
“A veces los cólicos son muy fuertes y en cada periodo me da miedo manchar mi uniforme de sangre”, cuenta Victoria, una estudiante de secundaria de 14 años. Su caso no es aislado, y desde 2019 colectivas feministas exigen al gobierno mexicano tomar acciones para garantizar una menstruación digna.
El 15 de agosto, el Congreso de la Ciudad de México aprobó un dictamen a favor de una iniciativa para que las ausencias que provoca el periodo menstrual no afecten el desempeño académico ni generen sanciones disciplinarias. Además, si las inasistencias coinciden con exámenes o entregas importantes, la persona menstruante tendrá derecho a solicitar su reprogramación.
La iniciativa la propuso la diputada morenista María del Rosario Morales Ramos para reformar la fracción XIII bis del Artículo 111 de la Ley de Educación local, que establece derechos para recibir educación sobre preservar la integridad física y contemplar que las personas menstruantes que presenten síntomas puedan ausentarse de las labores escolares justificadamente.
De acuerdo con el Manual sobre salud menstrual elaborado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), alrededor de 43 % de las personas menstruantes a nivel mundial prefiere quedarse en casa durante su periodo por las molestias que les provoca.
“Cuando estoy menstruando cualquier actividad se vuelve más pesada, sensible e incómoda para mí”, explica Victoria, quien también presenta cólicos fuertes, hinchazón menstrual, náuseas, dolor pélvico y de senos e irritabilidad.
Generalmente, durante su periodo las personas menstruantes padecen malestares como la dismenorrea, definida por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) como el dolor durante la menstruación de tipo cólico en la parte inferior del abdomen, presente durante al menos tres ciclos menstruales, con una duración desde cuatro horas hasta cuatro días.
“Mi periodo menstrual sí afecta mi desempeño académico, son días en los que mentalmente me siento desmotivada y físicamente los cólicos me afectan al grado de marearme o sentir que un cinturón oprime mi panza todo el tiempo”, narra Victoria.
La estudiante califica la iniciativa como “un acto feminista” que requiere de la ayuda de todas las personas involucradas para que rinda resultados óptimos. “Es un alivio que sea posible que faltemos a la escuela durante nuestro periodo. He visto a mis amigas vivirlo, incluso a mis profesoras. Sé que no soy la única a la que afecta y que será de gran ayuda para las mujeres”, dice.
Jessica, madre de otra estudiante de secundaria, señala que su hija durante su periodo menstrual presenta malestares fuertes. “Empezó a menstruar a los nueve años, desde ese momento yo no la llevo a la escuela al menos dos días durante su periodo porque es incómodo”, agrega.
Anahí Rodríguez, fundadora de Menstruación Digna México, afirma que “legislar es importante, pero no es suficiente. México necesita educar sobre el periodo menstrual como un proceso natural e involuntario desde la infancia”. La activista también pide que los temas vistos durante la ausencia de estudiantes que pidan licencia sean reprogramados para su enseñanza.
En la Encuesta nacional de gestión menstrual de 2022, elaborada por la UNICEF en colaboración con la colectiva Menstruación Digna México, se registró que 20 % de las personas menstruantes no cuenta con la infraestructura necesaria para la gestión menstrual.
Las entrevistadas destacan que la falta de presupuesto, de información y de concienciación obstaculizan que vivan su periodo menstrual de la manera más óptima posible. “Hay una incomodidad porque se está desprendiendo el revestimiento del útero, pero no está bien que se nos enseñe que la menstruación es dolorosa o que nos debemos avergonzar”, asegura Anahí Rodríguez.
“En algunas escuelas ubicadas en zonas rurales del país, las páginas en donde se explican temas de salud menstrual son arrancadas de los libros de texto o el profesorado decide omitir el tema de la planeación escolar porque está mal visto hablar o enseñar sobre ello”, ejemplifica.
A Victoria, quien vive en la Ciudad de México, le hablaron de la menstruación durante tres clases en su último año de primaria; y ahora que estudia la secundaria el tema no ha sido tratado. Su mamá la apoya cuando llega su periodo, pero aún le dice que “se reserve” de comentarlo a las demás personas y que esconda su toalla sanitaria al momento de ir al baño.
