Las autoridades sanitarias han confirmado 1 mil 003 casos de sarampión y la muerte de una persona sin vacuna para esa enfermedad entre enero y el 3 de mayo de 2025. Esto es la mayor cantidad de casos en los últimos 17 años, de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud.
Como en el caso de la tos ferina, especialistas consultados mencionan que la baja en la aplicación de vacunas repercute en el aumento de casos. Pero además de las fallas del sistema de salud para garantizar las dosis, la desinformación provoca que algunas comunidades de estados como Chihuahua no acepten las vacunas, quedando así más vulnerables.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la cobertura de de la vacuna triple vírica (sarampión, rubéola y paperas) alcanzó el 76% para la primera dosis y 74% para la segunda dosis en 2023, último año con información disponible. Esto mientras el Programa de Vacunación Universal recomienda una cobertura del 95% para las vacunas de este programa, que incluye el biológico para prevenir el sarampión.
“Hemos tenido coberturas oscilantes, unos años bajos, otros años muy bajos, unos años menos bajos, luego tratan de compensarlo. Cada año tienes que vacunar a 2.3 millones de niños y niñas, si no los vacunas completos a esos, pues para el año que entra vas a tener que vacunar a los del año, 2.3 millones, más los que se te quedaron rezagados del año pasado”, explicó Mauricio Rodríguez, del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes de la UNAM.
El boletín epidemiológico de la Semana Epidemiológica 18, del 27 de abril al 3 de mayo de 2025, dio a conocer la existencia de 1 mil 003 casos de sarampión en México, de los cuales el 95% fueron reportados en Chihuahua. El grupo etario con más casos registrados son las personas de entre 25 y 34 años.
“Referente al antecedente vacunal se encontró que 94.4% (947) no cuenta con antecedente vacunal, mientras que el 3.2%(32) cuenta con una dosis de SRP y con 2 dosis de SRP 2.4% (24) documentado en la cartilla nacional de vacunación”, indicó la Secretaría de Salud.
El último reporte de la OPS, del 2 de mayo de 2025, informó sobre dos casos de sarampión importados; 35 relacionados con la importación y 384 bajo investigación.
El primer caso de esta enfermedad en el país en 2025 fue el de una niña de cinco años, sin historial de vacunación, con antecedentes de viajes entre octubre del 2024 y enero del 2025 a Tailandia, la República Democrática Popular Lao, Vietnam, Japón y Estados Unidos, arribando a México el 29 de enero.
“No teníamos sarampión desde el año 1996 en México, ya no había sarampión autóctono. Todos los casos que han habido en los últimos 20 años son casos importados. Este virus es muy contagioso ya que se transmite por vía respiratoria. Una persona puede llegar a contagiar a 16 personas más”, dijo Rodriguez.
Este año sólo se contabiliza una defunción por esta enfermedad. Según las autoridades sanitarias, el paciente tenía 31 años, no le habían aplicado vacunas para prevenir sarampión y padecía diabetes. El último año en que se habían registrado muertes por sarampión fue en 1997, según la Secretaría de Salud.
“Como resultado de la pandemia de sarampión en 1989-1990, el esquema de dos dosis se implementó en 1991, alcanzando la eliminación del sarampión en 1996. En las últimas décadas, el Programa Universal de Vacunación (PVU) incluye la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubéola) administrada a las edades de 1 y 6 años. En 2022, la Secretaría de Salud cambió la edad de aplicación de la segunda dosis a los 18 meses de edad para reducir la acumulación de niños que no responden a la primera dosis o que no recibieron la primera dosis”, destacó el estudio “Una encuesta serológica de sarampión de base poblacional en México: implicaciones para la reemergencia”.
Para Mauricio Rodríguez, el aumento de casos de sarampión en México está relacionado con una baja en la cobertura de vacunación, el aumento de comunidades que deciden no vacunarse y la caída en la disponibilidad de biológicos durante el sexenio anterior.
La UNAM explicó que en México el esquema universal incluye dos dosis de SRP en menores de 2 años (a los 12 y 18 meses), y un refuerzo con SR a los adolescentes y adultos.
En niños, niñas y adolescentes, la aplicación de vacunas triple viral cayó desde 2016. Ese año, las autoridades aplicaron 7 millones 996 mil biológicos y en 2023, último año con datos completos, 3 millones 467 mil vacunas. Esto implica una disminución del 56%.
El año con mayor aplicación de vacunas contra el sarampión fue 2021, con 8 millones 66 mil vacunas. Esto coincide con una cobertura del 99% en la aplicación de la primera dosis de vacuna SRP en niños de un año, de acuerdo con el especial “No somos Dinamarca”.
