Algunos remedios naturales son excelentes para aminorar o mejorar algunos aspectos de la salud, pero con ello también se corre el riesgo de caer en desinformación y acentuar o desarrollar algún problema por no atender primero la opinión de un médico o un especialista, por ello te explicamos qué pasa con la famosa agua salina o agua con sal.
Es muy poco frecuente que un médico recomiende consumir agua con sal y azúcar, a menos que la persona presente deshidratación o falta de electrolitos, sin embargo, el hecho de tomarlo constantemente sí representaría un daño a la salud, de acuerdo con el Dr. Aldo Gómez Montemayor conocido en redes sociales como Doctormickas.
“El problema de esto es que no sabes la cantidad exacta de la dosis, (como médico) mejor le das (a un paciente) un electrolito o le das uno de estos sueros comerciales”, explicó.
Pero vale la pena señalar que el agua con sal, agua potable a la que se le agrega sal,no es lo mismo que una solución de electrolitos, según señaló a El Sabueso Sofia Piña, profesora de la Facultad de Estudios Superiores, Cuautitlán de la UNAM. También señaló que no es recomendable tomar agua con sal y coincide en que es preferible no hacerlo constantemente.
La consecuencias negativas de consumir frecuentemente agua con sal con la intención de hidratarse puede tener efectos adversos como el aumento considerable de presión arterial ya que a través de los alimentos también ya hay cierta dosis de sal.
“Si ya consumimos sal en los alimentos y además tomamos agua con sal, pues esto va a desencadenar una presión errática muy descontrolada, también puede causar desequilibrios electrolíticos”, advirtió el Doctormickas.
¿Aumento de peso por beber agua con sal? Sí, de acuerdo con el especialista, si se toma de manera frecuente, el aumento de peso sería normal, debido a que la persona comenzará a retener líquidos.
En casos extremos, también puede desarrollar insuficiencia renal, ya que el riñón se encarga de filtrar la sal. Esto afecta mucho más a las personas con hipertensión y diabetes, ya que se recomienda consumo moderado de sal y carnes rojas, de acuerdo con diversos artículos científicos.
De acuerdo con la académica de la UNAM, las gárgaras de agua con sal, así como diversos usos como limpieza de fosas nasales o heridas, brinda una sensación de alivio pues, en realidad, el agua con sal deshidrata las bacterias por medio de ósmosis.
Uno de los principios básicos de la biología es el proceso de ósmosis, el cual consiste en que el agua, u otro solvente se mueve de una solución menos concentrada a otra solución más concentrada por medio de una membrana semipermeable, es decir, que permite el paso de algunas partículas.
“Las células animales, de las cuales estamos compuestos los seres humanos, al momento de que estas células entran en contacto con una solución saturada o concentrada de sal se está generando un proceso osmótico entonces esto va a provocar que el agua de las células se mueva hacia afuera y como consecuencia, pues va a haber un proceso de deshidratación.”
Piña explica que al deshidratar las bacterias, la persona puede sentir alivio, y podría decirse que el agua salina puede tener un tipo de propiedad antiséptica, pues al deshidratar las células epiteliales de la boca, puede provocar la salida de estos virus que se puedan estar alojando ahí. Sin embargo, no es un tratamiento efectivo.
Por su parte, el Dr. Gómez Montemayor también coincide en que las gárgaras con sal pueden funcionar, sin embargo existe muy poca evidencia científica de que en verdad funcione para aliviar malestares de garganta, por lo que sugiere consultar con un médico para tener un diagnóstico y tratamiento efectivo.
Como sabes, tres cuartas partes de la Tierra están cubiertas por agua, y el 97.5 % de ella es salada (forma mares y océanos). Sólo 2.5 % es agua dulce, apta para consumo humano, y de ella, solo tenemos acceso al 0.3 %, de acuerdo a datos del INEGI.
Aunque existen soluciones de “agua marina” que ayudan a limpiar las fosas nasales, éstas son soluciones isotónicas que contienen sales minerales y otras sustancias minerales presentes en pequeñas cantidades que han pasado procesos de purificación que las hacen aptas para su utilización, pero no para el consumo humano.
“En el caso de las bebidas hidratantes con electrolitos o las sales se encuentran en un medio isotónico que quiere decir que estos no se provocan y la salida ni la entrada de agua, entonces se mantiene el equilibrio, si es una célula que se está deshidratada, va a permitir el pues si el ingreso de agua, en caso de que no lo necesite, pues no”, explica Sofia Piña.
Pero beber agua del mar tampoco es buena idea: ni embotellada ni en la playa, pues el agua de mar es tres veces más concentrada en sodio que el plasma sanguíneo, en tanto, si se bebe agua de mar, además de deshidratarse, puede provocar un daño a los riñones ya que estos filtrarían una mayor cantidad de sal, de acuerdo con el nutricionista español Juan Revenga.
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En conclusión, no pasa nada si de vez en cuando se toma una solución salina, sin embargo no se recomienda hacer de manera constante porque implica algunos riesgos para la salud, además de que no existe una evidencia científica que sostenga sus propiedades antisépticas.
El trabajo de la astrónoma estadounidense llevó al descubrimiento de la teoría de la materia oscura. Su nombre quedará inmortalizado en un potente nuevo observatorio en Chile.
