
Para entender mejor
Las evidencias recabadas en la investigación de Factchequeado “La lavadora de Putin” sobre los intentos de los propagandistas rusos de influir en México forman parte de una tendencia histórica.
Documentos de la extinta Unión Soviética, obtenidos por el Wilson Center, muestran el interés que históricamente ha habido en Moscú para influir en México, el país más grande de habla hispana que además comparte frontera con su principal rival, Estados Unidos.
En junio de 1985, durante la Guerra Fría, The New York Times reportó que, según funcionarios estadounidenses, México se había convertido en un centro de espionaje para la Unión Soviética. De acuerdo con el reporte, “especialistas de contrainteligencia de Estados Unidos” estimaban que “al menos 150 funcionarios de la KGB” trabajaban para la embajada rusa y “se hacían pasar por diplomáticos, empleados administrativos, choferes y periodistas”. Esto último también lo indicó un funcionario mexicano en ese momento a The New York Times.
En marzo de 2022, un mes después de la invasión de Rusia a Ucrania, Glenn VanHerck, jefe del Comando Norte de Estados Unidos, dijo en una audiencia ante el Senado de Estados Unidos: “Quisiera señalar que la mayor parte de los [agentes de inteligencia rusos] en el mundo se encuentra actualmente en México (…) y vigilan muy de cerca sus oportunidades de tener influencia (…) en Estados Unidos”.
En septiembre de 2024, el Departamento de Justicia (DOJ) anunció el desmantelamiento de 32 dominios de Internet de una red de propaganda y desinformación promovida por el gobierno ruso para influir en las elecciones presidenciales de ese año.
El DOJ obtuvo y publicó documentos internos de la compañía rusa Social Design Agency (SDA), una de las señaladas de formar parte del operativo de propaganda rusa. De acuerdo con estos archivos, la SDA llevaba adelante, entre otras cosas, un proyecto titulado “México no perdona”.
Este plan de la compañía rusa constaba de una campaña que buscaría alentar en México el “sentimiento antiestadounidense” de las “clases pobres”, quienes, además, según el documento, “son el principal grupo que apoya al partido Morena” que gobierna el país. La finalidad de este proyecto era “mostrar a Estados Unidos que están bajo amenaza” bajo un creciente sentimiento nacionalista y antiestadounidense en México. Esta revelación de DOJ fue el origen de la investigación de Factchequeado.
El plan incluía la imagen de un mapa que muestra en color blanco los estados de Arizona, California, Colorado, Nevada, Nuevo México, Texas y Utah, que formaban parte de México hasta el Tratado de Guadalupe Hidalgo de 1848.
“El dolor por la pérdida de los vastos territorios colindantes sigue vivo en la mente de la gente”, aseguraba la empresa rusa en el proyecto. Por ende, DSA afirmaba que el mapa de Estados Unidos “representado como un vidrio roto” y que tuviese “a lo largo de la línea divisoria un letrero que diga México no perdona” mandaría un mensaje que “podría ser utilizado por alguna organización política marginal, de ultraderecha o de ultraizquierda, o quizá por una de carácter nacionalista”.
Esta técnica de impulsar narrativas que inflamen tensiones existentes en la sociedad no es nueva. El profesor de Seguridad de la Información Thomas Rid, en su libro Active Measures: The Secret History of Disinformation and Political Warfare, explica que en 1962, durante la Guerra Fría, la KGB determinó que una narrativa desinformante era efectiva si “resonaba con las emociones, con las opiniones colectivamente sostenidas en la comunidad objetivo, y si lograba exacerbar tensiones existentes —o, en la jerga de los operadores de la Guerra Fría— si lograba fortalecer las contradicciones existentes”.

Fuente: Departamento de Justicia. El mapa se presenta como parte del “proyecto de participación a través de intermediarios en la campaña de noviembre 2024”
La DSA afirmaba que “este tipo de proyecto va a mostrarle al mundo que un enorme país de 130 millones de habitantes, con la frontera más larga con Estados Unidos, finalmente ha despertado. Hoy ha llegado el momento de mostrar a Estados Unidos que está bajo amenaza. Y podemos hacerlo”.
Factchequeado es un medio de verificación que construye una comunidad hispanohablante para contrarrestar la desinformación en Estados Unidos. ¿Quieres ser parte? Súmate y verifica los contenidos que recibes enviándolos a nuestro WhatsApp +1 (646) 873 60 87 o a factchequeado.com/whatsapp.

La violencia digital está aumentando y millones de mujeres y niñas sufren abusos en línea cada año, lo que las está alejando de internet.
La violencia digital es una de las formas de abuso que más se está incrementando y está alejando a las mujeres de internet. Desde el acoso y el troleo hasta las deepfakes y el doxing, millones de mujeres y niñas sufren hostigamiento virtual cada año.
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el organismo especializado de las Naciones Unidas para las tecnologías digitales, alrededor de seis mil millones de personas utilizan internet en todo el mundo, y 280 millones más hombres que mujeres estuvieron conectados este año.
Las mujeres, las niñas y las personas no conformes con su género tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia y sufrir consecuencias más graves y duraderas debido a su género, según la ONU.
