limpia.
Xicotepec es un importante productor de café, por lo que sí o sío debes centarte en cualquiera de las cafeterías en los portales de la plaza central. También puedes visitar cualquiera de sus múltiples cafetales.
Si quieres una gran vista del Pueblo Mágico, tienes que subir al cerro El Tabacal. Ahí se encuentra la monumental Virgen de Guadalupe, de 20 metros de altura y donde, de acuerdo a la leyenda, la virgen apareció.
Igual no dejes de visitar la Cascada de Tlaxcalantongo (Barbas de Carranza), donde hay una caída de agua de 40 metros.
Aunque su nombre originalmente significa “lugar donde abundan los zacates”, su nombre actual refleja la abudnancia de manzanos, perales y ciruelos de los que se producen productos como sidra.
Además de visitar alguna Sidrera, visita el Museo de Relojes y Autómatas Alberto Olvera; da la vuelta por la Plaza de Armas y tómate la foto con el reloj Centenario adornado con flores.
También puedes vivir la aventura en la Barranca de Los Jilgueros, muy cerca del centro. En ella verás una de las vistas más espectaculares de la Sierra, e incluso podrás caminar en un puente de cristal.
También está el Valle de Piedras Encimadas, con formaciones rocosas formadas a través de cientos de años que parecen salidas de otro planeta.
El gobierno de Milei busca reintegrar al sistema financiero local los dólares no declarados por los argentinos.
A principios de 1975, Rubén Stupiello decidió vender una casa en Buenos Aires y depositar sus pesos en un banco argentino, atraído por una alta tasa de interés que le permitiría hacer más dinero con su dinero.
La estrategia le funcionó, pero la buena racha le duró poco.
Pocos meses después, el ministro de Economía argentino de aquella época, Celestino Rodrigo, anunció el 4 de junio de 1975 un paquete de medidas económicas que derivó en una devaluación del peso por encima del 100%.
Desconcertado por la situación, Rubén se apresuró a retirar su dinero del banco. Al hacerlo, notó que los pesos equivalentes al valor de una casa le alcanzaba con suerte para comprar un auto.
El “Rodrigazo”, como se conoció al plan económico de Celestino Rodríguez, terminó de convencer a muchos argentinos que la mejor forma de ahorrar en su país era en dólares y no en una moneda local que se ha caracterizado por perder valor desde entonces.
“En Argentina, no confiamos en nuestra moneda. Después de décadas de devaluaciones muy fuertes, sabemos que quien ahorró en pesos en los últimos 50 años perdió en comparación a quien ahorró en dólares”, le dice a BBC Mundo Guido Zack, doctor en Análisis Económico.
Pero ahorrar en dólares y depositar la divisa estadounidense en bancos tampoco resultó una garantía.
En el año 2001, en medio de una de las peores crisis económicas, el ministro de Economía de ese entonces, Domingo Cavallo, impuso restricciones al retiro de los dólares que los ahorristas tenían en el sistema bancario.
Esta medida, que se conoció como “Corralito”, terminó con la caída del gobierno de ese entonces y con una pesificación forzosa de esos ahorros en dólares a un tipo de cambio menor al que regía antes de la crisis.
A la desconfianza en el peso se sumó la desconfianza en los bancos, por lo que muchos ahorritas escondieron en sus casas los “verdes” (como se conoce en Argentina al dólar) para un uso futuro.
Así nació la expresión: “debajo del colchón”, una práctica que rápidamente se convirtió en hábito entre los argentinos.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos calcula que unos US$246.000 millones están por fuera del sistema bancario argentino, según el informe “Balanza de pagos, posición de inversión internacional y deuda externa” de 2024.
La cifra supera ampliamente a las reservas internacionales del Banco Central de Argentina que rondan los US$38.300 millones y se calcula que representan el 45% del PIB del país.
Por eso, el gobierno de Javier Milei quiere reinsertar esos dólares en el sistema.
“Los que tienen los dólares bajo el colchón son los héroes que van a sacar adelante este país”, sostuvo el mandatario en el Congreso Económico Argentino de abril pasado.
“Ustedes no metieron dólares abajo del colchón porque odian al país. Lo hicieron porque del otro lado había un conjunto de delincuentes que les robaron con el impuesto inflacionario”, remató.
En esa dirección, el gobierno anunció a mediados de mayo un plan que habilita a las personas con ahorros no declarados a utilizar ese dinero para comprar una propiedad de hasta US$43.000 o colocar hasta US$85.000 en plazos fijos en los bancos sin justificar su origen.
“Este cambio de régimen apunta a devolverle la libertad a la gente y dejar de pensar que la gente que se tuvo que refugiar en el mercado informal son delincuentes”, agregó el ministro de Economía, Luis Caputo.
La medida llega después del exitoso blanqueo de capitales por US$22.500 millones que alcanzó el gobierno el año pasado y del nuevo préstamo del FMI por US$20.000 millones.
“Me dijeron, no sé si es verdad, que hay más de US$200.000 millones bajo el colchón y Dios sabe dónde. Si ese dinero se invierte en Argentina, imaginen lo que sería ese país”, comentó la directora del organismo, Kristalina Georgieva, en un evento con legisladores organizado en Washington.
