
El monto de la pensión que reciben los jubilados del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) bajo el régimen de la Ley 73 se actualiza cada año con base en distintos factores y el ajuste oficial se da a conocer a inicios de año, cuando se publican los datos que determinan el incremento.
Este régimen aplica a quienes comenzaron a cotizar antes del 1 de julio de 1997 y establece mecanismos específicos para actualizar las pensiones, lo que genera dudas frecuentes sobre cómo y cuándo se aplican estos aumentos.
La Ley 73 del IMSS establece que el monto de la pensión se calcula con base en el promedio del salario de las últimas 250 semanas cotizadas y en el total de semanas acumuladas. También fija requisitos como contar con al menos 500 semanas cotizadas y tener 60 años para acceder a la pensión por cesantía o 65 años para la pensión por vejez.
El monto de las pensiones debe actualizarse cada año. Uno de los factores para calcular el incremento es la inflación anual, cuyo dato publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en febrero. Otro es el incremento al salario mínimo.
En este cálculo, la pensión mínima garantizada funciona como el piso sobre el cual se ajustan los montos. Esta equivale a un salario mínimo general vigente en la Ciudad de México, y se actualiza con base en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) publicado por el Inegi, a lo que se suma el porcentaje del incremento anual del salario mínimo.

En 2024, la pensión mínima garantizada del IMSS se ubicó en aproximadamente 8 mil 400 pesos mensuales. Para 2025, el ajuste la elevó a 9 mil 407 pesos mensuales, lo que representó un incremento cercano al 12%.
El ajuste anual de las pensiones considera la inflación, que en 2024 fue de 4.21%. Analistas prevén que al término de 2025, la inflación anual en México se ubique entre 3.30% y 4.05%, según el escenario económico.
En cuanto al aumento de la pensión por el incremento al salario mínimo, en 2025, este subió en la Ciudad de México un 12%, al pasar de 248.93 a 278.80 pesos diarios. En la Zona Libre de la Frontera Norte, el monto alcanzó 419.88 pesos diarios.
El 13 de agosto pasado, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que el salario mínimo volverá a aumentar en 2026, con el objetivo de alcanzar el equivalente a 2.5 canastas básicas al cierre de su sexenio.
Para lograrlo, los incrementos anuales hasta 2029 rondarían el 12%, porcentaje que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) confirmará en los próximos meses. De concretarse ese aumento, el salario mínimo quedaría en 470.26 pesos diarios en la Zona Libre de la Frontera y en 312.25 pesos diarios en el resto del país.
Además, al cálculo del incremento se debe añadir un aumento del 11%, establecido por un decreto promulgado en 2004 por el gobierno de Vicente Fox.
Con base en estas proyecciones, y considerando que la inflación y el salario mínimo podrían variar ligeramente respecto a los datos usados para el cálculo del monto de 2025, se puede estimar que la pensión mínima garantizada podría alcanzar alrededor de 10 mil 400 pesos mensuales en 2026.
El incremento oficial se dará a conocer en febrero de 2026, cuando el Inegi publique el dato anual de inflación correspondiente al año anterior.

La violencia digital está aumentando y millones de mujeres y niñas sufren abusos en línea cada año, lo que las está alejando de internet.
La violencia digital es una de las formas de abuso que más se está incrementando y está alejando a las mujeres de internet. Desde el acoso y el troleo hasta las deepfakes y el doxing, millones de mujeres y niñas sufren hostigamiento virtual cada año.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías digitales, alrededor de seis mil millones de personas utilizan internet en todo el mundo, y 280 millones más hombres que mujeres estuvieron conectados este año.
Las mujeres, las niñas y las personas no conformes con su género tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia y sufrir consecuencias más graves y duraderas debido a su género, según la ONU.
Estudios en todo el mundo muestran que hasta el 58 % de las mujeres y niñas han sido víctimas de violencia en línea, según la organización de la ONU para las Mujeres.
El troleo consiste en publicar mensajes intencionalmente provocativos u ofensivos en línea para molestar a alguien, provocar una reacción o causar problemas.
Según el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH), una ONG británico-estadounidense que busca frenar la propagación del discurso de odio y la desinformación en internet, existen dos tipos principales de troles:
Existen muchas razones por las que las personas pueden trolear en línea, y la diferencia varía de un trol a otro.
Los troles suelen disfrutar molestando a quienes atacan, por lo que si su víctima responde, esto solo los anima a continuar.
