La Secretaría de Salud identificó hasta el 3 de mayo de este año 881 casos y 50 muertes de niñas y niños por tos ferina, que no habían sido vacunados para prevenirla. Esto representa la mayor cantidad de casos confirmados y fallecimientos en los últimos siete años por esta enfermedad.
En contraste, las vacunas aplicadas a infancias y adolescentes descendieron cada año desde 2016, de acuerdo con datos de las Secretaría de Salud.
En 2018 se aplicaron 6 millones 213 mil vacunas DPT y Pentavalente, que previenen la tos ferina, y en 2023 -último año con datos completos- se aplicaron 5 millones 273 mil biológicos. Una baja del 15% .
Especialistas consultados por El Sabueso de Animal Político explicaron que el aumento de casos de tos ferina se debe a diversos factores, sin embargo, la principal causa es la baja en la aplicación de vacunas de niños y personas embarazadas.
En el último informe epidemiológico de la semana 18, es decir, hasta el 3 de mayo, las autoridades de salud reportaron 881 casos confirmados de tos ferina, lo que representa un incremento de 1,015% en comparación con los casos registrados en el mismo periodo de 2024.
En el mismo periodo, pero en 2018, hubo 204 casos confirmados de esta enfermedad. Un año después, se registraron 314 personas infectadas; en 2020 se contaron 136 pacientes; en 2021 se reportaron 2 contagios; en 2022 se contabilizaron 3 personas infectadas; en 2023 fueron 25 casos y en 2024 se contaron 79 contagios.
De acuerdo con el último boletín epidemiológico de 2025, la vigilancia epidemiológica de la tos ferina disminuyó en 2020 debido a la pandemia de la COVID-19, por lo que bajó la notificación de casos. Sin embargo, esta baja en la detección se sostuvo hasta 2023.
Hasta la semana epidemiológica 18, las autoridades registraron 50 casos de menores de un año que fallecieron por causa de esta enfermedad. El 91% infantes con menos de seis meses de edad. En el mismo periodo en 2024 no se habían reportado fallecimientos.
De forma anual, se tuvo 27 fallecimientos por tos ferina en 2018; en 2019, aumentó a 33 casos; en 2020 fueron 14; en 2021 se reportaron 5 casos; en 2022 se registraron 9; en 2023 fueron 29 muertes y, con cifras preliminares, se contaron 32 defunciones en 2024.
Alejandro Macías y el neumólogo Gustavo Rosales coincidieron en que la baja en la cobertura de vacunas y en la inmunidad de barrera son una de las causas del aumento de casos de tos ferina.
“Nuestros niños y nosotros dejamos de tener contacto con diversos virus, y eso hizo que nuestro sistema inmune no se actualizara de forma natural… cuando rompimos el aislamiento, volvimos a reunirnos y fuimos más sensibles a desarrollar o adquirir varios virus como la tos ferina”, explicó el neumólogo Gustavo Rosales.
Mientras que Carlos Pantoja Meléndez del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, destacó que “cuando el número de personas que no han sido vacunadas va creciendo, se va rompiendo la inmunidad de barrera, hasta que se juntan el número suficiente [de no inmunizados] para que haya un evento, como el que muy probablemente estemos viendo. Cuando nos inmunizamos generamos como grupo una inmunidad de barrera, de manera que aunque haya un porcentaje bajo de personas que no reciben la vacuna, el resto estamos protegidos por esta barrera”.
Macías insistió en que aunque pudo mejorar la detección, sí hay más casos más allá de ese factor, “sobre todo por la muerte de los niños menores de un año”.
Las vacunas contra la tos ferina se dividen en tres: la vacuna hexavalente para niños menores a un año; la biológico DPT para niños de cuatro años, y la vacuna TDPA para adolescentes y adultos. El Programa Universal Vacunación establece como meta una cobertura del 95% para las vacunas contra la tos ferina y otras enfermedades.
De acuerdo con la ENSANUT 2021-2023, la cobertura de vacunación del biológico hexavalente en niñas y niños con menos de un año de vida, fue de 68.9%, mientras que la cobertura en 2012 fue del 78%. Es decir, bajó casi 10 puntos.