Pero, ¿de qué hablamos cuando los argentinos se refieren a los dólares “en el colchón” y qué nos dicen sobre el problema crónico de la escasez de divisas de su economía?
Santiago, un empresario gastronómico de 37 años, dice que nunca depositó sus ahorros en un banco y que adoptó esta posición, al igual que gran parte de los argentinos, al mirar la experiencia de su familia de las últimas décadas.
“Mi papá perdió US$40.000 en la década de 1990 de la noche a la mañana un día que el banco con el que operaba cerró. Después, en plena crisis de 2001, otro banco no le dejó sacar sus ahorros por un tiempo. No quiero que me pasé eso”, dice.
La expresión de los “dólares bajo del colchón” hace referencia a los ahorros no declarados, en moneda estadounidense, que no entran al sistema. Pueden estar escondidos en las casas, atesorados en las cajas de seguridad físicas de los bancos o depositados en cuentas en el exterior.
“La manera de protegernos de las devaluaciones y la inflación es ahorrar en moneda extranjera y ahorrar los dólares en billetes. Algunos, esos billetes los ponemos debajo del colchón, que es un eufemismo para decir que escondemos los dólares en nuestras casas”, dice Guido Zack.
De acuerdo al especialista, los incentivos para depositar los ahorros en pesos en el banco no logran compensar la inflación crónica por la que pasa el país. Por lo tanto, destinar los pesos a un plazo fijo en moneda local no siempre termina siendo favorable.
“En los últimos años ahorrar en moneda local en el sistema financiero no ha sido lo más conveniente para los argentinos. Pero eso es algo que debe cambiar, si queremos estabilizar nuestra economía”, añade.
Esta práctica complica mucho la economía local.
Argentina ha sufrido constantes ciclos de estancamiento económico y en buena medida esto se debe a esta escasez crónica de dólares.
“En nuestro sistema bancario faltan esos US$250.000 millones de los argentinos que están fuera del sistema”, dice Zack.
La ausencia de estos dólares en los bancos se traduce en la escasez de reservas internacionales en el Banco Central, que es aquello que un país necesita importar más productos y así hacer crecer su economía.
Cuando los argentinos ahorran en dólares lo que hacen es básicamente sacarlos del circuito económico. Por lo tanto, estos no son dólares que se usen para consumir ni para prestarle a una empresa para que invierta. Por el contrario, son “dólares que están quietos”.
“Y ese es un gran problema de la economía argentina”, explica el economista.
Si toda persona que tiene capacidad de ahorro, en lugar de utilizarla para financiar inversión en la economía local, lo que hace es comprar dólares y sacarlos del sistema, va a haber mucha menos disponibilidad de dólares para prestarle a las empresas dice Zack.
También habrá muchos menos dólares para acumular reservas y estabilizar el tipo de cambio, que es uno de los principales problemas de la economía argentina de la última década.
Para recuperar esos dólares que Argentina necesita, el gobierno de Milei presentó un plan que consiste en no preguntar sobre el origen del dinero no declarado que se utilice para comprar una propiedad o que se deposite en un banco.
“Tus dólares, tu decisión”, anunció el vocero presidencial de Javier Milei, Manuel Adorni, en una rueda de prensa el 22 de mayo pasado.
“Lo tuyo es tuyo y podés gastarlo como quieras sin tener que andar demostrando a cada rato de dónde lo sacaste. Los argentinos vuelven a ser inocentes hasta que la Agencia de Recaudación y Control Aduanero demuestre lo contrario”, agregó.
“Este cambio de régimen apunta a devolverle la libertad a la gente y dejar de pensar que la gente que se tuvo que refugiar en el mercado informal son delincuentes”, sostuvo el ministro de Economía, añadió Luis Caputo.
Esta medida, que se presenta a cinco meses de las elecciones de medio término en Argentina, ha generado controversia.
“¿Dónde están los incentivos? Parecen que si haces las cosas mal salís premiado y si las haces bien estás castigado. Los incentivos están totalmente cruzados”, dice el empresario gastronómico entrevistado por BBC Mundo sobre esta medida que permite blanquear dinero no declarado.
“El relajamiento de la información puede terminar por fomentar la informalidad. Si el Estado no puede controlar el origen de ese dinero, uno puede pensar: ¿Para qué voy a pagar mis impuestos? Y esa es una actitud muy egoísta y totalmente contraria a la solidaridad de un país”, comenta Zack.
Por su parte, la secretaria de Comunicaciones del FMI, Julia Kozack, recordó que Argentina se comprometió “a fortalecer la transparencia financiera y respetar las normas antilavado”.
“Cualquier medida nueva que pueda tener como objetivo alentar el uso de activos no declarados debe ser coherente con estos compromisos. Lo único que puedo decir ahora es que estamos viendo lo que está ocurriendo con suma atención”, alertó.
El gobierno argentino intenta por todos los medios sacar los dólares del colchón. Una ambición que comparten -y han intentado conseguir con poco éxito- los presidentes que antecedieron a Milei desde 1980 hasta la fecha.
La pregunta de fondo es si hoy existen los incentivos necesarios para que los argentinos recuperen la confianza en sus entidades financieras y, en última instancia, en su propia moneda.
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