Sin embargo, la aplicación de la segunda dosis en niños de seis años fue menor a la aplicación de la primera dosis entre 2017 y 2021. El gobierno de López Obrador gastó 24% más en la compra de vacunas en 2019, que Enrique Peña Nieto en 2018, y aún así compró menos dosis.
Por eso, cuando las familias buscaron las vacunas obligatorias para sus niños, no las encontraron, dejándolos desprotegidos contra la hepatitis B, tétanos, difteria, rotavirus, neumococo o sarampión. Todas, enfermedades prevenibles por vacunación.
La ENSANUT 2023 dio a conocer que la prevalencia de la vacunación contra el sarampión en adolescentes es del 21% y en adultos (20-59 años) fue del 30%. De acuerdo con la encuesta, en 2012 se tuvo una cobertura 75% en la aplicación de la primera dosis SRP en niños menores de un año, y entre 2021-2023 fue de 71%.
Según el estudio antes mencionado, la prevalencia de anticuerpos contra el sarampión más alta se observó en personas mayores de 50 años (nacimiento ≤1972), y la más baja en los grupos de edad entre 13 y 39 años (nacimiento 1983-2009).
“Tenemos esta situación extraordinaria de comunidades no vacunadas intencionalmente, o sea, de vacunadas de comunidades que tienen todos sus individuos de cualquier edad no vacunados por decisión propia y ahí se mete el virus”, dijo el especialista de la UNAM.
La OPS consideró la desinformación y las creencias en contra de las vacunas como uno de los impedimentos para la inmunización de las personas.
De acuerdo con la agencia estadounidense Associated Press, miembros de la comunidad menonita citaron repetidamente la desinformación sobre las vacunas como un impedimento para aplicar los biológicos. Incluso, un hombre calificó de héroe al secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr, quien ha sido señalado por difundir desinformación y postulados antivacunas.
Un hombre entrevistado por AP señaló que la gente “prefiere curarse a su manera”. Una madre describió enfermar de sarampión como un “privilegio”, y habló de llevar a sus hijos no vacunados de 5 y 7 años a una fiesta para que todos se contagiaran y se recuperaran.
Ante ello, brigadistas de salud realizan actividades de seguimiento, llamadas casa por casa e involucramiento de los líderes de la comunidad para conseguir que las personas de la comunidad menonita acepten la vacunación.
El especialista de la UNAM mencionó que en Oaxaca se pudo detener la transmisión del virus debido a un seguimiento de casos y vigilancia, con la comunidad aceptando vacunarse, esto en contraste con lo observado en zonas de Chihuahua.
“Lo que está pasando en Chihuahua es la entrada del virus a una comunidad no vacunada y eso provoca una propagación extendida del virus. Por eso es muy importante que todas las comunidades estén lo más vacunadas que se puedan.Y si esta comunidad, por decisión propia, elige no vacunar, pues no sólo ponen en riesgo a los de la comunidad, sino que ponen en riesgo a todos los que están a su alrededor”, finalizó.
Los iraníes hablan sobre el miedo, la confusión y el sentimiento de impotencia que atraviesan en horas decisivas ante la ola de bombardeos aéreos de Israel.
Largas filas en las gasolineras y panaderías. Una hilera de autos que intentan salir de la capital. Noches largas y aterradoras.
Todavía conmocionados por el repentino ataque de Israel a Irán en las primeras horas de la mañana del viernes, los residentes de Teherán hablan sobre el miedo, la confusión, el sentimiento de impotencia y las emociones encontradas que atraviesan.
“Hace noches que no dormimos. Todo el mundo se va, pero yo no. Mi padre dice que es más honorable morir en tu propia casa que huir”, me dice un estudiante de música, de 21 años, a través de una aplicación de redes sociales encriptada.
Donya –una mujer que no quiere revelar su nombre real– es una de los muchos iraníes atrapados en una guerra entre un régimen que detestan e Israel, cuyo poder destructivo en Gaza ha visto esta mujer en su pantalla a la distancia.
“Realmente no quiero que mi hermosa Teherán se convierta en Gaza”, dice Donya.
En cuanto al llamado del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a que los iraníes se levanten contra su liderazgo clerical, ella tiene una respuesta contundente: “No queremos que Israel nos salve. Ningún país extranjero se ha preocupado nunca por Irán. Tampoco queremos la República Islámica”.
Otra mujer le dijo al Servicio Persa de la BBC que al principio sintió una “extraña emoción” al ver a Israel matar a un grupo de poderosos altos mandos militares que pensó que vivirían para siempre.
