
“El uso de cubrebocas provoca cansancio, fatiga, hongos y bacterias. Se disminuye un 2 % el oxígeno y aumenta 4 % el dióxido de carbono (CO2) que respiramos”, asegura una publicación en X —antes Twitter—. Pero la información contenida en esa publicación es falsa, pues no hay evidencia científica sobre dichos efectos adversos; al contrario, usar cubrebocas nos previene de contraer enfermedades virales.
“Las mascarillas son completamente seguras”, afirma el doctor Rodolfo Salazar Torres. “Pueden causar una sensación de calor o falta de aire, especialmente en personas con ansiedad diagnosticada, pero esto no es un daño pulmonar que provoque bronquitis o asma”, añade.
Expertos en la salud afirman que las mascarillas deben utilizarse como parte de una estrategia integral de medidas para suprimir la transmisión de enfermedades y salvar vidas.
La desinformación sobre los cubrebocas circula tras el reciente registro de casos de influenza H3N2 subclado K. Este virus causa una enfermedad semejante a la influenza tradicional con síntomas como fiebre, dolor de garganta y tos. No hay registro de que esta variante provoque una enfermedad más grave.
El posteo desinformante ya es viral con al menos 215,000 visualizaciones y 1,000 “me gusta” en X.
¿Cómo saber si una noticia es falsa? El Sabueso pone en tus manos este documento contra la desinformación
El uso adecuado de mascarillas reduce la propagación del virus a otras personas y protege a quienes las usan contra la inhalación de partículas infecciosas provenientes de quienes las rodean.
“Utilizar cubrebocas ayuda a garantizar una barrera física para los virus. Su beneficio para prevenir enfermedades respiratorias y virales es enorme y su riesgo es nulo”, menciona el doctor Rodolfo Salazar Torres.
No hay advertencias por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) o de la Secretaría de Salud en México que desaconsejen el uso de mascarillas para personas con asma o bronquitis controladas. De hecho, estudios clínicos y médicos especialistas recomiendan que estos pacientes las usen para protegerse contra infecciones graves.
La OMS afirma que usar un cubrebocas de manera correcta permite que cualquier persona —incluso alguien asmático— respire con normalidad.
Aunque la publicación asegura que usar mascarilla causa enfermedades como asma y bronquitis, artículos de instituciones médicas consultados por El Sabueso desmienten esta afirmación.
En el caso de la bronquitis, la Clínica Mayo explica en este artículo que la enfermedad es una inflamación del revestimiento de los bronquios, los cuales son conductos que transportan el aire hacia y desde los pulmones.
A menudo, la bronquitis aguda es causada por los mismos virus que causan resfriados y gripe, estos se propagan de persona en persona por gotitas generadas cuando una persona infectada tose, estornuda o habla y otra persona las inhala. También pueden propagarse a través del contacto con un objeto infectado.
Mientras, la causa más frecuente de la bronquitis crónica es fumar cigarrillos, aunque la contaminación del aire y el polvo o los gases tóxicos en el medioambiente o lugar de trabajo también pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad, explica la Clínica Mayo.
UnityPoint Health —un sistema de salud estadounidense sin fines de lucro— explica que el uso de mascarillas tampoco provoca acumulación de dióxido de carbono ni disminución de oxígeno en los pulmones, contrario a la publicación en X.
“Las mascarillas de tela y las mascarillas desechables aún permiten un intercambio adecuado de oxígeno y dióxido de carbono. Por ejemplo, las moléculas de CO2 son más pequeñas que el virus del covid-19 —emergencia sanitaria en la que era obligatorio portar cubrebocas—. Por lo tanto, el dióxido de carbono que exhalamos no tiene ningún problema para atravesar los poros de una mascarilla de tela o desechable”, ejemplifica la Clínica Mayo.
“En sí, las mascarillas no generan bacterias u hongos, la mala higiene sí. Si se usa un cubrebocas por mucho tiempo puede convertirse en un ambiente propicio para que crezcan bacterias y hongos en su superficie”, comenta el doctor Salazar.
Un estudio de la Librería Nacional de Medicina de Estados Unidos confirma que la contaminación bacteriana es un parámetro crítico para medir el tiempo que se usará una mascarilla médica.
El estudio registró que no se detectaron bacterias dentro ni fuera de la mascarilla usada durante cuatro horas, pero detectaron seis especies de bacterias en el interior y el exterior de la mascarilla después de cinco horas de uso.
Por ello, existen las mascarillas reutilizables que comúnmente están hechas de tela; el Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, por sus siglas en inglés) recomienda lo siguiente para mantener un buen uso:
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) explica que las mascarillas que no fueron diseñadas para reutilizarse deberán desecharse de la manera que dictan la norma NOM-087 para el manejo de residuos biológico-infecciosos.
El video desinformante también afirma que usar cubrebocas puede causar fatiga; sobre esto, el doctor Rodolfo Salazar Torres específica que ello es posible por el esfuerzo respiratorio y la sensación de calor que provoca, pero es transitoria y no peligrosa.
En conclusión es falso que usar cubrebocas cause deficiencia de oxígeno, asma o bronquitis. No existe evidencia científica sobre esta información, por el contrario, el uso adecuado de cubrebocas previene contraer enfermedades virales.
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El anuncio de Trump tiene como objetivo cortar los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro, pero algunos analistas advierten que la medida podría profundizar la crisis económica en Venezuela y generar consecuencias negativas para Washington.
Para Venezuela, el petróleo no es simplemente un bien de exportación. Constituye el eje central de su economía y la principal fuente de ingresos y de divisas con las que el país importa alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
Por ello, el bloqueo “total y completo” contra los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela —anunciado el martes por el presidente de EU, Donald Trump— no solo podría afectar al gobierno de Nicolás Maduro, sino también a amplios sectores de la población venezolana.
