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¿Por qué el TEPJF determinó que no había violencia política de género en la denuncia de Citlalli Hernández contra Salinas Pliego?
¿Por qué el TEPJF determinó que no había violencia política de género en la denuncia de Citlalli Hernández contra Salinas Pliego?
Fotografía: Citlalli Hernández y Ricardo Salinas Pliego
4 minutos de lectura
¿Por qué el TEPJF determinó que no había violencia política de género en la denuncia de Citlalli Hernández contra Salinas Pliego?
Si bien los mensajes podrían contener elementos asociados con violencia simbólica y psicológica, a las autoridades electorales sólo les competen denuncias que afecten derechos político-electorales
18 de marzo, 2024
Por: Luz Rangel
@ 

Claudia Sheinbaum, candidata de Morena a la presidencia de la República, aseguró que el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) “en algunos casos sí hablan de violencia política y en otros casos no”, porque la denuncia de la senadora Citlalli Hernández en contra del empresario Ricardo Salinas Pliego no procedió. 

Sin embargo, la Comisión de Quejas y Denuncias del INE sí había declarado procedente la denuncia de Citlalli Hernández contra el empresario Ricardo Salinas Pliego. Fue el Tribunal Electoral el que la revocó, pero no usó como argumento que no existiera violencia hacia la secretaria general de Morena. Solo mencionó que no era competencia electoral.

“Tiene que trabajar el Tribunal Electoral y el propio instituto electoral porque en algunos casos sí hablan de violencia política y en otros casos no, ahí está por ejemplo el caso de nuestra compañera Citlalli Hernández, en donde se echó para atrás una sentencia en donde es evidente que hay violencia política contra ella”, mencionó Sheinbaum en conferencia de prensa desde Villahermosa, Tabasco.

El INE habló de gordofobia y body shaming, así como de violencia simbólica. Mientras que el TEPJF consideró que podrían existir violencia simbólica y psicológica. No obstante, como autoridades electorales, lo desecharon porque sólo pueden atender actos que afecten derechos político-electorales. 

Por eso, en El Sabueso te explicamos los argumentos por los cuales el TEPJF determinó que no había violencia política de género en el caso de Citlalli Hernández, con base en el expediente SUP-REP-307/2023.

Citlalli Hernández denuncia violencia

La senadora y secretaria general de Morena, Citlalli Hernández, presentó el 4 de agosto de 2023 una denuncia ante el INE en contra de Ricardo Salinas Pliego, por violencia política en contra de las mujeres en razón de género. 

En al menos 95 publicaciones, el empresario hizo descalificaciones hacia el cuerpo, el peso y la talla de la denunciante desde la cuenta “Don Ricardo Salinas Pliego (@RicardoBSalinas)” y otros usuarios, de abril de 2021 a julio de 2023. 

La Comisión de Quejas y Denuncias del INE ordenó a Salinas Pliego el retiro de las publicaciones y abstenerse de realizar estas manifestaciones bajo cualquier modalidad. Sin embargo, el TEPJF revocó el acuerdo. 

citlalli hernandez
Citlalli Hernández denunció a Ricardo Salinas Pliego por violencia política en razón de género.

Falta de competencia por no ser materia electoral

Según la guía del INE, la violencia política de género es toda acción u omisión que limite, anule o menoscabe el ejercicio de los derechos políticos y electorales de una o varias mujeres. No importa si esto ocurre dentro de la esfera pública, por ejemplo al impedir que tome protesta en el cargo; o privada, como amenazar a su familia para que renuncie a sus aspiraciones. 

El artículo 35 constitucional, establece como derechos político-electorales votar, ser votado, la afiliación y la asociación.

“Los hechos denunciados no están relacionados con algún proceso electoral o con los derechos político-electorales de la denunciante, por lo tanto, no son materia electoral; de ahí que, las autoridades responsables resulten incompetentes”, señaló en el proyecto la Sala Superior del TEPJF.

El TEPJF hizo una lectura y análisis de los setenta mensajes que se ordena retirar a la parte denunciada, así como de los veinticinco que corresponden a diversos usuarios de X. Según el análisis, los comentarios se enfocan en el aspecto físico de Citlalli Hernández.

