Un video que muestra cómo un tanque militar es perseguido por la policía no tiene relación con las recientes protestas en Los Ángeles, California, contra las redadas migratorias del gobierno de Donald Trump, como afirman en redes sociales. En realidad, la grabación corresponde a un hecho ocurrido en San Diego en 1995.
Una publicación en TikTok del 9 de junio, que comparte dicho video y suma más de 13 mil “me gusta”, señala lo siguiente: “Porque sera que les tienen miedo a la gente de los Angeles California. De que pais sera el que esta manejando el tanque (sic)”.
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Sin embargo, una búsqueda inversa en Google Lens con los fotogramas del video viral nos llevó a dos clips publicados en 2024 y 2020 en YouTube por CBS 8 San Diego, en los que se visualiza la misma escena.
Las descripciones de los clips indican que corresponde a un hecho del 17 de mayo de 1995, cuando el exmilitar Shawn Nelson robó un tanque M-60 de una armería de la Guardia Nacional en San Diego, California, y recorrió las calles derribando postes de luz y dañando vehículos.
También identificamos que CBS 8 San Diego compartió en 2011 un video en YouTube en el que se visualiza el tanque militar y menciona el caso de Shawn Nelson en 1995.
Tras un rastreo en Google con palabras clave, encontramos notas periodísticas que documentan el suceso. De acuerdo con los reportes, el 17 de mayo de 1995, Shawn Nelson robó un M-60 perteneciente a la armería de la Guardia Nacional y recorrió “varias autopistas locales” en San Diego, mientras era perseguido por autoridades. Tras ser herido de bala, el sujeto murió.
En el sitio web de la agencia de noticias Associated Press (AP) hallamos una fotografía del incidente. El pie de foto señala que paramédicos atendieron a Shawn Nelson luego de que la policía de San Diego le disparara, tras robar un tanque de la armería de la Guardia Nacional y provocar una persecución, el 17 de mayo de 1995.
El Sabueso verificó este video en 2020, que en aquel año era vinculado erróneamente con las protestas en Estados Unidos tras la muerte del afroestadounidense George Floyd bajo custodia policial en Minneapolis, Minnesota.
Como te explicamos en esa verificación, el mismo fragmento del video en donde se ve al tanque tirar un semáforo, se publicó en YouTube en 2009 y en 2015 como parte de una grabación que narra cómo el vehículo militar fue perseguido por la policía en San Diego en 1995. Otro video publicado en 2007 con tomas similares cuenta la misma historia en inglés.
Como te contamos en esta nota, desde el viernes pasado Los Ángeles ha sido escenario de protestas contra las redadas migratorias del gobierno de Donald Trump.
El mandatario estadounidense ordenó en los últimos días el despliegue de 700 marines y 4 mil miembros de la Guardia Nacional en Los Ángeles.
Las manifestaciones, que comenzaron en Los Ángeles, se han extendido a ciudades como Nueva York, Chicago, Washington D. C. y Filadelfia.
Tras varios días de protestas, la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, declaró el martes un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, mientras que Texas anunció el despliegue de la Guardia Nacional ante manifestaciones.
En conclusión: un video que muestra un tanque militar siendo perseguido por la policía no tiene relación con las recientes protestas en Los Ángeles, California, contra las redadas migratorias del gobierno de Donald Trump. La grabación corresponde a un hecho ocurrido en San Diego en 1995.
Los iraníes hablan sobre el miedo, la confusión y el sentimiento de impotencia que atraviesan en horas decisivas ante la ola de bombardeos aéreos de Israel.
Largas filas en las gasolineras y panaderías. Una hilera de autos que intentan salir de la capital. Noches largas y aterradoras.
Todavía conmocionados por el repentino ataque de Israel a Irán en las primeras horas de la mañana del viernes, los residentes de Teherán hablan sobre el miedo, la confusión, el sentimiento de impotencia y las emociones encontradas que atraviesan.
“Hace noches que no dormimos. Todo el mundo se va, pero yo no. Mi padre dice que es más honorable morir en tu propia casa que huir”, me dice un estudiante de música, de 21 años, a través de una aplicación de redes sociales encriptada.
Donya –una mujer que no quiere revelar su nombre real– es una de los muchos iraníes atrapados en una guerra entre un régimen que detestan e Israel, cuyo poder destructivo en Gaza ha visto esta mujer en su pantalla a la distancia.
“Realmente no quiero que mi hermosa Teherán se convierta en Gaza”, dice Donya.
En cuanto al llamado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a que los iraníes se levanten contra su liderazgo clerical, ella tiene una respuesta contundente: “No queremos que Israel nos salve. Ningún país extranjero se ha preocupado nunca por Irán. Tampoco queremos la República Islámica”.