“De repente, esa imagen de poder se rompió en mil pedazos. Pero, a partir del segundo día, cuando escuché que gente común, que no conocía, personas como yo también habían muerto empecé a sentir dolor, miedo y tristeza”, señala.
La mujer explica cómo la tristeza que sentía rápidamente se convirtió en ira cuando supo que el campo de gas de South Pars había sido impactado, temiendo que Israel estuviera tratando de dejar Irán “en ruinas”.
Por primera vez en su vida, esta mujer dice que pensó en prepararse para la idea de morir.
Más de 220 personas –muchas de ellas mujeres y niños– han muerto en los ataques desde el viernes, según las autoridades iraníes, que informaron que sus misiles han matado al menos a 24 personas en Israel en el mismo período.
Este lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que todo el mundo debería evacuar “inmediatamente” Teherán.
A diferencia de Israel, en Irán no hay advertencias de ataques inminentes ni refugios a los que correr.
Los misiles caen del cielo, pero una campaña de autos bomba en Teherán, reportada tanto por medios israelíes como iraníes, generaron más pánico y confusión entre la gente.
Incluso algunos simpatizantes del régimen, según se informa, están molestos por el hecho de que sus tan elogiadas defensas hayan quedado completamente al descubierto.
Entre muchos iraníes, la desconfianza en las autoridades es profunda.
Donya solía desafiar el régimen y su estricto código de vestimenta saliendo con el pelo descubierto.
Ahora, con sus exámenes universitarios pospuestos hasta la próxima semana, prefiere quedarse en casa.
“Siento mucho miedo por la noche. Tomo algunas pastillas para relajarme y tratar de dormir”, dice.
El gobierno iraní ha sugerido que la gente se refugie en mezquitas y estaciones de metro. Pero eso es difícil cuando las explosiones parecen aparecer de la nada.
“Teherán es una gran ciudad y, sin embargo, todos los vecindarios se han visto afectados de alguna manera por el daño”, le dijo otra joven al Servicio Persa de la BBC.
“Por ahora, todo lo que hacemos es revisar las noticias cada hora y llamar a los amigos y familiares de los barrios que han sido alcanzados para asegurarnos de que todavía están vivos”.
Ella y su familia decidieron dejar su casa para quedarse en un área donde no hay edificios gubernamentales conocidos, aunque nunca se sabe, en un país como Irán, quién puede estar viviendo a tu lado.
El asalto israelí ha dividido a los iraníes. Mientras unos celebran las pérdidas del régimen, otros están enojados con aquellos que alientan a Israel. Muchos cambian de opinión sobre lo que piensan.
Las divisiones son amargas, incluso entre algunas familias.
“La situación se siente como las primeras horas después de que el Titanic golpeara el iceberg. Algunas personas intentaban escapar, otras decían que no era gran cosa y otras seguían bailando”, dice la mujer.
Ella siempre ha protestado contra los gobernantes administrativos de Irán, le dice a la BBC, pero ve lo que Netanyahu le está haciendo a su país como “inexcusable”.
“La vida de todos, ya sea que apoyaran los ataques o no, ha cambiado para siempre. La mayoría de los iraníes, incluso aquellos que se oponen al gobierno, ahora se han dado cuenta de que la libertad y los derechos humanos no provienen de las bombas israelíes que caen sobre ciudades donde viven civiles indefensos”, sostiene.
“La mayoría de nosotros estamos asustados y preocupados por lo que viene después. Hemos empacado bolsas con suministros de primeros auxilios, comida y agua, por si las cosas empeoran”, agrega.
Israel dice que las fuerzas armadas iraníes han colocado deliberadamente sus centros de mando y armas dentro de edificios y áreas civiles.
Los miembros de la gran diáspora de Irán también están preocupados.
“Es difícil transmitir lo que es ser iraní en este momento”, dice Dorreh Khatibi-Hill, una activista e investigadora por los derechos de las mujeres afincada en Leeds que está en contacto con familiares, amigos y otros activistas antirrégimen.
“Estás feliz de que los miembros del régimen, que han estado torturando y asesinando a personas, estén siendo eliminados. Pero sabemos que los civiles están muriendo. Este es un desastre humanitario devastador”, añade.
Y los iraníes no están recibiendo información precisa sobre lo que está sucediendo, opina.
“La persona principal en Irán, el líder supremo, sigue viva mientras los iraníes huyen temiendo por sus vidas. Nadie quiere que Irán se convierta en otro Irak, Siria o Afganistán. Ninguno de nosotros quiere esta guerra. Nosotros tampoco queremos el régimen”, asegura la activista.
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