Home
>
Sabueso
>
Te Explico
>
Huracán Otis: El cambio climático ‘alimenta’ la formación de tormentas de mayor intensidad
Huracán Otis: El cambio climático ‘alimenta’ la formación de tormentas de mayor intensidad
FOTO: DASSAEV TÉLLEZ/CUARTOSCURO.COM
8 minutos de lectura

Huracán Otis: El cambio climático ‘alimenta’ la formación de tormentas de mayor intensidad

El aumento en la frecuencia e intensidad de los huracanes y otros fenómenos meteorológicos sí están relacionados con la crisis climática, según especialistas y estudios científicos
26 de octubre, 2023
Por: Gonzalo Ortuño y Samedi Aguirre
@ 

En casi 100 años nunca un huracán de escala 5, la máxima posible en la escala Saffir-Simpson, había tocado tierra en Guerrero. La madrugada de este miércoles el huracán Otis entró al estado y causó incomunicación y graves daños en la entidad. Y este nivel de afectaciones, anticipan especialistas, será cada vez más común con la crisis climática

De acuerdo con el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés), la capacidad destructiva de los huracanes ha aumentado desde 1970, y ha señalado que su duración e intensidad está “fuertemente correlacionada” con la temperatura de la superficie del mar.

“La verdad es que sí está muy estudiado esa relación. Hay que tomar en cuenta que un huracán o un evento, no necesariamente se puede atribuir al cambio climático, pero cuando uno analiza un conjunto de huracanes se puede sacar conclusiones y estadísticamente ahora son más intensos o más frecuentes”, señala el doctor Jorge Zavala Hidalgo, director del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

De hecho, el IPCC  ha observado que los huracanes de categoría 4 y 5 han aumentado un 75% en 50 años, con mayores incrementos en las regiones del Pacífico Norte, el océano Índico y el Pacifico Suroeste.

Pese a la evidencia científica, usuarios de redes sociales y personajes políticos como Gerardo Fernández Noroña siguen negando que los huracanes y el cambio climático tengan algún tipo de relación, bajo el argumento de que estos fenómenos han existido siempre. 

Si bien es cierto que México históricamente ha sido altamente vulnerable a los huracanes por ubicarse entre los océanos Pacífico y Atlántico, a esto se le suma el aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), y la variación del clima que se ha acelerado por las actividades humanas. Eso tiene un impacto en el comportamiento de los ciclones tropicales. 

Más calor = huracán más fuerte

El doctor Zavala nos explicó que los huracanes dependen de la evaporación del agua que ocurre cuando el viento del ciclón tropical sopla sobre el océano. “Entonces se evapora agua y la cantidad de vapor de agua que puede retener la atmósfera depende de la temperatura del aire en los niveles bajos”, señala. 

De acuerdo con el especialista, la atmósfera puede retener cierta cantidad de vapor de agua, y esta cantidad depende de la temperatura del ambiente. Cuando la temperatura es más alta se puede retener mayor cantidad de vapor, que a su vez libera más calor. Ese calor es el combustible del huracán

“Se va dando el ciclo al haber una temperatura mayor en el planeta, entonces las condiciones favorables para que el huracán sea más intenso están presentes, y esa es la razón por la cual en promedio se espera que se vayan teniendo huracanes de categoría mayor con mayor frecuencia”.

‘Otis’, Guerrero y el cambio climático

Este miércoles Alejandra Méndez Girón, coordinadora del Servicio Meteorológico Nacional, dijo en entrevista con Atando Cabos, de Radio Fórmula, que el aumento de la temperatura del mar fue una de las causas de que el huracán Otis pasara de ser una tormenta tropical a un huracán categoría 5 en menos de 12 horas.

Huracán Otis: El cambio climático 'alimenta' la formación de tormentas de mayor intensidad
CHILPANCINGO, GUERRERO. 25OCTUBRE2023.-  FOTO: DASSAEV TÉLLEZ/CUARTOSCURO.COM

Jorge Zavala coincide, y explica que en el caso de Otis se conjuntaron varios factores que lo hicieron tan destructivo. Uno de ellos fue la presencia del fenómeno del Niño que favorece un aumento sustancial de la temperatura del mar.

Otro fue que, en este caso, el margen de error de los instrumentos que lo monitoreaban fue muy alto. Pues ninguno de los modelos estadísticos, ni siquiera los internacionales, logró identificar con antelación que podría intensificarse en pocas horas y tocar tierra en su nivel máximo, tal como sucedió. 