Varios expertos advierten que una medida de este alcance también puede resultar contraproducente para Washington.
Trump dio a conocer la decisión a través de sus redes sociales, donde acusó al gobierno de Maduro de utilizar petróleo “robado” para financiarse y para sostener el “narcoterrorismo, tráfico de personas, asesinatos y secuestros”.
Sus declaraciones se producen una semana después de que Washington incautara un buque petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que Caracas denunció como “un robo descarado” y “un acto de piratería”.
El mandatario estadounidense también afirmó este martes en Truth Social que Venezuela está “completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica”, y añadió que esta presencia militar “seguiría creciendo” y que sería “algo como nunca antes se había visto”.
Venezuela —que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo— ha condenado la orden de bloqueo como una “amenaza grotesca”, que, según el gobierno de Maduro, busca “robar” la riqueza del país.
Desde septiembre, Estados Unidos ha acumulado una importante presencia militar frente a las costas venezolanas en el Caribe, que incluye a más de 15,000 efectivos y al portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford.
El ejército estadounidense también ha estado realizando una serie de ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental en los que han muerto al menos 95 personas.
El presidente Trump afirma que el objetivo de esta campaña militar es combatir el narcotráfico en la región y acusa al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar el llamado Cartel de los Soles.
Sin embargo, diversos analistas sostienen que la estrategia podría también estar orientada a impulsar un cambio de régimen en Venezuela.
Venezuela produce actualmente cerca de 1 millón de barriles diarios de crudo, lo que representa aproximadamente el 1% de la producción mundial.
Una cifra que contrasta con los más de 3 millones de barriles diarios que el país produjo en 1998, el año previo a la llegada al poder del mentor político e ideológico de Maduro, el expresidente Hugo Chávez.
El desplome de la producción responde a una combinación de mala gestión, falta de inversión en el sector, pérdida de personal calificado, corrupción y sanciones internacionales.
Por ello, el impacto de un bloqueo petrolero sobre el mercado mundial sería limitado, al menos en el corto plazo.
Pero, para millones de venezolanos, las consecuencias podrían ser mucho más profundas y directas.
Cuando el presidente Donald Trump impuso un paquete de sanciones económicas estrictas a Venezuela en 2018, durante su primer mandato, la medida profundizó la ya grave crisis económica y humanitaria que atravesaba el país sudamericano.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), solo ese año la economía venezolana se contrajo en torno al 15%, una de las caídas más pronunciadas de su historia reciente.
Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, afirma que el bloqueo anunciado por Trump podría tener un efecto “aún más devastador si lo mantiene y persiste”.
“Creo que la administración Trump espera poder darle un giro rápido a esta medida. Espera que el lenguaje hiperbólico e incendiario que usó en Truth Social ponga al círculo íntimo de Maduro en su contra y promueva una transición rápida“, le dice a BBC Mundo.
“Pero si eso no pasa, se prevé una gran crisis, porque un gran porcentaje de las exportaciones venezolanas viaja por este tipo de embarcaciones sancionadas”, agrega.
“Y los ingresos provenientes de esas exportaciones no sólo se usan para pagar y sobornar a burócratas, sino para comprar medicinas y alimentos, por lo que se prevé una gran escasez de ambas cosas”.
Un informe reciente de la organización Transparencia Venezuela reveló que el 41% de los buques petroleros (40) que operaron en las costas venezolanas en noviembre fueron buques sancionados, parte de la llamada flota de buques fantasma.
Por su parte, el servicio independiente de seguimiento Tanker Trackers estima que unos 37 buques incluidos en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) estaban operando en aguas venezolanas a principios de este mes.
El economista venezolano Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice, en Houston, señala que la medida anunciada por Trump también forzará al gobierno de Nicolás Maduro a ofrecer mayores descuentos en el petróleo que vende a través de canales informales para sortear las sanciones.
“En cualquier escenario, esto provocará una reducción de los ingresos, lo que a su vez causará una devaluación del bolívar y un aumento de la inflación. Y si la situación se prolonga, es probable que genere una caída significativa del PIB”, añade.
El FMI proyectó que la inflación en Venezuela cerrará 2025 en aproximadamente 269,9 %, según su informe World Economic Outlook publicado el 14 de octubre de 2025.
Expertos advierten que el bloqueo también podría tener consecuencias negativas tanto para la oposición venezolana como para el propio gobierno de Donald Trump.
“Si la medida no logra desalojar al gobierno de Nicolás Maduro y los venezolanos comunes comienzan a sufrir sus efectos, es posible que muchos terminen culpando a la oposición y a Trump de la crisis”, señala Sabatini.
Y una mayor pobreza en Venezuela probablemente también impulse una nueva ola migratoria hacia países de América Latina y a Estados Unidos.
Según datos de la ONU, cerca de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país desde el inicio de la crisis económica y política, convirtiendo la situación en una de las mayores crisis migratorias del mundo.
El economista estadounidense Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), considera que el bloqueo anunciado por Trump podría terminar perjudicándolo políticamente si se mantiene en el tiempo.
“Cerca del 90% de las divisas extranjeras que obtiene Venezuela provienen de las exportaciones de petróleo, por lo que un bloqueo como el anunciado podría generar más pobreza y más migración”, le dice Weisbrot a BBC Mundo.
“Es un riesgo considerable para Trump: si la migración venezolana hacia Estados Unidos aumenta de forma significativa, es probable que sus votantes le hagan pagar el precio en las elecciones de medio mandato del próximo año”.
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