El TEPJF también argumentó que en la denuncia, la senadora y secretaria general de Morena no justificó “aunque sea de manera preliminar o presuntiva, cuáles son los derechos político-electorales en juego”. Esto porque es necesario acreditar, por lo menos en grado de probabilidad, la existencia del derecho y su posible afectación.

“Los comentarios que se realizaron en una red social y que fueron objeto de queja, de ningún modo cuestionan propiamente las actividades llevadas a cabo por la parte quejosa en el ejercicio de su función de senadora, como sería la presentación de alguna iniciativa o su participación en la tribuna legislativa”, se lee en el proyecto aprobado por mayoría de votos.

Así, el TEPJF argumentó que a los órganos del INE no les compete admitir la queja ni ordenar el retiro de las publicaciones. Sin embargo, esto no significa que negara la posibilidad de violencia hacia Citlalli Hernández.

“Aunque las expresiones denunciadas contienen elementos de los que pudiera advertirse un lenguaje asociado con la violencia simbólica y psicológica, no existen bases objetivas para estimar que los mensajes inciden en algún derecho político-electoral de la parte quejosa, a pesar de que pudieran considerarse ofensivas, chocantes, desagradables o groseras”, menciona el proyecto de la Sala Superior.

Citlalli Hernández calificó la revocación del TEPJF como un retroceso en materia de combate a la violencia política de género.

¿Por qué el TEPJF determinó que no había violencia política de género en la denuncia de Citlali Hernández contra Salinas Pliego?
Captura de pantalla de la publicación en X de Citlalli Hernández.

En su momento, especialistas en Derecho que El Sabueso consultó, como la abogada Sonia Itzel Gutiérrez Olvera y el abogado Arturo Rodríguez, coincidieron en que la denuncia de Citlalli Hernández incluso pudo ser ante la Fiscalía General de Justicia por violencia psicológica, en particular, la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia Contra las Mujeres y Trata de Personas, o interponer una queja en el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred).

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Qué pasa en tu cerebro haces scrolling (y 3 consejos para evitar hacerlo compulsivamente)
8 minutos de lectura
Qué pasa en tu cerebro haces scrolling (y 3 consejos para evitar hacerlo compulsivamente)

Deslizar el dedo por la pantalla mientras vemos fotos y videos en Instagram o Tiktok es un hábito que puede consumir horas de nuestras vidas. La explicación de por qué lo hacemos está en la forma como funciona nuestro cerebro.

13 de mayo, 2024
Por: BBC News Mundo
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Un video de un perrito, luego una foto de una vieja amiga en la playa, después un videomeme, luego una noticia del otro lado del mundo. Si te gusta, lo ves; si no te gusta, lo pasas.

El hábito de deslizar el dedo por la pantalla hace parte de la vida cotidiana de muchos de nosotros, a veces por unos segundos cuando vamos en un ascensor, a veces por horas antes de dormir.

¿Pero qué es lo que pasa a nivel neuronal cuando hacemos scrolling? ¿Por qué es tan adictivo? ¿Y cómo podemos evitar que se nos vuelva un problema?

Éilish Duke, profesora sénior de psicología en la Universidad de Leeds Beckett, dice que lo primero que hay que entender es que el impulso de agarrar nuestro celular y encender la pantalla, que desencadena el scrolling, es automático.

No somos conscientes de él porque hemos construido ese hábito por un largo periodo de tiempo, como pasa con el de cerrar la puerta cuando salimos de casa, por ejemplo.

“En una investigación que hicimos hace algunos años, encontramos que los participantes pensaban que revisaban su teléfono cada 18 minutos, pero cuando usamos grabaciones de pantalla notamos que realmente lo estaban revisando con mucha más frecuencia”.

Desde ese primer clic que enciende nuestra pantalla, entran en juego en perfecta consonancia ciertas funciones de nuestro cerebro y el sofisticado diseño de las aplicaciones de nuestro celular.

Según la profesora Ariane Ling, del Departamento de Psiquiatría de NYU Langone, un hábito como el scrolling se explica por cómo somos los seres humanos naturalmente, pero se ve exacerbado por factores del entorno.

Ling explica que los seres humanos estamos predispuestos a querer saber qué es lo que está pasando. Por eso, leemos las noticias o, por ejemplo, nos detenemos para mirar cuando hay un accidente en la vía. Es algo que hace parte del desarrollo evolutivo que nos ha permitido sobrevivir.