De acuerdo con mapas elaborados por la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por sus siglas en inglés), desde 1931 en Guerrero han pegado directamente 31 huracanes.

El último de mayor categoría fue el huracán Pauline en 1997. Sin embargo Guerrero, junto con su población, actualmente es vulnerable a otros efectos de cambio climático como deslaves e inundaciones

Por ejemplo, el 89% de los municipios de Guerrero aumentó su nivel riesgo antes deslaves  y el 23% presenta aumento de vulnerabilidad ante inundaciones, de acuerdo con el Atlas de riesgos elaborado por el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) con diferentes escenarios a corto, mediano y largo plazo.

Además,  advierte que 88% de los municipios de Guerrero aumentaron el riesgo en la distribución del dengue, como parte de los efectos de la crisis climática. 

Por si fuera poco, las predicciones científicas advierten que en el futuro el mar le ganará terreno a Acapulco, pues una herramienta desarrollada por la NASA da diferentes pronósticos del aumento del nivel del mar en dicho sitio. En el mejor escenario, refieren, el agua aumentará 1.3 metros para 2150, mientras que en el peor escenario aumentará 2.79 metros para enero de ese año.

Huracán Otis: El cambio climático 'alimenta' la formación de tormentas de mayor intensidad
Aumento proyectado del nivel del mar en diferentes escenarios de SSP. sealevel.nasa.gov

A decir del especialista, aunque otros estados pueden resultar afectados por el aumento en la frecuencia e intensidad de los ciclones tropicales, son las regiones costeras –como Guerrero, Veracruz, Quintana Roo o Baja California– los que más están expuestos a este tipo de afectaciones. 

Más deslaves e inundaciones 

Cuando un huracán es tan intenso como lo fue Otis, significa que se formó gracias a una gran cantidad de vapor de agua caliente. Pero entre más vapor, más agua. Lo que se traduce en lluvias más intensas. 

“En general va a haber mayor precipitación asociada a los ciclones tropicales, todo eso ocurre como consecuencia del cambio climático, pero eso es en promedio. No todos los huracanes van a ser de categoría mayor, ni todos van a tener asociada mayor precipitación, simplemente en promedio va a haber una mayor intensidad y con mayor precipitación”, señala Zavala.  

Así que de forma indirecta, el aumento en las lluvias o una precipitación extrema favorece la ocurrencia de otros fenómenos como inundaciones o deslaves. 

Además hay otros factores que también suman a que este tipo de eventos sea mayor. Es el caso, por ejemplo, de la deforestación, la falta de mantenimiento de la red de drenajes y la urbanización de zonas donde naturalmente hay o hubo flujo o retención de agua. 

En el caso del gobierno de López Obrador, pese a su promesa de no talar “ni un solo árbol”, al menos 3 millones 444 mil árboles fueron talados o removidos para la construcción del Tren Maya en el sureste mexicano. Obra que ha sido fuertemente criticada por ambientalistas, a quien el presidente insiste en descalificar

Y aunque este año la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) aumentó su presupuesto en cerca del 44%, la mayor parte del incremento se concentró en obras públicas y proyectos de inversión, relegando rubros como la atención al cambio climático.

Además de que el presidente ha insistido en la eliminación de El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA).

Organizaciones demandan acciones de prevención ante cambio climático

Ante el desastre, 21 organizaciones en defensa del medio ambiente demandaron al Estado mexicano transparentar los impactos generados por el paso del huracán Otis y la respuesta del gobierno a las personas afectadas por el cambio climático en México.

En un pronunciamiento, las organizaciones enfatizan en la gravedad que implica que la inversión del presupuesto del gobierno siga “dirigida a fortalecer y perpetuar un modelo fósil que alimenta la crisis en detrimento de los compromisos y acciones climáticas necesarias”.

Urgen a que se deje de apostar por un modelo que sacrifica territorios y poblaciones con desastres naturales como acaba de suceder con el impacto del huracán Otis en la costa de Guerrero o enfrentar fenómenos progresivos como la sequía en Monterrey, las olas de calor y pérdida de cosechas, los incendios forestales en el sureste del país y la erosión costera de la comunidad de El Bosque, en Tabasco.