Estudios en todo el mundo muestran que hasta el 58 % de las mujeres y niñas han sido víctimas de violencia en línea, según la organización de la ONU para las Mujeres.
El troleo consiste en publicar mensajes intencionalmente provocativos u ofensivos en línea para molestar a alguien, provocar una reacción o causar problemas.
Según el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH), una ONG británico-estadounidense que busca frenar la propagación del discurso de odio y la desinformación en internet, existen dos tipos principales de troles:
Existen muchas razones por las que las personas pueden trolear en línea, y la diferencia varía de un trol a otro.
Los troles suelen disfrutar molestando a quienes atacan, por lo que si su víctima responde, esto solo los anima a continuar.
El troleo puede causar altos niveles de ansiedad y baja autoestima en la víctima.
El doxing se refiere a la divulgación de información privada sobre personas en internet, generalmente con malas intenciones.
Puede tener consecuencias en la vida real, como acoso, amenazas e incluso violencia física.
En 2021, J.K. Rowling, autora de Harry Potter, declaró haber sido víctima de doxing después de que una fotografía tomada fuera de su casa, que revelaba su dirección, circulara en línea.
Sin embargo, la policía declaró que no se tomarían medidas contra los activistas que la señalaron.
Desde abril de 2022, Facebook e Instagram (propiedad de Meta) prohíben compartir la dirección particular de una persona, incluso si aparece en registros públicos o noticias.
Los usuarios pueden seguir compartiendo su propia dirección, pero otros no pueden compartirla.
Este cambio se realizó siguiendo las recomendaciones de la Junta de Supervisión de Meta para fortalecer la protección de la privacidad y reducir los riesgos del doxing.
Los deepfakes son videos, imágenes o clips de audio creados con inteligencia artificial para que parezcan reales.
Pueden usarse para diversión o incluso para investigación científica, pero a veces se emplean para suplantar la identidad de políticos o líderes mundiales con el fin de engañar deliberadamente al público.
También se utilizan cada vez más para crear videos o imágenes pornográficas de famosos o de gente común.
Una encuesta reciente de la policía en Reino Unido reveló que “una de cada cuatro personas considera que no hay nada de malo en crear y compartir deepfakes sexuales, o se siente neutral al respecto, incluso cuando la persona representada no ha dado su consentimiento”.
Compartir o amenazar con compartir imágenes íntimas sin consentimiento es un delito penal en Reino Unido, que ahora se incluye en la Ley de Seguridad en Línea de 2023. Esto abarca las imágenes fabricadas o manipuladas, incluidas los deepfakes.
Muchos otros países, como Australia e Irlanda, cuentan con leyes similares para proteger a las personas del abuso con imágenes íntimas.
Los niños y jóvenes pueden ser objetivos de manipulación y grooming en línea.
Los agresores pueden usar plataformas en internet para establecer una relación de confianza con el menor y abusar de él.
Este abuso puede ocurrir en línea o el agresor puede concertar una cita con el niño o niña en persona con la intención de abusar de ellos.
El abuso también puede ocurrir cuando otros graban, suben o comparten contenido dañino en línea.
Ya sea que el abuso ocurra en internet o fuera de éste, puede tener un impacto duradero en el bienestar general del niño, provocando ansiedad, autolesiones, trastornos alimenticios, pensamientos suicidas o incluso suicidio.
El ciberacoso, o acoso en línea, se produce cuando alguien se enfrenta a un comportamiento acosador en redes sociales, aplicaciones de mensajería, juegos en línea y otros lugares de internet.
El acoso puede ocurrir tanto en línea como fuera de ella al mismo tiempo, y en ocasiones la persona que lo realiza es conocida de la víctima.
También es común sufrir acoso por parte de personas que no conoces en persona, pero que conoces de comunidades en línea, juegos o redes sociales. El abusador también puede ser anónimo.
Estos son algunos consejos para reducir el riesgo de ser víctima de abuso en línea, según la ONU.
Para prevenir eficazmente la violencia en línea facilitada por la tecnología, es fundamental comprender su especificidad y su impacto en las mujeres y las niñas, afirma la ONU.
Un estudio de ONU Mujeres de 2021 en la región de los Estados árabes reveló que el 60% de las mujeres usuarias de internet habían estado expuestas a violencia en línea ese año.
Un estudio europeo reveló que las mujeres tienen 27 veces más probabilidades de sufrir acoso en línea que los hombres, y otro análisis reveló que el 92% de las mujeres reportaron que la violencia en línea afecta negativamente su bienestar.
Las mujeres en la vida pública, como políticas, periodistas y defensoras de los derechos humanos, son especialmente blanco de ataques, y los riesgos son aún mayores para las mujeres negras, las personas LGBTQI+ y las mujeres con discapacidad, según la ONU.
La organización lanzó hasta el 10 de diciembre una campaña para erradicar la violencia digital contra todas las mujeres y niñas.
La campaña insta a los gobiernos a proteger la información personal y a penalizar la violencia digital, y pide a las grandes empresas tecnológicas eliminar el contenido dañino.
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