Diciembre es de los meses favoritos de los trabajadores porque llega el aguinaldo, para algunos el bono de productividad, la caja de ahorro o alguna gratificación, pero enero suele ser uno de los meses más complicados financieramente, entre que suben los precios, llega la resaca de las compras navideñas, y una que otra emergencia que no contemplas.

De acuerdo con datos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y de la Secretaría de Economía, las familias destinan en promedio más de 19 mil pesos en comida, decoraciones y regalos durante diciembre, pero el inicio de año puede traer estrés financiero y desencadenar ansiedad, insomnio y problemas físicos, como presión arterial elevada o gastritis.

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Es importante que realices un presupuesto para regalos, cenas, juguetes, ropa, cosas para el hogar, entretenimiento o vacaciones. Tú decides cuál es la prioridad y qué puede esperar.

Acordar límites de gasto en familia es un acto de cuidado mutuo. Determinar presupuestos claros para cenas, intercambios o viajes evita frustraciones y fortalece lazos afectivos.

Tómate un tiempo para revisar precios y características, así podrás elegir lo que te convenga realmente.

Cuidado con las tarjetas: Recuerda que no son dinero extra, sino un préstamo que genera intereses. Úsalas con medida.

Considera todos los pagos mensuales que deberás hacer, pueden parecer pequeños, pero sumados representan una cantidad importante.

El empeño también es una fuente de financiamiento para solventar deudas inmediatas. Antes de empeñar, considera si tendrás los recursos para recuperar la prenda. Compara por lo menos en tres casas de empeño: la tasa de interés anual que cobran, el número de comisiones y el importe de estas.

En esta temporada decembrina, muchas tiendas pondrán opciones de meses sin intereses. Puede sonar tentador, pero recuerda que los meses sin intereses son deudas para tu yo del futuro, ¿de verdad quieres empezar el próximo año con deudas?

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Hazte siempre las preguntas: ¿Lo necesito? ¿Puedo pagarlo de contado? Si pago a crédito, ¿mis deudas estarán bajo control? ¿Comprarlo me dejará casi en la ruina y sin dinero para emergencias?

No todo es regalos: El bienestar familiar y los buenos momentos tienen más valor que los regalos costosos o los gastos innecesarios. Compartir tiempo, preparar una cena especial o realizar actividades en conjunto puede dejar recuerdos duraderos.

Evita la cuesta de enero

Pon tus deudas bajo control y de ser posible elimínalas lo antes posible. Esto te permitirá iniciar el año con estabilidad y con mayor control sobre tus ingresos. Lo importante es que no todo lo que ganas se te vaya en pagar deudas.

Un nivel de endeudamiento saludable no debe ser mayor al 30 % de nuestro ingreso, es decir, si gano 10 mil pesos al mes, mis deudas deberán ser de máximo 3 mil pesos.

Otra de las recomendaciones es que si tienes más de una tarjeta de crédito y en todas debes, es importante que ordenes tus deudas de la mayor a la menor y revisa cuál es la que te está cobrando más intereses.

Además, es importante que siempre, siempre, pagues más del mínimo, ya que cubrir sólo el pago mínimo que aparece en tu tarjeta no te ayudará a salir pronto de la deuda.

Elimina los gastos hormiga: Son gastos que hacemos en nuestra rutina diaria que afectan la capacidad de ahorro (cafés para llevar, snacks, refrescos, propinas, chicles, servicios de streaming no usados o delivery frecuente) que suman grandes cantidades al mes.

Para ello te recomendamos llevar desde tu casa a donde vayas, una botella con agua; tu propio café o tu comida, verás cuánto ahorras. Recuerda, el objetivo es disminuir las compras por impulso.

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Un buen truco para identificar y “fumigar” esos gastos es llevar un registro de esas compritas por una semana para ver a dónde se va tu dinero.

Otro consejo: No pagues la suscripción de dos aplicaciones que cumplen el mismo fin, valora la que te sea más útil. Haz una limpieza de las aplicaciones en tu teléfono celular, elimina las que no utilices o tengan la misma función.

En cuanto al uso de las apps de transporte privado, déjalos como última opción, haz uso de ellas solamente en caso de emergencia. Si el trayecto te lo permite, camina a tu destino o utiliza el transporte público.

Si ya tienes controladas tus deudas, no te olvides de tu plan de emergencia. No sabemos lo que pasará en el futuro, entonces tenemos que tener un “colchoncito” en caso de una emergencia como un accidente, una enfermedad o un despido.

Los especialistas coinciden en que la educación financiera no significa privarse de los buenos momentos, sino disfrutar de las celebraciones con conciencia, planeación y control.