“Este tipo de fenómenos no son fortuitos y su magnitud y frecuencia se incrementarán en caso de no hacer frente al incremento de temperatura global. La crisis climática y sus impactos, como el huracán Otis, son consecuencia directa de la extracción y quema de combustibles fósiles y de la degradación de los ecosistemas que hacen posible la vida como la conocemos”, advierten las organizaciones firmantes.

Entre las exigencias al gobierno mexicano y autoridades correspondientes se encuentra:

  1. Transparentar los impactos del huracán Otis y la respuesta del gobierno a mexicano a los afectados climáticos para que la atención humanitaria responda de manera efectiva a todos los sectores de la población perjudicados.
  2. Contar con una política climática estructurada y transversal, con una ruta clara de implementación, que defina acciones concretas para hacer frente a la crisis climática y prevenir pérdidas y daños en el territorio nacional, en especial para las poblaciones más vulnerables.
  3. Asegurar la suficiencia presupuestal para acciones pertinentes para la adaptación y mitigación al cambio climático, así como para la atención y la reparación de pérdidas y daños, sobre todo de las comunidades más vulnerables .
  4. Fortalecer a las instituciones responsables de la política climática del país con capacidades técnicas y de reacción.
  5. Abandonar de manera progresiva y justa el modelo fósil que provoca y acelera la crisis climática.

Las organizaciones que firman este pliego petitorio son: Alianza Mexicana contra el Fracking, Ambulante, Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio – APIIDTT, CDH – Espacios para La Defensa, El Florecimiento y Apoyo Comunitario, Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), Comité Ecológico Integral, Conexiones Climáticas, Consejo Tiyat Tlali, CORASON Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio Huasteca Totonacapan, DeudaxClima México, Futuros Indígenas, Freshwater Action Network México (FANMex), Greenpeace México AC, Grupo Territorio Género y Extactivismo, LEGAIA, Mamás y Papás por el Clima, Nuestro Futuro, Padres por el Futuro Mty Planeteando, Organización Familia Pasta de Conchos, REACCIONA AC.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
cambio climático
crisis climática
Guerrero
huracán
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
¿Por qué palabras como ‘almóndiga’ y ‘murciégalo’ aparecen en el diccionario de la RAE, si no son correctas?
5 minutos de lectura

Aunque estas palabras estén incluidas en el diccionario de la Real Academia Española, eso no significa que pertenezcan a la norma culta.

19 de mayo, 2025
Por: BBC News Mundo
0

Si necesitas saber lo que es una azotehuela, parrillar, un pósnet, rapear, un sérum, tutti frutti o yuyu, desde diciembre pasado lo puedes consultar en el Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia y de la Asociación de Academias de Lengua Española.

Más sorprendente puede ser descubrir que también están en el diccionario palabras como “almóndiga”, “toballa” o “murciégalo”.

Desde que existe una versión electrónica del DLE (como se conoce el diccionario), cada año se publican nuevas incorporaciones. En 2024, se llegó a la actualización 23.8 o, lo que es lo mismo, la octava actualización de la vigésima tercera edición, publicada en 2014.

Estas actualizaciones afectan tanto a nuevas palabras, como a la incorporación o revisión de acepciones, etimologías… sin que haya un número exacto estipulado. En la última edición supuso más de cuatro mil novedades (entre incorporaciones, modificaciones y supresiones); el número de entradas en el diccionario asciende a 94 mil.

Cómo se decide cuáles entran y cuáles no

El Diccionario de la Lengua Española es un diccionario de uso: para determinar si un término está asentado y podría incorporarse, existen bancos de datos que proporcionan sus datos exactos, como es el caso del CORPES XXI. Esto permite hacerse una idea de si está extendido el término.

En ese caso, al comprobar que una voz está suficientemente implantada al aparecer en el corpus con un número significativo de casos, ya sea en una zona geográfica, o en un estilo concreto, se incluye en el diccionario. Pero no siempre lo más documentado es lo más culto.

Mujer con vestido brillante
Getty Images
Aunque muchos la usen, la palabra “brillibrilli” aún no ha entrado en el diccionario.

La Real Academia justifica la inclusión de los términos con el siguiente criterio de uso:

“El diccionario es una herramienta para entender el significado de las palabras y expresiones que se emplean en textos actuales y antiguos de las numerosas áreas hispanohablantes y de los distintos registros”.