El troleo puede causar altos niveles de ansiedad y baja autoestima en la víctima.
El doxing se refiere a la divulgación de información privada sobre personas en internet, generalmente con malas intenciones.
Puede tener consecuencias en la vida real, como acoso, amenazas e incluso violencia física.
En 2021, J.K. Rowling, autora de Harry Potter, declaró haber sido víctima de doxing después de que una fotografía tomada fuera de su casa, que revelaba su dirección, circulara en línea.
Sin embargo, la policía declaró que no se tomarían medidas contra los activistas que la señalaron.
Desde abril de 2022, Facebook e Instagram (propiedad de Meta) prohíben compartir la dirección particular de una persona, incluso si aparece en registros públicos o noticias.
Los usuarios pueden seguir compartiendo su propia dirección, pero otros no pueden compartirla.
Este cambio se realizó siguiendo las recomendaciones de la Junta de Supervisión de Meta para fortalecer la protección de la privacidad y reducir los riesgos del doxing.
Los deepfakes son videos, imágenes o clips de audio creados con inteligencia artificial para que parezcan reales.
Pueden usarse para diversión o incluso para investigación científica, pero a veces se emplean para suplantar la identidad de políticos o líderes mundiales con el fin de engañar deliberadamente al público.
También se utilizan cada vez más para crear videos o imágenes pornográficas de famosos o de gente común.
Una encuesta reciente de la policía en Reino Unido reveló que “una de cada cuatro personas considera que no hay nada de malo en crear y compartir deepfakes sexuales, o se siente neutral al respecto, incluso cuando la persona representada no ha dado su consentimiento”.
Compartir o amenazar con compartir imágenes íntimas sin consentimiento es un delito penal en Reino Unido, que ahora se incluye en la Ley de Seguridad en Línea de 2023. Esto abarca las imágenes fabricadas o manipuladas, incluidas los deepfakes.
Muchos otros países, como Australia e Irlanda, cuentan con leyes similares para proteger a las personas del abuso con imágenes íntimas.
Los niños y jóvenes pueden ser objetivos de manipulación y grooming en línea.
Los agresores pueden usar plataformas en internet para establecer una relación de confianza con el menor y abusar de él.
Este abuso puede ocurrir en línea o el agresor puede concertar una cita con el niño o niña en persona con la intención de abusar de ellos.
El abuso también puede ocurrir cuando otros graban, suben o comparten contenido dañino en línea.
Ya sea que el abuso ocurra en internet o fuera de éste, puede tener un impacto duradero en el bienestar general del niño, provocando ansiedad, autolesiones, trastornos alimenticios, pensamientos suicidas o incluso suicidio.
El ciberacoso, o acoso en línea, se produce cuando alguien se enfrenta a un comportamiento acosador en redes sociales, aplicaciones de mensajería, juegos en línea y otros lugares de internet.
El acoso puede ocurrir tanto en línea como fuera de ella al mismo tiempo, y en ocasiones la persona que lo realiza es conocida de la víctima.
También es común sufrir acoso por parte de personas que no conoces en persona, pero que conoces de comunidades en línea, juegos o redes sociales. El abusador también puede ser anónimo.
Estos son algunos consejos para reducir el riesgo de ser víctima de abuso en línea, según la ONU.
Para prevenir eficazmente la violencia en línea facilitada por la tecnología, es fundamental comprender su especificidad y su impacto en las mujeres y las niñas, afirma la ONU.
Un estudio de ONU Mujeres de 2021 en la región de los Estados árabes reveló que el 60% de las mujeres usuarias de internet habían estado expuestas a violencia en línea ese año.
Un estudio europeo reveló que las mujeres tienen 27 veces más probabilidades de sufrir acoso en línea que los hombres, y otro análisis reveló que el 92% de las mujeres reportaron que la violencia en línea afecta negativamente su bienestar.
Las mujeres en la vida pública, como políticas, periodistas y defensoras de los derechos humanos, son especialmente blanco de ataques, y los riesgos son aún mayores para las mujeres negras, las personas LGBTQI+ y las mujeres con discapacidad, según la ONU.
La organización lanzó hasta el 10 de diciembre una campaña para erradicar la violencia digital contra todas las mujeres y niñas.
La campaña insta a los gobiernos a proteger la información personal y a penalizar la violencia digital, y pide a las grandes empresas tecnológicas eliminar el contenido dañino.
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