Para entender mejor
Desde el pasado 2 de junio, la sobrerrepresentación se volvió un tema de debate público ante las proyecciones de que Morena y sus aliados, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y el Partido del Trabajo (PT), alcanzarían la mayoría calificada (dos terceras partes) en la Cámara de Diputados y estarían muy cerca de lograrlo en el Senado.
El Gobierno de México también ha mostrado sus propias estimaciones que apuntan a que la coalición oficialista alcanzará hasta 373 diputadas y diputados, el 74.6 %, aunque obtuvieron poco más del 54 % de los votos totales.
Ante ello, representantes de partidos de oposición y académicos han cuestionado la validez de dicha interpretación e incluso convocaron a una marcha para protestar ante el INE y exigir una asignación menor de diputados a la coalición oficialista.
Para saber más: Mitos y hechos en el espinoso debate de la sobrerrepresentación
Como te explicamos en esta nota, la sobrerrepresentación ocurre cuando una fuerza política tiene mayor proporción de curules o escaños que el porcentaje de votos que obtuvo en una elección, pero la ley le pone límites.
Aquí te presentamos cuáles son los argumentos que han presentado ambos bandos sobre el tema.
El Gobierno de México y Morena defienden que la asignación de diputados de representación proporcional debe apegarse a lo que dice la Constitución al pie de la letra.
El artículo 54 de la Carta Magna señala dos condiciones para limitar la sobrerrepresentación: que ningún partido político tendrá más de 300 diputaciones por ambos principios y que tampoco podrá contar con una proporción de la Cámara mayor a 8 puntos porcentuales respecto de la votación nacional emitida.
Esta cifra es distinta a la votación total. La votación nacional emitida a la que se refiere la Constitución es la que resulta de restar a la votación total los votos nulos, por las candidaturas independientes y no registradas y los de partidos que recibieron menos del 3 % de la votación total y por ende no tendrán representantes plurinominales, como pasó con el PRD.
Según ha difundido en las conferencias del presidente, la Secretaría de Gobernación (Segob) prevé que la coalición oficialista alcanzará hasta 373 diputados, lo que representa 74.6 % de la Cámara de Diputados.
Fuente: Presidencia
En su estimación, Segob prevé que Morena cuente con 248 diputaciones, lo que representa el 49.6 % de la Cámara, mientras que obtuvo el 43.54 % de la votación nacional emitida. Es decir, su sobrerrepresentación sería de 6 puntos porcentuales.
Por otro lado, el PVEM tendría 75 legisladores, el 15 % de la Cámara, cuando sumó 8.95 % de la votación, una sobrerrepresentación también de 6 puntos.
Mientras que el PT, con 50 diputados, tendría 10 % de las curules para su 5.83 % de votación, una sobrerrepresentación de poco más de 4 puntos.
En total, los tres partidos políticos se mantendrían por debajo del límite constitucional, aunque en conjunto sumarían 16 puntos, el doble del límite que marca la Carta Magna.
La consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), Guadalupe Taddei, ha afirmado en dos ocasiones que la asignación de diputaciones y senadurías plurinominales se hará conforme a la Constitución. “Estaremos apegados a la Constitución y a nuestro propio acuerdo”, dijo.
Dicho acuerdo, que se aprobó en diciembre de 2023, establece que los criterios que tomará el INE para la asignación de diputaciones plurinominales respetarán los límites que marca el artículo 54 de la Constitución y se aplicarán a partidos políticos.
Además, agrega que se verificará la afiliación efectiva de las candidaturas postuladas por las coaliciones. Dicha afiliación servirá para determinar a qué partido estaban afiliados o representaban los candidatos de las coaliciones, lo que puede cambiar la asignación de diputaciones plurinominales.
A finales de julio, el propio instituto lanzó una campaña donde adelantó que la asignación de diputaciones plurinominales se hará conforme a la Constitución, en línea con la proyección que presentó el gobierno y que favorece a Morena y sus aliados.
Justamente a raíz de estos 16 puntos de diferencia entre votos y curules es que partidos de oposición, académicos y organizaciones han considerado que Morena y sus aliados quieren construir una mayoría artificial.
Incluso exconsejeros del INE como Lorenzo Córdova y Ciro Murayama reclaman que si bien el límite que marca la Constitución está señalado para partidos políticos, originalmente cuando se planteó la reforma que fijó ese tope en 1996 se contemplaba en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe) tanto a partidos como a coaliciones.