¿Por qué, entonces, pueden preguntarse los lectores, no se incluyen neologismos como “juernes” (voz coloquial usada en España procedente de un cruce entre jueves y viernes, en la que se aplica al día jueves la característica del viernes de ser víspera de festivo) o “brillibrilli” (objeto con un brillo especial)?

De nuevo, lo amplio de su uso es el criterio esgrimido por la Academia:

“Trata el diccionario de recoger exclusivamente las palabras y acepciones de nueva creación que se consideran extendidas y asentadas en el uso de los hablantes. De ahí que muchos neologismos de creación muy reciente no generalizados deban esperar para poder incorporarse al diccionario”.

Vulgarismos en el DLE

Lo que más suele llamar la atención de las voces registradas en el diccionario son aquellas vulgares o coloquiales, entendiendo por estas los usos ajenos a la norma culta, porque puede parecer que no son adecuadas a este tipo de obras.

Toallas
Getty Images
En el diccionario de la Real Academia la palabra toballa figura como en desuso.

El hecho de ser un diccionario de uso hace que en él tengan cabida voces que son incorrectas o se consideran “vulgarismos”. Pero incluirse en el diccionario no significa que deje de ser vulgar: es importante distinguir entre “estar incluido en el diccionario” (cualquier voz que aparezca en él) y “pertenecer a la norma culta” (uso perteneciente a un estilo cuidado).

Abreviaturas, como vulg. (vulgar) o coloq. (coloquial) nos informan del estilo al que corresponde su uso.

Muchos de los vulgarismos incluidos se mantienen porque fueron incluidos en el pasado:

“En general, solo se pueden encontrar en el diccionario algunos de los vulgarismos que se incluyeron en siglos pasados y que hoy, como mucho, siguen usándose en niveles de lengua bajos. Así, almóndiga entró en la primera edición del diccionario (en 1726), donde ya se consideraba una variante corrupta y sin fundamento de albóndiga”.

Otros, en cambio, son más recientes, como la palabra “conchudo”, que se introdujo en 1992 con esta definición: “2. adj. coloq. Am. Sinvergüenza, caradura”.

Cómo saber si es una palabra vulgar o incorrecta

Por esta razón, la entrada para almóndiga es la siguiente:

almóndiga 1. f. desus. albóndiga. U. c. vulg. .

Se marca que es femenino (f.), pero también vulgar (vulg.) y en desuso (desus.), es decir, no pertenece a la norma culta, la misma indicación hecha en el Diccionario panhispánico de dudas:

“No debe usarse la forma almóndiga, propia del habla popular de algunas zonas”.

Aun así, tanto ha corrido el rumor de que estaba “admitido”, que la RAE se pronunció al respecto para aclarar que ni se ha incluido en el diccionario en época reciente, ni pertenece al lenguaje culto.

Murciélago
Getty Images
La forma murciégalo entró en 1734 como variante válida e incluso preferida y fue solo en ediciones posteriores cuando adquirió la marca de vulgar y desusada.

Por su parte, la palabra “cocreta” nunca se ha integrado en los diccionarios académicos, salvo en el Diccionario panhispánico, aunque advirtiendo de que “Es errónea la forma cocreta, usada a veces en la lengua popular”.

Tampoco ha estado en los diccionarios académicos fragoneta, que no está documentada en el CORPES XXI.

Otro ejemplo interesante es murciégalo, forma que “entró ya en 1734 como variante válida e incluso preferida de murciélago (…) y fue solo en ediciones posteriores cuando adquirió la marca de vulgar y desusada, según fue cayendo en desuso en la lengua culta general”.

Algo similar ocurrió con asín, también vulgar, de la edición de 1770 o toballa, en desuso.

Almóndiga, murciégalo, toballa o asín están en el diccionario aunque no pertenecen a la norma culta. Tampoco lo están brillibrilli o juernes, por no hallarse todavía suficientemente documentados. Si algún día se incluyeran, probablemente lo harían como coloquialismos, por lo que no pertenecerían a la norma culta, es decir, no estarán aceptados, aunque estén registrados.

*Amalia Pedrero González es profesora titular de lengua española de la Universidad CEU San Pablo, España.

Este artículo fue publicado en The Converation y reproducido aquí bajo la licencia Creative Commons. Haz clic aquí para leer la versión original.

Línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro canal de WhatsApp.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
cambio climático
crisis climática
Guerrero
huracán
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...

Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.