La encuesta estimó que, entre 2021 y 2023, 81 mil niñas y niños no recibieron la vacuna DPT en su primer año de vida. No se cumplieron las metas de vacunación.
Como te contamos en el especial “No somos Dinamarca”, en 2019 la Secretaría de Salud no adquirió el biológico DPT, año en que la cobertura de aplicación bajó a 78%, y dejó a 502 mil infancias sin vacunar. Esta cifra igualó a México con Angola, país africano.
Entre 2019 y 2021, se dejaron de vacunar a 6 millones 832 niñas y niños de cuatro años con la vacuna DPT, de acuerdo con la investigación de Animal Político. En 2023, sólo 77% de los niños de un año recibieron la dosis correspondiente, pese a que en 2018 fueron 9 de cada 10 niños vacunados.
En 2019, la Secretaría de Salud eliminó la Semana Nacional de Salud, la principal iniciativa de difusión a nivel nacional y de aplicación de biológicos de manera masiva, que ocurría tres veces por año. Ese año la tercera semana de salud, de octubre, fue cancelada; decisión que fue tomada en agosto de ese año –justamente cuando las denuncias de desabasto se incrementaron– por parte del Grupo de Trabajo Interinstitucional (GTI).
En su lugar, la Secretaría de Salud estableció las “Jornadas Nacionales de Salud Pública”, que hasta agosto de 2019 no tenía lineamientos, y comenzaron a operar tres meses después. Sin embargo, no solo incluyeron vacunación sino que promovían también los programas de salud reproductiva, mental, bucal, alimentación, activación física, entre otros. Además, las Jornadas solo tendrían dos periodos, en mayo y octubre, eliminando la semana de febrero.
En el mismo año, no hubo la habitual campaña de difusión en radio, televisión, medios impresos, y digitales para informar a la población sobre los beneficios de las vacunas y los riesgos de no inmunizarse, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Gustavo Rosales subrayó que la suspensión de campañas de vacunación sí provocó una disminución en las personas que se aplicaron dosis, por lo que destacó la importancia de fortalecer las campañas y de informar a la población sobre los síntomas de la tos ferina.
El secretario de Salud, David Kershenobich, anunció el inicio de las semanas de vacunación y llamó a la población a participar en estas jornadas. Las autoridades de salud buscan alcanzar el 90 % de cobertura de vacunación en la población, enfocándose especialmente en grupos vulnerables.
“Para el sarampión y la tos ferina, la única medida es la vacunación. Se reinstaló la semana nacional de vacunación, lo cual es muy bueno, pero esto es sobre la base de una campaña permanente en la que lleguemos a tener tasas de vacunación, el 90%. Tanto para la tos ferina como el sarampión”, mencionó Alejandro Macías.
A partir de 2022, el presupuesto ejercido por el programa de vacunación disminuyó paulatinamente. En 2021, se gastaron 8 millones 677 mil pesos en este programa, lo cual representa el mayor monto ejercido en los últimos siete años. Sin embargo, el gasto cayó a 4 millones 723 mil pesos en 2024, de acuerdo con datos de la Cuenta Pública.
Para 2025, el presupuesto aprobado para este programa disminuyó 68% en comparación con la bolsa aprobada para 2024. Incluso, el presupuesto destinado para el programa de vacunación en 2025 es inferior al gasto ejercido en 2024.
“Saliendo de la pandemia de COVID, entre el 2021 y 2022 fue que se empezó a observar un rezago en la vacunación que tuvo la niñez”, expuso sobre el tema Tania Ramírez, directora general de Redim.
“Ahora que ya salimos de ese estrés sanitario, pero también social, no habría ningún tipo de excusa para que el esquema básico no esté plenamente garantizado para niñez y adolescencia”.
En una nota previa te contamos que padecimientos prevenibles, cuyo crecimiento pudo ser frenado con una vacuna, como meningitis tuberculosa, Hepatitis B, tétanos y la enfermedad invasiva por neumococo registraron incrementos entre infancias de hasta 5 años de edad a partir de 2019, de acuerdo con datos oficiales de la Secretaría de Salud.
Figura clave del ala progresista demócrata, Newsom ha convertido a California en el principal bastión de oposición a las políticas de Trump, con quien mantiene un tenso pulso en torno a las protestas en Los Ángeles.