Otro de los argumentos que se esgrimen para justificar esta interpretación de la ley son que aunque la coalición oficialista ganó en conjunto la elección en 219 distritos, el Partido Verde sólo fue primer lugar en 6 y el PT en ninguno.
Es decir, que esos triunfos son de Morena y por tanto, esas diputaciones se deben sumar al partido guinda y no a sus partidos satélite. Y con ello, reducir el número de plurinominales a los que puede acceder el partido del presidente López Obrador.
A la par, el PAN anunció que iniciará una campaña contra la asignación de más diputados federales al oficialismo, que consideran un mal cálculo.
Mientras que la excandidata presidencial Xóchitl Gálvez dijo que buscará interponer un recurso ante el TEPJF para inconformarse por la eventual sobrerrepresentación de la coalición oficialista en el Congreso.
Del mismo modo, el Observatorio Ciudadano del Centro de Estudios para un Proyecto Nacional Alternativo (CEPN) difundió un documento en el que exige que a la coalición oficialista se le apliquen ambos límites constitucionales y no se le asignen más de 300 legisladores.
El Consejo General del INE sesionará el próximo 23 de agosto para aprobar la conformación final de las Cámaras del Congreso, una vez que el TEPJF resuelva todas las impugnaciones y tenga un resultado definitivo de la elección del pasado 2 de junio.
Una vez aprobado el acuerdo del INE, los partidos contarán con 48 horas para impugnarlo ante el Tribunal Electoral, en caso de presentarse alguna inconformidad. Pero todo debe quedar listo para la instalación de la nueva Legislatura que comenzará el 29 de agosto de 2024 y que entrará en funciones el domingo 1 de septiembre próximo.
El científico irlandés comenzó a explorar los colores del cielo y, sin proponérselo, terminó descubriendo los orígenes de las enfermedades transmitidas por el aire.
A lo largo de la historia, muchos científicos han buscado comprender cómo funciona la naturaleza.
En su forma más pura, se trata solo de eso: el deseo de entender, sin tener en cuenta cuán útiles o rentables puedan ser los descubrimientos.
Algunos llaman a ese enfoque de la ciencia como “investigación impulsada por la curiosidad” o “investigación sin límites”.
Uno de los mejores ejemplos de los practicantes de esta forma pura de descubrimiento es el físico irlandés John Tyndall (1820-1893).
Se trata de un investigador que hizo enormes contribuciones a la ciencia, como probar los orígenes de las enfermedades transmitidas por el aire y demostrar que un respirador de algodón podía filtrar gérmenes.
Hoy el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) califica la contaminación del aire como “la mayor amenaza ambiental para la salud pública a nivel mundial”, calculando que provoca la muerte prematura de hasta 7 millones de personas en todo el mundo.
Su trabajo es particularmente importante en este Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul.
Además de ser un erudito, Tyndall era un romántico.
Practicaba el montañismo y pasaba mucho tiempo en los Alpes. A menudo hacía una pausa al atardecer pues las puestas de Sol y su magnífica gama de colores lo dejaban extasiado.
Fue por eso que se propuso comprenderlas y, con ello, logró inspirar a generaciones de científicos a realizar investigaciones fundamentales.
Su ilimitada curiosidad y su interés por la naturaleza lo llevaron a explorar una amplia gama de temas y a hacer muchos descubrimientos clave para la ciencia.
Fue él, por ejemplo, quien demostró por primera vez que los gases en la atmósfera absorben calor en grados muy diferentes, descubriendo así la base molecular del efecto invernadero.
De hecho, algunos consideran a Tyndall como uno de los cofundadores de la ciencia del clima.
Para encontrar respuestas a sus diversas preguntas, inventó experimentos para los que construyó varios aparatos, algunos muy sofisticados, que requerían, además, de una profunda comprensión teórica y una tremenda destreza.
Pero cuando quiso saber por qué el cielo se ve azul en el día y rojo al atardecer, los instrumentos que usó fueron sencillos.
Armó un simple tubo de vidrio para simular el cielo y usó una luz blanca en un extremo para simular la luz del Sol.
Descubrió que cuando llenaba gradualmente el tubo de humo, el haz de luz parecía ser azul desde un costado pero rojo desde el otro extremo.
