No existe una orden federal que a partir de 2026 prohíba a los migrantes tener cuentas bancarias en Estados Unidos
Para entender mejor
Una publicación que circula en Facebook indica que, a partir del 1 de enero de 2026, ningún inmigrante podrá tener una cuenta bancaria en Estados Unidos sin demostrar que cuenta con un estatus legal. Sin embargo, esta información es falsa, ya que no existe ninguna orden federal que avale esta supuesta medida.
El video con desinformación menciona que supuestamente todos los bancos de Estados Unidos recibieron una nueva orden federal que consiste en verificar la ciudadanía o residencia permanente de todos los clientes activos, y que las cuentas de las personas que no cumplan con la nueva medida serán cerradas.
La Casa Blanca, el Departamento del Tesoro o el propio mandatario estadounidense no han publicado comunicados sobre esta supuesta nueva ley.
La Reserva Federal de Estados Unidos no tiene órdenes ejecutivas firmadas por el presidente Donald Trump para autorizar la revisión del estatus migratorio en instituciones bancarias.
“Los migrantes pueden abrir cuentas en Estados Unidos sin importar si cuentan con visa o como residentes permanentes, pues los bancos verifican identidad, no estatus legal.Lo que sí es cierto es que se les solicitarán documentos como comprobante de domicilio o alguna identificación oficial, aunque esta sea extranjera”, explica Jair Aguilar, especialista en Relaciones Internacionales.
¿Cómo saber si una noticia es falsa? El Sabueso pone en tus manos este documento contra la desinformación
La publicación desinformante, que ya suma más de 1,600 “me gusta” y arriba de un millón 600,000 reproducciones, también afirma que la medida bancaria supuestamente busca prevenir delitos como el lavado de dinero y el uso fraudulento del sistema financiero.
No hay una nueva orden federal que prohíba que los migrantes sin estatus legal puedan tener cuentas bancarias en Estados Unidos
El Sabueso ingresó al sitio web de la Casa Blanca para revisar las últimas órdenes ejecutivas que firmó el presidente Donald Trump y no encontramos ninguna que estuviera relacionada con una prohibición para abrir cuentas bancarias a inmigrantes indocumentados.
El decreto presidencial más reciente se basa en ampliar las medidas para proteger a los inversores estadounidenses de prácticas desleales, engañosas y anticompetitivas.
Al inicio del video desinformante se muestran dos fragmentos de conferencias de Donald Trump, y al realizar una búsqueda inversa en Google Lens con los primeros fotogramas de cada uno encontramos que la primera secuencia corresponde a su toma de protesta como presidente, el 20 de enero de 2025.
Mientras, el segundo clip se grabó el 7 de julio de 2021—cuando todavía no iniciaba su segundo mandato— como parte de una rueda de prensa que ofreció para anunciar que demandaría a Facebook, X y Google por supuesta censura luego de que le suspendieran sus cuentas.
En ninguna de las dos conferencias hace mención de una orden ejecutiva que planee firmar sobre prohibir a los inmigrantes sin estatus legal obtener cuentas bancarias en Estados Unidos.
Para seguir leyendo: ¿Un banco suizo congeló las cuentas de Trump por robar petróleo mexicano? Falso
Del mismo modo, revisamos las cuentas de X, Truth Social y Facebook del mandatario estadounidense y no encontramos ningún anuncio o publicación que se vincule con la supuesta orden ejecutiva.
¿Qué datos se solicitan para obtener una cuenta bancaria en Estados Unidos?
La Oficina para la Protección Financiera del Consumidor (CFPB, por sus siglas en inglés) destaca que los bancos o instituciones financieras pueden hacer preguntas sobre el estatus migratorio de una persona; no obstante, esta información no puede ser utilizada para justificar discriminación en contra de la persona en función de su origen nacional, raza u otras características protegidas.
El especialista Jair Aguilar detalla que los bancos de Estados Unidos solicitan información como nombre, fecha de nacimiento, dirección y un número de identificación.
Los números de identificación que son admitidos son el de contribuyente o número de pasaporte y país de la emisión o cualquier otro documento con foto que haya sido emitido por un gobierno que evidencie la nacionalidad o residencia de la persona.
También se puede presentar un Número de Identificación Personal del Contribuyente (ITIN, por sus siglas en inglés), el cual es autorizado y asignado por el Servicio de Impuesto Interno (IRS), que es un número legal que se puede obtener presentando documentos como licencia de conducir extranjera, tarjeta de identificación nacional con foto, acta de nacimiento o identificación militar extranjera.
En conclusión, es falso que se haya emitido una nueva orden ejecutiva que prohibirá en 2026 que los migrantes sin estatus legal puedan abrir cuentas bancarias en Estados Unidos, pues no hay registros de que se haya propuesto y aceptado la medida.
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En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
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