De acuerdo con datos de El Sabueso y Menstruación Digna México, hasta agosto de 2025, 23 estados de México reformaron sus leyes locales a favor de la salud menstrual. En ese sentido, Coahuila es la entidad con más acciones, como la gratuidad de productos de gestión menstrual (PGM) en centros penitenciarios. Por el contrario, estados como Chiapas, Durango, Nayarit, Sinaloa, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz no han realizado cambios en sus leyes.

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Aunque los avances legislativos son importantes, cabe destacar que en algunos estados, las leyes son rechazadas, utilizadas con fines políticos o no se llevan a cabo de manera correcta. En el caso de San Luis Potosí, Gabriela Silva, cofundadora de Organización para Chicas, explicó:
“Hemos visto que es una herramienta política para los partidos. Por ejemplo, el programa de PGM no es una obligación del Estado, sino que es un apoyo de la Secretaría de Educación que en algunas escuelas ni siquiera ocurre”.
La aprobación del dictamen representa un avance significativo en la salud menstrual. Sin embargo, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México debe promulgar la iniciativa y, posteriormente, publicarla en la Gaceta Oficial para que se efectúe.
Otros aspectos, como la carencia de productos de gestión menstrual, la ausencia de servicios de enfermería que atiendan correctamente los síntomas menstruales y la infraestructura inadecuada de baños en las escuelas impiden la garantía de vivir una menstruación digna. De acuerdo con el manual para docentes y personal directivo Menstruar en la Escuela, elaborado por Mexicanos Primero y la Fundación Femmex, 23 % de los centros escolares del país, es decir, al menos 56 mil escuelas, no cuenta con servicios de agua, y alrededor de 6 mil no tienen baños.
Actualmente el tema es considerado tabú en México, asegura Anahí Rodríguez: “Existe una falta de sensibilización muy grande. La presidenta Claudia Sheinbaum ya agregó la menstruación digna a la Cartilla de Derechos de las Mujeres, pero tendría un efecto mayor que hable de ella en sus conferencias matutinas o que impulse campañas masivas de información y atención.
“Aún no se revelan qué parámetros garantizarán que, al pedir la licencia menstrual, los síntomas menstruales de las estudiantes no sean cuestionados o minimizados por las autoridades escolares; habrá que priorizar que sea de fácil acceso para todas”, añade la fundadora de Menstruación Digna México.
En el ciclo escolar que recién comienza, a Victoria la entusiasma volver a clases para su último año de secundaria y encontrarse con sus amigas. “Me gustaría que ninguna compañera se ausente o incomode por su periodo menstrual. Vamos a la escuela a aprender y necesitamos buenas condiciones para hacerlo”, concluye.

Casi siete años después de la imposición de sanciones por parte de EU la exportación petrolera de Venezuela parece haberse recuperado de forma significativa gracias a la contribución de la llamada flota fantasma. BBC Mundo te cuenta de qué se trata.
Cuando en 2019 el presidente de EE.UU., Donald Trump, impuso sanciones a la industria petrolera de Venezuela para presionar al gobierno de Nicolás Maduro, las exportaciones de crudo venezolano cayeron hasta unos 495.000 barriles diarios. Seis años más tarde, las sanciones siguen en pie, pero las exportaciones petroleras de Venezuela han vuelto a crecer hasta ubicarse en torno al millón de barriles diarios.
Aunque se trata de una cantidad pequeña para un país que en 1998 -antes de la llegada al poder de Hugo Chávez- producía tres millones de barriles diarios, esta recuperación de parte de la exportación de crudo es un indicativo de que las sanciones contra Venezuela no están funcionando como EE.UU. esperaba.
Y es que el gobierno de Maduro ha ido encontrando la manera de ir reactivando la producción y de crear nuevas vías para vender el crudo venezolano esquivando las sanciones.
En esa tarea de comercialización ha jugado un rol central la llamada “flota fantasma”: una serie de tanqueros petroleros que por medio de distintas estratagemas logran ocultar su labor como barcos de transporte de petróleo sancionado por las autoridades estadounidenses.