Se dio cuenta de que el color del cielo es el resultado de la luz del Sol dispersándose por las partículas en la atmósfera superior, en lo que ahora se conoce como el “efecto Tyndall”.
Otro de sus aparatos fue aún más simple.
Se trataba de un tanque de vidrio lleno de agua, al que le agregaba unas gotas de leche.
Lo que hacía la leche era introducir algunas partículas en el líquido.
Una vez lista la sencilla receta, Tyndall encendió una luz blanca al lado de un extremo del tanque.
Inmediatamente vio que el tanque se iluminaba con diferentes colores.
A Tyndall le fascinaba el experimento. En su estilo típicamente poético, lo describió como “el cielo en una caja”.
Y es que a un lado del tanque, la solución era azul. Pero a medida que viajaba hacia el otro lado, se iba tornando más amarilla, hasta volverse anaranjada y hasta roja, como el atardecer.
Tyndall sabía que la luz blanca está hecha de todos los colores del arcoíris.
Así que pensó que la explicación de ese fenómeno que tanto lo cautivaba era que la luz azul tenía una mayor probabilidad de rebotar y dispersar las partículas de leche en el agua.
Ahora sabemos que esto se debe a que la luz azul tiene una longitud de onda más corta que los otros colores de luz visible.
Eso significa que la luz azul es la primera en dispersarse por todo el líquido.
Por eso, la parte más cercana a la fuente de luz se ve azul.
También es por eso que el cielo es de dicho color: porque la luz azul del Sol tiene una mayor probabilidad de dispersarse en la atmósfera.
Pero el tanque también explica los colores del atardecer.
A medida que la luz penetra más profundamente en el agua lechosa, todas las longitudes de onda más cortas de la luz se dispersan, dejando solo las longitudes de onda más largas de naranja y rojo.
Entonces, el agua se ve progresivamente más anaranjada y, si el tanque es lo suficientemente largo, roja.
Eso es lo que ocurre con el cielo.
A medida que el Sol se pone más bajo, su luz tiene que viajar a través de más atmósfera, por lo que las longitudes de onda azules más cortas se dispersan por completo, dejando solo la luz anaranjada y roja, haciendo que el cielo se vea de esas tonalidades al atardecer.
Hoy sabemos que la luz se dispersa principalmente en las moléculas de aire, en lugar de partículas de polvo, como pensaba Tyndall.
Pero, aunque su explicación fue incorrecta en detalles, fue absolutamente certera en su principio.
De hecho, la mala interpretación de sus resultados fue lo que llevó a Tyndall a hacer su descubrimiento más importante.
Siendo un científico curioso, Tyndall decidió proceder y llevar a cabo más experimentos.
Entonces tomó una caja de aire llena de polvo y dejó que éste se asentara por días y días y días.
Llamó a esa muestra, con todo el polvo asentado, “aire ópticamente puro”.
Luego comenzó a poner cosas en la caja para ver qué pasaba: primero puso un pedazo de carne; luego, un poco de pescado; e incluso le añadió muestras de su propia orina.
Y notó algo muy interesante. Ni la carne ni el pescado se pudrieron, y su orina no se nubló. Según dijo “siguió tan clara como un jerez fresco”.
Lo que había creado no era aire libre de polvo u ópticamente puro.
Sin darse cuenta, Tyndall lo había esterilizado. Dejó que todas las bacterias se asentaran y se pegaran al fondo de la caja.
El aire quedó libre de gérmenes.
Puede que no haya sido su intención original, pero Tyndall proporcionó evidencia decisiva para una teoría controvertida de la época: la descomposición y la enfermedad son causadas por microbios en el aire.
También demostró que una forma de filtrar el polvo era a través del algodón. Y experimentos posteriores demostraron que el proceso de filtrado era más eficaz cuando se aplicaba a la respiración humana.
Tyndall era un hombre que investigaba exclusivamente por el ansia de conocimiento, sin una focalización a priori vinculada a un problema del mundo real.
No se propuso descubrir los orígenes de las enfermedades transmitidas por el aire cuando comenzó a explorar los colores del cielo, pero eso fue exactamente lo que hizo.
De hecho, su caso hace que la otra forma en la que se le llama a este tipo de investigación guiada por la curiosidad en inglés (y que se usa en menor grado en español) suene muy apropiada: “blue-sky investigation” o “investigación de cielos azules”.
*Este artículo es una actualización de otro publicado originalmente en 2019.
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