“Es un paso inequívoco hacia el autoritarismo”.
Así definió el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de desplegar tropas federales en Los Ángeles sin su autorización.
Ante las crecientes protestas contra las redadas migratorias, el gobierno de Trump envió 700 marines y duplicó a 4.000 el número de efectivos de la Guardia Nacional en el área de Los Ángeles, lo que desató una fuerte respuesta del mandatario estatal.
Para Newsom, esto fue la realización de “la fantasía desquiciada de un presidente dictatorial” y anunció una demanda contra la Casa Blanca por violar la soberanía de California.
Este martes el político fue más allá y ofreció un discurso televisado en el que acusó a Trump de “avivar las llamas” de las protestas en su estado.
“Este descarado abuso de poder por parte de un presidente en funciones exacerbó la situación, poniendo en riesgo a nuestra gente, a nuestros oficiales e incluso a nuestra Guardia Nacional”, sostuvo.
Y agregó que el gobierno estadounidense debería enfocarse en detener la migración de personas con estatus irregular que han cometido delitos graves, no familias trabajadoras.
“Trump está desplegando una redada militar por todo Los Ángeles, mucho más allá de su intención declarada de perseguir a delincuentes violentos y peligrosos. Sus agentes están arrestando a personas que lavan platos, jardineros, jornaleros y costureras”, comentó.
“Eso es solo debilidad, debilidad disfrazada de fortaleza. El gobierno de Donald Trump no está protegiendo a nuestras comunidades. Las está traumatizando”, continuó.
Trump, por su parte, alegó que la ciudad se habría sumido en el caos de no ser por la intervención militar y sugirió que el gobernador debería ser arrestado por obstruir sus políticas migratorias.
En un discurso para conmemorar el 250 aniversario del ejército de Estados Unidos, el presidente llamó “animales” y “enemigos extranjeros” a los manifestantes de Los Ángeles.
“No permitiremos que una ciudad estadounidense sea invadida y conquistada por un enemigo extranjero. Eso es lo que son”, afirmó Trump en Fort Bragg.
Las protestas, que comenzaron tras una serie de agresivas redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en vecindarios latinos, se han extendido a otras ciudades y han dejado detenidos, deportaciones y enfrentamientos con las autoridades.
Y, además, han desatado un tenso pulso entre Newson, el gobernador del estado más rico y poblado de EE.UU., así como uno de los más progresistas, y Trump, el presidente que ha impuesto las políticas migratorias más estrictas de la historia reciente de Estados Unidos.
Pero, más allá de esta confrontación, ¿quién es Gavin Newsom, el demócrata que lidera California y una de las caras más visibles del progresismo en el país norteamericano?
Padre de 4 hijos en dos matrimonios, Gavin Newsom es un político forjado en las élites del poder en California.
Nacido en San Francisco en 1967, proviene de una familia con conexiones en círculos influyentes del estado: su padre fue juez y abogado de la hoy extinta petrolera Getty Oil.
El propio Newsom recibió apoyo financiero del magnate Gordon Getty para fundar su primer negocio, una vinoteca llamada PlumpJack, que se transformó en un grupo con más de 700 empleados.
Su carrera política comenzó en 1996, cuando el entonces alcalde de San Francisco Willie Brown lo nombró comisionado de Tráfico y Estacionamiento.
Al año siguiente fue designado para ocupar un escaño en la Junta de Supervisores de San Francisco, donde se consolidó como un centrista con enfoque empresarial y promotor de iniciativas sobre transporte público, vivienda y asistencia a personas sin hogar.
Su propuesta más emblemática fue Care, Not Cash (“Asistencia en lugar de dinero”), que sustituyó subsidios monetarios por servicios y tratamiento para personas sin hogar, lo que redujo el número de beneficiarios de asistencia directa.
En 2004 fue elegido alcalde de San Francisco y ganó notoriedad al autorizar, en abierta transgresión de la ley estatal de aquel momento, el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Ese gesto lo catapultó como una de las principales figuras del ala progresista del Partido Demócrata.
Fue vicegobernador de California desde 2011 hasta 2019, cuando pasó a gobernar el estado tras ganar meses antes las elecciones.