Otra mujer le dijo al Servicio Persa de la BBC que al principio sintió una “extraña emoción” al ver a Israel matar a un grupo de poderosos altos mandos militares que pensó que vivirían para siempre.
“De repente, esa imagen de poder se rompió en mil pedazos. Pero, a partir del segundo día, cuando escuché que gente común, que no conocía, personas como yo también habían muerto empecé a sentir dolor, miedo y tristeza”, señala.
La mujer explica cómo la tristeza que sentía rápidamente se convirtió en ira cuando supo que el campo de gas de South Pars había sido impactado, temiendo que Israel estuviera tratando de dejar Irán “en ruinas”.
Por primera vez en su vida, esta mujer dice que pensó en prepararse para la idea de morir.
Más de 220 personas –muchas de ellas mujeres y niños– han muerto en los ataques desde el viernes, según las autoridades iraníes, que informaron que sus misiles han matado al menos a 24 personas en Israel en el mismo período.
Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que todo el mundo debería evacuar “inmediatamente” Teherán.
A diferencia de Israel, en Irán no hay advertencias de ataques inminentes ni refugios a los que correr.
Los misiles caen del cielo, pero una campaña de autos bomba en Teherán, reportada tanto por medios israelíes como iraníes, generaron más pánico y confusión entre la gente.
Incluso algunos simpatizantes del régimen, según se informa, están molestos por el hecho de que sus tan elogiadas defensas hayan quedado completamente al descubierto.
Entre muchos iraníes, la desconfianza en las autoridades es profunda.
Donya solía desafiar el régimen y su estricto código de vestimenta saliendo con el pelo descubierto.
Ahora, con sus exámenes universitarios pospuestos hasta la próxima semana, prefiere quedarse en casa.
“Siento mucho miedo por la noche. Tomo algunas pastillas para relajarme y tratar de dormir”, dice.
El gobierno iraní ha sugerido que la gente se refugie en mezquitas y estaciones de metro. Pero eso es difícil cuando las explosiones parecen aparecer de la nada.
“Teherán es una gran ciudad y, sin embargo, todos los vecindarios se han visto afectados de alguna manera por el daño”, le dijo otra joven al Servicio Persa de la BBC.
“Por ahora, todo lo que hacemos es revisar las noticias cada hora y llamar a los amigos y familiares de los barrios que han sido alcanzados para asegurarnos de que todavía están vivos”.
Ella y su familia decidieron dejar su casa para quedarse en un área donde no hay edificios gubernamentales conocidos, aunque nunca se sabe, en un país como Irán, quién puede estar viviendo a tu lado.
El asalto israelí ha dividido a los iraníes. Mientras unos celebran las pérdidas del régimen, otros están enojados con aquellos que alientan a Israel. Muchos cambian de opinión sobre lo que piensan.
Las divisiones son amargas, incluso entre algunas familias.
“La situación se siente como las primeras horas después de que el Titanic golpeara el iceberg. Algunas personas intentaban escapar, otras decían que no era gran cosa y otras seguían bailando”, dice la mujer.
Ella siempre ha protestado contra los gobernantes administrativos de Irán, le dice a la BBC, pero ve lo que Netanyahu le está haciendo a su país como “inexcusable”.
“La vida de todos, ya sea que apoyaran los ataques o no, ha cambiado para siempre. La mayoría de los iraníes, incluso aquellos que se oponen al gobierno, ahora se han dado cuenta de que la libertad y los derechos humanos no provienen de las bombas israelíes que caen sobre ciudades donde viven civiles indefensos”, sostiene.
“La mayoría de nosotros estamos asustados y preocupados por lo que viene después. Hemos empacado bolsas con suministros de primeros auxilios, comida y agua, por si las cosas empeoran”, agrega.
Israel dice que las fuerzas armadas iraníes han colocado deliberadamente sus centros de mando y armas dentro de edificios y áreas civiles.
Los miembros de la gran diáspora de Irán también están preocupados.
“Es difícil transmitir lo que es ser iraní en este momento”, dice Dorreh Khatibi-Hill, una activista e investigadora por los derechos de las mujeres afincada en Leeds que está en contacto con familiares, amigos y otros activistas antirrégimen.
“Estás feliz de que los miembros del régimen, que han estado torturando y asesinando a personas, estén siendo eliminados. Pero sabemos que los civiles están muriendo. Este es un desastre humanitario devastador”, añade.
Y los iraníes no están recibiendo información precisa sobre lo que está sucediendo, opina.
“La persona principal en Irán, el líder supremo, sigue viva mientras los iraníes huyen temiendo por sus vidas. Nadie quiere que Irán se convierta en otro Irak, Siria o Afganistán. Ninguno de nosotros quiere esta guerra. Nosotros tampoco queremos el régimen”, asegura la activista.
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