Y nuestro celular está diseñado para alimentarnos continuamente con información que nos interesa.

Es un matrimonio perfecto.

Ilustración
El scrolling activa el circuito de recompensa del cerebro. Imagen: Getty Images

La constante búsqueda de placer

Nuestros cerebros buscan naturalmente ser recompensados. Tenemos ciertos centros neuronales que reaccionan al placer —el sexo, las drogas, ganar dinero en un casino— y buscan que se repita una y otra vez.

“Están buscando esa novedad, ese próximo golpe de placer, lo que sea que podamos realmente disfrutar”, explica la profesora Duke.

Es lo que se conoce como sistema o circuito de recompensa del cerebro, y es exactamente el mismo mecanismo por el que una persona se vuelve adicta a una sustancia como el alcohol.

“Para muchos de nosotros, esa novedad viene en forma de nuestro teléfono”.

Las redes sociales, particularmente, siempre tienen ese algo nuevo placentero para ofrecer: una foto, un video, un tweet, un mensaje.

Pero hay otra parte de tu cerebro que lucha contra esos impulsos de buscar el placer y la recompensa inmediata: la corteza prefrontal.

Es la región del cerebro responsable de hacer que tomes decisiones menos impulsivas y más equilibradas, la que te hace, por ejemplo, parar de scrollear, levantarte del sofá y decidir ordenar tu casa o ejercitarte.

Esas dos funciones del cerebro, sin embargo, no siempre están perfectamente equilibradas.

Lo que nos pasa a muchos es que “la parte lógica de nuestro cerebro que controla nuestros impulsos no hace su parte, o al menos no tan bien como podría, está abrumada por la búsqueda de placer”, explica Duke.

Y en las personas jóvenes, más.

“Lo que vemos en los adolescentes es que el circuito de recompensa está en alerta máxima, está listo para funcionar todo el tiempo. Pero la corteza prefrontal no termina de desarrollarse hasta los 23 o 24 años, entonces no puede realmente controlar ciertos impulsos, como el de usar el teléfono”, afirma la profesora Éilish Duke.

Una mujer viendo su celular en la cama
El “flujo” en el que entra nuestra mente cuando scrolleamos explica que perdamos la noción del tiempo. Foto: Getty Images.

Distorsión temporal

Lo que pasa cuando hacemos scrolling, según la profesora Duke, es que entramos en un estado de flujo.

El concepto de flujo en psicología se refiere a un estado mental en el que la dificultad de la tarea que está haciendo una persona se ajusta muy bien al nivel de atención y habilidad que tiene para dar en ese momento dado.

Aplicaciones como Tiktok, en las que el algoritmo está constantemente cambiando y dándote nuevas cosas que te interesan y están especialmente dirigidas para ti, alimentan directamente ese estado de flujo.

Absorben toda tu atención y entras en una fase de distorsión temporal en la que no te das cuenta de que han pasado dos horas y estás sentado con la mano entumecida y has perdido todo ese tiempo viendo videos de perritos”, agrega Duke.

La doctora Ariane Ling explica cómo nuestro cerebro empieza a recaer excesivamente en el hábito del scrolling con una metáfora.

“Si piensas en un camino que se ha recorrido muchas veces diferentes, ese camino se vuelve mucho más claro, y seguimos caminando por ahí. Es más fácil”.

“Si estás scrolleando constantemente, se convierte en la experiencia por defecto. Y entonces, es muy difícil enfocar tu atención y tu tiempo en otra cosa”, añade.

En el manual diagnóstico de psiquiatría no existe la adicción al celular. Entonces, no hay unos criterios establecidos para diferenciar un uso saludable de uno problemático o directamente una adicción.

“Nos basamos en los criterios clásicos de diagnóstico de las adicciones, como que exista un impulso incontrolable o que el comportamiento esté teniendo un impacto funcional negativo en el resto de la vida de la persona; por ejemplo, que esté dejando de hacer las cosas que necesita hacer en el día a día o tenga síntomas de abstinencia”, explica la doctora Duke.

Pero también es importante escuchar tus propias preocupaciones.