Su perfil combina una narrativa personal de superación -de niño le diagnosticaron dislexia y asegura que aún la sufre- con un activismo político orientado a la defensa de los derechos civiles, la inclusión y políticas públicas de izquierda.
Al asumir en 2019 la gobernación de California, Gavin Newsom se puso al frente de un estado que, de ser un país independiente, ostentaría la cuarta economía del mundo, con un PIB que hoy supera los US$4,1 billones.
Su administración ha estado marcada por intensas reformas en salud, justicia, medio ambiente y derechos civiles, así como controversias que han desatado críticas tanto dentro como fuera de su partido.
En el ámbito migratorio su postura es abiertamente favorable a los inmigrantes: ha indultado a varios de ellos con antecedentes penales para evitar su deportación y ha denunciado públicamente las políticas federales de detención y deportación masiva.
Durante su mandato también ha impulsado medidas como la expansión de la cobertura médica estatal a migrantes indocumentados mayores de 50 años y, más recientemente, un plan para garantizar atención médica a todos los adultos de bajos ingresos, sin importar su estatus migratorio.
Al margen de las políticas migratorias, destacó su aplicación de una moratoria a la pena de muerte, que suspendió las ejecuciones en el estado y cerró la cámara de inyección letal en San Quintín.
También ha impulsado reformas policiales, como la prohibición de técnicas de estrangulamiento y el aumento de la edad mínima para ingresar al cuerpo, además de leyes que obligan a los agentes a intervenir ante casos de fuerza excesiva.
En medio ambiente, Newsom ha decretado la obligación de cero emisiones para todos los vehículos nuevos vendidos en el estado a partir de 2035, y ha aprobado regulaciones para frenar la extracción de petróleo y fomentar el desarrollo de energías limpias.
Su gestión ha enfrentado críticas por la persistente crisis de vivienda y el aumento del número de personas sin hogar, que en 2023 superó las 181.000, así como la creciente inseguridad en las calles de las principales ciudades californianas.
También fue cuestionado por la lentitud en la vacunación contra la covid-19, el fraude millonario en el sistema de desempleo durante la pandemia y acusaciones de trato favorable a donantes en decisiones legislativas.
En 2021 superó ampliamente un intento de destitución.
Newsom volvió a estar en el centro de las críticas a principios de este año tras una feroz ola de incendios forestales que afectó a zonas densamente pobladas de California entre enero y febrero.
Los incendios dejaron más de 30 muertos y forzaron la evacuación de al menos 200.000 personas.
Aunque decretó el estado de emergencia y anunció un fondo de recuperación de US$2.500 millones, residentes afectados y líderes republicanos cuestionaron la lentitud en desplegar recursos para combatir las llamas y una falta de anticipación.
El gobernador defendió su actuación y respondió endureciendo las regulaciones para nuevas construcciones en areas de alto riesgo, además de eliminar trámites burocráticos para agilizar la reconstrucción.
“No estoy aquí para jugar a la política”, declaró Newsom ante las acusaciones.
Bajo el liderazgo de Gavin Newsom, California se ha consolidado como el principal contrapeso político al trumpismo en Estados Unidos.
Desde el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, el gobernador ha reforzado el carácter de su estado como bastión progresista frente a las políticas federales conservadoras.
“Esto no se trata de seguridad. Se trata de alimentar el ego de un presidente peligroso”, escribió Newsom sobre Trump en la red social X tras el envío de tropas federales a Los Ángeles.
California también ha sido el epicentro de la resistencia a las decisiones del gobierno federal en temas como inmigración, cambio climático, aborto, cannabis y control de armas.
El propio Newsom ha señalado que busca proteger las políticas estatales progresistas ante lo que considera retrocesos impulsados por Washington.
Tras la victoria electoral de Trump en 2024, anunció que convocaría a los legisladores estatales “para blindar las leyes de California”.
Aunque reiteró públicamente que no competiría por la presidencia en 2024 -y respaldó tanto a Joe Biden como a Kamala Harris- su nombre figura con frecuencia entre los posibles aspirantes demócratas para 2028.
En julio de 2024, lanzó el podcast Politickin’ y en noviembre debatió con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, en un encuentro moderado por Fox News.
Aunque varios analistas lo mencionan como un posible candidato presidencial en 2028, por ahora Newsom mantiene que su prioridad es gobernar California.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.