Sus creadores dicen que el Observatorio Vera Rubin “marcará el inicio de una nueva era en la astronomía y en la astrofísica”. Quizás por ello lleva ese nombre: ella hizo lo propio como científica.
Rubin (1928-2016) fue una astrónoma estadounidense cuyo trabajo pionero aportó las primeras pruebas convincentes de la existencia de la materia oscura, uno de los mayores misterios de la astrofísica actual.
Este lunes se revelan las primeras imágenes del observatorio bautizado en su honor y que dispone de la cámara digital más grande y más sensible del mundo.
Ubicado en lo más alto del Cerro Pachón, en la región de Coquimbo, en Chile, este centro de astronomía permitirá estudiar por primera vez en tiempo real explosiones de supernovas, además de agujeros negros supermasivos, estrellas variables, asteroides, cometas y más.
Todo esto gracias a su sensor con 3 mil 200 megapíxeles.
“Se necesitarían cientos de pantallas de televisión de ultra alta definición para mostrar una sola imagen tomada por esta cámara”, informa el observatorio que pertenece a la Fundación Nacional de Ciencias y al Departamento de Energía ambos de EE.UU.
Y agrega: “Con la información que proporcionará Vera Rubin, podremos comprender de mejor forma el universo, la crónica de su evolución, sumergiéndonos en los misterios de la energía y materia oscura, y tener las respuestas a preguntas que aún ni siquiera imaginamos”.
Siendo niña, Vera Rubin construyó su primer telescopio con un tubo de cartón y con unas pequeñas lentes que compró en una tienda de material científico.
Su afición por la astronomía contó con el apoyo de su padre, quien incluso la llevó a reuniones de astrónomos aficionados, según publica el perfil del Museo de Historia Natural de EE.UU.
Aunque su familia siempre fomentó su talento y pasión por la ciencia, cuando Rubin contó a su profesor de física del instituto —donde era prácticamente la única chica— que planeaba ir a la universidad, este le recomendó que evitara las carreras científicas.
Ella no le hizo caso y se convirtió en la única especialista en astronomía que se graduó de la prestigiosa universidad femenina Vassar en 1948.
Cuando buscó matricularse como estudiante graduada en Princeton, le dijeron que a las mujeres no se les permitía ingresar en el programa de astronomía de postgrado de la universidad, una política que no fue abolida hasta 1975.
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Entonces se presentó en la Universidad de Cornell, donde estudió física. Luego fue a la Universidad de Georgetown, donde obtuvo su doctorado en 1954.
En los años 70, Vera Rubin y su colega Kent Ford estudiaron más de 60 galaxias y descubrieron que las estrellas de los bordes exteriores se movían con la misma rapidez que las del centro, algo que no obedecía a las leyes de la física.
Para conciliar sus observaciones con la ley de la gravedad, los científicos propusieron que había materia que no podemos ver y la llamaron materia oscura.
Al principio muchos astrónomos se mostraron reacios a esta idea, “pero las observaciones eran tan inequívocas y la interpretación tan sencilla que pronto se dieron cuenta de que Rubin tenía razón”, explica el Museo de Historia Natural de EE.UU.
Ahora el Observatorio Vera Rubin tiene como uno de sus objetivos justamente comprender la naturaleza de la materia oscura.
“Nunca hemos sido capaces de ver directamente una de estas partículas de materia oscura, a pesar de que constituyen más del 80% de toda la materia del universo”, afirma el observatorio.
“Lo que sí podemos ver —continúa— es el efecto gravitatorio que tiene la materia oscura sobre las galaxias y su distribución en el universo”.
En este sentido, el observatorio tendrá como una de sus tareas catalogar más de 10 mil millones de galaxias para entender cuántas hay de un determinado tamaño.
“Si vemos un montón de galaxias pequeñas, eso apoyaría nuestra hipótesis actual más probable sobre las propiedades de la materia oscura”, explica el observatorio.
Durante casi toda su carrera Vera Rubin tuvo que enfrentarse a los prejuicios de los que consideraban que la vida de una madre de cuatro hijos era incompatible con la ciencia.
Pero ella siempre se mostró combativa.
Un ejemplo ocurrió cuando finalmente pudo tener acceso al Observatorio de Palomar, donde no había baño para mujeres, problema que solucionó pegando una falda de papel a la puerta del baño de hombres.
Según la biografía Vera Rubin: Una vida, publicada en 2021 por Jacqueline y Simon Mitton, su impacto “no se limitó a sus contribuciones al conocimiento científico, sino que también ayudó a transformar la práctica científica, promoviendo la carrera de mujeres investigadoras“.
Luchó por la inclusión de las mujeres en los comités y conferencias científicas, por contratar más profesoras y premiar a colegas femeninas.
Sus estudios le valieron numerosos honores, incluyendo ser la segunda astrónoma mujer elegida para la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Pero hay quienes creen que los reconocimientos en vida no estuvieron a la altura de su carrera.
“A pesar de ser una de las astrónomas más influyentes de su época y de lo revolucionario de sus descubrimientos, Vera Rubin no fue galardonada con el Nobel ni recibió en vida el mismo reconocimiento que algunos de sus compañeros”, se afirma en su biografía.
Ahora está siendo reconocida de forma póstuma con el primer observatorio estadounidense que lleva el nombre de una mujer.
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