Una de estas embarcaciones fue interceptada e incautada este miércoles por las fuerzas militares de EE.UU. cuando se encontraba en aguas frente a las costas de Venezuela.
“Acabamos de incautar un petrolero frente a la costa de Venezuela, un petrolero grande, muy grande; de hecho, el más grande que se haya incautado jamás”, dijo Trump al anunciar la operación ante la prensa en la Casa Blanca.
El gobierno de Maduro reaccionó calificando la incautación como “un robo descarado y un acto de piratería” y dijo que acudirá ante instancias internacionales existentes para denunciar lo ocurrido.
Esta acción estadounidense aumenta las tensiones con Caracas que se han ido intensificando desde que en agosto de este año el gobierno de Trump inició un gran despliegue militar en aguas del Caribe con el objetivo oficial de combatir el narcotráfico, pero que muchos analistas creen que tiene como objetivo final forzar un cambio de régimen en Venezuela.
Más allá de su posible objetivo político, la medida tiene un impacto económico pues dificulta aún más las exportaciones petroleras venezolanas al meter presión sobre la flota fantasma.
Pero, ¿qué sabemos sobre cómo operan estas embarcaciones?
La utilización de flotas fantasmas es un fenómeno en aumento que ocurre no solamente en el caso venezolano, sino también de otros dos países petroleros sometidos a sanciones por parte de EE.UU. y de potencias occidentales: Rusia e Irán.
La empresa de inteligencia financiera S&P Global estima que uno de cada cinco petroleros en el mundo son usados para vender de contrabando petróleo procedente de países bajo sanciones.
De estos, el 10% transportarían solamente crudo venezolano, un 20% haría lo mismo con el iraní, mientras que 50% se dedica en exclusiva al petróleo ruso. El 20% restante no estaría atado a ningún país en particular y puede transportar petróleo de más de uno de estos países.
Según estimaciones de la firma de análisis marítimo Windward, la flota clandestina cuenta con unas 1.300 embarcaciones.
Las sanciones petroleras buscan desincentivar a países o empresas a adquirir o involucrarse en cualquier operación relacionada con crudo procedente de los países castigados.
Ante ello, los países sancionados optan por ofrecer su petróleo con grandes descuentos para que haya operadores, empresas o países que estén dispuestos a correr el riesgo de comprarlo, aplicando -eso sí- algunos trucos para disimular su origen.
Una de las estrategias más frecuentes que aplican estos tanqueros para evadir las sanciones es cambiar con frecuencia -a veces varias veces en un mes- de nombre o de bandera.
En el caso, por ejemplo, del petrolero incautado este miércoles, se trata de un barco llamado The Skipper, según informó CBS News, socia en EE.UU. de la BBC.
Esa misma cadena dijo que se trata de un barco sancionado por el departamento del Tesoro de EE.UU. desde 2022 debido a su supuesto rol en una red de contrabando de petróleo que ayuda a financiar a la Guardia Revolucionaria de Irán, así como a la milicia chiita libanesa Hezbolá.
CBS indicó que al momento de ser sancionado el petrolero tenía por nombre Adisa (inicialmente se llamaba The Tokyo) y era una de las embarcaciones vinculadas con el magnate petrolero ruso Viktor Artemov, quien también se encuentra bajo sanciones.
Al referirse a ese tanquero este miércoles, la fiscal general de EE.UU., Pam Bondi, dijo en la red social X que esa nave era usada para transportar petróleo procedente de Venezuela e Irán, dos países bajo sanciones.
Un elemento interesante sobre The Skipper es que es un barco con 20 años de antigüedad y ese es otro elemento usual entre los tanqueros de las flotas fantasma: muchos son barcos viejos, pues las grandes navieras suelen deshacerse de estos barcos cuando tienen 15 años de servicio y luego de 25 años suelen ser enviados al desguace.
Justamente otro truco aplicado por estos barcos es usurpar la identidad de alguno de esos barcos enviados a desguace, emitiendo los números de registro únicos que la Organización Marítima Internacional le otorgó a esas embarcaciones. Así se convierten en lo que se conoce como barcos zombis, pues lo que hacen es similar a alguien que usa la identidad de una persona muerta.