“Si tú mismo has intentado parar, y lo has intentado de verdad y no has sido capaz de hacerlo, yo recomendaría que busques ayuda o una intervención más significativa”, dice Ariane Ling, de NYU Langone.

Cómo evitar el scrolling compulsivo

1. Tiempo lejos de la pantalla

“Tener ciertos rituales que te separen de tu celular es siempre de gran ayuda”, afirma la profesora Ling.

Según ella, ha habido un montón de investigación sobre cómo un ejercicio tan sencillo como salir a caminar sin tu teléfono puede tener un gran impacto.

“Siempre que puedas dejar el teléfono y tomarte un respiro, bien sea para dar un paseo o ir al gimnasio, es excelente hacerlo”, coincide la profesora Duke.

Y no solo lo es porque te impide usar tu teléfono durante ese lapso, sino también porque te ayuda a poner tu atención en lo que hay a tu alrededor, ejercitar otras funciones del cerebro y ser consciente de cómo te sientes dejando tu teléfono atrás.

Crear el hábito de no permitir celulares en la mesa cuando estás con tu familia o tus amigos también es ideal, porque así no depende solamente de ti, sino que alguien más te va a recordar que no es momento de usar tu celular. Y tener un refuerzo visual de esa regla, como una canasta para poner los celulares antes de comer, puede hacerla aún más efectiva.

En general, cualquier esfuerzo consciente de separar en tu rutina el tiempo con celular del tiempo sin celular puede ayudarte a evitar el scrolling sin sentido y por defecto.

“Si puedes reservar períodos de tiempo en los que no vas a usar tu teléfono, sino concentrarte en una tarea o simplemente estar presente con tus amigos, es una buena idea hacerlo”, aconseja Duke.

“Otra cosa que yo hago a veces es poner mi teléfono a blanco y negro, lo cual hace que sea menos atractivo mirar la pantalla”, dice le profesora Ling.

Un grupo de personas reunidas alrededor de una mesa sobre la cual hay una canasta en la que hay varios celulares
Según las expertas, no permitir teléfonos en la mesa es una buena medida para limitar tu tiempo en el celular. Foto: Getty Images.

2. Interactuar con el mundo físico

Hacer pequeños cambios en tu rutina para hacer las tareas que haces en tu celular sin usar tu celular también puede ayudarte a tener una relación más saludable con el scrolling.

“En uno de los estudios que hicimos hace algunos años, vimos una gran diferencia entre las personas que usaban relojes normales y las que usaban su celular para ver la hora”, cuenta Éilish Duke.

Sin quererlo, las personas que usaban su celular para ver la hora se quedaban atascadas scrolleando.

También, por ejemplo, “si puedes leer lo que sea que estés leyendo sin estar en línea, es maravilloso”, suma Duke.

“Yo animo a la gente a ser curiosa y buscar trucos para reducir su tiempo de uso del celular y pasar tiempo en el mundo tridimensional”, agrega Ling. “Somos táctiles, queremos involucrarnos con cosas en el mundo real”.

3. Navegar el impulso

Pocas veces cuando sentimos el impulso de entrar a una aplicación a scrollear o cuando ya llevamos horas haciéndolo, nos detenemos a pensar por qué lo estamos haciendo o qué tan satisfechos nos sentimos con esa decisión.

Tratar de ser más conscientes de nuestras decisiones, de cómo nos estamos sintiendo y de cómo funciona nuestra mente en esos momentos es una intervención poderosa que podemos hacer.

“El impulso de coger el teléfono es como tener un antojo. Te das cuenta de que tu cuerpo comienza a anhelarlo. Tu cerebro te dice: “oye, no hemos consumido dopamina en un rato, vamos por un poco”. Y ese antojo puede crecer, como una ola”, explica la doctora Ling.

Pero puedes aguantar ese impulso, ¿cierto? Puedes decir, ok, esto es lo que estoy notando, realmente quiero mirar mi celular, abrir esa notificación, pero puedo no hacerlo”.

“Se necesita mucha práctica y responsabilidad, pero creo que la gente que realmente practica diligentemente algo de esto nota los beneficios a largo plazo, como que es capaz de mantener su atención, se siente mejor, tienen experiencias fuera de su pantalla que hacen su vida más rica y significativa”, concluye Ling.

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