Un caso de este tipo relacionado con Venezuela ocurrió en abril pasado cuando un barco llamado Varada llegó a aguas de Malasia, tras un viaje que había iniciado dos meses antes en Venezuela.
La embarcación juntaba dos elementos sospechosos: tenía 32 años y la bandera de las Comoras, popular entre barcos que no quieren ser detectados.
Una investigación de la agencia Bloomberg descubrió que se trataba de un barco zombi, pues el verdadero Varada había sido desguazado en 2017 en Bangladesh.
Otras formas habituales de operar de los barcos de flotas fantasmas consiste en “disfrazar” el origen del crudo transfiriéndolo en aguas internacionales a petroleros sin problemas legales con otras banderas, que son los que se encargan de llevar el crudo hasta su destino, presentándolo como procedente de un país no sancionado.
Ese fenómeno se produjo, por ejemplo, en el caso de las exportaciones petroleras venezolanas hacia China durante el primer gobierno de Trump. Según expertos consultados por BBC Mundo hubo un momento en el que en las estadísticas oficiales de comercio de China aparecía como si ese país no estaba adquiriendo crudo venezolano cuando, en realidad, sí lo estaba haciendo.
Esto era posible porque ciertas refinerías compraban el petróleo a estos barcos que habían adquirido la carga en aguas internacionales y que la presentaban como procedente de países no sancionados.
Un último truco usual entre este tipo de tanqueros consiste de desactivar el sistema de identificación automática, a través del cual se transmiten datos como el nombre, la bandera, la posición, la velocidad o el rumbo de la embarcación. La manipulación de estos datos permite ocultar la identidad, ubicación y rumbo de las naves.
La investigación de Bloomberg en abril detectó el caso de cuatro barcos zombis que transportaban crudo venezolano.
La agencia de noticias recurrió al análisis de imágenes satelitales y las comparó con fotos históricas de los cuatro barcos cuyos nombres y números de identificación estaban usando.
Más recientemente, la ONG Transparencia Venezuela emitió un informe basado en la observación de lo que ocurrió en los puertos petroleros de ese país en octubre de este año.
Según ese reporte, hubo 71 tanqueros extranjeros en modo visible en los puertos de la petrolera venezolana Pdvsa, de los cuales 15 están bajo sanciones y nueve se relacionan con flotas fantasmas.
Transparencia encontró que en promedio hubo 24 petroleros que estaban ubicados cerca de tres puertos en el occidente y oriente de Venezuela y que estaban operando en modo furtivo, pues no tenían activas sus señales reglamentarias de posicionamiento.
De igual modo, Transparencia afirma haber detectado seis operaciones de transferencia de carga de un buque a otro, cerca de la bahía de Amuay, en el occidente del país.
De igual modo, hubo una mayoría de barcos con banderas de países considerados como paraísos regulatorios, por tener normas de supervisión laxas, lo que termina facilitando las operaciones de este tipo de embarcaciones.
Así, de los 71 barcos, 29 tenían la bandera de Panamá, seis de las islas Comoras y cinco de Malta.
En su informe, Transparencia indica que 38 de estos petroleros pasaron más de 20 días sin tocar puerto, algo que contrasta con los barcos de la petrolera estadounidense Chevron (autorizada por Washington para operar en Venezuela) que al llegar toman su carga y se marchan en un plazo máximo de seis días.
“La permanencia extendida en las áreas portuarias del país, sin llegar directamente a las terminales petroleras, arroja serias dudas sobre el tipo de operaciones que esos buques realizan”, señaló Transparencia en relación con los barcos que tardaban muchos días sin tocar puerto.
En todo caso, dado que la operación de intercepción e incautación realizada este miércoles se originó en el portaviones Gerald Ford -el más grande del mundo-, que ahora forma parte del masivo despliegue de fuerzas realizado por EE.UU. en aguas del Caribe frente a Venezuela, es probable que la posibilidad del gobierno de Maduro de recurrir a la flota fantasma se vea limitada de una forma importante.
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